Texto íntegro del documento presentado por diferentes secciones del SUTERM a la comisión permanente del congreso de la unión el pasado día 22 de mayo de 1999 en torno al rechazo a la privatización del sector eléctrico nacionalizado.

CC. SENADORES DEL H. CONGRESO DE LA UNION

CC. DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNION

PRESENTES

Electricistas del Sindicato Unico de Trabajadores de la República Mexicana (SUTERM) y de CFE en general, estamos aquí presentes, para dar prueba contundente de nuestra adhesión a la corriente de rechazo generalizado de parte de la sociedad mexicana, a la iniciativa para modificar los Arts. 27 y 28 Constitucionales y de esa manera legalizar la privatización de la industria eléctrica nacionalizada.

El rechazo generalizado a la reforma del sector eléctrico, es debido a que carece de razones técnicas, económicas, históricas y sociales.

Revisemos algunas de las premisas en que se pretende justificar esta reforma. Trata de que aceptemos la idea de que con la venta o concesión de los activos de la industria eléctrica nacionalizada, se obtendrán recursos para programas sociales, para la educación, la salud, y habrá más empleos; lo mismo se dijo cuando se vendieron 1,000 empresas estatales en el periodo de 1982 a 1998, y ¿se han mejorado los servicios y costo de la educación? En el conflicto actual por el encarecimiento de la educación superior nos da la respuesta. ¿Han mejorado los servicios de salud? ¿Hay mas empleos? A estas preguntas todos sabemos que la respuesta es negativa. O sea que la solución a los problemas económicos y sociales no es la venta de la propiedad estatal, ya vendieron 1,000 empresas y después querrán vender los yacimientos de petróleo, y después no queremos imaginarnos lo que querrán vender; lo que hace falta es un cambio en la política económica actual, concentrar en pocas manos la riqueza a costa del descenso de las condiciones de vida de la mayoría, confiar en el libre mercado y olvidarse de lo social, de la soberanía nacional.

Se engaña a la población, afirmando que el sector eléctrico gravita sobre los recursos presupuestales, limitándolo para atender programas sociales, pero a medida que ha venido avanzando la discusión sobre el sector eléctrico, se ha venido clarificando que este sector cubre sus gastos de operación con el ingreso que se obtiene por venta de energía y aún queda un remanente que se aplica a pago de obligaciones financieras e inversión; la operación y crecimiento del sector puede darse sin recurrir a recursos presupuestases. Así lo señalan expertas opiniones

Otra falacia es la de que la reforma traerá disminución de las tarifas eléctricas; México tiene las tarifas más bajas a nivel internacional, sin subsidio, por que es falso también que las tarifas estén subsidiadias, lo que el gobierno llama subsidio es para el pago de un impuesto llamado aprovechamiento. ¿Y por qué son posibles esas bajas tarifas? Porque el sector eléctrico nacionalizado es una empresa eficiente, el esfuerzo de los trabajadores electricistas, de técnicos y profesionistas que laboran el sector, motivado e impregnado por la convicción de servir a una industria nacional la ha puesto a una altura que es orgullo de los mexicanos; una industria con un sistema interconectado nacional, como no la tiene ningún país latinoamericano y como pocos países en el mundo con un índice de eficiencia comparables internacionalmente, con una cobertura de energía al 95% de la población, como tampoco tiene otro país latinoamericano y como ya mencionamos con bajas tarifas.

Los inversionistas querrán mejores ganancias, querrán menores riesgos, no aplicarán criterios sociales apoyando al campo y a las zonas urbanas sin servicio, lo que debe esperarse y lo que la experiencia internacional enseña es que las tarifas eléctricas experimentarán incrementos voraces del 100% al menos según analistas.

Dicen que la industria eléctrica no se privatiza, se reestructura, se reestructura para que intereses privados usufructúen su explotación, vía venta de activos, vía concesión, esto en todo el mundo se llama PRIVATIZACION así lo llaman los economistas del Sistema Económico Latinoamericano (CELA).

