FOGATA 26
Capítulo 8
Nuestros deberes como ciudadanoss
Fogata 26 - Ciudadanía
Todo Scout debe
estar siempre listo para ser un buen ciudadano de su país y del mundo.
Para esto, debéis
empezar desde pequeños a considerar como amigos vuestros a todos los niños.
Recordad que, pobres o ricos, de la ciudad o del campo, tenéis que conservaros
unidos en pro de vuestra patria. Si estáis divididos entre vosotros estáis
haciendo un mal a vuestro país. Debéis acabar con vuestras diferencias.
Si despreciáis a
otros muchachos por el sólo hecho de que pertenezcan a hogares más pobres que el
vuestro, sois unos jactanciosos. Si odiáis a otros muchachos porque nacieron más
ricos que vosotros, sois unos tontos.
Debemos, cada uno
de nosotros, tomar el lugar que nos ha correspondido en la vida y sacar de él el
mayor provecho y colaborar con aquellos que nos rodean.
Somos algo así como
los ladrillos de un muro; todos tenemos nuestro lugar, aunque pueda parecer
pequeño en un muro tan grande. Pero, si un ladrillo se desmorona o se cae de su
lugar, somete a los demás a un esfuerzo indebido, empiezan a aparecer grietas y
el muro se bambolea.
No tengáis
demasiadas ansias de figurar, pues sólo conseguiréis desilusiones sin
fin.
Trabajad por el
bien de vuestro país o por el del negocio en el cual estáis empleados y si así
lo hacéis, encontraréis que conseguís todas las promociones y todo el éxito que
deseáis.
Tratad de
prepararos para ello tomando en serio el estudio de las materias que se os
enseñan en la escuela, no porque os diviertan, sino porque es vuestro deber para
con vuestra patria el que os capacitéis. Estudiad vuestras matemáticas, historia
o gramática con ese espíritu y tendréis éxito.
No penséis en
vosotros, sino en vuestra patria y en el bien que podréis hacer a otros.
Cuando
crezcáis
Creceréis y
llegaréis a votar y a tener parte en el gobierno de vuestro país. Iréis, muchos
de vosotros, a formar parte del partido al que pertenece vuestro padre o
vuestros amigos. Yo no haría eso si estuviera en vuestro lugar. Yo me enteraría,
antes, de los programas de los diferentes partidos. Si sólo conocéis un partido,
creeréis que éste es el bueno y que los demás son malos, pero si los estudiáis
todos, quizás el primero ya no os parezca tan bueno.
Los elefantes de Birmania dan una lección a las naciones del
mundo.
Trabajando juntos pueden transportar las cargas más
pesadas.
La cosa es
estudiarlos todos y no decidirse inmediatamente por ninguno. Hay que ser lo
suficientemente hombre, para decidir por uno mismo cuál es el que más conviene
para el bien del país en general y no para alguna pequeña cosa local, y votar
por ése mientras trabaje por el bien común, por el bien del país.
Muchas personas se
dejan arrastrar por un politico nuevo con flamantes ideas extremistas. Jamás
creáis en las ideas de un hombre hasta que éstas hayan sido bien consideradas
desde todos los puntos de vista. Las ideas extremistas rara vez son buenas; si
las veis a través de la historia, encontraréis que ya alguna vez fueron
ensayadas en algún lugar, sin éxito.
Vuestros
antepasados trabajaron duro y pelearon y murieron para formar vuestro país para
vosotros. No permitáis que, desde el cielo, os contemplen haraganear con las
manos en los bolsillos, sin hacer nada por conservar lo que ellos os
legaron.
¡Tomad parte activa
en su obra! Cada cual en su puesto, icontinuad el juego!
"Amigo de
todo el mundo"
Recordad también
que un Scout no es sólo amigo de aquellos que le rodean, sino "amigo de todo el
mundo". Los amigos no se pelean entre sí. Si hacemos amistades en países
extranjeros, al otro lado del océano, y ellos también mantienen amistad con
nosotros, nunca querremos pelear. Esa es, más que ninguna otra, la mejor manera
de evitar guerras futuras y de asegurar una paz estable y duradera.
Una de las cosas
que ocasionan las guerras es el hecho de que los diferentes paises se conozcan
tan poco entre sí de una manera personal, pues sólo saben lo que sus gobiernos
les dicen: que deben pelear. Así es que van y pelean, y después se arrepienten
grandemente.
Si hubieran llevado
amistad en tiempos de paz, se hubieran comprendido mejor y no hubieran llegado
nunca a los golpes.
