Petróleo y política

Pedro Pablo

Nadie tiene duda que el gobierno de Águila 1, que no caza moscas, ha traído en el aspecto económico la más acentuada dependencia que haya tenido Venezuela de su principal producto de exportación, el petróleo. Esto no sólo por los buenos precios sino porque la política económica ha desmantelado la mayor parte del aparato productivo, mientras que tampoco ha estimulado la producción agro-industrial, u otras formas de producción, por lo que prácticamente vivimos todos, muy mal, de lo mucho o poco que entre por el petróleo y de la "dedo-distribución".

La crítica inmediata achaca este resultado a la ineptitud del gobierno en el manejo de asunto económicos. Sin embargo, puede que no sea así, sino que se trate de una excelente maniobra política. El esquema general que intento mostrar es que el afán de poder de la oligarquía militar en el gobierno ha encontrado en esta dependencia hacia la monoproducción la gran herramienta de dominación, tal como lo hiciera Gómez a comienzos del siglo XX. Siendo el petróleo la única fuente de riqueza, que por ser estatal está en manos de la oligarquía militar, además del control político se tiene también el control de la primera fuente de riqueza en todo el país. (La segunda, droga, secuestro y narcotráfico, hace rato que está en manos de guerrilleros y paramilitares de Colombia).

La premisa que me lleva a esta conclusión es que la marcha actual de la economía está en la frontera de tomar un nuevo rumbo. La lucha ancestral del hombre ha sido por superar sus necesidades materiales, así que el anarquismo en particular y todo movimiento socialista en general, hicieron de esta lucha el objetivo de sus afanes. Sin embargo, la necesidad, presente y abrumadora para muchos millones, fue siempre considerada un momento transitorio. Todos los socialistas confiaban, y con razón, en que tarde o temprano la técnica haría posible su superación, por lo que era menester aguantar hasta que llegara.

Estimo que el momento ha llegado. El mundo cuenta con suficiente dotación de saber técnico como para poder superar ampliamente las necesidades de la gente en casi todos los órdenes. La dificultad radica en que ese saber no ha sido asumido por las grandes masas, ignorantes en muchos casos y obnubiladas por la niebla que ciertos "revolucionarios" levantan en otro, por lo que en consecuencia no pueden hacer uso apropiado de los logros técnicos alcanzados y se sigue dependiendo de la burocracia que controla la distribución. Pero es más que evidente que hay suficiente tecnología no sólo para superar las necesidades, sino que la hay en tamaño, complejidad y eficiencia apropiadas como para que las comunidades hagan uso de ella, en todos los terrenos, al punto que bien pudiera producirse una verdadera revolución social.

Efectivamente, es factible, sin mucho trabajo pero con suficiente saber, generar pequeñas comunidades autosuficientes industrialmente con autonomía económica, independientes de los grandes consorcios industriales monopólicos, estatales o privados, que son los que, con su burocrático acopio de poder y riqueza, impiden la real liberación del hombre. En estos tiempos es posible para una pequeña o mediana comunidad organizarse industrialmente en forma autónoma y ser capaz de producir practicamente cualquier producto industrial, de la complejidad que se requiera, sin tener que estar inmersos en una gran empresa estatal o privada.

Esta marcha a la industrialización no se da de un golpe y donde se está realizando se requiere que muchas personas, en forma directa o indirecta, acccedan al conocimiento de esas posibilidades y contribuyan a implementarlo en sus comunidades. Cuando eso se logra, entonces las comunidades interrumpen su dependencia económica con el Estado o con las grandes empresas y pueden plantearse su propia vía de desarrollo, incluso negociando con lo que queda del Estado o las empresas, pero ya no sometidos.

En este sentido la política del héroe del Museo Militar de La Planicie es clave. Este proceso que anticipé es irremediable, pero se lo puede demorar y es lo que está haciendo este gobierno fascista. Para ello se ha elegido dejar en pie una industria que por su magnitud tardaría mucho en ser asumida por la comunidad, aun cuando su peso en los requerimientos energéticos del mundo se vea disminuida. Por otro lado, se elimina toda otra alternativa en la que los trabajadores pudieran hacer valer sus experiencias de organización, adquiriendo suficiente conocimiento de las complejidades de la industria, mientras se estimula a la población a adoptar la condición de mendigo o de simple comerciante intermediario dependiente de los grandes importadores. Al par se destruye la educación generando en ella conflictos en todos los ámbitos, anulando así una vía para que la gente acceda a los mecanismos que hagan posible su independencia económica.

El esfuerzo del chavismo por demorar la marcha de la historia es gigantesco y para eso es que se gastan millardos y millardos, se llenan de humo las cabezas del colectivo, se los distrae, se evita que aprenda, se lanzan campañas promocionando la OPEP y se busca asesoría entre los árabes que hace muchos años que han adoptado esta posición. Pero lo que está en juego es mucho, el PODER y nada es poco si se trata de evitar que la gente se haga independiente y libre.