Emilio Tesoro

En Venezuela las cárceles están ardiendo. En las cárceles están muriendo como chinches. En las cárceles se están asesinando. En las cárceles se tortura y en las cárceles se aplica la pena de muerte por los cuerpos de vigilancia del estado. Pena máxima prohibida por la Constitución vigente.

No es nueva esta situación. Se viene arrastrando de muchos años atrás. Los gobiernos que se han sucedido en los últimos veinte años, no han querido solucionar la grave situación endémica que padecen. No es que no han tenido dinero para construir nuevas edificaciones para que los presos no estuvieran amontonados como animales. Ha habido, y de sobra para otras obras de menor importancia. Inclusive para robárselo, enriqueciéndose de los dineros robados al erario público. No es que no ha habido gente especializada para dirigir y solucionar los problemas que se viven en todas las prisiones de Venezuela. Los ha habido y de sobra. A los presos se les ve y trata con mucho desprecio, satanizados, como si fueran basura que hay que desechar. "Un preso es un ser horripilante que hay que olvidarlo, ya que a delinquir ha perdido todos los derechos humanos". Siendo esta concepción la que han tenido los gobiernos de turno y compartida por una gran parte de la sociedad, tenia que terminar en lo que ha terminado: En fábricas de criminales y asesinos.

Poco importa los ministros que han pasado por el Ministerio de. Justicia, cuya jurisdicción pertenecen las cárceles. Todos han prometido mucho, pero han hecho poco o nada. Unos al hablar mucho han mentido mucho; otros, al hablar poco han mentido menos. He ahí la diferencia entre ellos. Siendo todos unos grandes mentirosos que, si los juzgamos por sus resultados, no han hecho nada para mejorar el infierno que son, hoy por hoy, todos los recintos penitenciarios, que son en su totalidad treinta y seis. Llevándose el palmarás del desprecio que todos los ministros de justicia han tenido en estos tiempos, la persona que preside el Ministerio de Justicia en la actualidad. Dice el periódico La Razón con fecha 19/6/99: " Soy racista. Causo envidia al vulgo manumiso y bajo perraje... agradezco de haber nacido blanco y no negro..." ¿Este hombre sé merecía tal puesto? ¿Que pueden esperar los presos.de él?

La lucha entre los presos ha sido una constante con los derramamientos de sangre. Causas, el hacinamiento, la falta de entretenimientos, ausencia de higiene, teniendo comidas como si fueran para animales. La convivencia en las mismas celdas delincuentes que han cometido repetidamente asesinatos, ya gente de edad madura con presos jóvenes que apenas se le imputa un delito leve, esta mezcla humana es contraria a la paz carcelaria.

Los cuerpos de seguridad de diferentes especialidades que tienen la misión de imponer el orden, bien sea civiles o militares, han coexistido y convivido con el mal corrupto y podrido de las cárceles, aprovechándose impiedosa y canallescamente de los presos sacándoles grandes cantidades de dinero por cualquier "favor" que le hacen.

No comprendemos que haya habido una requisa de armas, recogiendo chuzos, pistolas, chopos, armas blancas y al día siguiente los presos tengan más armas que las incautadas. Y es que esas mismas fueron revendidas a los presos.

Esta lucha en los momentos presentes, lucha cruel, de mucho sacrificio, donde se derraman ríos de sangre, lucha donde han caído muertos muchos presos y heridos más. Lucha que se podrá discrepar de matices de forma y de fondo, tenemos que afirmar de una manera objetiva que los presos han tenido un gran éxito, demostrándole a Venezuela y al mundo entero que sin sacrificio, sin lucha y sin acción no se conquista nada.

Estas lecciones estudiándolas e investigándolas, deberían ser asimiladas, inclusive mejorándolas por todo el "lumpenproletariado", aunque Carlos Marx en el siglo pasado pronunciaba esta palabra con gran desprecio. No dejándose engañar como lo hicieron con los gobiernos anteriores de la misma manera que lo están haciendo el gobierno del Presidente Chávez. Que deben organizarse, y saliendo a la calle a exigirle a los tiranos de turno que quieren trabajar y quieren comer. ¡Que importa la sangre derramada! Las conquistas que los trabajadores han obtenido de los capitalistas, nunca fueron dádivas gratuitas, sino que costaron inmensos sacrificios.