Hoy en día, es tan
fácil viajar y las distancias se han acortado tanto con los transportes de
motor, aeroplanos y radio, que la gente de los diferentes países tiene mayores
oportunidades para conocerse más de cerca los unos a los otros.
Los Movimientos de
muchachos Scouts y muchachas Guías (muchachas Scouts) se han extendido por todas
las naciones. Como Scouts, podemos visitar cincuenta diferentes países del mundo
y encontrar en ellos hermanos Scouts que actúan bajo la misma Ley y la misma
Promesa y se dedican al mismo trabajo que nosotros. Miles de Scouts de
diferentes naciones hacen, con regularidad, viajes a otros países, en
intercambio de visitas. De esta manera, se divierten conociendo otros países y,
lo que es más importante, se conocen unos a otros como amigos y no como meros
extranjeros.
La
hermandad mundial Scout
Como Scouts,
formáis parte de una hermandad de muchachos de diferentes nacionalidades y, por
tanto, sois amigos de muchachos de todos los continentes.
Esta hermandad del
Escultismo, en muchos aspectos, se parece a una Cruzada. Los Scouts de todas las
partes del mundo, son embajadores de buena voluntad que se dedican a hacer
amigos echando por tierra las barreras de color, credo y clase social. Esto, por
sí solo, es una gran cruzada. Os aconsejo que trabajéis lo más que podáis en ese
sentido, pues pronto seréis hombres y si llega a haber pleito entre las
naciones, a vosotros os corresponderá la carga y la responsabilidad.
El Movimiento Scout es una hermandad mundial.
Algún día tendréis
oportunidad de asistir a un Jamboree y conocer allí Scouts de muchas
naciones.
Las guerras nos han
enseñado que si una nación trata de imponer su voluntad sobre otra, una reacción
cruel puede ser la consecuencia. Una serie de Jamborees mundiales y otras
reuniones de Scouts de muchos países han demostrado que, si ejercitamos la mutua
tolerancia y damos y tomamos por igual, entonces habrá comprensión y armonía.
Estos Jamborees han comprobado qué eslabón tan fuerte constituye la Ley Scout.
Podemos acampar juntos. excursionar juntos y gozar de la vida al aire libre,
contribuyendo así a forjar la cadena de la amistad.
Si somos amigos no
desearemos disputar y cultivando estas amistades, que principian en las
Jamborees, estamos preparando el camino para la solución de los problemas
internacionales por medio de discusiones de carácter pacífico. Esto tendrá
absolutamente todo lo que podamos para establecer esta amistad entre los Scouts
de todas las naciones, ayudando a desarrollar la paz y la felicidad de un mundo
donde prevalezca la buena voluntad entre los hombres.
A pesar de todo, el
espíritu es lo que importa; nuestra Ley Scout y nuestra Promesa, puestas de
verdad en práctica, acaban con todas las ocasiones de guerra y aún de fricción
entre las naciones.
Haced
vuestra parte
Así pues, cumplamos
todos con nuestra parte. Los que seáis Scouts, determinaos a ser mejores Scouts,
no solamente en las artes manuales y en acampar, sino apegándoos a la Ley y
poniéndola en práctica. Si no sois Scouts, adheríos a esta hermandad feliz. El
futuro es tremendo y quizás os necesitemos.
Finalmente
Espero que, en este
libro, habré podido presentaros algo del atractivo que el Escultismo tiene para
todos nosotros.
Deseo que todos
vosotros os sintáis verdaderos Scouts que viven en la selva, capaces de bastarse
a sí mismos y no solamente Scouts de Tropa meticulosamente cuidados por Guías de
Patrulla y Scouters.
Sé que vosotros
deseáis estar a la altura del verdadero Scout y hacer las cosas por vosotros
mismos y que los hechos de los antiguos exploradores y guarda-fronteras,
despiertan en vosotros el espíritu de aventura; que, a pesar de los inventos
modernos, deseáis hacer las cosas por vosotros mismos, cuidándoos y gozando de
la libertad que produce la vida al aire libre.
Solamente he
tratado de sugeriros algunas de las formas de hacer esto y ayudaros a
convertiros en verdaderos hombres.
El Escultismo es un
magnífico juego, si ponemos nuestro empeño en practicarlo con verdadero
entusiasmo. Practicándolo, ganamos en él, como en los demás juegos, fuerzas para
nuestro cuerpo, para nuestro cerebro y nuestro espíritu. Pero recordad: ¡Es un
juego al aire libre! Por tanto, cada vez que tengáis la oportunidad, salid al
campo y ¡Buena suerte y buenos campamentos!