¿Cómo se organizan l@s anarquistas?

Los grupos de afinidad y las asambleas

Las estructuras anarquistas son diferentes a las autoritarias. Se intenta que tod@ miembr@ del grupo, con independencia de horario de trabajo, aspecto físico o nivel intelectual, pueda participar en la vida social de la organización anarquista en igualdad de condiciones desde un primer momento. La hipótesis de trabajo es en este caso que la estructura antiautoritaria va a promover una ideología libertaria. Esto es algo muy importante y característico del anarquismo, y viene a decir que una persona colocada en un puesto de Poder ejercerá la coacción. Por el contrario una serie de personas que trabajen en el interior de una organización igualitaria, desarrollarán comportamientos igualitarios.

Las formas de organización anarquista cumplen también la función de evitar el "entrismo". Esta palabra designa el conjunto de operaciones que realizan personas de partidos políticos autoritarios para dominar, vampirizar o destruir sindicatos, grupos sin estructura y organizaciones independientes.

Por último ten en cuenta que lo mismo que la organización informal puede haber grupos que funcionen formalmente, en las organizaciones con estructura formal gran parte de las actividades se realizan informalmente, en base a afinidades y amistades, y al margen de funcionamientos teóricos que describan los estatutos.


El grupo de afinidad

Los anarquistas se organizan normalmente en grupos pequeños, llamados grupos de afinidad, porque las personas que lo componen se sienten identificadas unas con otras, y piensan más o menos de la misma forma. Estos grupos se componen de 2 a 10 personas más o menos. Si el grupo se hace demasiado numeroso, o hay enfrentamientos irresolubles, se divide y se forma otro. El grupo de afinidad es la célula básica de la organización anarquista. Si quieres formar uno, no necesitas más que a gente que esté de acuerdo contigo, ¡y adelante!

En la reunión del grupo si hay que discutir un tema, opinan todos los miembros del grupo por igual, se buscan soluciones por consenso y no se vota. Cuando se empieza a votar es que algo no está funcionando como debiera. Esto no quiere decir que todo tenga que ser armonioso, sino que los conflictos, que siempre existirán, han de ser resueltos hablando, procurando no imponernos a los demás.

Cuando se reúnen varios grupos anarquistas para realizar una acción común, también buscan consensuar las opiniones y no votar nunca. Así se evita que haya una mayoría y una minoría. Si las opiniones son irreconciliables, cada grupo queda libre para hacer lo que le parezca. Los posibles liderazgos quedan de esta manera muy limitados y reducidos.


Organización asamblearia

La diferencia entre una asamblea y una reunión de grupo es que la asamblea está compuesta por mayor número de personas (entre 10 y miles). En la asamblea no opinan todos los participantes por timidez, mala oratoria o falta de tiempo. Los asistentes votan si o no sobre un tema que les es expuesto por la gente que habla. Hay mayoría y minoría, y la minoría está obligada a aceptar la decisión mayoritaria.


La mesa

En la asamblea se nombra a la persona que preside la mesa, a la que toma las actas y a la que da la palabra. Estas figuras forman "la mesa". La mesa acumula mucha capacidad manipuladora porque presidencia dirige el debate, actas pueden modificar los acuerdos y palabras pueden cambiar el orden de las intervenciones. ("vigila con esmero a quien tiene el lapicero").

Previa a la asamblea se elabora un "orden del día", en el que se explican qué temas se van a tratar en la asamblea. Existirá mayor Poder si el orden del día es elaborado únicamente por una élite que si cualquier persona puede aportar temas de discusión. Es muy importante que el orden del día sea conocido previamente y que todo el mundo disponga de los materiales en discusión.


