Redacción

El 13 de marzo que viene se realizará la audiencia pública y oral contra Pablo López Ulacio, director del semanario La Razón, en lo que será el primer juicio contra periodistas en el nuevo gobierno. La querella ha sido presentada por Tobias Carrero Nacar propietario de la empresa Multinacional de Seguros, quien fue cuestionado por el periódico debido a su relación con el presidente del congreso Luis Miquilena, emblemática figura del chavismo. Miquilena ha sido cuestionado en los dias previos al cierre de esta edición, por su tráfico de influencias para negociaciones, contratos y asignaciones de cargos públicos. Un abogado constató que la ex vedette del comunismo nacional, es propietario de acciones de la empresa Micabú la cual fue contratada por el CNE para imprimir un millón de copias de la nueva Constitución.

Las fricciones por las ambiciones que generan los cargos de poder, han dividido aún más al llamado "Polo patriótico", los cuales repiten las maneras habituales de los anteriores partidos del status. Y no puede ser de otra manera. No es un cambio de hombres en los puestos de poder ni una relegitimación de las instituciones lo que cambiará las condiciones de injusticia e inequidad. Es sin duda, un cambio en las estructuras y a la par, una revolución cultural lo que nos abrirá nuevos horizontes.

Independientemente de las diferencias de intención y de criterio que puedan distanciar a un periódico antiautoritario como este y otro como La Razón, nos consta la amplitud de criterio y la apertura permanente de sus páginas para las voces disidentes que han caracterizado su trayectoria en los últimos años. Diferencia notable con los periódicos que conforman el status, que juegan a la oposición según sus intereses económicos en juego. Es por esto que nos lleva a solidarizarnos con La Razón, estar atentos a los pormenores del juicio y a propagar ante la comunidad libertaria internacional lo que aquí acontece. Que primero será La Razón, y luego en cualquier momento, puede ser cualquiera.