Biblioteca Marxista
Obras de MARX y ENGELS
Manifiesto del Partido Comunista
Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo.
Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada paraacosar
a ese fantasma: el papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses
y los polizontes alemanes.
¿Qué partido de oposición no ha sido
motejado de comunista por sus adversarios en el poder? ¿Qué
partido de oposición, a su vez, no ha lanzado, tanto a los representantes
de la oposición más avanzados, como a sus enemigos reaccionarios,
el epíteto zahiriente de comunista?
De este hecho resulta una doble enseñanza:
Que el comunismo está ya reconocido como una fuerza
por todas las potencias de Europa.
Que ya es hora de que los comunistas expongan a la faz
del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus tendencias; que opongan
a la leyenda del fantasma del comunismo un manifiesto del propio partido.
Con este fin, comunistas de las más diversas nacionalidades
se han reunido en Londres y han redactado el siguiente Manifiesto, que
será publicado en inglés, francés, alemán,
italiano, flamenco y danés.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Escrito por Carlos Marx y Federico Engels en diciembre
de 1847, enero de 1848. Publicado por vez primera en folleto aparte en
alemán en Londres, en febrero de 1848.
Indice
Aunque las condiciones hayan cambiado mucho en los últimos
veinticinco años, los principios generales expuestos en este 'Manifiesto'
siguen siendo hoy, en grandes rasgos, enteramente acertados, algunos puntos
deberían ser retocados. El mismo 'Manifiesto ' explica que la aplicación
práctica de estos principios dependerá siempre y en todas
partes de las circunstancias históricas existentes, y que, por tanto,
no se concede importancia excepcional a las medidas revolucionarias enumeradas
al final del capitulo II. Este pasaje tendría que se redactado hoy
de distinta manera, en más de un aspecto. Dado el desarrollo colosal
de la gran industria en los últimos veinticinco años, y con
éste, el de la organización del partido de la clase obrera;
dadas las experiencias prácticas, primero, de la revolución
de Febrero, y después, en mayor grado aún, de la Comuna de
París, que eleva por primera vez al proletariado, durante dos meses,
al poder político, este programa ha envejecido en algunos de sus
puntos. La Comuna ha demostrado, sobre todo, que 'la clase obrera no puede
limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del
Estado tal y como está y servirse de ella para sus propios fines'
(Véase "La guerra civil en Francia", pág. 19 de
la edición alemana1,
donde esta idea está desarrollada más extensamente). Además,
evidentemente, la crítica de la literatura socialista es incompleta
para estos momentos, pues sólo llega a 1847; y al propio tiempo,
si las observaciones que se hacen sobre la actitud de los comunistas ante
los diferentes partidos de oposición (capítulo IV) son exactas
todavía en sus trazos fundamentales, han quedado anticuadas para
su aplicación práctica, ya que la situación política
ha cambiado completamente y el desarrollo histórico ha borrado de
la faz de la tierra a la mayoría de los partidos que allí
se enumeran.
Sin embargo, el 'Manifiesto' es un documento histórico que ya no tenemos derecho a modificar. Una edición posterior quizá vaya precedida de un prefacio que pueda llenar la laguna existente entre 1847 y nuestros días; la actual reimpresión ha sido tan inesperada para nosotros, que no hemos tenido tiempo de escribirlo.
Carlos Marx. Federico Engels.
Londres, 24 de junio de 1872.
Notas
1.
C. Marx. 'La guerra civil en Francia. Manifiesto del Consejo General de
la Asociación Internacional de los Trabajadores sobre la guerra
civil en Francia en 1871'. Véase C. Marx y F. Engels. Obras escogidas
en dos tomos, ed. en castellano, t. I, pág 504 y siguientes, Moscú,
1966. (N. del Editor)