Las mentiras sobre Seattle

Rafael Uzcátegui
<rafaeluzcategui@hotmail.com>

Algunas mentiras sobre la naturaleza de las movilizaciones contra los organismos económicos multilaterales (FMI, BM, OMC) han sido difundidas ampliamente por las agencias de prensa internacionales, encontrando cómodo eco en los medios de comunicación locales. Y a fuerza de repetirse e internalizarse, amenazan con ser la "verdad" para el ciudadano común. Refutaremos a continuación algunas de estas frases hechas, pasto fácil para los rumiantes de la resignación. Mientras, seguimos elevando nuestros papagayos en los vientos que han soplado desde Chiapas, Seattle, Washington, Londres y Porto Seguro, los cuales briosos y renovadores, han tomado dirección a Praga.

¿Elevarás tu cometa con nosotr@s?

"Las protestas son movilizadas por los herederos de los totalitarismos de ayer"

Antes de la caída del Muro de Berlín (1989), la llamada "guerra fría" dividía al planeta en dos polos enfrentados e irreconciliables: el capitalista, comandado por los Estados Unidos, y el comunista capitaneado por la Unión Soviética. Esta lógica bipolar, de sólo dos antagonismos, contextualizó después de la Segunda Guerra Mundial un tipo determinado de desarrollo económico industrializador basado asimismo en dos tendencias: el centralismo de Estado o la libre competencia. Iguales maniqueísmos coparon la discusión y la acción en las otras dimensiones sociales. Es así que cuando se derrumba la Unión Soviética, se proclama el "fin de la historia" al interpretarse el hecho como la victoria de uno sobre otro.

Ante la incapacidad para comprender la confluencia de gentes en oposición a la configuración que adopta el Nuevo Orden Mundial -en el corazón mismo de los enclaves capitalistas además-, nada más fácil que resucitar los fantasmas de un pasado reciente. Si se revisa los grupos y colectivos que han conformado las variadas coaliciones y redes presentes en cada jornada se nota el repliegue de los partidos y juventudes comunistas, socialistas y socialdemócratas tradicionales (En Praga por ejemplo, el PC Checo enfrenta a la coalición convocante para el 26S). La batuta es llevada por el tinglado no gubernamental (derechos humanos, defensa de los inmigrantes, ambientalistas, etc) y en especial, por los saberes que se radicalizaron bajo la guerra fría, que disentían ambas concepciones de mundo y que en no pocos casos fueron duramente reprimidos en ambos lados del Muro. Hablamos del feminismo y ecologismo radical, antimilitaristas, de los nacionalismos del Tercer Mundo, de grupos de homosexuales, contraculturas varias, trostkistas y anarquistas. Para nuestro regocijo, desde los días del Mayo Francés la televisión no había mostrado tantas banderas negras y rojinegras reunidas.

"Seattle ha inaugurado una nueva forma de protesta"

La relevancia de Seattle y derivados se entiende por la pertinencia de una protesta multitudinaria en los propios enclaves financieros ante la ausencia de grandes conflictos mundiales. Una acertada estrategia de protesta lúdica y carnavalesca acaparó la atención de los medios, a la par que difundió imágenes y contenidos no sesgados gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías de comunicación. Pero cualitativamente es una forma de movilización que se cristalizó en Europa a finales de los 70´s. Por aquellos días una serie de movimientos contra las armas nucleares y antimilitaristas (anti-Otan principalmente) trascendían el espacio de lo nacional y eran respaldadas por diversas formas de asociacionismo. Años después y orbitando en torno a la caída del Muro, las disidencias enfocaron baterías contra los organismos cuyos dictámenes reordenarían en consecuencia el mundo. Berlín (1989) y Barcelona (1992) son escenarios de tumultuosas manifestaciones frente a las reuniones del FMI y BM. Las convocatorias realizadas por los zapatistas para encuentros "intergalácticos" cimentaron la tendencia de aglutinar saberes e intenciones distintas en contra de un enémigo común.

Por tanto, para quienes militamos en organizaciones autónomas de base y no nos hemos agotado en el ansia de poder coyuntura electoral mediante y nunca hemos sufrido "despecho bolchevique", Seattle no ha sido una sorpresa.

