Stéphan: Roy Dupuis, Buenos días
Roy: Buenos días Sr. Bureau
Stéphan: ¿Se encuentra usted bien a pesar del catarro?
Roy: Si... a pesar del catarro, todo va bien.
Stépahan: ¿Se encuentra usted casi de vacaciones, no?
Roy: (reflexiona) Eh... se podría decir que sí... es decir es un periodo en el que ruedo realmente poco, me quedan dos días del rodaje de Un homme et son péché. Estamos esperando la nieve (mira por la ventana detrás de sí, nieva durante la entrevista). Lo haremos en el mes de enero. Y después, bueno... es una época en la que leo guiones, obras de teatro, no son verdaderas vacaciones porque es uno de los periodos más importantes, si se quiere, del año, es en ese momento cuando debo tomar decisiones...
Stéphan: Hacer buenas elecciones.
Roy: exactamente.
Stéphan: me da la impresión que en su oficio, cuanto mas se avanza, cuanto más éxito se tiene, las decisiones se vuelven más difíciles de tomar. Son más consecuentes en todo caso.
Roy: No es falso. (reflexiona un momento) incluso diría que es cierto. Es más o menos así.
Stéphan: forma parte del trabajo por lo tanto tomarse el tiempo no diría de no equivocarse, puesto que a veces uno debe equivocarse, pero hacer buenas elecciones.
Roy: la forma en que yo procedo, al final, es que leo el guión y... me gusta o no me gusta. El personaje me gusta o no me gusta. Si tengo dos para leer, bueno... bueno, puede ocurrir que los dos me gusten. Entonces...
Stépahn: Como en el amor, es difícil...
Roy: bueno eso no me ha pasado nunca en el amor. Es mucho más preciso
Stéphan: ¿Nunca ha tenido que hacer elecciones dolorosas entonces?
Roy: No, a ese nivel no.
Stéphan: Cuando uno se encuentra frente a dos buenos proyectos...
Roy: Hum,, hum (asintiendo)
Stéphan: ¿Qué se hace... realmente se lo juega usted a cara o cruz?
Roy: Bueno me gustaría hacer los dos, lo procuro, si se puede hacer los dos, es un poco como lo que ha ocurrido ahora con Un homme et son péché y The Last Chapter este año, conseguimos organizar el horario y finalmente, para que todo funcionara, me tuve que tirar dos semanas de rodaje sin parar, en determinado momento, puesto que se superponían, pero a parte de eso, conseguí hacer los dos. Cuando no se pueden hacer los dos, bueno entonces sí, hay que elegir esperando hacer bien la elección.
Stéphan: Dos proyectos que por lo menos lo han vuelto a traer directamente a Québec donde estaba usted poco desde hace algunos años, por cuestiones de trabajo. ¿Ha sido por causas de trabajo o fue una elección el volver a desarrollar su trabajo en su tierra?
Roy: Para mí yo no me fui realmente nunca. Acepte, firmé un contrato para una teleserie americana, rodada en Toronto... pero, si tuve un contrato que duró 5 años, pero que podía haber durado 2 meses, finalmente bueno, las cotas de audiencia fueron bastante buenas lo que hizo que se renovara cada año. Regresaba todos los fines de semana a mi casa. Si, eso no me permitió hacer nada más que una especie de pequeña teleserie sobre Maurice Richard. Pero para mí nunca me fui realmente de aquí.
Stéphan: ¿Por qué la casa está siempre en Québec?
Roy: Nuestra casa está aquí.
Stéphan: Sí.
Roy: Para mi está muy claro. Por lo menos he viajado suficiente como para saber que me encuentro bien en Québec.
Stéphan: Porque se podría presumir que con un éxito americano, que es a menudo el mejor sueño para muchos actores, pienso que no me equivoco, el make it in the US es decir tener algo que ha funcionado allí, y vivir, desarrollar proyectos allí, habría podido ser por lo menos una tentación legítima.
Roy: Yo estuve en l’Ecole Nationale de Théatre. Eso hace que l’Ecole Nationale haya sido para mí... ha abierto mis horizontes, me ha cultivado, me ha alimentado, creo que allí aprendí el porqué de la profesión, el teatro, a decir cosas, tratar de decir cosas importante, bellas. Eso hizo que al salir de l’Ecole , no tuviera necesariamente ganas de lanzarme a una carrera internacional. No era el fin de mi profesión, de mi elección. Era trabajar, si. Pero hacer cosas que me parecieran importantes, si se quiere, pero es cierto que de vez en cuando uno necesita poner mantequilla sobre su pan.
Stépahan: ¿Y hay cosas que ponen más mantequilla que otras?
Roy: ¿Cómo...? (se ruborizó ligeramente, sus ojos se iluminaron) se ríe.
Stéphan: como por ejemplo 5 años en una serie americana.
