LA SONRISA DE MONREAL Y EL COBRE DE FOX

Camilo Estrada Luviano

Al gobernador de Zacatecas no le quedó otra, tenía que atender al Presidente de la República cuando éste visitó el estado. Y fue muy buen anfitrión; hasta se le pasó la mano y confundió la cortesía con la cortesanía, posiblemente porque, como él mismo dijo, "... con la salida de Zedillo se acabó la pesadilla para Zacatecas. Con Fox la relación va mejorando" (La Crónica de Hoy, 19/01/01).

En Zacatecas quien no confundió nada fue Fox. Aquellos que lo califican de pocas luces no son justos con él, porque él no es tan pendejo y sí muy chambeador (Fox dixit) y lo demostró con creces: estuvo en varios lugares, se reunió con casi todos los actores sociales y pronunció varios discursos en los cuales hizo planteamientos sobre su política económica y social que más le interesa, por el momento, que se conozcan y pasen al dominio público para, una vez que la gente ya no haga tanto ruido, tomar las medidas necesarias para su implementación.

En el extemplo de San Francisco en la reunión sobre fortalecimiento municipal dijo, en su discurso, que en ese estado existe una "pluralidad que empieza a hacerse presente en el país entero"... "la pluralidad que nos está permitiendo vivir en una democracia productiva... " Aquí, de inmediato surge la duda sobre qué entiende el Presidente de la República por pluralidad. Claro que para Fox la pluralidad no sólo es el antónimo de singularidad, sino que él, en su tecnocrática concepción, la ve como la conjunción de varios actores que permita "hacer más productivo el ejercicio del gobierno" sin distingo de ideologías y, claro está, sin la existencia de clases sociales.

Para Fox y Cía. es absolutamente inconcebible que las clases sociales existan y el gobierno no representa los intereses muy específicos de la clase dominantes y sus socios sino es sólo una serie de gerencias que deben ser productivas.

Utilizar el término productividad para analizar las actividades que deben llevar a cabo los gobernantes y todo el equipo que le sea necesario, ya que el gobierno es la institución fundamental del estado porque en ella caben otras instituciones que a la vez lo constituyen. Él tiene como función principalísima el mantener el status quo garantizando así el dominio de la clase dominante sobre todos los demás pobladores. Para esto tiene como su cerebro y brazos ejecutores todas las instancias de gobierno que necesite y cree para resguardar y proteger los intereses de la burguesía, en nuestro caso, y sus aliados. Es obvio que los explotados y dominados no pueden ser, per se, aliados de los explotadores sino, por el contrario, son enemigos acérrimos aunque dicha animosidad no se manifieste ni conduzca a ninguna acción, no porque ellos no lo quieran así, sino porque no pueden pues el gobierno guarda, preserva, garantiza la paz pública, para que toda la población pueda vivir tranquilamente. Esta farsa es la verdadera realidad en la que vivimos. Por eso decir que puede haber democracia productiva no es mas que una posición tecnocrática porque reduce a los seres humanos que sirven en el gobierno y que deben, por lo mismo, salvaguardar los intereses de la burguesía, en cosas que deben producir más con menos, como si se estuviera refiriéndose al hacer objetos y no al mantener funcionando el engranaje social - el que existe aunque no nos guste-.

Si quien cumple una función social -la que sea; nos guste o no- es alguien que tiene que ser productivo y no que tenga que cumplir con su papel asignado por las relaciones sociales, entonces ese quien se convierte en una pieza técnica más y si en el capitalismo en que vivimos, de por sí, la situación de los explotados y oprimidos es tiránica –por muy disfrazada que esté- con piezas de ajedrez en vez de servidores públicos, esa situación se vuelve de terror, surrealista.

Vemos que Fox no es de pocas luces, sino de muchas luces, pero fascistas aunque Monreal le sonría y ni cuenta se haya dado de lo que le dijo en su sonriente cara.

camiloel@minsky.eco.buap.mx