La globalización del crímen

Emilio Tesoro

La modernidad del capitalismo, llamado ahora de globalización económica mundial, es un concepto totalitario, abarcando a todo el mundo geográfico como si fuera solamente una nación, un estado, un pueblo.

El sistema capitalista lo estamos sufriendo hace siglos, y cada día que pasa domina mas a la humanidad. Dominio que repercute en beneficio de una minoría cuantitativamente insignificante y cualitativamente inmerecida, en perjuicio de la mayoría de la humanidad.

Si a la globalización económica del capitalismo le acompañara la globalización de la libertad, es decir, la libertad de todos los pueblos y de todas las razas, como asimismo la igualdad y la justicia, la salud, la educación, la moral, una ética social y humanista, como transitiva y evolutiva a otra clase de sociedad mejor que la que tenemos, si viniera a mejorar al ser humano y a su hábitat, no tendríamos que objetarla mucho, pero nos negamos a creer que los apóstoles de la religión capitalista cuya misión principal es dominar y ganar, explotar y oprimir pierdan el tiempo en estas insignificantes menudencias y cambien la forma de ser y accionar de diferente manera a como siempre actuaron a través de la historia: de una manera salvaje y cruel en contra de los mas en beneficio de los menos.

Esta globalización económica mundial no favorece en nada al conjunto de la humanidad. El pensamiento y acción de la globalización capitalista conforme está planteada va e irá en detrimiento de muchos en beneficio de unos pocos. Veamos: " Medio centenar de países sufren la violencia provocada por innumerables conflictos cuyas víctimas suelen ser minorías étnicas, religiosas. El mapa de los conflictos étnicos y religiosos se extiende por los cinco continentes", es decir, que el conflicto de matar y asesinar también está globalizado. El número de países afectados por esta guerra globalizada mundialmente ascendían a 42 en l993.

Las empresas industriales y comerciales de armamentos, también tienen globalizado al mundo, provocando conflictos y guerras entre las naciones, para vender el armamento que fabrican, dominando a la vez esas naciones y ganando inmensas fortunas por sus ventas. "Tan solo en la II guerra mundial los jóvenes que fallecieron en los campos de batalla ascendió a 32 millones; en los bombardeos de las ciudades murieron 20 millones, a los que hay que añadir los 23 millones de muertos en campos de concentración, mas los 45 millones de personas que tuvieron que salir de su país y el millón de niños que quedaron sin padres".

Ante esta globalización criminal no escapa ni siquiera la población infantil: "sólo en los diez últimos años, dos millones de niños/as han muerto a causa de los conflictos bélicos. Entre 4 y 5 millones han quedado mutilados,12 millones han sido desarraigados de sus hogares, por culpa de las batallas de sus mayores. Según Unicef se calcula que 10 millones de chavales han quedado traumatizados psicológicamente a causa del terror y las bombas". No comprendemos como leyendo estas infernales noticias la mayoría de los seres humanos puedan ser indiferentes y no reaccionen potencialmente y organizándose acaben con los promotores, culpándolos, condenándolos y si no hay otra solución exterminándolos. "Se estima que la cifra va más allá de los 200.000 niños durante la última década, 35 países han estado utilizando a niños como soldados, algunos tan solo de 8 años.

En el siglo XX, tras dos guerras mundiales y 120 conflictos bélicos, ha llegado a extremos de destrucción sin precedentes en la historia de la humanidad. La causa. esencial para el desplazamiento de grandes poblaciones y que abandonan su hábitat, su origen y sus fuentes de trabajo es a consecuencia de las minas "sembradas" en algunos territorios del planeta debido a los conflictos bélicos. Estas minas, mutilan a miles de civiles, 800 personas mueren cada mes a causa de las minas.

En Camboya existe una mina por cada dos habitantes del país, muriendo por mes 300 personas. En Yugoslavia hubo tiempo no muy lejano que se sembraron 60.000 minas por mes. Esta clase de artefacto mortífero guerrero, las minas, es producto de las guerras modernas de la guerra totalitaria. moderna que no respeta militares ni civiles. En 62 países siguen enterradas mas de 105 millones de minas sin explotar. La eliminación de estas minas costará entre 200.000 y 300.000 millones de dólares. Se tardará varias generaciones, en deshacerse de todas ellas.

De la globalización criminal del capitalismo podríamos sacar estas variantes armamentistas. Se producen 340 tipos de minas en producción. Las producen 48 países, no existiendo ninguna diferencia, lo mismo las producen las naciones que están gobernadas totalitariamente como las naciones que existen gobiernos "socialistas". No existen diferencias a la hora de fabricar los artefactos de la. destrucción. Solamente existe un objetivo: dominar y ganar dinero, aunque sea sembrando la muerte de sus semejantes.

¿Qué porvenir nos espera a la humanidad con el progreso de la globalización capitalistas?: La ruina de la humanidad, asimismo la terminación productiva y sostenida. de la naturaleza para medio alimentar a los seis mil millones de personas existentes en la actualidad.

Se impone un radical y profundo cambio de actitud ante la problemática planteada por la globalización criminal del capitalismo, se impone estudiar un nuevo marco ideológico de lucha, se impone olvidar todas las aventuras fracasadas de corte marxista, neomarxista o seudomarxista que tanto daño nos han hecho a través del siglo xx. Echémosles como alguien dijo sobre el Cid Campeador, siete llaves, donde enterremos sus cenizas. La historia reciente está ahí para decirnos, por lo menos, el camino que no debemos escoger. No nos equivoquemos nuevamente de camino como hemos estado equivocados durante siglo y medio, desde los comienzo de la Primera Internacional de Trabajadores, los resultados trágicos están a la vista.

Tenemos, como mayoría de la. humanidad, tomar decisiones perentorias, urgentes y con rapidez. Tenemos, es vital para el ulterior desarrollo armónico humano-naturaleza de crear un entretejido, una urdimbre ideológico, filosófico, político y social y conjuntándolo enfrentar la. hecatombe que ya está produciendo en el mundo entero, la globalización del capitalismo criminal. Si no lo hacemos hoy, mañana será tarde. Salgamos de esta pasividad y dejemos de entretenernos contando o dilucidando el sexo de los ángeles. De seguir así, como estamos ahora, el diluvio definitivo nos cogerá de sorpresa y será el diluvio exterminador y final. Reaccionemos, aún podemos. Hagámoslo. Todavía hay tiempo.