Ilan Ramón, El Primer Astronauta Israelí
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El viaje al espacio del primer astronauta israelí, el coronel Ilan Ramón, desplazó de los titulares los graves problemas que aquejan a Israel y dió un breve descanso a la población de la agotadora campaña electoral. En Israel, país saturado de titulares sobre guerra, desempleo, hambre y escándalos políticos, Ramón, uno de los tripulantes de la misión del transbordador Columbia que comenzó el pasado 16, se ha convertido rápidamente en el héroe de los israelíes. Cientos de personas se concentraron para el despegue en los centros comerciales y cafeterías, que convirtieron al primer astronauta israelí en propaganda comercial de la jornada para atraer a clientes con los que paliar la grave recesión económica. Ramón, de 48 años, coronel de la Fuerza Aérea y uno de los pilotos que participó en el bombardeo de un reactor nuclear en Irak en 1981, llevaba entrenándose para esta misión desde hace cuatro años, aunque el vuelo fue aplazado sucesivamente por la NASA. “En el momento de la cuenta regresiva abracé a los niños y sentí que los cuatro estábamos temblando”, dijo su mujer, Rona, al diario “Yediot Aharonot”.
Hijo de supervivientes del campo de concentración de Auschwitz, en la Segunda Guerra Mundial, Ramón llevó al espacio un dibujo de la Tierra vista desde la Luna, obra de un adolescente judío fallecido y que es conservado en el Museo del Holocausto de Jerusalem. Ramón manifestó que tratará de cumplir algunas tradiciones judías como el respeto del shabat y de la alimentación kosher para que sea un simbolismo que representa “no sólo a todos los israelíes, sino también al pueblo judío en todo el mundo”. El tema del shabat en el espacio ha significado un arduo debate religioso. A 280 Km. de altura, las jornadas duran apenas 90 minutos, o sea que a bordo, el Sol sale y se oculta 16 veces por día. Por ello, Ramon consultó al rabino Konikov, miembro de Jabad quien con la ayuda de un grupo “poskim” de emimentes y respetados rabinos, especialistas en cuestiones de “Halajá”, concluyeron en lo siguiente: “el tiempo no está marcado por lo que ve subjetivamente una persona, la salida o la puesta del sol, sino por el hecho objetivo, la rotación de la Tierra sobre si misma en 24 horas. Y sea cual sea la velocidad de Ramon alrededor de la Tierra, ésta continúa girando con la misma velocidad de siempre. Para Ramon, el Shabat será cada 7 días, un sorprendente Shabat a “decimosexto crepúsculo”, como ningún judío vivió antes. |
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