LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD

EL GRAN ORIENTE NACIONAL PUERTORRIQUEÑO

Carmelo Ruiz Marrero

 

En las mentes de muchos, la palabra masonería se asocia con esoterismo, secretividad y rituales extraños. Pero no es por secretividad que se sabe poco entre el público general acerca de la ilustre historia de los masones en Puerto Rico. Desde el siglo XIX hasta hoy día, la masonería se ha destacado en la lucha por la independencia nacional y ha sido un importante factor en nuestro desarrollo como nación.

Numerosos patriotas puertorriqueños han pertenecido a las filas de la masonería, incluyendo a Ramón Emeterio Betances, Eugenio María de Hostos, Segundo Ruiz Belvis, Rosendo Matienzo Cintrón, Román Baldorioty de Castro, Luis Muñoz Rivera, José de Diego, Irving Flores, Doña Loida Figueroa y Doña Providencia “Pupa” Trabal.

¿Y qué es la masonería? Es una sociedad cuyo fin es practicar el bien y cultivar la fraternidad como noción universal para así crear una sociedad más justa. Las acciones de sus miembros son orientadas por el tríptico Libertad, Igualdad, Fraternidad.

“La aceptación del tríptico obliga a una acción consecuente para buscar tanto la libertad personal como libertad de conciencia y la libertad expresada en términos sociales. Dicho en sólo una palabra, la masonería es acción”, explica el Muy Respetable Gran Maestro del Gran Oriente Nacional de Puerto Rico Erasto Zayas, quien reside en Yabucoa.

La masonería es apolítica en el sentido de evitar afiliación partidista de tipo alguno, pero no se cruza de brazos ante la injusticia.

Aún hoy siguen en disputa los orígenes de la masonería. Algunos dicen que tiene siglos de existencia, otros dicen milenios. Lo que sí se sabe con certeza es que ésta cobra su forma moderna en el siglo XVIII, cuando comienza a admitir miembros que no son albañiles, como había sido exclusivamente hasta entonces. En 1717 se funda la Gran Logia de Londres y pocos años después, la primera Logia en España.

En Madrid y Londres se iniciaron jóvenes de las Américas que luego volvieron a sus países para liberarlos, como Simón Bolívar y Bernardo O’Higgins, libertador de Chile, país que llegó a tener tres presidentes sucesivos que eran masones.

La masonería se hizo sentir también en la historia de Estados Unidos. Muchos de los líderes políticos y militares que llevaron las Trece Colonias a su independencia, como Jorge Washington, eran masones.  Desde entonces, catorce masones han sido presidentes, incluyendo a Harry Truman.

En Puerto Rico se establece la masonería a principios del siglo XIX, estableciéndose logias en San Juan, Ponce, Mayagüez y San Germán. En el transcurso del siglo, los masones pasaron por periodos de represión, durante los cuales fueron perseguidos y hasta encarcelados. Pero también hubo intervalos de liberalismo, como los años 1820 a 1823, en los que sus actividades fueron toleradas por el régimen.

Gracias a la labor de historiadores como Olga Jiménez, Germán Delgado Pasapera y Loida Figueroa, hoy día sabemos que los masones jugaron un importantísimo papel en el Grito de Lares. De hecho, los revolucionarios se organizaron en células clandestinas, conocidas como sociedades secretas. Sus miembros usaban un lenguaje y códigos secretos para comunicarse entre sí muy parecidos a los usados en la masonería.

Explica Zayas que “la organización de las llamadas Juntas Revolucionarias que participaron en el Grito de Lares corresponde casi exactamente a la organización interna de un taller masónico. Incluso, la división por categoría dentro de esas juntas es correspondiente a la estructuración interna de una Logia, la división de los revolucionarios en tres diferentes categorías dependiendo de su nivel de compromiso con la revolución.”

El 20 de septiembre de 1885 se constituye la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico, cuya sede se encuentra hoy día en la parada 26 de la avenida Ponce de León en Santurce, en lo que fue una vez el hogar y oficina de José De Diego.

En sus primeros años, la figura mas prominente de la Gran Logia Soberana fue Santiago Palmer. Según un resumen histórico del Gran Oriente Nacional, “A Palmer no se le escapaba la inmensa responsabilidad de la masonería dentro de un pueblo esclavizado. Consciente de que la libertad es uno de los tres objetivos esenciales que siempre ha perseguido la Orden...señaló a la masonería puertorriqueña...la necesidad de luchar por la emancipación del país”.

Por sus ideales independentistas, Palmer sufrió persecución a manos del régimen colonial español y fue encarcelado junto con otros patriotas en el castillo de El Morro.

Sobre la labor de Palmer, en el resumen histórico del Gran Oriente Nacional dice que:

“Mientras Palmer vivió, la institución masónica en Puerto Rico cumplió cabalmente su deber. Las logias eran centros de educación cívica y patriótica donde se modelaba el carácter de la gran tarea emancipadora. La moral masónica exigía del hombre una íntegra responsabilidad patriótica. Los masones no eran indiferentes al estado de sojuzgación política del país; y menos aún podían prestarse de instrumentos de colaboración con el régimen constituido, por considerarse tales actitudes una violación de los más elementales principios masónicos y una desviación de los ideales de nuestra Orden”.

El simbolismo masónico esta presente en nuestra bandera nacional y en la de Cuba. El ex-director ejecutivo del Instituto de Cultura puertorriqueña, Luis Edgardo Díaz, sostiene que para hacer la bandera cubana Narciso López usó un triangulo equilátero, que simboliza el tríptico masónico, y una estrella de cinco puntas, también de gran significado para los masones.

