Los albums seleccionados, "Matita Pere" grabado en 1.973 (MCA) y "Urubu", grabado en 1976 (Warner), aún cuando separados por tres años, están unidos por un espíritu y una concepción musical semejantes. Ambos están genialmente arreglados por Claus Ogerman y suponen un giro en la carrera de Jobim que apunta a un horizonte musical mas amplio y ambicioso. En ocasiones se trata de piezas de clara raigambre popular ("Matita Pere", "Boto", "Correnteza"). En otros casos son complejas composiciones orquestales de tintes impresionistas ("Tempo do Mar", "Cronica da Casa Assasinada", "Saudade do Brasil"), sin olvidar las maravillosas canciones "Ligia", "Angela" y "Ana Luiza", tres verdaderas joyas inolvidables.
Se trata en definitiva de dos discos indispensables que retratan a un Jobim que, liberado de las ataduras de la bossa nova, da rienda suelta a una genialidad y desbordante creatividad que no iban a conocer fronteras.
