En la mayoría de los artistas e intelectuales de esos días había una visión artística comprometida con la situación política, social y cultural de nuestro país. David Alfaro Siqueiros, al frente de un equipo de mexicanos y españoles, realizó su obra "Retrato de la Burguesía" en el cubo de la escalera principal que une el primer piso con el segundo. En una área de unos 100 m cuadrados, sobre las tres paredes de la escalera, y el techo de la misma, Siqueiros se encargó de representar una visión histórica sobre el imperialismo, el fascismo y la guerra (temas encargados por la dirección sindical) y darles

• Paredes izquierda y central (parcialmente). El "orador" personaje demagogo que lo mismo nos seduce con la flor, que nos amenaza con un arma o dirige a la multitud hacia el "Templo de la Burguesía" en llamas. Libertad, igualdad y fraternidad, palabras que no significan lo mismo en boca de todos. Los "iniciativos privados" resguardando como siempre el dinero mientras el águila imperial domina la escena central.

  

• Paredes central y derecha (parcialmente). El guerrillero, símbolo de la revolución, domina la escena, mientras los muertos y la destrucción causados por la guerra yacen los pies de los militares, quienes también cuidan el dinero. La absurda maquina-templo, que convierte la sangre de los obreros en dinero, objeto de culto de la burguesía. En el subsuelo una maquinaria que alimenta todo este sistema y cuya representación es la crítica de Siqueiros a la tecnología por la tecnología misma, La aplicación de la ciencia sin ética y sin sustento social.

  

• El Techo de la escalera (detalle principal). Nuevas formas de energía, y en lo alto, la bandera del SME ondeando en la torre mayor. Esperanza de una industria emergente, en progreso.