Roy: Claro, si.
Stéphan: ¡Es más rentable que el teatro, no cabe duda!
Roy: Sí, aquí, en Québec, creo que no se puede vivir del teatro... ¡podría decir que estoy seguro!
Stéphan: Por oposición a Nikita, puesto que, aunque no la hemos nombrado la serie es Nikita que ha sido largamente difundida por casi todo el mundo. ¿Ha sido una buena elección esa, a pesar de que era rentable, de que tenía ventajas, desde el punto de vista de actor fue algo realmente bueno hacerla?
Roy: (gran suspiro, largo silencio) Sí... y no.
Stéphan: ¿Por qué si y por qué no?
Roy: Si, porque en fin, creo que me permití crear un personaje que era tal vez el opuesto de lo que uno está habituado a ver en una teleserie americana, en el sentido de que era un poco la anti-interpretación. No lo creé con esa intención, ocurrió así. Finalmente fue para mi un ejercicio muy interesante para quitar ataduras. Todo lo que un actor utiliza para hacer un personaje verídico. Los gestitos... naturales... depuré totalmente al personaje[1]
Stéphan: ¿Un trabajo depurado?
Roy: Si
Stépahan: ¿Sacar en vez de añadir?
Roy: Sacar todo... casi. No le quedaba más que los ojos y algunos... un poco de lenguaje corporal. (Silencio) y luego no porque ha sido demasiado largo.
Stépahan: ¿5 años?
Roy: Exactamente. Puesto que mi casa está aquí. Por lo tanto ha sido difícil de llevar.
Stephan: Le ha supuesto un gran éxito en los Estados Unidos. Se dice por todas partes, y es cierto, que ha habido una especie de culto following, decididamente hablo mucho inglés en esta entrevista, probablemente sea la influencia americana, pero auténticos fans...
Roy: Si
Stéphan: ...clubs de fans por todas partes del mundo. ¿Personalmente eso cambió algo para usted? ¿este éxito popular?
Roy: Es más o menos así. Quiero decir... es lo que conocí en Québec con Filles de Caleb, ¡es muy difícil de superar!
Stéphan: ¿Pero a otra escala?
Roy: Si pero lo sentí menos. Puesto que se rodaba en Toronto, porque no era, quiero decir que no había un 85% de la población de Canadá viendo La Femme Nikita. Entonces, con les Filles de Caleb, creo que había un 80% (en Québec). Eso supuso que en un día, me volví... me señalaban con el dedo en la calle y...
Stépahan: Y usted se convirtió, el personaje y usted como actor, en alguien conocido, muy conocido. ¿Eso le ha hecho cambiar un poco de vida, no?
Roy: Enormemente. Sobre todo si se vive en el Carré St-Louis (en Montreal)
Stéphane: No es el lugar ideal para pasar discretamente por la calle...
Roy: No.
Stépahan: Para el anonimato el Carré St-Louis no es terrible.
Roy: No. Cuando necesitas bajar a por el pan, es un poco complicado... me siento un poco mal viviendo así...si. Siendo de naturaleza tímido, si se quiere, incluso no siéndolo, creo que en un momento dado pierdes una libertad, que... una libertad que... cuando se llega a la ciudad, yo que provenía de una pequeña ciudad...
Stéphan: ¿Qué edad tenia?
Roy: 13... 14 años. En... en las provincias, en los pequeños pueblos, después de un poco de tiempo conoces a todo el mundo y todo el mundo te conoce. Por eso, cuando yo llegué a la ciudad, lo que más me ha fascinado, fue la libertad que el anonimato me traía. Quiero decir, puedes encontrarte con alguien, decirle lo que quieres, lo que piensas, puesto que estás poco más o menos seguro de que no lo volverás a ver en tu vida. Encontraba eso extraordinario. Esa libertad finalmente... bueno, eso... parece como si desapareciera.
Stéphne: Hecho polvo con les Filles de Caleb...
Roy: Bueno... hecho polvo... eso tiene su buen y mal lado también. Me siento cuando menos muy orgulloso de haber participado en ese proyecto.
Stéphan: Y el éxito americano, ¿eso le ha... sin dudar de su origen, sin dudar del sitio donde iba a vivir, eso le ha abierto puertas tentadoras, tiene proyectos que se desarrollan allí?
Roy: (gran suspiro)
Stéphan: ¿En el fondo, ha sido un acelerador, ha sido algo que podría ser rentable a medio plazo?
Roy ríe suavemente ante la palabra rentable...
Stéphan: ...en el sentido de que se las va a abrir y no en el termino de pasta
Roy: Si... si. Seguro. Seguro que ha abierto horizontes. Me ha dado una “exposure” internacional. Hay guiones que llegan de todas partes ahora. Si, pero lo primero que tuve deseos de hacer tras Les Filles de Caleb, fue regresar a casa.
