GUERRA EUROPEA

La I Guerra Mundial (1914-1918) fue causada por la rivalidad entre los estados europeos (Alemania, Inglaterra, Francia...), derivada de sus ambiciones imperialistas; la carrera de armamentos entre ellos; la rivalidad anglo-germana por la supremacía naval; las dificultades internas del Imperio austro-húngaro, constituido por grupos étnicos dispares; la política rusa en los Balcanes; el nacionalismo exacerbado; la rivalidad económica entre los países de capitalismo más avanzado y la necesidad de conquistar nuevos mercados.

La desconfianza mutua, la fatal convicción -especialmente por parte de Alemania- de que era imposible evitar una guerra en Europa y el fortalecimiento de los ejércitos como garantía de seguridad, contribuyeron a desencadenar la guerra.

Austria-Hungría se aferró tenazmente a la idea imperial-supranacional. Serbia trató de realizar la idea de Estado nacional gracias a su expansión por los Balcanes. Alemania permaneció fiel a la alianza con el Imperio autro-húngaro; el Estado Mayor alemán insistió en declarar la guerra por temor a perder las favorables condiciones para derrotar rápidamente a Francia. Fue el principal responsable, pues, de la guerra, que supuso un cataclismo de dimensiones nuevas: de 9 a 10 millones de muertos, varios millones más de mutilados y heridos, destrucción...
El conflicto se llevó a cabo con armas y procedimientos nuevos: ametralladoras, blindados, aviones, submarinos, gases asfixiantes...

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