Ya en los mediados de 1996, los kosovares albaneses se hicieron impacientes de hacer protestas pacificas hacia la independencia contra el gobierno como Ibrahim Rugova, profesor de literatura educado en Francia. Los estudiantes, ya en ese tiempo, causaban molestias dentro de la comunidad y a veces enfrentaron la policía que a su vez los reprimieron violentamente. La AGNU (Asamblea General de Naciones Unidas), en diciembre del 1996, declaró que el gobierno yugoslavo debía liberar todo los prisioneros políticos en sus celdas, terminar con las amenazas contra las organizaciones humanitarias, respetar los derechos de los kosovares albaneses y negociar con sus líderes. Sin embargo, el gobierno de Milosevic lo ignoró.
Mientras en 1997, Albania cayó en una crisis social en la cual muchos tuvieron que abandonar sus hogares para buscar refugio. Las comisarias de la policía fueron invadidas y más de un millón de armas de fuegos desaparecieron. Se dice que muchas de esas armas llegaron a Kosovo. Después de unos meses, los militantes kosovares albaneses eran armados y comenzaron a atacar las comisarias serbias en la provincia. Mientras que en Serbia, la gente estaba organizando protesta en contra del gobierno. No podían mas con la miseria y quisieron resolverlo inmediatamente.
Las autoridades serbias contraatacaron. En octubre de 1997 un enviado especial por la ONU vino para investigar los posibles abusos contra los Albaneses en Kosovo. Según su investigación, enunciado en una conferencia de prensa, la policía serbia había utilizado la violencia y el uso frecuento de la tortura contra los albaneses.
A mediados de noviembre de 1997, tenemos un "Relanzamiento del conflicto de Kosovo" para usar los términos de Le Monde Diplomatique, el Ejercito de Liberalización de Kosovo o ELK (UÇK en albanés) apareció por la primera vez en publico y eran los que atacaban a la policía serbia especialmente en el pueblo de Drecnica oeste de Prístina, capital de la región. Esto no fue su primer ataque. En febrero del 1996, los militantes comenzaron su primer atentado en lo cual se destruyó solamente bienes materiales y no hubo heridos. Como consecuencia, la policía serbia invadió pueblos donde hay supuestamente mayor actividad de las milicias el 28 de febrero Ya después de una semana, 82 personas de etnia albanesa, murieron, incluyendo a mujeres y niños. Por eso, muchas ingresaron al ELK. Ellos querían vengarse por la matanza en Drecnica pero no iban a hacer acciones represalias contra la población civil serbia o montenegrina. Se temía una expansión del problema hasta el país vecino de Macedonia que tiene relaciones inestables con su minoría albanesa.
Luego de tres meses, la policía serbia y el ejercito yugoslavo iniciaron un ataque cerca de su frontera con Albania. Planearon tomar control de esa área para que los rebeldes no pudieran suministrar mas armas desde Albania.
Muchos pueblos enteros fueron bombardeados, como los que hubo durante la guerra en Bosnia. Según el alto comisionado sobre los refugiados de la ONU, durante el comienzo de junio, mas de 40.000 tuvieron que irse de sus casas por los ataques de los paramilitares y policías serbias para salvar sus vidas. El enviado especial del presidente Clinton a los Balcanes, Richard Gelbard, dijo al comité senatorial que los serbios estaban forzando a los kosovares albaneses a atravesar las fronteras hacia Albania, como si fuera una limpieza étnica dentro de la región.
En la reunión en Londres el 11 de junio, el ministro de defensa de la OTAN ordenó a sus comandantes de planear un posible ataque militar como medios de intervención dentro y alrededor de Kosovo. El día siguiente, los ministros de Grupo Contacto pidieron a Milosevic, a ordenar la retirada de sus fuerzas de seguridad en todo Kosovo donde haya operaciones de limpieza étnica.
Para el Occidente, el culpable del empeoramiento de la crisis era Milosevic, porque los representantes gubernamentales serbio ya habían comenzado aproximadamente desde hace 10 años la represión contra el pueblo albanés en Kosovo. Negociadores occidentales fueron enviados para convencer a Milosevic de buscar un fin pacifico a esta situación. Para Belgrado, la culpa del colapso de la unidad yugoslava fueron Alemania y el Vaticano quienes apoyaron la independencia de Estonia y Croacia por su alianza y su historia con estos países.
Desgraciadamente, era difícil de solucionar el conflicto por medio de la diplomacia, por su situación territorial, Kosovo era parte del territorio yugoslavo. Se pensaba que no se podía utilizar la fuerza para intervenir porque esa acción puede considerarse como una agresión contra la soberanía yugoslava en ese territorio, de este modo interpretándola como un acto de guerra. Habían previsto que no podían hacer ninguna actividad dentro de la provincia sin un mandato de la ONU.
En ese tiempo los kosovares albaneses no quisieron hablar con Milosovic. Los albaneses, incluyendo Rugova no estaban dispuesto a negociar con el gobierno yugoslavo hasta que el presidente yugoslavo ordenara la retirada de la policía de Kosovo. Los occidentales aparentemente estaban al lado de los Albaneses pero si se quedara así, los gobiernos occidentales tendrían problemas en negociar con Milosovic.
Otro gran problema era el Ejercito de Liberación de Kosovo que según el enviado especial de Washington en la ex Yugoslavia, son un movimiento terrorista. El gobierno norteamericano solo quiso negociar con Rugova, supuesto presidente electo de Kosovo. Mientras que Milosovic tambien solo reconoce Rugova como representantes de los albaneses étnicos.
La caída de los arreglos pacíficos siguió cuando un representante del ELK dijo a un diario que ningún partido político existente tenía derecho a hablar acerca de Kosovo, por eso, no reconocían a Rugova como presidente. Apeló a todos los kosovares albaneses de aceptar el ELK como el ejercito nacional. No quisieron convenir con los lideres serbios solamente quisieron la independencia de la provincia.
Rugova no aceptaba las opiniones de grupo militante. Rehusó el proyecto de consolidar un "Consejo Nacional Albanés" en Kosovo que incluyera representativos de todos los partidos, tambien los del ELK.
Cuando los representantes de Washington, Holbrooke y Gelbard, iniciaron conversaciones con el Ejercito de Liberalización los lideres europeos acusaron a los Estados Unidos de dejar de lado a Rugova. Mientras que el gobierno griego, muy temeroso del crecimiento de guerrilleros albaneses, llamó a la comunidad internacional para condenar al ELK.