Prólogo
EL APETITO DE LOS NIÑOS
Todo niño, como
todo Lobezno, tiene magnifico apetito. Este libro es un manjar ofrecido por un
Viejo Lobo a los jóvenes Lobatos.
En él hay carne
jugosa que comer, pero también algunos huesos duros de roer.
Si todo Lobato
que lo coma, le entra lo mismo a los huesos que a la carne, y se come lo mismo
el gordo que el resto, yo espero que saque tantas fuerzas como placer de cada
Dentellada.
A Rudyard
Kipling que tanto ha hecho por dar a nuestra juventud su verdadero espíritu, le
quedo agradecido por haberme permitido citar su inimitable "EL LIBRO DE LAS
TIERRAS VÍRGENES".
Lord Baden-Powell
Jefe Scout del
Mundo
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