Defensismo y revolución política

Luego de la muerte de Lenin (1924) y el exilio de Trotsky, el régimen de democracia obrera de los primeros años de la revolución se había convertido en un régimen burocrático independiente que había devorado a los soviets y al bolchevismo. También se había perdido la III Internacional para el proceso de revolución permanente. Sin embargo las bases sociales de la URSS, básicamente la expropiación producto de la revolución, se habían conservado y eran una conquista colosal de la humanidad. Ante la magnitud de los cambios políticos era preciso un nuevo posicionamiento estratégico y para ello era necesaria una caracterización.

La primera definición a tener en cuenta era el carácter de clase de ese Estado: ¿El régimen burocratizado había llevado a la URSS al capitalismo? ¿Era una nueva clase de Estado, ni obrero ni burgués?

Como punto de partida debía establecerse que la URSS no era estatismo ni capitalismo de estado pues, a diferencia de lo ocurrido por ejemplo en Italia con Mussolini, la nacionalización era producto de la expropiación revolucionaria de la burguesía.

En segundo término la determinación del carácter de clase del Estado no podía hacerse por las relaciones de producción. Si bien en la URSS se había producido una revolución socialista, no se había llegado al socialismo. Como ya habían previsto Marx y Engels y reafirmaron Lenin y Trotsky, subsistirían relaciones de producción capitalista, como el pago de salario. Por eso en muchas ocasiones nos referimos a ellos como estados transicionales.

En consecuencia, la mera existencia de relaciones de producción de un tipo no bastan para definir el sistema económico: que existan relaciones de producción feudales no significa que el sistema económico sea feudal. Podemos citar como ejemplo el caso de Sudáfrica, con sus minas de oro y diamantes. Los dueños de las minas establecen con las tribus relaciones esclavistas o semiesclavistas, pero las minas de oro son los lugares donde se asienta la paridad dólar-oro para el mundo capitalista. Es por lo tanto secundario si allí las relaciones de producción son capitalistas o tribales, si explotan a obreros, esclavos o vasallos. [1] Esta definición debe hacerse entonces por el objetivo del sistema económico, que en el caso de la URSS no era el de percibir ganancias a través de la producción en gran escala para el mercado mundial.

Que la producción no estuviera organizada para la ganancia estaba garantizado básicamente, en el plano interior de la URSS, por la expropiación de la burguesía producto de la revolución, y en el plano internacional, por el monopolio del comercio exterior. Este último significaba a) que nada podía comprarse ni venderse al extranjero sin la intervención del Estado; b) que se vendía con el objetivo de comprar productos necesarios para el desarrollo o la seguridad, pero no con el objetivo de obtener ganancias. La URSS no tenía empresas que competían en el mercado mundial por la ganancia.

Este fue el criterio utilizado por Trotsky: "La nacionalización del suelo, de los medios de producción, de los transportes y de los cambios, así como el monopolio del comercio exterior, forman las bases de la sociedad soviética. Para nosotros esta adquisición de la revolución proletaria define a la URSS como un estado proletario." [2] Caracterización que mantuvo cuando se enfrentó a la primer corriente revisionista al interior de la IV Internacional: "Mientras analizábamos y exponíamos la creciente independencia política de la burocracia respecto del proletariado, nunca perdimos de vista los límites sociales objetivos de esa independencia: es decir la propiedad nacionalizada complementada con el monopolio del comercio exterior". [3]

La burocracia tampoco era, históricamente, una nueva clase dirigente: no había creado nuevas relaciones de propiedad y estaba obligada a defender la propiedad del Estado, como fuente de su poder y su renta. Desde este punto de vista seguía siendo un instrumento de la dictadura del proletariado. Propiedad no es sólo derecho de uso es capacidad de enajenación, [4] de venta. La burocracia no tenía títulos ni acciones, se la nombraba por vía administrativa, sin derechos particulares de propiedad, y el funcionario no podía transmitir a herederos su derecho de explotación del Estado. Así como el burócrata sindical no puede vender legítimamente, los bienes sindicales para quedarse con el dinero, la burocracia no podía vender las fábricas, los bancos, la tierra ni la producción en el mercado mundial. Los privilegios de la burocracia son abusos circunstanciales y no derechos legítimos de su función, y esto hace una diferencia esencial con la burguesía. La economía nacionalizada, producto de la expropiación revolucionaria, y el monopolio del comercio exterior garantizaban entonces que la obtención de ganancias no fuera el objetivo de la producción y el cambio.

Fueron las bases sociales las que justificaron la política del defensismo: defensa incondicional de la URSS como organismo obrero contra el imperialismo. Esta política de defensismo tenía otra concurrente que era la de una revolución contra la burocracia. Revolución que no sería social sino sólo política, en el régimen, puesto que no sería preciso volver a cambiar las bases sociales. La burocracia era un parásito del Estado Obrero y no una criatura viable de la historia, no era una nueva clase social. Esta defensa de lo "obrero", determinado por las bases sociales, era lo único que diferenciaba al régimen fascista o al nazi del stalinismo. La política revolucionaria era comparable a la seguida con respecto a cualquier sindicato.

