INVENTIVA
Supón que tienes
que cruzar un río hondo y profundo en el que nadan montones de cocodrilos
hambrientos, pero hay árboles altos en ambas márgenes ¿cómo lo cruzarías?, tu
dirías, corto un árbol y lo hago caer sobre el río para hacer un puente. Muy
bien, lo mismo haría yo. Ya te conté cómo lo hice. Pero.., supongamos que no
tienes hacha ni sierra, ni nada mejor que una navaja de bolsillo. ¿Qué
harías?
Bueno, ése es el
problema al que los pigmeos se tiene que enfrentar. Los pigmeos son una raza de
hombres muy pequeños; sólo miden de 4 a 5 pies de alto. Viven en las selvas
profundas del Congo al noroeste de Kenya. Son gente nómada, muy poco civilizada,
o sea que difícilmente se quedan mucho tiempo en un lugar, y cuando han acabado
con la caza de los alrededores, que matan con sus pequeños arcos y flechas; y
han cosechado todas las frutas y raíces comestibles, se van hacia otros lugares.
Esta semana un
amigo mío regresó de visitarlos, y me mostró algunos de sus ingeniosos trabajos
manuales de arcos, flechas, etc. Y también me contó de sus puentes.
El terreno que
habitan está cruzado por pequeños ríos hondos y de corriente rápida. Los pigmeos
no saben nadar, ni podrías nadar tú si vivieras allí. No puedes aprender a nadar
a menos que te metas al agua. y en ese país si te vas al agua nunca regresas
porque los cocodrilos te comen. Los ríos hierven de cocodrilos.
Construir un bote
lleva mucho tiempo, y casi no vale la pena sólo para cruzar un río tan
pequeño.
Pero los pigmeos
son criaturas ingeniosas y tienen su propia nanera de hacer puentes. Por
supuesto que sería más fácil tirar un árbol, pero no tienen hachas, así que
hacen puentes colgantes de un modo que estoy seguro cautivará a todos los scouts
pioneros. Fíjate en el diagrama para ver si tú puedes construir uno. Los bosques
del Congo están llenos de árboles altos, colgando de ellos hay lianas inmensas.
Son resistentes y flexibles como cuerdas.
Para empezar a
construir un puente, el jefe de constructores escoge el árbol más alto de una
margen. Luego consigue una liana lo suficientementc larga para cruzar el río,
ata un extremo a la copa del árbol y hace una gaza en el otro como asiento para
llevarlo hasta el suelo. A este extremo le ata una cuerda adicional.
Los otros pigmeos
tiran de esta cuerda y suben al terreno alto sobre la margen del río, tirando
hasta que la gaza donde está el hombre quede casi horizontal. Junto a la gaza,
cuando la cuerda está tensada así, se coloca una escalera y un compañero sube
con un cuchillo hasta llegar a la cuerda. Cuando se da la señal, corta la cuerda
añadida y el hombre que está en la gaza sube en un giro alto a través del río.
Lleva en la mano una estaca afilada y con ella se detiene de una rama de árbol
del lado opuesto del río. Ahí hace una gaza al final de su cuerda.
Los otros pigmeos
trepan por esta cuerda a través del río, cada uno trae consigo la punta de otra
liana. Así en un corto tiempo hay una docena de lianas que cruzan. Con ellas se
entreteje un puente colgante rápidamente para que toda la tribu pase con
seguridad.
Pero es un caso de
crueldad contra los animales, porque abajo, en el río los pobres cocodrilos
miran hacia arriba, "haciéndoseles agua la boca" muy disgustados porque no
tuvieron la comida que esperaban.
Estos pioneros
pigmeos dan un buen ejemplo de inventiva, o sea, de usar otras cosas cuando no
tienes lo que necesitas para hacer un trabajo.
Por ejemplo, las
chuletas y los bistecs de elefante son un platillo de lujo para ellos, pero no
tienen rifles para cazar animales, así que construyen arcos y flechas usando
piel para las cuerdas del arco y poniendo veneno mortal en la punta de las
flechas. Luego se acercan a un elefante, le disparan una flecha y aunque corra
muchas millas, irritado por el dolor de la herida, siguen su rastro hasta que
cae y muere. Entonces la tribu entera se da un atracón, tanto comen que no
necesitan más alimento durante 4 ó 5 días.
Les podría dar
docenas de ejemplos de inventiva en muchos campos, pero aquí hay otra para
ilustrar cómo las cosas pueden servir:
Una vez me hice
cargo de un niñito nativo herido por una bala perdida y le dije a su madre que
me trajera agua rápidamente. Ella corrió hacia un arroyo algo distante, pero
como no tenía en qué traer el agua, tuvo la suficiente inventiva de llenarse la
boca con agua y traérmela así. Resultó ser un sustituto muy útil para primeros
auxilos, ya que el agua estaba tibia y ella podía chorrearla sobre la herida
mientras yo la limpiaba con una pluma, y entre los dos hicimos un buen trabajo
quirúrgico sin ningún equipo de primeros auxilios.