Stéphan: ¿Les Filles de Caleb o la Femme Nikita?
Roy: Eh... La Femme Nikita.
Stéphan: Es un bonito lapsus. Si uno fuera freudiano, podría pasarse una buena media hora con eso... pero como no es este el caso... si no regresar a casa y hacer algo aquí.
Roy: Al principio, era solo regresar a casa. Tenía... lo último que deseaba hacer era ponerme delante de una cámara.
Stéphane: (asiente)
Roy: Fue más o menos lo que hice. Duró todo el invierno. Pasé el mes de diciembre, enero y febrero bajo las mantas.
Stéphane: ¿El año pasado?
Roy: Sí
Stéphan: Eso le habrá sentado bien tras el maratón Nikita. 5 años. No es en unas semanitas que se hace una teleserie.
Roy: Si. Incluso diría que fue esencial.
Stéphan: ¿Una cuestión de supervivencia? Para que las cosas pudieran seguir...
Roy: Bueno... no me habría muerto si me hubiera puesto a trabajar enseguida pero... era, era, era... era simplemente incapaz de hacerle frente a una cámara. Tenía necesidad de olvidar la profesión. Completamente. Ocuparme de mi mundo, me encerré en él. Por lo tanto me sumergí en él. Luego vino Last Chapter, el último capítulo que me ha hecho regresar...
Stéphan: ... a la vida profesional
Roy: Si
Stéphan. ¿Fueron los moteros de Last Chapter? Un papel de duro
Roy: No tanto... al final se convierte creo.
Stéphan: Porque cuando menos tiene usted costumbre de papeles robustos. O de seductores o de rudos. En fin... no es... son papeles que se dirían siempre muy físicos. ¿Es también así en Last Chapter?
Roy: Creo que sí. Es un personaje con una bonita línea dramática. Fue un poco por ese motivo que lo acepté entonces. Había dicho que no, la primera vez. Estaba en el punto de rechazarlo todo, y... y el personaje se quedó conmigo durante una semana, luego al cabo de una semana, dije, bueno, les llamo. Y si está todavía libre pues bien... estoy contento de haberlo hecho.
Stéphan: Es así como le ocurre a usted, es decir el personaje cohabita durante un tiempo y luego usted siente que funciona.
Roy: Si me lo puedo permitir, me gusta hacerlo así, es decir, leer el guión y luego dejarlo de lado, luego vivir con el personaje durante una o dos semanas... antes de llamar para decir OK me interesa. Ver lo que me inspira, si puedo permitirmelo evidentemente.
Stéphan: todo eso dicho con una modestia apabullante... ¿cómo si no le esperaran a veces?
Roy: Si... a veces.
Stéphan: ¿Ha tenido a veces la suerte de poder tomarse una semana o dos?
Roy: A veces
Stéphan: ¿Sí?
Roy: Si... no siempre... bueno, en fin, eso creo
Stéphan: Protegeremos su modestia
Roy se ríe
Stéphan: Alexis, por lo tanto, Un homme et son péché, the Last Chapter, prácticamente está todo terminado, ¿vuelve usted a meterse debajo de las mantas, o se prepara...
Roy: ¿Para el invierno?
Stéphan: Si
Roy: Acabo de hacer una gran construcción, si se quiere, una especie de capilla, en mi casa.
Stéphan: ¿Una capilla?
Roy: Bueno, al final recuerda a una capilla. Es una construcción en madera “tenons y mortaises”[2], que hemos montado como a principios de siglo, quiero decir a mano, en una jornada, 40 hombres que montaron una estructura. Como en el film de Los Amishes.
Stéphan: Sí, de acuerdo.
Roy: Es lo que he hecho este verano. Luego lo terminé tranquilamente. Logramos cerrarlo para el invierno. Eso hace que vuelva. Luego tengo guiones, obras de teatro... sobre la mesa... allí.
Stéphan: ¿Le tienta el teatro?
Roy: Si. Echo de menos los ensayos. Hecho de menos esa especie de clan.
Stéphan: ¿la familia?
Roy: Si, la familia del teatro, el clan cerrado. Que escruta un texto, que lo explora, que trata el asunto, que... que se permite partirse la boca al final. Claro que en el cine o en una teleserie, es cada vez más... es más here and now, producto acabado rápidamente, luego está todo enlatado.
Stéphan: Y no se corren riesgos... o los menos posibles.
Roy: A mi me gusta correr riesgos... en fin, incluso trato de correr los más posibles...
Stéphan: Bueno, deseamos poder asistir a uno de esos riesgos en el teatro bien pronto. Roy Dupuis, muchas gracias. Ha sido un placer, como usted sabe, muy raro
Roy: Me ha resultado muy agradable.
Stéphan: Que tenga unas buenas Fiestas.
Roy: No está mal...
Stéphan: No es el objetivo.