Esta es la historia, transmitida de generación en
generación, de la llegada de nuestro Patrón al pueblo de Cambil.
Hace muchos años, unos arrieros que llevaban en una
caballeria un lienzo pintado con la efigie de un Crucificado, de
los que llevan enagüillas (como dice la gente aquí) y a cuyos pies
aparece su Madre, pasaron por Cambil y decidieron hacer noche en
una de las posadas. Enteradas unas señoras piadosas llamdas Aranda
de apellido, pidieron a los arrieros que llevaran el lienzo a su
casa, en la calle Real -cerca del Portillo-, para que en ella
estuviera el Señor más dignamente alojado y como un huesped de
honor.
Se dice que pasaron la noche velando y rezando ante
el sagrado lienzo. Cuando amaneció y aquellos arrieros decidieron
ponerse de nuevo en camino, fueron a casa de las Aranda y al ir a
coger el lienzo fue imposible levantarlo de donde estaba. Probaron
una y otra vez hasta que, viendo que parecía haberse quedado allí
clavado, tuvieron que irse y dejarlo.
Se extendió por el pueblo la noticia del suceso y la
gente empezó a darle culto y de este modo, el desde entonces
llamado Señor del Mármol -pueblo de la provincia de Jaén, de donde
eran los arrieros-, se convirtió en el muy amado y venerado Patrón
de las villas de Cambil y Alhabar.
Esta devoción ha sido llevada principalmente a Jaén,
a Madrid y a Barcelona en la meleta y el corazón de las familias
que emigraron a estas ciudades en los años de posguerra; familias
que, en número considerable, vienen cada año a últimos de febrero,
cuando se conmemora con una solemne fiesta el milagroso suceso.
Aquí tenéis un par de vídeos de la procesión de este año que un paisano nuestro ha tenido la bonita idea de subir a YouTube:
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