Artículo publicados en el diario Síntesis por:

Mov. Est. ESPARTACO

Camilo Estrada Luviano

Miguel Santiago Reyes Hernández

Anterior

Siguiente

Inicio

Para comentarios e informacion, puedes mandar un e-mail a
sestrada@fcfm.buap.mx

Publicado en Síntesis el 20 de Marzo del 2001

VILEZAS ENCUBIERTAS CON DECLARACIONES / II

Camilo Estrada Luviano

Es indispensable resaltar que, la presidenta de la CEDHJ, Guadalupe Morfín Otero había buscado al impoluto Doctor Soberanes porque "El lunes 15 de enero, (de este año) llegaron a Guadalajara dos visitadores de la CNDH, uno de ellos Joel García. Citaron a los denunciantes (de la corrupción existente en el penal de Puente Grande) en el hotel Laffayette para que los llevaran ante el resto de los denunciantes y presionarlos para que se desistieran de sus quejas; algunos lo hicieron. ... Al día siguiente, quienes se negaron a firmar el desistimiento, fueron aislados, incomunicados y torturados psicológicamente en Puente Grande, y más tarde, ya de madrugada –dijeron los afectados-, los carearon con el director Leonardo Beltrán Santana, con el subdirector jurídico, Dorantes Paz, y con el director de Prevención de la Seguridad Pública, Enrique Pérez" (Ibid). Si Soberanes no estaba enterado de esto, no queda más que concluir que es un payo metido a menesteres para los cuales le falta seso o, definitivamente, sí está enterado, pero se hace como el tío lolo, porque, curiosamente la presidenta de la CEDHJ nunca lo encontró ni obtuvo respuesta. Sin embargo, el martes 23/I/01 en nota de Victor Ballinas y Cayetano Frías se dice: "La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló ayer que en el penal Puente Grande, Jalisco, el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, entraba y salía cuando quería, ‘custodiado por las mismas autoridades (subdirectores), custodios o jefes de seguridad (comandantes)’" (La Jornada, 23/I/01). La CNDH sí sabía lo que pasaba en tal penal de alta seguridad y, sin embargo, como lo consigna el semanario Proceso, en el número citado, cuando en "enero del año pasado, una decena de custodios se quejó ante la CEDH en el sentido de que recibían presiones que violaban sus derechos humanos y laborales, porque no se prestaban a la corrupción existente en el penal; la queja se envió a la CNDH, por tratarse de un reclusorio federal; por comunicaciones enviadas directamente a los inconformes, la comisión estatal se enteró que el asunto iba a ser archivado como cuestión laboral y no como violatorio de los derechos humanos"... por lo que la CEDHJ envió... "a la CNDH más actas circunstanciada de comparecencia y queja. Así transcurrió todo el año 2000. La CEDH solicitó que se guardara en secreto los nombres de los denunciantes para que no corrieran riesgos. ... El 4 de diciembre, el tercer visitador de la CNDH José Antonio Bernal Guerrero, envió un oficio a uno de los denunciantes –no a la comisión estatal- para informarle que no se podía garantizar su integridad física porque la comisión no cuenta con medios humanos ni físicos para hacerlo, pero que seguirían investigando y que, ‘de ser el caso, en el momento oportuno se estará en posibilidades de que se realice un pronunciamiento respecto de los actos de corrupción’".

Está claro, como el agua zarca, que la CNDH estaba enterada de todo y que el ahora tercer visitador Bernal salga con que "algunos de los quejosos están detenidos, y eso no es posible" (La Jornada 23/I/01) es mera hipocresía perversa, porque él mismo le dijo a uno de los quejosos de Jalisco que la comisión no podía garantizar su integridad porque no tenían recursos, ¡pobrecitos! Y la CNDH no estaba ante una queja paranoica y, por lo tanto, de dudosa veracidad, sino que a los quejosos "varios de los comandantes trataron de obligarlos a involucrarse en la corrupción y los querían presentar ‘a los jefes, que son los internos Jesús Héctor Palma Salazar, Joaquín Guzmán Loera y Arturo Martínez Herrera’. Recibirían entre mil y 2 mil 500 pesos al presentarse, más 250 pesos por turno que tuviera cada uno de ellos, mientras que uno de sus comandantes, Luis Francisco Fernández Ruiz, recibía mensualmente 10 mil dólares, según las denuncias. ... Y señalan que pidieron la protección de la CEDH porque varios fueron golpeados y amenazados por no subordinarse" (Proceso, núm.cit.).

Es realmente triste y repugnante que el docto y sabio Dr. Presidente de CNDH, Dr. José Luis Soberanes junto con muchos del personal de dicha comisión parezcan más conculcadores y defenestradores de los derechos humanos. Sorprende que el docto Soberanes se preste a desprender tal tufo poluto con esto de la fuga del Chapo Guzmán y las subsecuentes aclaraciones que al respecto se han hecho.

camiloel@minsky.eco.buap.mx