La iniciativa de reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos presentada por el Presidente de la República el 2 de Febrero viene acompañada de 20 hojas de consideraciones que pretenden darle sustento

Tanto en estas apreciaciones como en las que hace el Srio. de Energía en sus apariciones por televisión se concluye siempre de la misma manera: "independientemente de cualquier otra consideración, se necesita invertir 250,000 millones de pesos (25,000 millones de dólares) en los próximos 6 años para el incremento en la generación de energía eléctrica, esta inversión equivale a la cuarta parte del presupuesto de 1999 para todo el país y el estado no los tiene, por lo que se verá afectado el gasto social para poderlo cubrir"

Puestas así las cosas, logran impresionar por su magnitud, pero no resisten el más elemental análisis. Veamos:

1. - La inversión se deberá hacer en 6 años, no de golpe en un solo ejercicio.

2. - Por consiguiente la inversión anual debe ser de la sexta parte.

3. - La sexta parte de la cuarta parte del presupuesto del país de 1999 es aproximadamente el 4 % del presupuesto.

4. - Un 4% del presupuesto en un ejercicio anual, para un sector de la importancia que tanto el Presidente como el Srio. de Energía reconocen, como el eléctrico, no es una cantidad tan extraordinaria que obligue a una disminución notable del gasto social. Además se está considerando que el presupuesto para los años subsiguientes al 1999 será de la misma magnitud.

5. - Se pretende invertir este dinero en plantas generadoras de electricidad, que entrarían en operación en poco tiempo.

6. - Las plantas generadoras terminadas comienzan a generar entradas de dinero inmediatamente, dinero que ingresa a las arcas de la Nación y debe de ser considerado en esta contabilidad.

7. - Las plantas que actualmente se encuentran en construcción, excepto una, se terminan de construir durante 1999.

8. - A partir de ese momento ya generan ingresos considerables.

9. - La llamada "inversión privada" realizada hasta el momento no es tal, ya que las nuevas plantas que se están construyendo se han realizado con la modalidad de que la empresa constructora mantiene la propiedad de la planta sólo por un tiempo, tiempo en el que "la renta" a la Nación, pasando finalmente a formar parte de sus activos por lo que no permanece como "inversión" particular.

10. - Para que el crecimiento de generación de energía necesaria sea constante, se necesita que vaya a haber un crecimiento de la economía también constante e ilimitado, contrariamente a lo acontecido en el país en los últimos años.

11. - EI monto de la inversión mencionado se establece considerando que se va a invertir en plantas termoeléctricas de "Ciclo combinado", las que se consideran como la mejor inversión por ser más baratas y eficientes que las actuales termoeléctricas de turbina de vapor o turbina de gas; sin embargo se trata de plantas de alto costo de operación (consumen más de 3 millones de metros cúbicos de gas natural por día) y no se ha considerado ni por un momento la posibilidad de construir, por ejemplo, una gran planta eólica en el istmo de Tehuantepec, planta que no quemaría ningún recurso no renovable y cuya operación es más barata y no contamina, en su lugar se planea la construcción de cerca de 700 Km de gasoducto para la alimentación de la planta de Mérida III y zonas intermedias.

12. - Otra falacia es la afirmación reiterada de que bajarían las tarifas. Al obtener la licitación para la construcción de una planta termoeléctrica en nuestro país, Electricite de France indico que el kilowat/hora lo podría vender a 0.25 U.S. dólares ($2.50 M.N) -equivale a 50.00 U.S. dólares por mes en 250 KW/H- para el servicio domestico, en promedio; cuando ahora, para un promedio de 250 KW/H mensuales cuesta, a la tarifa actual del mes de Marzo, pues se incrementa continuamente, a aproximadamente 16.00 U.S. dólares (ya con IVA).

Como se ve hay mucho que decir todavía al respecto, el proyecto de reforma constitucional que se presenta tiene un carácter totalmente diferente de lo que dicen, no se hace para incrementar la capacidad de producción de energía, pues si eso fuera bastaría con continuar construyendo plantas de la misma manera, en la modalidad de "llave en mano" u otra similar, sino que, sin que se desprenda de las consideraciones anteriores, plantea el paso de los sistemas que actualmente alimentan de energía eléctrica al país y su futuro incremento - que pertenecen a la Nación -, a manos privadas, - dejando la posibilidad de que particulares, ya sean nacionales o extranjeros, puedan presionar en cualquier momento al gobierno para obtener toda clase de concesiones y prebendas desde una posición de fuerza -, conservando solamente en su poder a las plantas nucleares y una muy cuestionable rectoría en la operación.

