El SME está en el centro del debate nacional en defensa de la soberana y del Sector Eléctrico (lo que no se contrapone con la defensa de las conquistas laborales de los electricistas del país). Su firme posición contra la iniciativa presidencial, lo enfrenta directamente con el poder ejecutivo. Pero el SME no está solo.

Tiene el apoyo de más de 60 organizaciones sociales, políticas y sindicales, componentes del Frente Nacional Contra la Privatización de la Industria Eléctrica; logró el apoyo de 2.3 millones de firmas de rechazo a la privatización del Sector Eléctrico; ha realizado y participado en múltiples Foros de análisis (incluidos los del Senado) y ha logrado el consenso generalizado en contra de la pretendida privatización; tiene además, a su favor, el apoyo de investigadores, expertos y especialistas académicos, nacionales e internacionales, que han opinado contra la propuesta del Ejecutivo, presentando diversas alternativas; organizaciones internacionales, se han pronunciado a su favor; tiene el apoyo de la gran mayoría de los consumidores, que están hartos de privatizaciones; tiene también el de estudiantes y trabajadores universitarios, así como de un buen número de trabajadores electricistas afiliados al SUTERM. ,

La movilización social contra la privatización de este estratégico sector, ha quedo plenamente demostrada el 18 de Marzo en el Zócalo capitalino y en plazas públicas en de algunos estados de la República y en la Asamblea Magna celebrada en el Toreo de Cuatro Caminos.

El gobierno en cambio, sólo tiene el apoyo de los señores del dinero. A Zedillo y Téllez no les han interesado otras opiniones, por eso no han cambiado su posición ni han modificado su proyecto inicial. En dos meses de "debate", han surgido múltiples opiniones diferentes a las suyas, que no han tomado en cuenta porque desde el principio su intención no era debatir, sino cumplir el compromiso privatizador con el FMI y el BM por lo que el debate que propuso el presidente Zedillo, deliberadamente nació muerto y con etiqueta: "El que esté en contra de la privatización, es ignorante y dogmático"

Zedilllo, sin embargo, sabe que tiene perdido el debate real, pero cree que utilizando el poder del Estado, sacará adelante su iniciativa.

Su cálculo es que nuestra lucha se desgaste y que el Senado de la República apruebe su iniciativa por la vía rápida, sabedor de que ahí el PRI es mayoría y el PAN será su aliado; y que lo mismo pasará en la cámara de diputados y utilizará todos los recursos posibles para aislarnos; dividirnos interna y externamente y calumniarnos ante la opinión pública, como ya lo ha estado haciendo a través de los medios masivos de comunicación, presentándonos como un Sindicato violento y cerrado al diálogo, al que no le interesa defender la Soberanía Nacional sino "conservar sus canonjías".

Aprovechando el próximo proceso electoral del SME, buscará dividirnos pagando a una o dos planillas "de oposición" (y en ese plan no podía faltar, por supuesto, el inefable Gastón y priistas que lo acompañan, que por cierto publicaron un deleznable DESPLEGADO favor de la iniciativa presidencial, violando todos los acuerdos de asamblea, que han rechazado esta iniciativa). También buscará alejar al SUTERM de nosotros, presentándolo como un Sindicato que sí apoya "porque está del lado de la modernización del país".

Sin embargo, algo no le sale bien al Sr. presidente, pues muchos Senadores del PRI no están convencidos y hasta han solicitado la expulsión del partido de Luis Téllez y Elías Ayub, argumentando que violan los Estatutos partidarios, pues en ellos se reconoce a CFE como una empresa propiedad de la Nación, que no podría ni debiera ser desintegrada como lo propuso en Senado el 8 de Abril, el Secretario de Energía; además están solicitando que no desaparezca LYF, Para "que siga existiendo el SME, contra el cual no tenemos nada en contra"; por otro lado los Senadores del PAN se oponen, unos porque exigen información más clara y transparencia en el respeto a los derechos de los trabajadores y otros porque la iniciativa les parece insuficiente, ya que ellos quieren la privatización total; por supuesto el PRD es el único que se opone, pero esto a Zedillo no le preocupa porque éste es minoría en el Senado. (Lo que no entra en el cálculo presidencial y seguro le parece una insignificancia es que los Senadores priistas y Panistas, temen aprobar esta salvaje iniciativa, porque saben que el pueblo y sobre todo el que vota, se los va a cobrar muy caro en el 2000)

Lo único que puede, hacer cambiar de opinión a Zedillo, es la movilización de toda la sociedad contra de la iniciativa. Esto lo sabe Rosendo Flores y por eso ha declarado "Ni el SME ni el Frente Nacional bajaran la guardia y se aprestan a fortalecer al Frente e impulsar nuevas tareas".

En términos generales, ha sido correcta la actuación de1 Frente, aunque la carga mayor ha recaído en el SME, y urge repartirse más equitativamente las tareas, pues el siguiente paso, aparte de las movilizaciones del 1° y 15 de Mayo, será la construcción de una ESTRUCTURA NACIONAL, con Comités estatales y municipales, para impulsar una gran CONSULTA A LA NACIÓN sobre la privatización del Sector Eléctrico.

Ya existe un Punto de Acuerdo de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, donde en su sesión del 18 de Marzo, la I Legislatura se manifestó "públicamente en contra de la propuesta de privatizar el Sector Eléctrico" e hizo un llamado a la Cámara de Diputados para que "por su conducto se celebre una Consulta Nacional".

El Frente Nacional tendrá que organizarla de inmediato, para impedir que Zedillo realice una simulación de consulta nacional, con el objetivo de poder informar al BM y al FMI, que tiene el "apoyo" de toda la Nación a favor de su iniciativa.

Los Diputados y Senadores, opuestos a la iniciativa presidencial, podrán contribuir a la organización de la consulta y seguro podrán influir en los Congresos estatales y municipales de sus respectivos partidos.

Paralelamente a estas acciones del Frente, el SME debe continuar impulsando su proyecto alternativo para un nuevo Sector Eléctrico, distinto al que, está proponiendo Zedillo, reestructurado y modernizando, pero respetando siempre el carácter constitucional de empresa de servicio público, en beneficio colectivo y no en favor de particulares.