El carácter multiétnico, pluricultural y multilingüístico de Guatemala se declara a partir de la consideración que la identidad y los derechos indígenas constituyen un punto fundamental y de trascendencia histórica para el presente y el futuro del país.
La cultura Maya constituye el núcleo originario de la cultura guatemalteca y, conjuntamente a las otras culturas indígenas, constituye un factor activo y dinámico en el desarrollo y progreso de la sociedad guatemalteca.
El entero sistema educativo estatal debe no sólo comprender la posibilidad de una instrucción bilingüe para los alumnos indígenas sino que debe incluir en los planes de estudio nacionales las concepciones educativas indígenas.
Debe reconocerse el derecho consuetudinario, el estatus jurídico de las comunidades y de las autoridades elegidas sobre normas tradicionales, además de la propiedad colectiva de la tierra. Reconocimiento, pues, del derecho a decidir las propias prioridades en el proceso de desarrollo, a gozar de los beneficios de la explotación de los recursos naturales, sin causar daños al medio ambiente, y a conseguir del Estado la asignación de nuevas tierras.
Debe lucharse contra la discriminación legal y de hecho de los
indígenas. Una manera de hacerlo es reconociendo el delito de discriminación
étnica.