La autonomía de los pueblos indios de México: Una Perspectiva Libertaria

Matías Romero, Oaxaca a 28 de Abril de 1998
Carlos Beas Torres

Una Perspectiva Libertaria.


La Autonomía, reclamo principal

La larga resistencia de los pueblos indios en contra de la barbarie occidental, se ha expresado de muchas maneras en estos últimos 500 años Sin embargo un eje central que se manifiesta en la lucha de las naciones indígenas es la defensa del derecho a la autodeterminación. Cuando se lucha por la tierra, por la vida o por mantener viva la costumbre, se está luchando por mantener un modelo de vida cuyos valores se basan en el ejercicio de la autonomía. Los pueblos indios de México actualmente son 56 y están integrados por unos doce millones de individuos, es decir, en México se encuentran alrededor del 25% de todos los indígenas que habitan el Continente americano. Algunos pueblos nativos de México a través de una tenaz resistencia, han logrado mantener en posesión sus territorios y sus instituciones políticas.

Por ejemplo en el sureste mexicano, muy cerca de Chiapas, en el Estado de Oaxaca, 412 municipios son elegidos por el sistema tradicional asambleario y mantienen en posesión alrededor de siete millones de hectáreas.

En la larga resistencia de los pueblos indios de México, en diferentes momentos, se ha dado un encuentro entre esta lucha y el movimiento antiautoritario.

A raíz de levantamiento de los indios mayas de Chiapas en 1994, el reclamo de autonomía se consolida como la demanda política central de los pueblos indígenas de México. La Autonomía se ha convertido en exigencia central no sólo en México, ya que los pueblos indios de Chile, Guatemala, Ecuador, Bolivia y Canadá, se han venido movilizando con insistencia en los últimos años por su autodeterminación.

Una larga guerra contra el poder

La historia de México esta plagada de guerras de resistencia de los pueblos indios, primero contra el invasor español y su poder colonial y después en contra de los gobiernos independientes, liberales o conservadores. La presencia india se ha hecho sentir en los grandes movimientos que han convulsionado a México.

En 1660 cientos de miles de indios se rebelan en Oaxaca, Chiapas, Durango, Nayarit, Chihuahua, en el norte los temastianes los invitan al combate para recuperar su perdida libertad, lo cual no es otra cosa que el derecho a autogobernarse. A mediados del siglo pasado, los mayas en Yucatán y los triquis de Oaxaca, se rebelan y logran crear territorios liberados, en el caso de los mayas, su resistencia estará dirigida por la Cruz Parlante, la cual los guiará durante casi un siglo. En la revuelta indígena de Chalco, los socialistas libertarios que fundan la Escuela del Socialismo y del Rayo, se suman al proyecto autonómico de los indios que encabeza Julio Chavez López. El movimiento magonista, que lucha a principios del presente siglo en contra del despotismo del Dictador Porfirio Díaz, combina las demandas y estrategias indígenas con el anarquismo. El magonismo está presente en la lucha de los pueblos nahuas y popolucas del sur de Veracruz, de los mayas de Yucatan, de los mixtecos de Oaxaca, de los yaquis y odams de Sonora y de los raramuris de Chihuahua. Muchos de los integrantes del movimiento magonista son indígenas como Santa Perez, Ignacio Gutierrez, Hilario Carlos Salas y Fernando Palomares.

El Movimiento magonista se vinculará con el zapatismo y le aportara su lema ¡Tierra y Libertad! La radical lucha de los campesinos e indígenas mexicanos los primeros treinta años del presente siglo, expresan la simbiosis del reclamo autonomista que vincula a indios con anarquistas.

En los años 40's la revolución es derrotada, si bien se obtiene una Reforma Agraria, las mejores tierras seguirán bajo poder de terratenientes y los sindicatos serán controlados por el corporativismo oficial. La lucha indígena es reprimida y silenciada. La violencia institucional es una constante y algunos movimientos indígenas y campesinos en Chiapas, Nayarit, Morelos, Oaxaca o Guerrero, serán destruidos y sus dirigentes asesinados.

