El Reino Perdido de Khazaria

Cuando uno abre un libro de Historia de la Edad Media no puede sino dejarse llevar por las míticas historias de los caballeros medievales luchando por conquistar reinos e imperios y luchando contra el barbáro enemigo que trata de destruir las ciudades fortificadas del imperio y es así que le enseñamos a nuestros hijos las historias de los fabulosos paladines bélicos. Pero que si esos paladines en vez de tener nombres teutónicos tendrían nombres judíos como el de Rey Bulan, o Rey Ovadia o quizá el nombre de Rey Iosef, y las ciudades a defender en estos míticos juegos serían la indestructible fortaleza de Zarkel o quizá la gloriosa capital del Imperio Itil, que dirían?  El niño tiene una fluente imaginación, quizás.

Pero lo mas increíble es que en realidad estos reyes si existieron lo mismo que estas míticas ciudades, eran parte de lo que se conocía como el Reino de Khazaria o Al-Chazar (en árabe). El Reino de Khazaria tuvo una gran y gloriosa historia de independencia y luchas armadas por sobrevivir desde el Siglo V hasta aproximadamente el Siglo XIII, lo que comprende un período de 800 años. Durante su período de mayor expansión el Reino alcanzó una extensión que abarcaba la península de Crimea, el Sur de Ukrania llegando su limite a incluir la ciudad de Kiev, el Norte del Caucaso, Kazakstan el Noroeste de Ubezkistan y limitando en el Este con el Mar de Aral, y debido a que  el Mar Caspio estaba bajo su control  los Árabes y Persas denominaron a este Mar Bahr-ul-Khazar y Daryaye Khazar  respectivamente y en el siglo IX llegaron a controlar las tribus de los Eslavos, Magyares, Pecheneges, Burtas y Hunos del norte Caucásico. 

La importancia histórica de este reino fue vital para evitar la caída del imperio Bizantino en manos árabes y evitar la invasión musulmana de Europa Oriental  siendo también  el paso obligado en la ruta de la seda hacia China. El poder político-económico de este reino judío era tal, que el Califa de Bagdad según  consta en diversos archivos mandó a construir durante el Siglo IX una sala para el trono donde estaban representados las mayores figuras imperiales de la época que incluían, primero al mismo como líder del Imperio Islámico, y luego Carlo-magno como Emperador  del Reino del Occidente Cristiano, al Empe-rador de China y por último al Emperador de los Khazars,  y así mismo la correspondencia del  Em-perador Bizantino Constantino Porfirogenitus (S.X)  al Emperador Khazar era marcada por un sello de oro mas importante que el que precedía a las cartas enviadas al Papa en Roma, al Príncipe de los Rusos al Príncipe Húngaro, y por motivos que son difíciles de entender la epopeya de este reino a sido olvidada y borrada de los libros de Historia, los que ni siquiera recuerdan la existencia del mismo.

Aunque el origen y la creación del Reino de Khazaria están conservados en la correspondencia en idioma hebreo que intercambiaron el Empe-rador del Reino judío de Khazar de nombre Iosef y el que actuaba como representante de relaciones internacionales del Califa Abd-ar-Rajman III (912-961) y de su hijo el Califa Hakam II ( 961-976) en la Ciudad de Córdoba en la España musulmana, Jasdai Ibn Shaprut (915-975) brillante diplomático, médico,  rabino y ma-estro del Hebreo, Español, Latín y Árabe. Cualidades que lo convertían en una de las  figuras diplomáticas más poderosas de su época puesto que todos los pedidos de los restantes reinos  europeos al Califa tenían que pasar por sus manos, y es debido a esto que llega a su conocimiento la existencia de un reino judío a quince días de marcha de Constantinopla y con el que los bizantinos tenían un gran intercambio económico que incluía  la importación de pieles, alimentos y bienes de todo tipo. (1)