Preparación de las asambleas

Las asambleas pueden ser manipuladas, y de hecho lo son, por grupos más pequeños de personas que tomas sus decisiones uno o dos días antes de que se celebre la asamblea ("preparan la asamblea"). Se sitúan estratégicamente entre el público, piden la palabra una detrás de otra, y cada vez que la solicita alguien hostil. Mantienen una estrategia para momentos cruciales (aplauso o claque, tensión, ruptura, interrupción, provocación, aburrimiento, espantada...), y terminan la intervención en un punto dado tras el cual piden una votación. Esto es "llevar la asamblea". También pueden organizar un "desembarco". Es decir, ante algo muy importante se llevan a la asamblea a votar a toda la parentela, amistades y filiación pasiva. Está demostrado que un grupo organizado casi siempre saca adelante sus puntos de vista en una asamblea. Si además tiene la mesa es imposible batirlo. Y cuando surge la controversia en la asamblea, es porque otro grupo organizado lleva la contraria y lucha. Quién esté aislado contra un grupo tiene que ser muy capaz para tener posibilidades de vencerlo, o estar también "organizado", aunque sólo sea consigo, preparando la asamblea.

El público asistente a una asamblea tiene tendencia a votar más a quien dice la última palabra (de ahí el empeño en decirla). También se sabe que en una votación a mano alzada la gente suele votar posturas más radicales que si lo hace con voto secreto.


¿Líderes asamblearios?

Existe por último cabecillas muy hábiles con grandes recursos oratorios que pueden dominar sistemáticamente una asamblea, concentrando en su persona la mesa, elaboran el orden del día o lo ocultan hasta el último momento, dan la palabra, toman las actas, responden intervención tras intervención sin respetar orden de palabras y pulverizan a quien se le oponga gracias a su carisma (acumulación personal de prestigio por su abnegación, generosidad, laboriosidad a toda prueba, incorruptibilidad...). No son abundantes, pero son horribles, pues se convierten en seres insustituibles, en profesionales de los procesos asamblearios. Hay que decir que a veces no son conscientes de que mantiene a la gente bajo un poder férreo. Ésta es también gente a batir por el anarquismo, para que sea colocada en puestos no dañinos.

Como órganos de decisión, las asambleas se emplean en los ateneos libertarios, en los sindicatos anarcosindicalistas y en colectivos libertarios. Estas asambleas son mas numerosas que las reuniones de grupo, pero menos que las multitudinarias.


Anarquistas ante las asambleas multitudinarias

Cuando anarquistas acuden a una asamblea de fábrica, de pueblo, de barrio, en la que hay mucha gente, lo deben hacer con un espíritu diferente al de los grupos autoritarios organizados en torno a la idea de partido. Evitan en convertirse en la vanguardia de la asamblea, en el grupo que guía y dirige. Sus intervenciones tienden a informar, a impulsar a la gente a tomar la palabra y a decidir y actuar por sí misma con la información recibida. De lo contrario, también serán un grupo manipulador. Es decir, que hay que intentar que el resultado de la asamblea sea siempre el que hubiera salido de no estar presente, actuando, grupos organizados. Claro que una información aséptica es imposible, pues todos los humanos hablan desde una determinada manera de ver el mundo, pero es muy diferente intentar convencer a toda costa, favoreciendo la pluralidad y respetando el resultado colectivo, que imponer a toda costa nuestro criterio.


Información previa

Antes de celebrar la asamblea multitudinaria es preciso que los asuntos sean tratados en asambleas más pequeñas, (barrios, secciones, grupos...), para que los individuos, puedan formarse una opinión propia. Acudir a una asamblea sin opinión previa es dejar que te manejen.


Barreras

Los anarquistas, cuando actúan en asambleas ponen lo que llaman "barreras" para preservar la libertad del colectivo frente a los dirigentes. Mientras más grande es una asamblea más opciones hay para la infiltración de grupos organizados, y para quien hable bien y domine la voz es más fácil convencer a mil personas sin opinión (espíritu de masa) que a diez. Las barreas son fundamentalmente: permitir que los órdenes del día sean abiertos, exigir y ofrecer la información para que llegue a todas las personas interesadas, realizar los debates con transparencia, procurar que intervenga mientras más gente mejor, evitar que los miembros de vanguardia tomen las mesas, y neutralizar las estrategias manipuladoras ( rodear a los líderes, crearles ambiente hostil...). Una asamblea es una sorda, científica y civilizada guerra.