El 68 mexicano

Si bien el movimiento de 1968, es de un claro perfil estudiantil y urbano, su reclamo de democratización, permeará distintos sectores de nuestro país. Con la matanza de Tlatelolco, ocurrida el 2 de Octubre de ese año aciago y venturoso, el Estado mexicano, quiso creer que los brotes antiautoritarios de la sociedad mexicana, morirían. La brutal represión dio lugar a dos procesos definitivos, por un lado el surgimiento de la guerrilla y por otro lado un intenso proceso de autoorganización social. Toda la década de los setentas estuvo marcada por una luerte movilización social, se crearan organizaciones indígenas regionales, coordinadoras y habrá luchas heroicas, la guerra sucia del Gobierno cobra su apogeo, se cuentan por cientos los asesinados. Sin embargo este incipiente movimiento no pronuncia abiertamente sus demandas autonomistas.

La gran oleada autonomista

En 1987, en una de las primeras reuniones nacionales del movimiento indígena, se expresa ya con cierta claridad la demanda de la libre determinación. Dos años después en un gran Foro realizado en Oaxaca, más de 100 organizaciones declaran de manera contundente su demanda política central: Autonomía para los Pueblos Indios. Este reclamo se generaliza con las grandes movilizaciones impulsadas por la Campaña Continental de 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular de 1992.

Durante estos cinco años,(1987-1992) se va construyendo una concepción de autonomía que se equipara a la visión libertaria de la autogestión y sus alcances son revolucionarios pues implican una reestructuración a fondo de la organización política de México.

Junto a esta creciente demanda, el movimiento indígena tiene un impulso inusitado. En casi todas las regiones indígenas del país, surgen grupos y organizaciones que expresan de manera cada vez más intensa sus reclamos y muchos de los activistas libertarios herederos del 68 se incorporarán a este proceso.

Los relámpagos de enero

El Primero de Enero de 1994, los indios mayas de Chiapas, dan impulso a una nueva revuelta, agrupados en el EZLN empujan con fuerza viejos reclamos que tendrán de inmediato un fuerte impacto en el resto de la sociedad civil mexicano. Sí bien en un primer momento los zapatistas no tienen una propuesta clara de Autonomía, al tener contacto con diferentes sectores del movimiento indígena, reivindicarán esta demanda política y en el marco de los diálogos de paz de San Andrés, la convertirán en el núcleo duro de sus exigencias y no sólo ello, ya que impulsarán una iniciativa de construcción de autogobiernos municipales autonómos, que hasta esta fecha suman ya 38. También en Chiapas, el movimiento indígena no zapatista, impulsa la creación de las regiones autonómas pluriétnicas, existiendo cuatro en la actualidad. El reclamo de Autonomía no se ha reducido a su reconocimiento constitucional, el principal enunciado de la gesta chiapaneca, es el hacer haciendo.

La represión que sufriera el Municipio Autónomo Ricardo Flores Magón, el 10 de Abril de 1998, y las declaraciones gubernamentales en el sentido de que los municipios autónomos serán perseguidos por violar la ley, nos indican la gran preocupación que tiene el Gobierno mexicano ante estos procesos de autoorganación indígena. Este proceso autonomista se esta extendiendo a otras regiones del país y de inmediato la represión se cierne sobre de ellos. En Oaxaca, también el 10 de Abril pasado se constituyó el Municipio Autónomo de Quiahije, de inmediato la región fue militarizada y la organización impulsora, el Consejo Indígena y Popular de Oaxaca "Ricardo Flores Magón" fue brutalmente reprimido, siendo el saldo de 105 detenidos, 42 heridos, entre ellos cuatro de sus principales voceros.

La autonomía en México es una demanda libertaria de los pueblos indios.