NICOLASA: PUDO EVITASE
Han pasado casi tres años desde que ocurrió el accidente más grave de la minería asturiana, en el Pozu Nicolasa de Ablaña, con 14 muertos. Ahora, con la declaración en el Juzgado de Mieres del entonces Presidente de Hunosa, Eduardo Abellán, empiezan a ponerse en marcha, por fín, los mecanismos judiciales que pueden aclarar esta tragedia. Andecha Astur ha realizado en solitario, -todo hay que decirlo-, innumerables gestiones e iniciativas, que culminaron en la admisión de la querella que presentamos contra el Presidente de Hunosa, ampliada posteriormente a varios ingenieros y responsables del Pozu.
Reconocemos la gravedad de la afirmación que da título a este comentario, pero cada vez que examinamos la normativa de seguridad minera y las actuaciones administrativas y judiciales practicadas hasta ahora, nos ratificamos con más firmeza en que la muerte de aquellos 14 trabajadores pudo haberse evitado.
En efecto, según la normativa de seguridad vigente, debe medirse la presencia de grisú en la mina diariamente, y al ser Nicolasa un pozu de tercera categoría, es preceptiva la existencia de una persona encargada de tomar las muestras por medio de un grisuómetro, anotando los resultados en un libro de registro. Si la acumulación de grisú en el aire fuese superior al 2,5%, se desalojará al personal. Estas medidas de seguridad obligatorias en un pozu como Nicolasa no fueron tomadas el dia 31 de agosto de 1995, ya que, de lo contrario, no se habría producido el accidente. Esta fatal imprudencia tiene que tener necesariamente, uno o más responsables.
Pero la búsqueda de responsables directos o indirectos de la muerte de 14 personas no puede ser un fin en si mismo. Al menos así lo entendemos nosotros. Se trata más bien de sentar las bases para impedir de una vez por todas que los accidentes evitables de la mina no se vuelvan a producir jamás.
En este sentido no podemos obviar una realidad: las medidas que mejoran la seguridad se suelen tomar después de producirse los accidentes, no antes. Se invierte más dinero en medios materiales y humanos, se aumentan las precauciones, se intenta respetar y mejorar la normativa legal, y hasta se crean comisiones de investigación. Pero siempre después que ocurren las tragedias, nunca antes, y en todo caso, de una manera insuficiente y pasajera. ¿Quién puede asegurar, todavía hoy, que ya no podrá tener lugar un accidente como el de Nicolasa, motivado por el incumplimiento de las medidas de seguridad relacionadas con el exceso de grisú?. Creemos que nadie.
En Andecha Astur queremos también poner de manifiesto nuestro estupor ante los intentos de cerrar el caso Nicolasa por el simple motivo de que los informes técnicos realizados hasta ahora discrepen sobre la causa que originó el accidente (detonación de un barreno que no explosionó en la pega realizada dos días antes del accidente, defecto del electroventilador, el minador de los trabajadores checos, etc.). ¿Pero es que cualquiera de estas hipótesis se hubieran dado si no hubiese negligencia en la aplicación estricta de las normas de seguridad minera? ¿Es que los responsables de seguridad en los pozos desconocen que los trabajadores deben ser desalojados cuando se hacen explosionar los cartuchos?¿Es que no es obligatorio revisar el estado de los electroventiladores y minadores, para ser reparados o sustituidos por otros si no están en perfectas condiciones?.
Baste decir que la Conseyería de Economía del Principáu tiene abierto un expediente sancionador a Hunosa, ahora paralizado por las actuaciones penales, precisamente por incumplir estas medidas de seguridad en el momento del accidente. Añadamos también que según un testigo de la explosión, situado a tan solo 40 metros del lugar del siniestro, "en días anteriores ya hubo problemas con los checos, a los que hicieron salir corriendo". Algo tendrá que decir la empresa y sus directivos cuando antes del accidente casi nunca se desalojaba a los mineros de los subniveles durante las detonaciones, pero sí después del mismo.
Sinceramente, esperamos que nuestros esfuerzos por aclarar y delimitar responsabilidades en el mayor accidente de la minería asturiana contribuyan al menos a que no vuelvan a repetirse tragedias tan dolorosas como la del Pozu Nicolasa, que, sin duda alguna, pueden evitarse.
Mª Eulalia García Rubiera
Responsable de asuntos
institucionales de Andecha Astur.
ANDECHA ASTUR
c-lletronicu: andecha@asturies.org