Seguros estamos que así como se le ha escuchado a los presos sus justas reivindicaciones, a los modernos esclavos que no tienen ni pan ni trabajo también se les escuchará. Ni la Iglesia que tan protagónica está en los momentos actuales, ni el Estado, ni la burguesía que son los que tienen millones y millones de dólares en el extranjero, mientras nuestro Presidente Chávez va vendiendo el país a los invasores capitalistas, nos darán nada si no ponemos y tenemos la fuerza al servicio de la exigencia mínima que no es otra que comer para no pasar hambre y un empleo por malo que sea y un techo donde guarecerse del sol y de la lluvia. Masa hambrienta y sin trabajo de Venezuela, adelante, los presos nos están dando la pauta y señalando el camino a seguir.

Las leyes

Tenemos un nuevo Codigo Procesal Penal. Hacia tiempo que las autoridades que tienen la misión de aplicar este Código para beneficiar a los presos lo dejaron morir "en los sueños de los justos". Hasta que los presos se dan cuenta que las autoridades del Estado no tienen la intención de ponerlo en práctica poniéndose a luchar para que se aplique sus leyes y salgan a la calle los presos beneficiados. Si las autoridades no hubieran sido tan incompetentes como lo han demostrado siempre, si hubieran informado con tiempo a los presos, seguramente que la gran lucha sangrienta que se ha dado en estos días no hubiese ocurrido. Sangre cuya culpabilidad y responsabilidad la tienen las autoridades penitenciarias, pero que dada su insensibilidad todo esto le importará un comino.

Por lo que dirán dentro y fuera de Venezuela de este baño de sangre, es decir por objetivos políticos, hemos visto como se han abocado con urgencia a tratar de suavizar la situación planteada en las cárceles, desde el Presidente de la República Chávez, el presidente de la Asamblea Constituyente, el gobierno y otros dirigentes políticos.

Con su lucha, mas de mil presos han conseguido salir en libertad y se esperan para estos días que salgan 3.000 mas. Esta debe ser una lección para los presos y para los que tenemos esa relativa libertad que tenemos en esta democracia, orientada y dirigida por los tiranos del momento y debe ser tenida en cuenta para el futuro. ..

Esperamos no estar equivocados que en el odio demostrado por los dirigentes del estado y demás organismos gubernamentales, está incluida gran parte de la. sociedad presente. Esto obedece a la intensa y continua propaganda que hacen los medios de difusión en contra de los presos, siendo que estos mensajes se repiten tanto que quedan incrustados en el interior de la gente. Esto, creemos que es debido a la ignorancia. Cada sociedad tiene los ignorantes y los delincuentes que ella misma ha engendrado. Urge entonces, cambiar la sociedad.

Los presos pensarán en la relatividad del pensamiento como lo pensaba el olvidado Jenofantes que escribía: " Los etíopes dicen de sus dioses que son de nariz roma y tez oscura, y los trecios de los suyos que son de ojos azules y cabellos rojos. Si los bueyes y caballos tuvieran manos y quisieran dibujar o producir obras de arte como los hombres, los caballos dibujarían a sus dioses como caballos, y los bueyes como bueyes, y esculpirían sus cuerpos divinos conforme el modelo de los suyos propios".

Con un código novísimo, pensado y legislado por los presos de la actualidad, las prisiones cambiarían y en vez de estar la clase pobre de la sociedad, en su lugar estarían las clases dirigentes y ricas de la nación.

Cuanta razón llevaba Jenofantes. Es por esto que seguimos siendo utópicos, creyendo que los tiempos cambiarán. Eso si cambiaran cuando nosotros queramos y hayamos cambiado, antes, nosotros.