Venezuela participa con un pabellón que cuesta 10 millardos de bolívares

Rafael Uzcátegui

Del 1 de junio al 31 de octubre de este año, más de 170 países y un puñado de organizaciones internacionales se darán cita en la ciudad de Hannover, Alemania, en el evento denominado "Expo 2000". La idea surgió a finales de los años ochenta, cuando el gobierno alemán vislumbra en un evento de tales magnitudes la oportunidad de fomentar económicamente la ciudad, ampliando su recinto ferial, vías ferroviarias y el entorno urbano. Los preparativos corren a cuenta de "Expo 2000 GmbH", una organización fundada especialmente para la Feria. De los diez puestos de su consejo de administración, cinco corresponden a poderosas multinacionales germanas como Mercedes Benz, Thyssen y Volkswagen. El resto, corresponden al ministro de economía alemán, el presidente del Land de Niedersachsen (Baja Sajonia), el alcalde de su capital (Hannover) y el presidente del mayor sindicato del país.

La primera exposición universal de este tipo se realizó en 1851 en Londres. Desde esa fecha, han servido de escaparate a los continuos adelantos tecnológicos de las naciones "civilizadas" y para reafirmar una ideología determinada de progreso. Por ejemplo la de 1958, realizada en Bruselas, utilizó el átomo como icono propagandístico bajo el lema "Balance del mundo por un mundo más humano" (el trasfondo era el convencer de las bondades del uso pacífico de la energía atómica). Hasta ahora, el icono de la de Hannover será una reproducción gigantesca del ADN humano, respaldado por el slogan "Persona-Naturaleza-Técnica": a claras luces, un espaldarazo a la ingeniería genética.

Pero el slogan que mejor resume el espíritu de la Feria de Hannover es "Paz mundial a través del comercio mundial", una manera bonita de vender la idea de la necesidad global de someterse a las estructuras del mercado mundial. "La Expo 2000 (...) tiene que dar una señal -afirman en un folleto editado en 1995- que una a los pueblos en los umbrales de una nueva época. Una señal dónde se vea que las personas de este planeta vivimos todas en un mismo mundo. Ya no tiene sentido dividirnos en primer, segundo, tercer o cuarto mundo cuando estamos buscando nuevos caminos. Caminos para que las personas puedan hallar un estilo de vida digno en libertad y autodeterminación, que al mismo tiempo garanticen mejor el equilibrio global del ecosistema y no amenacen la convivencia pacífica". Palabras bonitas que esconden que las estructuras de explotación internacional se diversifican gracias a la "liberalización" y el "libre comercio mundial", en donde cada región ya tenemos de antemano asignada nuestra función en la división mundial de la producción.

El mensaje de la Expo 2000 posee asimismo otro importante fundamento: La llamada Agenda 21, el programa de acción resultante de la Conferencia Mundial sobre Medioambiente de 1992. En los folletos de promoción se cita con insistencia a la "explosión demográfica" en los países empobrecidos como causa de las desigualdades en el planeta. La nueva estrategia de control de natalidad se le denomina "empowerment", es decir, "fortalecimiento" del papel de la mujer. Los expertos desean procurarles el acceso a una formación y a fuentes de recursos para que teniendo menos hijos, aumenten su capacidad productiva. ¿Un eufemismo de la estrategia maquilera para los países pobres?

Vedettismo a lo Osmel Souza *

Chávez necesita desesperadamente mejorar su imagen en el exterior. Sus republicanos cocinan fórmulas, entre ellas una participación destacada en la Expo 2000. El complejo alemán huesped del evento -160 hectáreas- ofrece dos pabellones de exposiciones para los países: 40 propios y un número menor de pabellones compartidos. El presidente viajó en octubre pasado al sitio a reafirmar nuestra participación con un stand no compartido. La ocasión fue propicia para una de las manías publicitarias del personaje: en el sitio destinado para el pabellón patriota, sembró un girasol utilizando como herramienta un remo caribe de 500 años de antigüedad propiedad del Museo de Ciencias de Caracas.

Pero Latinoamérica va perdiendo su capacidad de asombro frente a las excentricidades de sus gobernantes. Lo grave del asunto es que el protagonismo al que se pretende en un evento de cinco meses tendrá un costo de 16 millones de dólares (saquen cuentas: 1 dólar por 670 bolívares da...). El edificio, que se construye a toda marcha, ha sido llamado "Una flor de Venezuela para el mundo" y su diseño es obra de Fruto Vivas. La estructura poseerá 5 niveles (el de España aspira 3, y el de Bélgica, 2 plantas) simulando un tepui coronado por una orquídea móvil, de pétalos gigantes de cristal, que se cerrará y abrirá según las variaciones del clima. La premura por terminarlo ha obligado a contratar ingenieros y tecnología europea. El financiamiento del edificio proviene íntegramente de sectores del Estado: Aportes del 25% de Pdvsa, CVG, Banco de Comercio Exterior y la Corporación Venezolana de Turismo. Los alemanes ya promocionan la flor patriota como "uno de los edificios más exóticos de toda la Expo".

Los problemas económicos del país o la existencia de centenares de damnificados de Vargas, son asuntos menores a la hora de gastar 10 millardos de bolívares en la imagen exterior de la llamada "revolución democrática". "El presidente -afirma Miguel Alcantara, director del pabellón venezolano en Expo Lisboa 1998- ha desarrollado la idea de mostrarnos como la Venezuela posible y no escondida en una tragedia". Iraima Gómez, de la Fundación nacional Expo Hannover 2000, complementa: "Convencidos estamos -al evaluar la relación costo/beneficio- de que la no participación de Venezuela en la Expo sería muchísimo más costosa, debido a la pérdida de oportunidades de ampliación de mercado". La misma funcionaria asegura que al concluir el evento, el pabellón será recuperado en un 95% y reinstalado en un parque nacional para que funcione como escuela ecológica. Acá, todavía esperamos el pabellón de Lisboa 98.

Los anarcos locales siempre pensamos ante la retórica de Chávez, que sus acciones dirían mucho más. El acriticismo en la participación y el despilfarro nos dan claras pistas de las perspectivas que se nos abren en la V República.

Miles de grupos autónomos, ecologistas, feministas y anarquistas europeos preparan sus motores para pronunciarse contra el modelo de dominio que la Expo 2000 promociona -siguiendo el espíritu de Seattle-. Y usted amigo/a lector/a no se preocupe por si la cólera de los manifestantes marchita el girasol plantado en Hannover por nuestro presidente. Las inclemencias del clima y el trajín de la construcción ya condenaron la delicada flor a ser abono del complejo ferial.

* Para nuestros compañeros en el exterior: Osmel Souza es el archiconocido seleccionador de las candidatas y presidente vitalicio de la Fundación Miss Venezuela, de gran average en los globalizados certámenes de belleza.