Chávez miente

Redacción

"El proyecto es una necesidad geopolítica. No se puede detener por intereses foráneos". Con estas palabras Hugo Chávez afirmaba (El Nacional D-1, 13/10/00) que el tendido eléctrico sería una realidad a pesar de las objeciones en contra. Con su verborrea típica, Chávez denunciaba que "sectores de mucho peso fuera del país y grupos políticos internos" querían paralizar el proyecto, aferrándose a un "ecologismo puro que venía del norte, que después de destruir medio mundo ahora vienen a decir que no destrocen el pulmón vegetal". La retórica pseudorevolucionaria y anti-imperialista servía una vez mas para justificar las razones de Estado contra los intereses de las personas afectadas por las decisiones del poder.

Continuando con la política de mostrar a sectores afectos al oficialismo para perpetuar su actual legitimidad, poblaciones pemonas han sido chantajeadas para que den su visto bueno al proyecto. 200 mil dólares fueron ofrecidos por la CVG y Edelca para crear un fondo destinado a la Federación Indígena de Bolívar. Esta maniobra era el "acuerdo" alcanzado por Isaias Rodríguez, felicitado por Chávez en una de sus maratónicas alocuciones verbales. Las intenciones del gobierno con la Federación se han cumplido: la oferta de ayuda económica la ha dividido a su favor. Los indígenas reticentes pertenecen al sector 5, en dónde se ubicarían los 150 kilómetros que faltan por terminar. Silviano Castro ha dicho al respecto: "se ha utilizado la política, de la que no sabemos nada, para hacer que gente de otras comunidades acepte someter la decisión a votación de la mayoría, lo cual no corresponde a nuestra manera de actuar, porque lo tradicional es el convencimiento, la decisión colectiva, la mayoría no puede aplastar con su voto a los afectados". Castro pertenece al grupo que desde Caldera, se ha movilizado insistentemente a la capital a mostrar el desacuerdo con las decisiones que afectan el hábitat de los indígenas. Por eso, las palabras de Hugo Rafael no son ciertas.

Ante el silencio cómplice y oportunista de los "camaradas" en el poder, una heroica acción ha desnudado el consenso artificial armado por los "revolucionarios" del gobierno: el derrumbe de siete torres del tendido eléctrico, ubicadas en el sector de Mapaurí, a 150 kilómetros de Santa Elena de Uairén. El gobierno responsabilizó al cacique Melchor Flores y criminalizó la actuación de grupos ecologistas como Amigransa.

El gobierno promueve la figura del Ché Guevara como "ejemplo de juventudes". El guerrillero convertido en ideología de Estado (estaría él de acuerdo?). Mientras la Juventud Comunista reparte estampitas del Ché en los actos oficiales, nosotros vemos de que manera y por nuestros propios medios, nos pintamos a serigrafía franelas con el rostro rebelde de Melchor Flores.