Dicen que no se afecta la soberanía o sea la capacidad para tomar las decisiones que más nos convengan. En México los particulares no disponen de los cuantiosos recursos económicos, del acervo tecnológico y de la experiencia, que requiere la construcción y operación de sistemas eléctricos; estos recursos económicos y técnicos sólo pueden provenir del extranjero; por lo que la apertura del capital privado es la entrega del servicio de energía eléctrica al capital extranjero, cuyos centros de poder y decisión están ubicados fuera de nuestro país y dichas decisiones las toman en función de otros intereses aunque sean opuestos a los de nuestro país, esta experiencia ya la hemos padecido en el pasado, cuando la industria eléctrica estaba controlada por dos consorcios extranjeros " The Mexican Light and Power Co." y "The Electric Bond and Share Co."

Por lo tanto es falso que en esta medida no se afecte la soberanía del país como se concibe en la Constitución, afirmar como lo hace el secretario de Energía Luis Téllez, que estamos ejerciendo la soberanía del país porque por nuestra propia iniciativa estamos entregando al extranjero un recurso energético tan vital para la sociedad, es una burla a la nación.

Esa clase de "soberanía " la rechaza el pueblo de México, pero el secretario de Energía puede estar orgulloso de contar con el apoyo de empresarios alemanes, suizos, con el apoyo del embajador de estados unidos Mr. Davidow y de la American Chamber of Comerce; como ellos quieren apoderarse de nuestro país ellos están de acuerdo y aplauden su concepto de "soberanía".

Opiniones criticas de la reforma han planteado como alternativa el fortalecimiento y reestructuración del sector eléctrico nacionalizado, para que con los propios recursos económicos que genera su actividad, complementados con inversión privada sólo en nuevas instalaciones, sólo en generación, pueda atenderse el crecimiento de la industria eléctrica, conservando la nación el control de esta industria y los beneficios de su explotación; la sociedad tiene capacidad para elaborar alternativas para el desarrollo del sector; pero no está obligada a hacer este trabajo que corresponde a la Secretaría de Energía, y para lo cual perciben cuantiosos sueldos todos sus funcionarios encabezados por su secretario y toda su constelación de asesores, el pueblo pone a su disposición cuantiosos recursos no para que elaboren alternativas que lo despojen de su patrimonio sino para que elaboren alternativas que resuelvan los problemas actuales sin subastar ese patrimonio y sin atentar con los necesarios programas sociales, si ellos no pueden resolverlos de otra manera, deberían dejar paso a otros auténticos mexicanos y existen muchos con la capacidad, honestidad y el patriotismo para sacar adelante este sector y que continúe en manos de los mexicanos este pilar del desarrollo nacional.

El secretario de Energía pese a sus sofisticados modelos econométricos, se equivocó tres veces el año pasado en estimar el precio del petróleo, falló en las estimaciones de la capacidad de energía eléctrica requerida en el futuro, en 1997 publicó que serían necesarios 13000 MW para los próximos 10 años y ahora dice que esos 13000 MW sólo alcanzan para seis años, también se equivocó cuando afirmó que los trabajadores del SUTERM estaban de acuerdo con su reforma privatizadora, confundió los acuerdos cupulares con el verdadero pensar y sentir de los trabajadores, que hoy aquí estamos presentes para desmentirlo, se equivocó una vez más el secretario, los trabajadores del SUTERM y de la CFE desde la frontera norte hasta la sur y desde la costa este a la del oeste, repudiamos su reforma y hoy aquí lo patentizamos.

Pero no apelamos a que rectifique, ya hemos visto que padece de contumacia inveterada y de insensibilidad del pueblo, sí apelamos al juicio de nuestros representantes populares de los CC. Senadores y Diputados que tienen la responsabilidad de aprobar o rechazar estas reformas, entendemos que atendiendo a los intereses del país y al sentir del pueblo mexicano este pueblo que desde muchos rincones de la patria ha dicho como nosotros ahora:

¡NO A LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES DE LOS ARTICULOS 27 Y 28!

¡NO A LA PRIVATIZACION DE LA INDUSTRIA ELECTRICAI

Responsable de la publicación: Angel Martínez