El fetichismo del pie, o podofilia, es un pronunciado interés fetichista en los pies humanos. Es uno de los fetichismos más comunes en los varones. Un fetichista del pie puede ser sexualmente excitado al ver, tocar, acariciar, chupar, oler, lamer o besar cualquier parte del pie siempre y cuando estos sean de otra persona, o teniendo a otra persona haciendo lo mismo en sus pies. La respuesta del fetichista es la misma o muy similar a la respuesta de excitación sexual frente a los genitales u otros rasgos específicos de cada sexo como los senos femeninos. Una entidad muy común en la sociedad occidental es el papel femenino dentro del fetichismo del pie. La moda, la cultura de la seducción a través del objeto-adoración, ha creado una subcultura de mujeres que promueven el fetichismo del pie en sus parejas masculinas. De este modo se ha determinado que el masaje en los pies, los besos en dedos y plantas, etc, sirven como estímulos excitatorios en las mujeres sometidas a estas prácticas, por lo que promueven en ellas un comportamiento seductor centrado en sus pies (uso de zapatos sin medias, lacas de uñas llamativas, tobilleras, anillos podales, sandalias provocativas, etc). Si a ello sumamos la tendencia contemporánea dentro de la moda de llevar los pies al descubierto, que iniciaron diseñadores como Versace o Dolce & Gabbana, obtenemos una mujer moderna sumamente fetichista que incita al varón a fijar su atención en las piernas y pies femeninos.