Los bombardeos sobre Yugoslavia se tratan de una acción militar en Europa que ha puesto al mundo en un extremo de riesgo. Las acciones de Estados Unidos sobre la crisis de Kosovo se las puede comparar con las de Irak en el sentido de la ineficiencia de los bombardeos para generar cambios políticos en los países atacados y el formidable despliegue de armas para intentar imponerlos.
La misión sobre Yugoslavia es la primera en los 50 años de vida de la OTAN, la alianza militar que derrotó al comunismo sin disparar un solo tiro, sólo debido a que fueron fuerzas financieras y económicas más que políticas las que desbarataron el mundo de grandes rivalidades que reinó en la Guerra Fría. Estados Unidos reina en un mundo que vive una mudanza estructural desde la desaparición de la Unión Soviética y la finalización de la bipolaridad. Para Bill Clinton, la extensión y acción de la OTAN forman parte de una estrategia global para construir una 'comunidad democrática' internacional que garantice mercados abiertos para el comercio. En ese sentido, Kosovo no representó un interés para Estados Unidos.
Clinton venía resistiendo involucrarse militarmente en los Balcanes, con su política exterior cuestionada y sin garantías de un Éxito seguro. Ignoró por meses las presiones de la secretaria de Estado, Madeleine Albright, después del fracaso de ésta para lograr que los serbios firmen la paz. Brent Scowerft, ex asesor de seguridad de Bush, sostuvo que el presidente Clinton había olvidado a Kosovo después de los acuerdos de Dayton en 1995 y lo retomó de apuro este año.
En 1990 cuando serbia anuló la autonomía de Kosovo, consagrada por el mariscal Tito desde la segunda Guerra Mundial, estalló un conflicto independentista. Las reivindicaciones nacionales se propagaron a las repúblicas yugoslavas de Eslovenia, Macedonio, Croacia y Bosnia, que se declararon independientes. Yugoslavia quedó reducida a Serbia y Montenegro. Decidido a no perder otro pedazo del país, Milosevic lanzó una guerra de limpieza étnica sobre Kosovo.
En 1996 apareció un ejército guerrillero, débil y poco organizado, que comenzó a desafiar a Belgrado. Un año después una crisis financiera arrasadora consumió a Albania que había saltado sin red del comunismo al capitalismo. Aquel caos generó un mercado negro de armas que cruzaron la frontera rumbo a Kosovo transformando a la guerrilla en un verdadero ejército. Milosevic, respaldado por Rusia, recrudeció su ofensiva y no tomó en serio las amenazas occidentales. La impunidad de Milosevic se explica en algunos datos. Kosovo tiene una alianza total con Albania. Si este país aliado a Italia- entra en el conflicto se disolverán las fronteras meridionales de Yugoslavia. Además, Kosovo limita con Macedonia, un país de mayoría serbia, que ha sido eje de disputas entre Turquí y Grecia. Estas naciones, integrantes de la OTAN, han estado tradicionalmente en veredas opuestas en los Balcanes.
Turquía mantiene junto con Bulgaria una alianza con Albania extendida a los kosovares. Grecia, por sus necesidades estratégicas y culturales, anunció una sociedad con los serbios tan estrecha que Atenas representó los intereses diplomáticos de Belgrado en Europa. Rusia siempre defendió a Serbia. Además de compartir una etnia (eslavos) Rusia es un aliado histórico de Serbia. El conflicto de Kosovo podría haber desencadenado una guerra mundial difícil de frenar.
Clinton, distraído por el sexgate, resuelve bombardear Yugoslavia en un intento de desviar la atención de los medios estadounidenses. Los bombardeos se producen paradójicamente a favor de los derechos humanos para poner fin con la limpieza étnica en Kosovo. La acción militar se lleva a cabo a través de la OTAN que no obtiene la autorización de las Naciones Unidas consagrando así mayor importancia a la alianza atlántica y desacreditando a la ONU. Como era de suponer China y Rusia expresaron su repudio internacional sobre los bombardeos de Estados Unidos sobre Yugoslavia.
En la visión de Clinton, un tercer milenio próspero depende del comercio vigoroso que se establezca con Asia, en especial con China. Por otro lado, Boris Yelstin supo que no podía desafiar la paciencia de occidente cuando estaba esperando que el FMI le otorgara un préstamo de 5.000 millones de dólares. Sin embargo, Rusia mantuvo una política ambigua con respecto al caso Kosovo. Desde el principio del conflicto, con la negación a mantener el embargo de petróleo a Yugoslavia impuesto por Estados Unidos; hasta el final de éste, con el ingreso de tropas rusas el 11 de junio en Kosovo, Rusia mantuvo fricciones con los aliados. Por otro lado, desde el comienzo manifestó un espíritu conciliador entre las fuerzas de la OTAN y Yugoslavia y realizó varios esfuerzos para llegar a un acuerdo actuando de mediador entre Milosevic y los aliados. Huntington, en su artículo 'La superpotencia solitaria', en la revista 'Foreign Affairs' argumenta que terminado el mundo bipolar de la Guerra Fría, hoy se vive en un mundo uni-multipolar.
Estados Unidos preferiría un sistema unipolar para preservar su hegemonía y generalmente actúa como si existiese. Por otro lado, las grandes potencias preferirían un sistema multipolar para poder satisfacer sus intereses ya sea unilateralmente o en forma colectiva. Estas potencias se sienten amenazadas porque consideran que Estados Unidos está tratando de imponer su hegemonía global.
Para Huntington el que los Estados Unidos pueda imponer su voluntad a otros países quedó demostrado por los bombardeos a Irak en 1998 que fueron apoyados sólo por Inglaterra. Francia, Rusia y China se opusieron y ningún país árabe, a excepción de Kuwait los apoyó. A partir de la crisis de Kosovo surge un nuevo concepto que otorga mayor importancia a la OTAN. Éste es el concepto estratégico, donde la OTAN acepta que no sólo operará dentro de sus fronteras para asegurar la estabilidad de Europa sino también se reservará el derecho de intervenir en otras partes del mundo sin la necesidad del consentimiento de las Naciones Unidas.
Estados Unidos puso acento sobre la defensa de los intereses comunes más que en la defensa del territorio común. Los intereses de sus aliados según los Estados Unidos son la proliferación nuclear, la amenaza terrorista internacional o el manejo de conflictos regionales como el Golfo Pérsico y el sudeste asiático. Pero muchos países europeos temen que Estados Unidos exija de sus aliados la participación en conflictos que sólo tengan interés para Estados Unidos y que en una crisis sean sometidos a un test de lealtad con consecuencias negativas si no lo aprueban.