En efecto, los plantas generadoras a partir de energía nuclear han caído cada vez mas en desuso por tener problemas muy grandes, como por ejemplo, no existe una manera verdaderamente segura de disponer de los deshechos radioactivos, o, como en muestro caso, se trata de plantas que trabajan con uranio enriquecido, lo que obliga a una total dependencia del extranjero. Y obviamente a nadie le interesaría comprarla, amen de que solo genera el 3 % o menos de la generación total.

Y en cuanto a la rectoría o control estatal sobre una industria o conjunto de industrias cuyos propietarios sean empresarios o empresas particulares, esta lleno de grandes escollos, como lo demuestran las experiencias de países en los que se ha "privatizado" la electricidad - que el mismo Presidente menciona, como Inglaterra, Chile, Argentina, Nueva Zelanda, etc. en los que recientemente ha habido grandes "apagones", en los que hay muchas dificultades para poner de acuerdo a los propietarios: en la manera y la cantidad que se debe cobrar, en el mantenimiento de las instalaciones, en las prioridades de operación (se privilegia a la máxima ganancia sobre la estabilidad del sistema, el mantenimiento preventivo y la seguridad en la operación) y en la realización de planes de expansión racionales; el conflicto de intereses entre propietarios salta a la vista.

De manera que nos enfrentamos a medias verdades, mentiras e imprecisiones, respaldadas por una amplia difusión para simular un debate, (especialmente en la televisión), lo que en realidad es un monólogo insistente y repetitivo que trata de conseguir consenso y aceptación del auditorio, de manera simplista e irreflexiva.

Pero no para ahí todo, sea cual sea el argumento sustentado, parece haber siempre atrás de la argumentación una conclusión constante. "Sea como sea la industria eléctrica se tiene que reestructurar". De esta manera juega el estado todos los juegos, si pasa el proyecto se sale con la suya y si no pasa de todos modos reestructura.

Y lo malo es que como reestructuración el gobierno tiene un solo proyecto: el proyecto privatizador, ha apostado todo a esta sola carta. En Luz y Fuerza del Centro se contrató a una serie de "consultores", que en realidad son los encargados de implementar el proyecto privatizador a través de los sistemas informáticos, repitiendo, aparentemente, los sistemas en funcionamiento dentro de la empresa (como la nómina, la facturación, el control de almacenes, etc.), en realidad se preparan para implantar en cualquier momento una nueva organización, que divide la empresa en regiones, con administración repetida, redundante, preparadas para su venta y su conversión en empresas privadas independientes, por eso pasa: de 9 gerencias a 36, de 11 subgerencias a 84, mas los departamentos y secciones que salgan, estableciendo además, toda clase de controles para control del personal y su substitución por empleados de confianza,

Estos sistemas se fueron desarrollando en forma subrepticia, a escondidas, platicados, desarrollados y probados únicamente entre el personal de confianza, mostrando un profundo desprecio por el personal sindicalizado y el sindicato, sin hacer ningún caso al "acuerdo entre las partes" que marca el CCT, al cual quieren llegar con una situación "de facto" que no se pueda eludir.

De hecho, si el proyecto de modificación constitucional es retirado, o no es aprobado por las cámaras, la administración de LyFC no tiene ningún otro proyecto de reestructuración que impulsar, he ahí la trampa, que está armada, lista para atrapar no solo a los trabajadores de LyFC sino también a los de CFE.

Así se está jugando el juego, solo la toma absoluta de conciencia de la gravedad de la situación y del juego de intereses involucrado, que desemboque en la protesta masiva y la resolución de detener el crimen contra el pueblo que quieren perpetrar, nos puede dar esperanza de salir avantes. Ya está visto que se ha apoderado del gobierno la contrarrevolución, que los neoliberales son en realidad neocoloniales, que la "globalización" es la super-colonización, que la "apertura democrática" encubre una forma disfrazada de dictadura con semblante "bipartidista" y que la cacareada "productividad" no es otra cosa que la super-explotación del trabajo humano.