La carta comienza diciendo: A Rabbi Jasdai, Príncipe de la Diáspora, hijo de  Isaac, hijo de Ezra el Español, cuya gracia ante noso-tros es honrada en ésta se cuenta el comienzo de la nación Khazar como una pequeña tribu que se ubico en la región del Río Don y cuyo Rey Bulan  era un hombre temeroso de D’os que abolió en su pueblo la idolatría”, el relato prosigue con los sueños del Rey Bulan en el que se le aparecía un ángel enviado por D’os diciéndole que D’os lo había escuchado y le pedía que siguiera sus observancias, luego sigue contando de varios sueños que el mismo siguió teniendo así como el antiguo sacerdote pagano de su pueblo lo que los llevo a él y a su tribu a convertirse al judaísmo y construir un santuario para D’os donde depositar un Arca con una Torah en su interior, una Menorah e instrumentos para el santo servicio de D’os, sigue contando que llamó  para aconsejarse  sobre  la religión que adoptó, a un hombre santo de Persia y a otro de Turquía a los que le pregunto cuál era la verdadera  y pura fe, los que le respondieron que ésta era el judaísmo.

La carta prosigue con el relato de todas la generaciones de los reyes judíos  hasta el propio Iosef los que incluyen en orden cronológico, al hijo del Rey Bulan Ezequiel, luego el Rey Menashe, un Rey llamado Ovadia nieto del Rey Bulan el que extendió su reino hasta sus límites mas amplios  y organizó el reino de acuerdo a los preceptos más estrictos de la Religión judía, construyó Sinagogas y Centros de Estudio de la Ley Oral donde se interpretaba la Torah, la Mishna y el Talmud y donde se enseñaba la correcta forma de rezar, luego el Rey Januca, al que prosiguió el Rey Isaac, su hijo Zebulun, Moisés, Nissim, Aarón, Menajem, Benjamín, luego el Rey Aarón II, y por último el mismo Iosef. La carta sigue contando sobre los aspectos económicos y militares del reino así como de los pueblos que vivían bajo la administración real.

Pero a pesar de esta carta, los orígenes del pueblo Khasar siguen siendo desconocidos aunque durante los años 550-630 este pueblo estaba bajo el dominio del Imperio Turco Occidental de los Kok Turks hasta que, a través de una serie de guerras civiles seguidas por la disolución del Imperio lograron conseguir su independencia.

 Aproximadamente en el año 740 bajo la dirección del Rey Bulan el reino se convierte al judaísmo hecho que es relatado por Rabbi Iehudá Ha-Levi en su libro El Kuzari y en las crónicas por San Cirilo que en el año 860 viajo a Khazaria en un intento por convertir a la población al cristianismo, viaje que fracaso porque según lo que el mismo relata para ese año los Khazares ya habían adoptado el judaísmo y el lenguaje oficial Khazaro era el hebreo y el Arameo y Abdal-Jabbar ibn Muhammad al-Hamdani escribía en el Siglo XI señalando que todos ellos tomaron para si, las difíciles obligaciones de los mandatos de la Ley de la Tora, como la circuncisión, las abluciones rituales, la prohibición del trabajo en Shabat y durante las fiestas, la prohibición de comer animales prohibidos según la religión, etc, todo esto permitió a su vez la inmigración de judíos refugia-dos que huían de las persecuciones del Imperio Bizantino, de Armenia, Persia y la Mesopotamia, lo que condujo al desarrollo tecnológico, económico, político y militar del reino que se ubicó en la cabeza de los Estados más poderosos y desa-rrollados del mundo antiguo. El Reino consolidó su estabilidad a través de una serie de alianzas y de guerras con sus vecinos lo que no solo le permitieron crecer económicamente sino que detuvo la invasión musulmana al Imperio Bizantino y al Oriente Europeo.

La Capital del Imperio fue trasladada tres veces siendo la primera la Ciudad de Balanjar, luego la ciudad de Samamdar y por último se ubicó en la Ciudad de Ilit ubicada en las orillas del Río Volga donde en una isla en el medio de la ciudad se encontraba el palacio real rodeado por una pequeña fortaleza que lo protegía, y entre otras grandes ciudades los Khazars fundaron las ciudades de Kiev, Feodosia, Phanagoria,  Olbia, Sarkel y Kerch. Todas las ciudades estaban habitadas principalmente por habitantes de origen judío, musulmán y algunos cristianos que de acuerdo al sistema jurídico político, los Khazars establecieron una Corte de Justicia constituida por 7 miembros y cada religión del Reino tenía un representante mientras que los Judíos eran juzgados de acuerdo a las reglas de la Torah. En lo que respecta al sistema político, el Reino estaba regido por un Emperador o Kagan según la tradición Turca y el gobierno civil estaba dirigido por un miembro de la casa militar a que se lo denominaba Bek y que llegaba a este cargo luego de haber sido ascendido en combate por sus cualidades militares dentro del ejercito regular Khazar.

