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Discurso pronunciado en el monumento a la revolución de la Cd. de México, diciembre de 2000.


Sindicato Mexicano de Electricistas

Discurso pronunciado por el
C. Rosendo Flores Flores
Secretario General del
Sindicato Mexicano de Electricistas
1° de diciembre de 2000.

A LA OPINION PUBLICA

AL PUEBLO DE MEXICO.

CONTRA

LAS PRIVATIZACIONES Y

LA POLITICA NEOLIBERAL

El 3 de febrero de 1999, se alzó la voz de nuestra Organización, convocando a la constitución de un Frente Nacional de Resistencia en contra de la Privatización de la Industria Eléctrica (FNRCPIE). Decíamos entonces que todos los mexicanos identificados con la defensa de la soberanía del país, con el respeto al Constituyente de 1917 y con la concepción de una Patria soberana y progresista, deberíamos asumir nuestra responsabilidad.

Han pasado 22 meses ya, nuestra lucha ha valido la pena, no nos cabe la menor duda.

Por eso ratificamos hoy nuestra decisión de mantener la resistencia, nuestra convicción de seguir sumando aliados y de lograr que la Industria Eléctrica de nuestro país mantenga su carácter público y objetivos sociales en beneficio del pueblo de México.

Muchas han sido las batallas que de la mano del pueblo hemos librado desde entonces y estamos conscientes que muchas jornadas más de combatividad nos esperan en el futuro, pero habremos de rescatar la esencia revolucionaria de nuestro pueblo para consolidar lo que ha sido el permanente reclamo que enarbolamos antes y ahora.

Soberanía, independencia y desarrollo con justicia social.

La esperanza surgió el pasado 2 de julio. Los votos de julio muestran el deseo de un cambio de rumbo, de una búsqueda de alternativa. El mensaje de esos votos es claro. No sólo proponen el cambio de la presidencia; no sólo proponen la salida de un partido político; lo que se propone es una perspectiva de desarrollo diferente a la aplicada los últimos veinte años. No más neoliberalismo, esa es la propuesta del 2 de julio. Ni duda cabe.

Se demanda por los mexicanos, para el pueblo de México, algo sencillo: trabajo. Porque al trabajo se le ha atacado en forma directa y tajante en los últimos 20 años; es al capital al que se protege, al que se beneficia. Porque es el costo lo fundamental, no el beneficio social lo que se discute como meta de Nación. Con trabajo se finca desarrollo y crecimiento. Cómo plantear justicia y equidad social sin trabajo. Cómo acabar con la miseria sin trabajo. Cómo planear el desarrollo de largo plazo sin estabilidad en el trabajo.

Los programas neoliberales fortalecen al comercio global y fincan sus objetivos en la fuerza del libre mercado. Destierran de sus objetivos al trabajo y deciden que sea la oferta y la demanda las que postulen destinos de personas y pueblos. Se olvidan del fomento del trabajo y de fortalecer el salario. Por ello renace el comercio informal. Por ello los despidos, por ello el desempleo, por ello los bajos salarios, por ello la fuerte competencia que fortalece a los monopolios y a los oligopolios, pues el destino está en el mercado mundial.

En el debate de la Industria Eléctrica, la confrontación de dos proyectos de Nación ha sido evidente.

Uno está representado por la intención oficial de modificar los Artículos 27 y 28 Constitucionales, para romper el concepto de exclusividad de la Nación en la prestación del servicio público y permitir el ingreso del capital privado con fines de lucro en esta industria estratégica.

El otro es el reclamo es el reclamo popular, la sociedad mexicana que se resiste a ser despojada de sus recursos estratégicos, motivada por las pésimas experiencias de la dinámica dessafortunada de las privatizaciones, rescates y más miseria.

Nuestro reclamo es claro. No más política neoliberal. Ajustemos el proyecto pactado durante la revolución mexicana: sus objetivos de Nación soberana, con crecimiento t desarrollo económico independiente. Hoy como ayer, el marco del comercio mundial requiere de una sociedad y un pueblo trabajador, persistente y con capacidad para crear riqueza nacional, sólo así se compite.

No más recursos naturales al servicio del flujo de capitales globales. El Artículo 27 Constitucional es proclama y fortaleza nacional, frente al capital salvaje que imponía el imperialismo: el recurso nacional fortalece a la Nación y se detenta como el patrimonio exclusivo de los mexicanos, con clara esencia revolucionaria y social.

