México: Flores Magón es Anarcopunk

Rafa
<rafaeluzcategui@hotmail.com>

Juan Carlos Beas, un libertario que brega junto a las comunidades indígenas en la sierra oaxaqueña, nos afirmaba durante su paso por Caracas que "ahora los punks son los que mantienen vivo el anarquismo en México". No entendimos del todo la declaración del alegre compañero, siempre vivaz tras el paliacate zapatista y las sandalias de cuero. Y debimos patear las calles de la ciudad más habitada del mundo para comprenderlo.

La capital mexicana alberga más gente que la que vive en todo el territorio venezolano. Y tal concentración de personas, en la fuerza centrípeta habitual de los designios de los amos del poder y del dinero, margina a no pocos sectores de la sociedad en una lucha tenaz por la supervivencia. Una relación conflictiva con su vecino del norte ("El gabacho", como popularmente le llaman) se ha menguado con unas reglas de juego desfavorables para los mexicanos: el Tratado de Libre Comercio. Por un lado, el llamado "Estilo de vida americano" ha fracturado en su influencia las identidades producto del mestizaje; por otro, ha gestado un nacionalismo sobredimensionado como estrategia de contención cultural. En este panorama y con el influjo de una vasta tradición de continuas luchas de carácter revolucionario, los sectores excluidos se aglutinan de variadas formas para presentar sus reivindicaciones. Los jóvenes "chilangos" (denominación para los habitantes de la capital) encuentran en las contraculturas urbanas cohesión, señas de identidad y modos de organizarse para enfrentar la cotidianidad.

Anarcopunks

Vegetarianos, cortes de cabello personales y trenzas de colores, ofreciendo alguna revista en el Metro o repartiendo un volante en el "Chopo" (mercado de corte cultural que se realiza todos los sábados), ropas llenas de insignias y parches con mensajes de diversa índole y un particular gusto musical. Los anarcopunks muestran su orgullo por la cultura punk (filosofía del "hazlo por ti mismo") y sus influencias políticas del anarquismo clásico.

Tobi, del Colectivo Acción Libertaria, nos comentaba que estima en más de cinco mil los punks de la capital, la gran mayoría de los suburbios pobres. El anarcopunk como tendencia más politizada, ha ganado adeptos en los últimos años. Junto a Marta y sus demás compañeros de colectivo, son hoy los encargados de que la Biblioteca Social Reconstruir continúe prestando sus servicios. Esta biblioteca de clara orientación ácrata, fue fundada hace más de dos décadas por la vocación del español Ricardo Mestre y demás exilio europeo. Por problemas de tipo económico estaban por abandonar el amplio espacio de tres habitaciones que ha ocupado por años, y dirigirse a un local sindical en la espera de mejores tiempos. La muerte de sus animadores, y en especial la de Mestre, desarticuló el círculo de financiadores. En los últimos meses, la biblio ha podido pagar su alquiler con lo recabado en conciertos a su beneficio y la venta de materiales. La Reconstruir posee una importante colección de literatura que data del siglo pasado, que la convierte en una referencia clave para investigar cualquier tópico sobre el anarquismo en latinoamérica.

Este centro de documentación es el punto de encuentro para iniciativas como la Cruz Negra Anarquista, una sección local del grupo internacional encargado de la solidaridad con los presos políticos en el mundo. Estos cuates han tenido bastante trabajo en los últimos meses: la encarcelación de cientos de estudiantes (entre ellos, varios anarcopunks) participantes en la huelga universitaria de la UNAM hizo que los días se les hicieran más cortos. El colectivo de Mujeres Libertarias aprovechan las dos computadoras para elaborar sus ricos materiales sobre las reivindicaciones de género.

Otros que frecuentan el sitio a pesar de realizar sus asambleas en un local sindical, eran lo/as chico/as de la Unión de Punks Libertarios (UPL). Presencia en manifestaciones, organización de eventos, acciones y conciertos, contacto con otros colectivos y la manufactura de su periódico era la agenda de sus reuniones. Una sorpresa agradable: la proporción entre chicos y chicas era casi simétrica.

El mercado del Tianguis Cultural del Chopo, es el producto de una ocupación de aceras para generar un comercio distinto. Si bien hoy los valores del inicio aparecen difusos, aun continua siendo un espacio para el trueque y la contracultura. Los anarcopunks se han ganado su espacio: luego de la presentación de las bandas la improvisada tarima es invadida con espontáneos mostradores de franelas, cassettes, chapas, discos, parches y publicaciones. En el Chopo intercambiabamos materiales y anhelos con multitud de individualidades rebeldes y colectivos: el púas de la Juventud Antiautoritaria Revolucionaria, Canito, Luis de Cryptas Records, Canito, el Chomsky de la banda "Desobediencia Civil", Caníbal... los nombres son demasiados, pero sus rostros limpios se mantienen frescos en nuestra memoria.

Presos políticos libertad

Tras una huelga de 10 meses, llegamos para respirar la rabia que flotaba en el ambiente por el allanamiento de la Policía Federal al recinto universitario, y la detención de casi un millar de activistas. Las autoridades trataron de imponer una "normalización" de actividades, pero los chicos inundaron la capital con proclamas de "presos políticos libertad". Los detenidos, a nuestra vuelta, se habían disminuido a 189, con la agravante de que el gobierno pedía una fianza de 5.000 dólares por cada uno por cargos tan irrisorios como "peligrosidad social". Los ánimos de quienes habían respaldado al CGH (Consejo General de Huelga) estaban caldeados. Una acampada frente a la cárcel acompañaba con firmeza a los detenidos. Emocionados, junto a 5.000 gentes, asistimos al concierto frente al penal. Junto a 12.000, gritamos a todo pulmón consignas en una marcha que partió de la tristemente famosa Plaza de las Tres Culturas al Zócalo capitalino.

El movimiento generado por el CGH tiene precisamente su antecedente más inmediatos en las movilizaciones estudiantiles abortadas con sangre en octubre de 1968. La importancia bien la han comprendido los compañeros libertarios que editan "Autonomía". Su incidencia es claramente universitaria, y una edición especial del periódico fue realizada tras el allanamiento. Comparten edificio con los amigos del Frente Zapatista de Liberación Nacional, con un espacio propio que han llamado "Zaguán libertario". Además del Autonomía, su mesa itinerante de publicaciones difunde el ideario de Flores Magón y otros clásicos ácratas.

El espacio se achica al intentar describir el resto de iniciativas individuales que inspiradas en el anarquismo, hacen frente a la hegemonía del PRI y su hermano menor izquierdista PRD. Las diversas experiencias, las conversas y las complicidades que encontramos, nos hicieron una operación a corazón abierto para extraernos el marcapasos de la resignación. Como agradecimiento a tanta solidaridad y tanto aliento, redoblamos la lucha en nuestro entorno. Nunca nos hemos sentido mas orgullosos en decir: "¡Salud compañer@s!".