A N A R Q U I S M O   Y   L I B E R A L I S M O

                                                         Pedro Pablo
      (articulo publicado en "EL LIBERTARIO, # 10, Venezuela, enero 1998)


   Que duda cabe que luego de medio siglo de franco retroceso, entre las
decadas de los 20 y los 70 de esta centuria que se acaba, el liberalismo
ha vuelto por sus fueros, lo que no deja de traer alguna confusion entre
muchos anarquistas. La razon es que durante muchos a~nos centramos nuestra
lucha en un enfrentamiento contra un Estado poderoso y ahora que las
nuevas corrientes liberales lo estan haciendo desaparecer, nos encontramos
como el que dijo "Dios ha muerto, pero que mal la estamos pasando sin El".
Como siempre, es menester delinear las similitudes y las diferencias para
que no nos tome de sorpresa cosas como el anarco-capitalismo, del que
ahora comentan hasta los mismos periodicos que no hace mucho consideraban
al anarquismo una mala palabra. 

   El liberalismo y el anarquismo, delineado en el siglo XIX, surgen como
corrientes herederas de la Ilustracion. Si resumimos aquellos puntos en
que coinciden podriamos enunciarlos en: 
 * La creencia en la capacidad humana de autodeterminacion moral y
desarrollo de una razon critica
 * La creencia en que el progreso humano, concebido como la liberacion de
una minoria de edad que nos mantenia sometidos a fuerzas
supraindividuales, es posible y lo es en todos los ordenes de la vida. 
 * El rechazo a todo tipo de especulacion que pretenda sustraerse a una
referencia con la realidad experimentable racionalmente interpretada, pues
de no hacerlo marchamos inexorablemente a una irracionalidad opresora. 
 * Los ideales a perseguir son los de igualdad, libertad y preponderancia
del individuo frente a todo tipo de institucionalizacion

   Estos principios, que forman parte del bagaje liberal, sin duda tambien
son compartidos por muchos anarquistas. Sin embargo la distincion se
encuentra basicamente en el ultimo punto. Porque todo individuo vive en
sociedad, vive con otros, convive. ?Como debemos entender a la sociedad y
a la relacion que con ella deben tener individuos libres e iguales? Para
el liberalismo la sociedad surge de un pacto mitico entre los individuos,
por medio del cual se resignan algunos de los derechos que naturalmente
nos corresponden en aras de asegurar una estabilidad y una seguridad que
permite una mas exitosa persecucion de los fines individuales que cada uno
tiene como meta. La sociedad es concebida como una mal necesario, por lo
que mis deberes con ella deben ser siempre los minimos. Necesito de la
comunidad para llevar adelante mi existencia, pero mis obligaciones para
con ella deben ser estrictamente las necesarias y de ninguna manera pueden
entorpecer la persecucion de mis fines personales. El Estado y el gobierno
surgen como concrecion institucional de este pacto. 

   Facil es de ver aquello que el anarquismo ha denunciado reiteradamente. 
Porque el Estado asi instituido en realidad nunca defendio al pacto como
tal sino a los intereses de grupos minoritarios, de individuos en muchos
casos, que impusieron sus objetivos a todos los demas aprovechando esa
cesion de derechos. Por eso, cuando en este siglo el Estado tuvo que
asumir una actitud de defensa de los intereses generales por la presion de
los historicamente perjudicados, los hasta entonces beneficiarios del
sistema iniciaron esa feroz lucha contra la institucion que les habia
permitido erigirse en los beneficiarios principales del esfuerzo
comunitario. Ello fue posible por un debilitamiento general de los
perjudicados, que en una actitud suicida e ilusionados por algunos logros
obtenidos a traves del Estado benefactor, optaron por abandonar toda lucha
y dejar la defensa de los intereses a la misma institucion que hasta
entonces los habia oprimido. Fue entonces cuando los verdaderos
sustentadores del Estado decidieron disolverlo, dejando en la indefension
a grandes masas de poblacion, y lo que es peor incapaces de asumir por si
mismos la autodefensa, al menos en forma inmediata. 

   Los anarquistas difieren radicalmente en este aspecto. La comunidad, la
sociedad no nace de un pacto. El hombre es un ser social por naturaleza,
depende de los otros, de sus padres, de su familia, de su comunidad
durante por lo menos un tercio de su vida. No solo porque no puede
proveerse de los medios materiales para sus subsistencia sino porque el
hombre es un animal educable, necesita desarrollarse fisica e
intelectualmente para llegar a ser adulto. Es por ello que si bien
considera natural la persecucion de fines individuales, esas metas _no
pueden_ ser ajenas al interes comunitario. Pero ese _no pueden_ no es
impuesto, ni obligado mediante la represion de un poder que oprime, sino
el resultado al que el individuo debiera llegar por su formacion, por la
toma de conciencia que cada uno debe hacer de que su individualidad se
funda en la participacion en un colectivo, un colectivo que integra sin
menoscabo de su individualidad. Por ello el enfasis que siempre hemos
hecho en el proceso educativo, que no se reduce a la escuela sino a la
charla, al intercambio permanente de ideas, a la empresa de tareas
comunes, a la solidaridad, a la ayuda mutua, a la construccion de utopias,
que es la manera en que los sentimientos comunitarios se refuerzan, se
enriquecen y aprendemos a apreciarlos. De esta actitud surge naturalmente
la autogestion como el mejor medio para estructurar la vida en comun. 

   Hoy la manera en que el Estado se desarma no es para alegrarnos, porque
representa la reposicion a nivel local de la ley del mas fuerte. Claro que
para ello ha sido preciso que todos hayamos perdido totalmente conciencia
de nuestra fuerza para que un grupo de debiles morales, con la fuerza del
poder institucional y fisico, hayan transformado a la sociedad venezolana
en un coto privado de caza, en donde desde un plan de cedulacion hasta la
negociacion de la deuda externa, pasando por una sospechosa solucion de la
crisis bancaria o la organizacion de una cumbre presidencial, han
permitido que un conjunto de antisociales, de sociopatas, se haya
apropiado de las mas grandes riquezas comunes a costa del 95 % del resto
de la comunidad que compartimos. En este sentido nuestra actual situacion
no es anarquismo, ni siquiera liberalismo ilustrado, es barbarie. 


    Source: geocities.com/capitolhill/senate/6972

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