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Hablamos con Fermín Ciaurriz
P: ¿Cómo ve el nuevo escenario político tras el acuerdo de Lizarra y la declaración de tregua? Fermín Ciaurriz: El nuevo escenario se ha producido de forma manifiesta, ya que el cese de la violencia era un elemento fundamental para poder empezar a normalizar la situación de este País. Nosotros ya veníamos denunciando que la violencia suponía un perjuicio evidente para el propio nacionalismo vasco, además de otras consideraciones de tipo ético o moral; estaba conllevando un desgaste absoluto, y esto llegó a percibirse también en las propias filas del MLNV. Por otra parte, el cese incondicional e limitado produce una situación en la que los partidos que estaban sacando de alguna forma beneficio político de esta situación se encuentran con que todas las ofertas y proclamas que hacían, si se daba el cese de la violencia de ETA, tienen que activarse o todos ellos quedarán al descubierto. Lo cierto es que debe cambiar sustancialmente la situación, ya que el acuerdo de Lizarra, desde el respeto al propio pluralismo político del nacionalismo vasco, abre una salida a una situación que estaba enquistada. P: ¿Qué repercusiones han traído estos cambios a Navarra? F.C.: En Navarra tenemos el agravante de que existen políticos y poderes importantes que tratan que lo vasco sea ajeno a nuestra propia identidad y que encontraban una coartada en la violencia de ETA. Eliminada esta coartada, que también contribuía a que el nacionalismo vasco fuera minoritario, se abre un cambio totalmente distinto. Ahora estamos ante un momento importante para toda la gente que tiene una conciencia de identidad vasca se integre en el proceso y esta realidad social tenga un reflejo político. Las fuerzas nacionalistas tenemos que recuperar nuestra posición, abrirnos a todos los sectores vasquistas y recuperar a todos aquellos que se han ido quedando en el camino por una u otra razón. P: EA-Nafarroa llegó a proponer la creación de un foro para la renegociación del Amejoramiento. F.C.: Hemos puesto de manifiesto la necesidad de que en Navarra se tome conciencia de que el actual marco fue negociado con la exclusión de una parte importante de los navarros y de los dos nacionalistas que estaban entonces en la Diputación en representación de sendas merindades. Además, las bases iniciales del Amejoramiento no tuvieron nada que ver con el proceso final y su conclusión. Ahora es el momento para que los grupos políticos tratemos de hacer un marco mucho más amplio, más consensuado, al que los nacionalistas vascos podamos incorporarnos. El actual Amejoramiento tiene muchas limitaciones que deberíamos intentar superar. P: ¿Que balance realiza del gobierno de UPN-PP en el Gobierno? F.C.: El Gobierno tripartito fue, al inicio de esta legislatura, un elemento fundamental para despertar una nueva ilusión en muchos sectores navarros. Era un Gobierno plural, en el que, por primera vez, los nacionalistas estaban presentes. esto rompía muchos esquemas y no era admitido por grupos de presión muy importantes y por personas que seguían controlando los resortes del poder en Navarra. La caída de este proyecto, por una actuación de Otano anterior y ajena al propio Gobierno, hizo que la derecha, que estaba esperando tumbar la coalición como fuera, accediera al poder en minoría por el nada democrático procedimiento automático. Desde entonces UPN-PP ha liderado un Gobierno de mera gestión y no ha aprovechado un periodo económico positivo. En definitiva, UPN-PP ha demostrado ser una derecha muy reaccionaria que se mueve por puros intereses personales, a los que les une un antivasquismo militante y su pretensión de que en Navarra no cambie nada. P: ¿Cómo valora el reciente acuerdo presupuestario y fiscal entre el Gobierno y el CDN? F.C.: Se han puesto de acuerdo dos partidos que tienen muchas coincidencias desde el punto de vista económico y social, pero los presupuestos son inaceptables porque parten de un planteamiento muy conservador y no aprovechan la situación económica para adoptar medidas importantes. Por otro lado la reforma fiscal va a beneficiar descaradamente a las rentas más altas y carece de toda coherencia, además de que el Gobierno Navarro sigue desperdiciando las potestades tributarias que se nos reconocen el el Convenio Económico. P: ¿En Navarra cabe una alternativa? F.C.: Si el CDN mantuviera una postura más abierta y progresista, sin caer en las garras de UPN-PP, y el PSOE cambiase la estrategia que ha mantenido de ser una alfombra para la derecha, esta alternativa sería posible en la siguiente legislatura para intentar conformar un Gobierno progresista y acometer cambios sustanciales en Navarra. Y es que en esta Comunidad no ha habido transición; los que ostentaban el poder en el año 74 son los mismos que ahora y con los mismos intereses. Cuando en el 83 ganó el PSOE, se levantaron unas expectativas, pero a los tres meses el nuevo Gobierno entró en las redes de la derecha, que siguió controlando el poder. El próximos Gobierno debería tener una composición plural, representar al mayor número de sectores navarros posible, con el nacionalismo democrático incluido, e iniciar un cambio real. P: ¿Por dónde pasa el futuro de EA-Nafarroa y su papel en la política Navarra? F.C.: Cuando Eusko Alkartasuna nació despertó una ilusión en muchos sectores que estaban en aquel momento cansados de la política que se había venido desarrollando hasta entonces y de la situación de la violencia. A EA se le vió como un partido que nacía en Navarra y que recogía sectores del nacionalismo vasco huérfanos de un partido firme en sus principios, abierto, y progresista que pretendía revitalizar la llama del nacionalismo democrático y encauzar sus reivindicaciones políticas, culturales y sociales. Hemos intentado mantener esa ilusión y seguimos teniendo una presencia importante, demostrando que somos capaces de llegar al Gobierno de Navarra y llevar nuestras reivindicaciones a todas las instancias. En estos momentos, EA es fundamental para aglutinar a los sectores progresistas y vasquistas; somos los únicos nacionalistas en Navarra que tenemos capacidad de interlocución para abrir todos los caminos de cambio y esto se tiene que valorar. P: ¿Qué mensaje trasladaría a los sectores vasquistas de Navarra? F.C.: En estos momentos, quien se sienta vasco en Navarra tiene que darse cuenta que la única representación política que se presenta sin estridencias, consecuente con sus planteamientos y con posibilidades reales de obtener resultados positivos ha sido y es EA. La historia nos ha demostrado que la representación que ha tenido HB, ahora EH, por su actitud de automarginación y por su incapacidad de interlocución con otros partidos, ha estado desperdiciada para el nacionalismo vasco. Tampoco nos podemos dejar engañar por cantos de sirena de quienes limitan la defensa de nuestra identidad vasca a simples gestos mas o menos saludables. Nuestra capacidad para promover cambios dependerá del respaldo electoral que obtengamos, que estamos convencidos de que será importante por ser el mas útil para la defensa de la identidad vasca de Navarra. Fermín Ciaurriz, es letrado y fue Parlamentario Foral durante 4 legislaturas y Secretario de Política Institucional de EA-Nafarroa.
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