"Las protestas tuvieron carácter espontáneo"

Quienes no entienden la eficacia de una organización altamente respetuosa de la autonomía de los grupos, federada y descentralizada, califican a Seattle como un encontronazo casual de "globalifóbicos". Parafraseando a Chomsky, podemos decir felizmente que fue el resultado de persistentes actividades de organización y educación, realizadas local e internacionalmente. Sin duda el correo electrónico ha permitido hacer realidad aquello de una "resistencia global". Para Praga por ejemplo, la coordinación se inició después de las jornadas mundiales del 1 de mayo pasado. Los checos han creado la plataforma Inpeg (Iniciativa contra la globalización económica) y realizan actualmente diversos encuentros nacionales e internacionales de preparación. La red y coaliciones han socavado la idea de un solo sujeto revolucionario (la clase obrera o sucedáneos) y demostrado la importancia y complementaridad (los antagonismos también) de las diferentes luchas, adscritas a saberes parciales y reivindicaciones concretas. También han superado ampliamente las formas de organización centralizadas, autoritarias y autocráticas poco eficaces para enfrentarse a una realidad compleja, interdependiente y fragmentada.

"Los manifestantes desconocen la importancia de los organismos multilaterales"

Para responder, podemos poner como ejemplo a Lori Wallach que recibiéndose de abogada en Harvard y con larga experiencia en la defensa de los consumidores ante el congreso estadounidense, es uno de los pilares de Global Trade Watch y convocante a Seattle. Nadie mejor que Wallach, educada bajo la lógica tecnocrática, para denunciar los excesos de ésta. Pero a falta de un liderazgo, preferimos argumentar que ajenos a la lógica estrictamente económica y provenientes de múltiples espacios amenazados por ésta, en las jornadas se encontraron individuos que no comulgan con resignarse a un solo e impuesto modelo de desarrollo.

Los iracundos de Seattle son enemigos acérrimos de la Globalización

Las nuevas tecnologías están permitiendo que el capitalismo se reestructure en un proceso al cual no se le vislumbra un final a corto plazo. Los medios de comunicación se han transformado y sobredimensionado, permitiendo hacer del mundo una fábrica y una bolsa de valores planetaria para beneficio de los arquitectos del Capital. Pero también, esta profunda interdependencia ha catalizado que la resistencia al sentido dado a las transformaciones y la solidaridad no sea contenida por las fronteras de antaño. Internet permite la fluidez volátil del dinero devenido en mercancía en sí mismo, pero también que cualquier injusticia sea conocida en todos los recodos del mundo. Los activistas de hoy poseen cuestionamientos que van desde la simple petición de reformas parciales hasta la crítica radical del sistema, pero sólo una ínfima parte aboga por un primitivismo ludita. "La técnica al servicio y beneficio de tod@s", reivindicación hoy tan vigente como aquella consigna anarcosindicalista que reclamaba la fábrica como propiedad de sus trabajadores y no de los patrones o del Estado.

Las protestas fueron liderizadas por Jose Bové (o Lori Wallach o...)

Las manifestaciones no tuvieron una organización centralizada y por tanto un liderazgo único ni adscripción por alguna ideología determinada. La actual primacía de los criterios económicos para tomar decisiones cuyas consecuencias afectan a mucha gente, ha tenido su origen en la lógica promovida por los organismos multilaterales. Por ello que las movilizaciones confluyan sobre sus reuniones. Las grandes coaliciones y ONG´s desarrollaron una importante labor logística en los días previos, pero los días no hubieran sido tan intensos sin la fuerte participación de infinidad de grupos y colectivos pequeños dedicados a las causas mas variadas.

Esta diversidad de actores ha erosionado el arquetipo del "revolucionario" o del "militante", comulgante además con una teoría acabada. Lejos de intentar parecerse al Ché (o similares), cada quién mostraba orgulloso la identidad (o la suma de ellas) que normalmente ocupa: ama de casa, campesin@, mujer, punk, hippie, gay, trabajador, latino, indígena, pacifista...