Una y otra vez los argumentos de quienes nos oponemos a la privatización de la Industria Eléctrica se han estrellado en el muro de la indiferencia oficial, y una y otra vez seguiremos sosteniendo:

1) Ese fantasma de los "apagones" y del "desabasto" debe desecharse, ya que la información hasta hoy disponible, garantiza el suministro del fluido eléctrico, por lo menos hasta el año 2004.

2) Se asegura que la acción nacionalizadora de Adolfo López Mateos llega a su fin, ya que la electrificación en el país alcanza cifras del 95 %, pero no se dice que faltan 9 millones de mexicanos de comunidades rurales, a quienes una eventual privatización condenaría a ver pospuesta indefinidamente su aspiración legítima a contar con el servicio eléctrico, símbolo del progreso.

3) La afirmación de que la privatización trae consigo la baja de tarifas en beneficio del usuario, resulta falsa y temeraria. Si algo ha demostrado la experiencia privatizadora en cualquier lugar del mundo, es precisamente lo contrario. La experiencia internacional confirma el abandono de los empresarios particulares de los aspectos de electrificación con fines sociales, de mantenimiento preventivo, generando no sólo aumento de tarifas, sino racionalización de energía y dramáticos períodos de desabasto. Argentina, Califomia y por supuesto Inglaterra (entre muchos otros) son pruebas contundentes de lo que aquí aseveramos.

4) En el caso de Luz y Fuerza, las cifras impiden cualquier simulación de sus problemas financieros. El precio de compra de energía de este organismo es de $0.498 KWlhr., mientras que vende a un precio promedio en la tarifa agrícola de $0.272 KWlhr., y en la industrial de $0.33KW/hr. Este aspecto sumado a la energía que no se cobra por ilícitos y a las pérdidas técnicas por la obsolescencia del equipo, que juntos suman cerca del 19 % de la energía vendida, son la fuente de un grave problema de descapitalización.

Categóricamente rechazamos que sea el costo del Contrato Colectivo de Trabajo, responsable en modo alguno, de la causa de este desequilibrio económico.

5) Para mejorar el servicio que proporcionamos en calidad, confiabilidad, oportunidad y precio, es necesario que contemos con la Generación suficiente, equivalente mínimo al 54 % de la Demanda Máxima o sea 3,900 MW, es decir, necesitamos incrementar 3,000 MW. Con 8 proyectos que se han enviado a la Secretaría de Energía y a la Cámara de Diputados, lo podemos hacer a un costo de 2,000 millones de dólares (8% de lo que requieren en su iniciativa de Privatización).

6) Las ventajas de tener un sistema eléctrico interconectado, saltaron a la luz con el disturbio del año pasado, en el Sureste del país. El 10 demarzo de 1999, 3 millones de usuarios en la zona de Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo se quedaron sin suministro, el cual pudo reestablecerse en sólo 2 horas, mientras que un colapso semejante en Argentina, mantuvo la Ciudad de Buenos Aires 14 días sin energía eléctrica, con cuantiosos daños que las empresas privadas aún se niegan a resarcir.

7) La falta de interés oficial, por explotar alternativas de financiamiento, ha inducido deliberadamente a una crisis que pretende cerrar cualquier salida que no sea la privatización, lo que indefectiblemente provocaría un gran negocio para los monopolios privados que medran en todo elmundo trastocando la soberanía de los pueblos.

En la búsqueda de soluciones al conflicto que plantea este debate de la Industria Eléctrica, seguiremos insistiendo, seguiremos luchando porque de algo podemos estar seguros, el reclamo popular no puede seguir siendo ignorado. No es posible que mientras la sociedad se manifiesta por construir una Patria más democrática y un sistema de gobierno más plural y más incluyente, las grandes decisiones del país dependan exclusivamente de la óptica de los despachos internacionales del poder empresarial y económico.

Aquí estamos reclamando que sea escuchada la opinión de diversas voces de la sociedad, académicos, especialistas, sindicatos, pueblo en general, exigiendo su derecho a influir en el rumbo del país.

Apostamos a la victoria, porque mantendremos nuestra lucha incansable por construír la unidad interna, por incrementar la solidaridad de las alianzas y por la firmeza de los argumentos que juntos hemos defendido y seguiremos defendiendo.

CONTRA LAS PRIVATIZACIONES Y LA POLÍTICA NEOLIBERAL

POR UNA PATRIA DEMOCRÁTICA Y SOBERANA.

POR LA DEFENSA DE LOS RECURSOS ESTRATÉGICOS DEL PAÍS.

¡LA PATRIA NO SE VENDE!

¡LA LUCHA SIGUE....!

 

México, D.F., 1 de diciembre de 2000.

Responsable de la Publicación: Ramón Pacheco Llanes. Secretario del Exterior SME.


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