El ejercito estaba comandado por un General en Jefe o Bek y poseía una unidad de defensa del Rey que con carruajes de uso defensivo y catapultas,  unidades de caballería de nobles Khazaros, unidades de nobles y caballería liviana junto con arqueros  a caballo y tropas de tribus tributarias que incluían Torkils Burtas, Bulgars y otros. También había unidades de infantería Khazars que comprendían arqueros, ballesteros e incluían  soldados mercenarios de tribus aliadas siendo uno de los motivos mas difundidos como adornos en las tropas las estrellas de David, que se usaban con profusión  en las armaduras. Las crónicas árabes relatan sobre la ferocidad, el temple y la disciplina de estas tropas lo que las constituían en un enemigo difícil de vencer.

Se puede decir que la gran primer batalla en la que participaron fue en el Siglo VII cuando a través de una alianza militar con Heraclius Emperador de Bizancio.  40.000 tropas de caballería pertenecientes al ejército Khazar se enfrentaron a las tropas Persas lo que les permitió ocupar zonas en la región Trans-caucasica, pero durante todo el siglo VII existió un continuo estado de guerra con sus vecinos árabes lo que provocó la temporaria

retirada del ejercito Khazar de la ciudad de Derbent hasta que en el año 685 fuera retomada con grandes porciones de Armenia, Georgia y Azerbaijan. 

Mientras que en el año 737 un contra ataque árabe consigue vencer a los Khazar expulsándolos de la región Caucásica, la que constituiría el definitivo límite del Estado hasta su destrucción. Y es durante este período en el año 830, que el Reino Judío de Khazaria decide construir con la ayuda de ingenieros griegos y turcos la que sería la más importante de sus fortalezas situada a orillas del Río Don y camino obligado en la Ruta de la Seda, la llamada fortaleza de Los Ladrillos Blancos o Zarkel, fortaleza que estaba defendida por 500 soldados,  que constaba de una ciudadela,  cuatro torres y dos puertas además de poseer espacio para albergar caravanas y viajantes,  un centro para habitantes,  además de haber servido para el asentamiento humano y el desarrollo de industrias  a su alrededor debido a la relativa seguridad que aseguraba la fortaleza.

Durante el Siglo X una alianza formadas por los pueblos de los Ruso, Eslavos y Húngaros atacaron a los Khazars que sufrieron su más decisiva derrota en el ano 965 al ser destruida la fortaleza de Zarkel por el Príncipe de Kievan Ruso  Svyatoslav Igorevich y dos añ os después caía la capital Ilit, restos del Reino siguieron existiendo hasta  que en el Siglo XIII cayeran ante el imparable avance de Genghis Khan, aunque después de las graves derrotas de finales del Siglo X los Khazaros empezaron dispersarse por Europa y diversos

reinos musulmanes y es de esta forma que termina la mítica existencia de este reino judío ubicado en la parte oriental de Europa. 

Diversos textos históricos nos muestran la importancia del reino judío de Khazaria durante la Edad Media y otra vez nos preguntamos y no podemos encontrar respuestas del porqué los historiadores occidentales han hecho desaparecer y sumergir en las nieblas del pasado la existencia de este reino, será quizá por el hecho mismo de que este estado haya sido judío?

(1)   Las cartas entre Rabbi Jasdai y el Rey Iosef fueron descubiertas en el Siglo XV por el refugiado español Rabbi Itzjak Aqrish en El Cairo y publicadas por el en el año 1577 en un cuaderno llamado Kol Mebasser. 

Desde Israel Tzvi Goldvaser