EL COOPERATIVISMO Y LA AGRICULTURA NACIONAL

Carmelo Ruiz Marrero

CLARIDAD, 25 de octubre 2002

 

El cooperativismo es un elemento de primerísima importancia para el repunte de nuestra agricultura nacional, según agricultores cooperativistas entrevistados por CLARIDAD. El mejor ejemplo de la unión de la agricultura con el cooperativismo en nuestro país es la Cooperativa Agrocomercial de Puerto Rico, conocida informalmente como La Márquetin. ¿Por qué le llaman así? Ya verá más adelante.

“Esta cooperativa la formaron en 1934 agricultores tabaqueros para unirse y mercadear su producto, y juntos tener poder de regateo frente a las corporaciones americanas que vinieron en la primera mitad del siglo 20 a controlar el mercado del tabaco”, informó en entrevista exclusiva el agrónomo José A.  Cosme Ortega, gerente saliente de La Márquetin y actual presidente de su junta directiva.

“Estaban aquí la American Tobacco, la Consolidated y la General Cigar. Ellos eran los que establecían el precio. Entonces la mayoría de los agricultores eran pequeños y de poco poder económico.”

Los orígenes de La Márquetin se remontan a 1914, cuando cosecheros de tabaco incorporaron la Comerío Tobacco Company, dedicada a la fermentación, despalillado y elaboración de cigarros, al igual que a la venta de tabaco en ramas. En 1924 esos mismos agriculrores incorporaron una de las primeras cooperativas tabacaleras regionales, la Cooperativa de Cosecheros de Tabaco de Comerío.

La década de 1920 fue una de vertiginosos y negativos cambios en la industria tabacalera. El capital monopolista estadounidense se metió, aumentando la producción local a medio millón de quintales en 1927.  Al saturarse el mercado la oferta excedió la demanda y los precios cayeron. Además los gustos de los fumadores comenzaron a inclinarse hacia el cigarrillo de tabaco norteamericano, en detrimento del cigarro y cigarrillo criollo.

A fines de los 1920 y principios de los 1930 zozobraron o agonizaban muchas cooperativas tabacaleras municipales y regionales. Para afrontar la situación los tabacaleros formaron el 31 de agosto de 1934 la cooperativa agrícola Puerto Rico Tobacco Marketing Cooperative Association, bajo el concepto de unir todas las cooperativas bajo una sola gran cooperativa nacional. Los miembros de la cooperativa acortaban el nombre y la llamaban simplemente La Márquetin.

El tabaco se sembraba desde Yabucoa hasta Utuado. Pero de esa industria ahora no queda ni la sombra. A través de las décadas fue declinando hasta que en 1988 y 1989 finalmente colapsó. En 1991 se vendieron las últimas cosechas a precios de remate. Todavía hoy están almacenadas en la sede de La Márquetin unas cuarenta mil libras de tabaco que no se pudieron vender. Por años la cooperativa se sostuvo rentando sus estructuras en Orocovis, San Lorenzo, Cayey y San Juan para espacio comercial y de oficina.

En los 80 se cambia el nombre a Cooperativa Agrocomercial pero no honra su nuevo nombre sino hasta 1997 cuando renace con nuevos bríos y se lanza de nuevo a la agricultura.

Los agricultores miembros de La Márketin de hoy no son tabacaleros ni tampoco se dedican exclusivamente a un solo cultivo sino que ofrecen toda una gama de productos, desde piña, ñame y plátano hasta vegetales como calabaza, ají y recao.

El proyecto de piñas, que son de la variedad Cayena Lisa, está en la zona montañosa, lo cual parece extraño para nuestra generación, que nunca la ha visto sembrada fuera de la costa norte. “De hecho, la industria de la piña era originalmente de la zona montañosa”, explica Cosme Ortega. “Se cultivaba en Cidra, Comerío y Corozal, fue en Corozal donde se estableció la primera planta procesadora de piñas.”

La Agrocomercial está también emprendiendo proyectos para añadirle valor a los productos para que así los agricultores les puedan sacar más dinero por libra. El día 30 de este mes la cooperativa inaugurará una torrefacción y beneficiado en el barrio Frontón de Ciales, donde además de café se procesarán cítricos, guineos y parchas.

El legado de Don Moncho

La Agrocomercial, como todo el sector cooperativista boricua, se benefició grandemente del legado de Ramón Colón Torres, en cuyo honor se nombró este mes el edificio de La Márquetin cerca de la avenida Kennedy.  Agricultor barranquiteño y cooperativista de toda la vida, Colón Torres fue secretario de agricultura bajo Muñoz, director ejecutivo de la Administración de Fomento Cooperativo, presidente de la Liga de Cooperativas y presidente de la junta de directores de La Agrocomercial.

Colón Torres, conocido como Don Moncho, era el exponente más elocuente del ala progresista del Partido Popular, y visualizaba un futuro para Puerto Rico en el que las cooperativas serían el motor que llevareia el país a la autodependencia económica y la justicia social. Le preocupaba el impacto negativo de la rápida industrialización de los años 50 y 60, que fue devastadora para la pequeña agricultura que suplía los mercados locales.

Esas nuevas fábricas no crearon suficientes empleos para compensar por los perdidos en la agricultura.  ¿Qué nos queda, después de todo, tras haber pasado por aquella revolucieon pacífica inicial; por aquellas operaciones conocidas como ‘Serenidad’ y ‘Manos a la Obra’? Podríamos acertar a decir que sólo nos quedan, con honrosas excepciones, unas estructuras con muy poco contenido social, un entorno resquebrajado y sin brújula”, dijo Colón Torres en 1985.

Hoy

Hoy día que el partido de Don Moncho está de nuevo en el poder cabe preguntar si el actual gobierno está comprometido con el cooperativismo.

“Oficialmente el gobierno quiere darle un empuje”, dijo Cosme Ortega. “Parece que se han dado cuenta de que el cooperativismo es uno de los puntales para sostener la economía. Porque si se fortalece la situación económica de los puertorriqueños y no de los extranjeros ese capital se queda aquí.

En una reciente entrevista con CLARIDAD el actual secretario de agricultura Luis Rivero Cubano se mostró favorable hacia las cooperativas y expresó su interés en integrarlas a los núcleos de producción que está organizando el Departamento de Agricultura. En estos núcleos los agricultores y el gobierno se organizan de manera que haya sólo un comprador y sólo un vendedor de productos agrícolas. Cosme Ortega nos dijo que el secretario le expresó que la Agrocomercial está mucho más adelantada que los núcleos, pues ya tiene los agricultores organizados, tiene el capital y los recursos humanos.

“Las cooperativas son una manera de hacer capital pero repartido equitativamente, y no se hace rico nadie en particular”, nos dijo Cosme Ortega a manera de conclusión. “En ellas se practica la democracia en la forma más práctica posible porque cada socio tiene un voto y los mismos derechos no importa cuánto dinero haya invertido en la cooperativa.”

 

 

You can blow out a candle,

but you can’t blow out a fire.

Once the flame begins to catch,

the wind will blow it higher.

 

·        Peter Gabriel

 

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