"En último análisis un estado obrero es un sindicato que ha tomado el poder" [5] decía Trotsky. "¿Qué quiere decir defensa "incondicional" de la URSS? Quiere decir que no pedimos ninguna condición a la burocracia. Quiere decir que independientemente del motivo y de las causas de la guerra, defendemos las bases sociales de la URSS, si es amenazada por el imperialismo.(...) Hemos prometido defender a la URSS como estado obrero y solamente aquello que pertenece al estado obrero." [6]

"Un sindicato dirigido por burócratas reaccionarios organiza una huelga contra la admisión de obreros negros en cierta rama de la industria. ¿Apoyaremos una huelga tan vergonzosa? Por supuesto que no. Pero imaginemos que los patrones, utilizando dicha huelga, intenten aplastar al sindicato e imposibiliten en general la defensa organizada de los trabajadores. En este caso defenderemos al sindicato como lógica consecuencia a pesar de su reaccionaria dirección. ¿Por qué no es aplicable esta misma política a la URSS?". [7]

Estas políticas convergentes, defensismo y revolución política, no eran abstracciones teóricas, tenían consecuencias prácticas vitales para la revolución mundial. La derrota de la burocracia a manos de la clase obrera organizada, decía Trotsky, recuperaría el régimen de democracia obrera, y sería sólo política porque no era necesario otro cambio en las bases sociales, como el realizado a partir de 1918. Por el contrario la derrota de la burocracia a manos del imperialismo, significaba la derrota de las bases sociales de la URSS, que la desmembraría en zonas de influencias, permitiendo a nivel mundial una nueva estabilización del imperialismo, y un debilitamiento del proletariado.


Notas

[1] Ver Nahuel Moreno, Método de interpretación de la historia argentina , Editorial Pluma , Buenos Aires, 1975, pags. 15 -16

[2] TROTSKY, León. La revolución Traicionada , Ediciones Crux, La Paz, pag. 218

[3] TROTSKY, León. En defensa del marxismo , Editorial Yunque, Buenos Aires, 1975, pag 99-100

[4] ENGELS, Federico. El Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado , Editorial Planeta, pág. 285

[5] TROTSKY, Leon. León. En defensa del marxismo , Editorial Yunque, Buenos Aires, 1975, pág 7

[6] Idem, pág 12

[7] Idem, pág 13


El proceso de privatización económica

La ley sobre la actividad económica individual (1986) fue el primer texto legislativo soviético en el marco del mercado. Le daba el derecho a cada ciudadano de ejercer una actividad independiente en el terreno de la producción y del comercio de bienes y servicios. Este tipo de actividad concernía a 650.000 personas en vísperas de la adopción de la ley, y unos cinco millones cuatro años más tarde.

En 1987 se adoptó la ley sobre las empresas estatales, que les dio gran independencia, autorizándolas a vender una parte de su producción en el mercado a precios contractuales y a gastar libremente las sumas así ganadas, debilitando el control del Estado sobre las empresas.

En 1988 se adoptó la ley de cooperativas, muchas de las cuales hacían parte de empresas del Estado y tenían el derecho a comprar equipos y locales pertenecientes al Estado y a prestar servicios a esas mismas empresas sobre una base contractual. Esta ley permitió la primera gran oleada de surgimiento de un sector privado. En 1990 más de seis millones de personas estaban empleadas en 245.000 cooperativas.

En 1990 se autorizó el funcionamiento de bolsas donde se comercializaba libremente una parte del producto nacional, especialmente materias primas. En 1992 ya existían 700.

Al mismo tiempo se dio el surgimiento de los bancos privados. A fines de 1991, funcionaban 1.304 bancos independientes.

En 1988/91 se inició una privatización espontánea de empresas del Estado. Los gerentes formaban cooperativas o sociedades en secciones de la empresa, que les alquilaban el lugar y las herramientas, y de la cual recibían las materias primas permitiendo un acelerado enriquecimiento de un sector de la burocracia industrial. Otra forma de privatización era el alquiler de la empresa, lo cual le daba una autonomía casi total. Al final del contrato la empresa podía comprar las construcciones y los equipos alquilados al Estado, privatizándose. En 1991 había en la URSS 3.900 empresas alquiladas, 14% de las empresas industriales, empleando más de dos millones de personas.

En los años 1988/89 aparecieron las sociedades mixtas fundadas por las empresas del Estado gracias al aporte de capitales extranjeros. A principios de 1991 existían 3.000 en la URSS, de las cuales la mayor parte estaba concentrada en la industria, la construcción y los servicios. El gobierno procedió a la transformación de una serie de grandes empresas en sociedades por acciones, un primer ensayo de desestatización de la economía. Kamaz, el gigante productor de camiones, se convirtió en sociedad por acciones, la unión Dormach de Minsk, y numerosas fábricas del complejo militar-industrial.

De esta forma, el Estado fue abandonando terreno en la esfera económica. La parte del sector alternativo en la riqueza producida era del 10% a principios de los años '90 y el número de personas en ese sector aumentó a 12.2 millones en el periodo de 1990 a 1992. De manera que, antes de llegar al año 1991, la burocracia ya había avanzado un trecho muy largo en su plan restauracionista.


Estructura de la propiedad de Rusia en Agosto de 1995

Sector % Estatal % Privada
Industria Ligera 41 59
Alimentos 43 57
Construcción 52 48
Materiales de construcción 41 59
Autotransporte y reparaciones 52 48
Comercio al por mayor 45 55
Comercio minorista 33 67
Bebidas 44 56
Servicios 35 65
Otras 68 32
TOTAL 49.5 50.5
        
No se toman en cuenta las empresas privadas formadas por fuera del proceso de privatización (Financial Times, 19/9/95).