Artículo publicados en el diario Síntesis por: Miguel Santiago Reyes Hernández Para
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Publicado en Síntesis el 4 de Enero del 2001 LA DEMOCRACIA TIENE SIEMPRE APELATIVO Camilo Estrada Luviano Si entendemos por democracia a la participación del pueblo en los asuntos del estado, entonces tenemos que la democracia sin apellidos no existe, es más, ni siquiera el pueblo es algo definido, porque lo primero que tiene uno que preguntarse es quiénes constituyen el pueblo y a esta cuestión se le puede contestar con varias y variadas respuestas: a) el pueblo está formado por toda la gente que habita el país, b) el pueblo es solamente la gente pobre, c) el pueblo está compuesto por la gente progresista independientemente de su situación económica, etc., etc. Como se ve, estas respuestas tienen varios cuestionamientos, por ejemplo, qué se entiende por país; a partir de dónde o de cuánto o de qué podemos hablar de pobreza. Similares preguntas se pueden formular en relación al adjetivo progresista. Con esto queda claro que es imposible hablar de una democracia sin adjetivos, se tiene forzosamente que tomar partido por una calificación. Es más, esto es lo que siempre hacemos cuando utilizamos un determinado concepto, digámoslo o no. Otra cosa es que pretendamos dar gato por liebre e, a fuer de machacar cínicamente, imponer como cierto lo que nosotros pretendamos que sea verdad, aunque no lo sea. Dejando sin responder las preguntas anteriores, digamos que la democracia tiene que ver con el quehacer cotidiano de la gente y este quehacer nos lleva a concluir que cuando hablamos de democracia estamos hablando, en última instancia, de las actividades del individuo que tienen que ver con la creación de satisfactores de las necesidades del mismo. Esto es: con la producción y ésta no tiene nada que ver con la democracia, aunque aquélla tenga carácter histórico. Y decimos que no tiene nada que ver con la democracia, porque el transformar la naturaleza es exactamente eso y solamente es el cómo se transforma lo que se hace histórico; es decir, corresponde a unas determinadas relaciones de producción que se han ido fraguando en el devenir del ser humano. Insistimos en que no existe la democracia sin calificativo, porque no es el único caso en el cual el cínico machacar al estilo nazi hace que se nos impongan y consecuentemente que incluso, si no estamos alertas, hasta utilicemos conceptos falsos cuyo único fin es hacer apología de la situación existente y por ende de las relaciones y de las clases dominantes. Así, tranquilamente se habla de que el mundo actual está globalizado, cuando lo único que se ha globalizado en esta fase del capitalismo es la pobreza y la miseria de las mayorías; también se trajina mucho con el concepto sociedad civil cuando nadie sabe qué es lo que esto significa; de igual modo se utiliza como escudo de imparcialidad el ser una ONG cuando cualquier institución (gubernamental, eclesiástica, política, etc.) puede tener su propia ONG y al ser ésta de aquélla, forzosamente será parcial. Así es como quieren que aceptemos que México ha entrado a la democracia porque el PRI perdió las elecciones presidenciales y sobre esto lo menos que podemos decir es que es discutible, no sólo que perdió el PRI, sino que estemos en transición a la democracia ya que cualquiera de los tres candidatos que hubiera ganado las elecciones del dos de julio del año pasado, hubiera tenido obligada y forzosamente que tomar las medidas indispensables para preservar y quizá, hasta revitalizar las relaciones de producción dominantes y éstas de democráticas tienen lo que su apelativo les impone. Dejamos varias aseveraciones que poco a poco iremos demostrando, la primera es que si porque en la silla presidencial se encuentra Fox y no FLO o CCS se ha transitado a la democracia es falsa porque el cambio de personas no implica el cambio de la situación de las diferentes clases sociales existentes en México. Si en vez de Fox estuviera en la silla cualquiera de los otros dos, esencialmente las cosas estarían igual porque hubo sólo unas elecciones, no una revolución. |