“La estrella de cinco puntas es la joya esencial de diferentes Logias, es el pentalfa o el pentagrama.  Esta estrella expresa la dominación del espíritu sobre los elementos de la naturaleza. El cinco estaba formado por la unión del primer número par y el primer impar que era considerado de gran valor para los iniciados.”

“El Pentagrama representa al Hombre completo con el rayo superior hacia arriba, es el maestro- con las dos puntas hacia arriba es el ángel caído. Ese número cinco sigue vigente al tener cinco franjas tanto la Bandera cubana como la puertorriqueña.”

Algunos estudiosos deducen que en su origen, ambas banderas son una especie de mandil masónico, que en lugar de tener el ojo de Dios en el centro del triangulo tiene la estrella de cinco puntas.

“Ese podría ser el origen de la bandera puertorriqueña que surgió a la luz de aquel 22 de diciembre de 1895, cuando aquellos 59 conspiradores boricuas se reunieron en Chimney Hall en Nueva York. El hecho de que no sepamos quién fue el verdadero autor, es precisamente que lo que ahí se discutió nunca salió al público porque los talleres de estos grupos masónicos son secretos.”

Con la invasión norteamericana en 1898 comenzó un nuevo periodo en la historia de la masonería nacional puertorriqueña. En lugar de reprimirla, los nuevos amos coloniales optaron por infiltrarla y cooptarla.

En un ejemplar de 1962 de la revista masónica puertorriqueña Entre Columnas, el ilustre Antonio Santaella, fundador del Gran Oriente Nacional, nos cuenta que “se procedió a izar la bandera norteamericana en el Oriente de todas las logias, llegándose al extremo de ponerla sobre el Ara Sagrada.  Ningún masón podía hablar de libertad en los templos, por considerarse el hacerlo, política partidista prohibida por la Orden. Nadie podía protestar del régimen impuesto por medio de la fuerza. sólo podía hablarse de la conveniencia de norteamericanizar el país, cantando loas a los patriotas norteamericanos”.

¿Y qué hizo la Gran Logia Soberana ante el colonialismo y la represión que lo mantenía?

Según Santaella, “No hace nada porque lo considera prosperidad. No otra cosa podemos pensar de quienes toleran pasivamente este estado de cosas y se convierten en propagandistas de la opresión para cantarle loas y rendirle tributo... Quienes ASM actúan constituyen la masonería colonial de Puerto Rico.”

Entre 1943 y 1948 los masones independentistas hicieron numerosas gestiones dentro de la Gran Logia Soberana para ésta se expresara en contra del colonialismo. Sin embargo, sus esfuerzos fueron fútiles y, con tal de honrar el tríptico masónico que dice muy claro ‘Libertad’, se vieron sin otro remedio que romper con la Gran Logia.

La decisión fue dificilísima para los que la hicieron.  Nos dice Zayas que “hay que amar entrañablemente a la patria, hay que tener sentimientos y conciencia bien definida para ellos haber tomado esa decisión”. Los miembros de la Gran Logia Soberana lo tomaron muy a mal. Los declararon ‘masones irregulares’ y, peor aún, los catalogaron como ‘espurios’.

Bajo el liderato de Antonio Santaella, la masonería patriótica formó el Gran Oriente Nacional de Puerto Rico el 16 de mayo de 1948 con la encomienda explícita de trabajar por la independencia de la nación.

Cuando se habla del Gran Oriente, el rol de la mujer es indispensable mencionar. Dos mujeres en particular, Doña Loida Figueroa y Doña Providencia “Pupa” Trabal, son símbolo de devoción a la lucha independentista y a los principios masónicos.

“La hermana Loida fue uno de esos seres extraordinarios que estuvieron en el momento preciso y en el lugar preciso. Dentro de nuestra orden, su capacidad investigadora histórica fue de alto valor para nuestro Oriente. Su carácter afable animó a que otras hermanas se integraran a trabajar dentro de la masonería”, expresó Zayas.

Sobre Doña Pupa, esa activista a prueba de carpetas, Zayas nos dice que ella es “una de las chispas inspiradoras del Gran Oriente. Se dedica incansablemente a la consolidación del Oriente para que retome la fuerza y vigor que tuvo en sus inicios.”

¿Y cómo son las relaciones entre el Gran Oriente y la Gran Logia Soberana hoy día? Don Erasto nos dice que en términos formales no hay relación, pero opina que “tras cincuenta años creo que muchas de las heridas han cicatrizado. Lo que mas desearía sería reconocernos por lo menos como hermanos masones”.

En un artículo publicado en Primera Hora en la edición del pasado 23 de marzo el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia Soberana Luis F. Crespo reconoció la existencia del Gran Oriente Nacional, lo cual Zayas ve como un paso muy significativo y positivo. “Yo quisiera entender eso como la primera puerta que se abre para el estrechamiento de algún tipo de relación.”

Zayas y sus hermanos y hermanas del Gran Oriente anhelan el dialogo y amistad con la Gran Logia, pero sin claudicar en su lucha independentista, la cual es la razón de ser del Gran Oriente.

“El Gran Oriente Nacional de Puerto Rico es la acción de trabajar por la independencia nacional”, explica el Muy Respetable Gran Maestro.

 

·        Publicado en Claridad el 22 de mayo de 1998.

 

 

 

Controversy is an inherent, often constructive and innovative part of democracy.

 

 

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