LA ZACATECAS DE VILLA Y LA DE MONREAL

Camilo Estrada Luviano

Aquí entre nos, la mera verdad, menciono a Pancho Villa sólo por aquello de la marcha de Zacatecas ya que el egregio gobernador perredista también tiene su marcha de Zacatecas 2000, la que inició aún en el sexenio pasado "por un presupuesto de 350 millones de pesos que el entonces presidente Zedillo les negó porque no había presupuesto. Ah!,(sic) pero el gobierno federal de entonces presumió que la carretera había sido terminada" (La Crónica de Hoy, 19/I/01). En el kilómetro 17 + 500 de la carretera federal Fresnillo – Cuencamé Ricardo Monreal le contó esto al Presidente Fox a quien "le dijo... que necesitan otra carretera los zacatecanos que cuesta 270 millones de pesos. ‘Nosotros le entramos con 70 y que su gobierno ponga 200’, le dijo al mandatario y éste respondió que le entraba al reto" (Ibid)... "la siempre sonrisa de Ricardo Monreal nunca desapareció; sacó el temple el de Fresnillo y pretendió revertir el azote climático (un ventarrón que corría a más de 90 kilómetros por hora) en el primer evento que a manera de bienvenida al del bajío le profirió que su presencia motivó las ráfagas: ‘son los vientos del cambio, augurio de buenas cosechas, que habrán de terminar con las plagas, vientos que seguramente vamos a vencer’"(El Sol de Zacatecas, 19/I/01). Órale, para Monreal, Fox hasta hace milagros. A lo mejor se refirió a algún críptico cambio que espera que el destino le depare, quizá, gracias a la mano divina de Fox.

La capacidad de construir metáforas lambisconas del gobernador Monreal es innegable, pero el que despliegue sus habilidades ante un presidente formalmente panista siendo él perredista sobrepasa el decoro y el protocolo que debe imponerse ante la investidura del Presidente de la República. Sorprende tal comportamiento, puesto que la militancia en un partido obliga necesariamente a cierto estilo, a cierta forma. El ser gobierno no hace desaparecer el ser oposición; se puede estar juntos pero no revueltos y si lo cortés no quita lo valiente tampoco lo hace cortesano. ¿Serán pasos estratégicos con miras al futuro 2006? No es creíble a menos que el perredista cambie de chaqueta, cosa que tampoco sería imposible de que sucediera, Muñoz Ledo ya lo hizo anteriormente y muchos otros, de menor renombre, también. Pero, sin llegar a tales extremos, dentro del PRD existen varios grupúsculos que ya empezaron a concertacesionar en la Secretaría de Gobernación (caso Tabasco, por ejemplo); así que esa pose de jilguerillo pueblerino, chafa y de mal gusto tiene muchos adeptos dentro del partido en el que aún milita y que dirige nada menos que Amalia García, su paisana, quien por cierto, se columbra, no tiene grandes diferencias con él, sino más bien hay un cierto grado de coincidencia con su pragmática visión de las alianzas y de ser una oposición propositiva, como quien dice, ser una oposición cuatachona.

Pase lo que pase dentro del PRD, la cortesanía, que no cortesía, de Monreal de inmediato le redituó felicitaciones y encomios de Fox. Pero éste no da paso sin huarache (sin botas, sería lo exacto) y así tuvo cancha para explayarse sobre la generosidad que tendrá con los zacatecanos, para explicar, según él, la benevolencia de su reforma fiscal; para exponer su filosofía, sí, su filosofía, sobre el papel del individualismo en el desarrollo económico y en el mejoramiento del nivel de vida de los marginados y otras muchas linduras sobre las que él acostumbra hablar y que, ahora sí, nunca ha cambiado de opinión pues Vicente Fox y Quesada, el Presidente de la República, también es de los chipocludos que saben de empresa, de los que pueden asegurar que los emprendedores y las emprendedoras tengan éxito, de los que pueden asegurar que todos los proyectos que se pongan en marcha sean sustentables, sean viables y logren al final crecer y expanderse (Fox dixit); su propia larga experiencia en la empresa transnacional Coca Cola supuestamente garantiza lo acertado de sus afirmaciones.

camiloel@minsky.eco.buap.mx