¿Eres homofóbico? Entonces tienes problemas

Julio

Es bastante conocida esa frase acerca de que los que odian a los homosexuales son los que en el fondo no están seguros de su sexualidad. Pues bien, aquí van algunos datos:

Un estudio hecho en 1996 por Henry Adams titulado "la homophobia associated with homosexual arousal?" que apareció en el Journal of abnormal psychology de agosto del mismo año, parece comprobar totalmente esas sospechas.

La investigación tuvo 2 fases. En la primera varios autodefinidos heterosexuales fueron sometidos a un cuestionario, y de acuerdo a las respuestas fueron clasificados en "homofóbicos" y "no-homofóbicos". A continuación se les instaló un medidor de tensión en el pene y se les hizo ver videos eróticos homo y heterosexuales. Los videos heterosexuales excitaron a ambos grupos, aunque a los homofóbicos un poco menos. Los homofóbicos se vieron más excitados por los videos homosexuales que los no-homofóbicos.

Estos datos fueron citados por Mikel Board en su columna de abril del ´97 en Maximum Rock´n roll. Después de hacer notar que los videos homo provocaron al menos algo de respuesta en todos los heterosexuales, Mikel concluyó: "No hay heterosexuales ni homosexuales, sólo gente que teme a sus propios deseos".

Por mi parte concluyo que en la medida que este tipo de información se difunda cada vez más, hasta el homofóbico más cabeza dura tendrá que al menos reflexionar acerca de cual es en realidad su problema y al menos espero que al menos unos cuantos se den cuenta de que no hay ningún motivo para andar prejuzgando ni atacando a otra gente en razón de sus preferencias sexuales.

Unicamente los católicos y otras sectas plantean que el sexo sirve nada más que para reproducirse, y sólo desde ese punto de vista es que se puede considerar que existe una sexualidad "normal" y todo lo demás es desviación y depravación. Los que vemos el sexo como una fuente de placer y parte esencial de la personalidad y la vida, debemos aceptar que cada individuo sabe lo que más le da placer y es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera. No hay conductas sexuales más o menos normales que otras, mientras se respeta la libertad del/la otra.

Si alguien considera que los gays están enfermos, entonces debería ser consecuente y actuar de acuerdo con las normas de la Iglesia Católica o esos grupos de castrados mentales. No tengan sexo antes de casarse, no se masturben y cuando decidan hacer el amor sólo piensen en la procreación. ¡Nada de placer! Y acuérdense de rezar para que los perdonen.