El PTS debe revertir sus prioridades: comentarios sobre "La izquierda frente al estado burgués y las fuerzas de represión"
Hay momentos en la historia en que diversas situaciones críticas abren o cierran procesos políticos. La última década es uno de ellos. Los hechos que determinaron el carácter de este período fueron la disolución de la URSS, y la caída de los regímenes stalinistas en la mayoría de los estados obreros degenerados(1). Como consecuencia de ello, el gran capital se envalentonó, profundizando su ofensiva para aumentar aún más la superexplotación de la clase obrera en todos los rincones del planeta. La serie de transformaciones parciales producidas, tanto de la estructura económica como de la política, que en su conjunto dan cuerpo a una transformación más global que implica una correlación de fuerzas más desfarorable para la clase obrera, afectó a todas las fuerzas políticas de izquierda. La presión de los acontecimientos hizó que la estructura de todas las corrientes que se reivindicaban tortskystas se resintieran. Esto se reflejó en las múltiples fracciones y esciciones que se produjeron en los últimos a¤os y se producen actualmente en muchas de las corrientes trotskystas. Sin embargo, dicha presión no es uniforme ni homogenea, ya que varía según sea el arraigo social y popular, y la capacidad de autocrítica. Pero fundamentalmente depende de la capacidad de adecuar la táctica a los cambios coyunturales manteniendo el rumbo estratégico. Dicho en forma más clara, de si se sabe quién es el enemigo de clase, de si se sabe por qué y para qué se lo enfrenta, y de si se sabe cómo enfrentarlo. A simple vista esto parece elemental, pero haciendo un repaso histórico comprenderemos que, muchas veces, la mayoría de los autodenominados trotskystas han olvidado esas cosas esenciales. Si queda alguna duda sobre ello; ahí tenemos al MAS, pidiendo la intervención de tropas internacionales en los balcanes; al PO llamando, a formar un partido de trabajadores detras del burócrata Moyano; al MST, haciendo de furgón de cola del stalinismo local; o a corrientes internacionales como la LRCI(2), apoyando en toda Europa electoralmente a la sociademocracia. Como si desde hace más de 80 a¤os la socialdemocracia no hubiera dejado de ser un partido que defendía los intereses de la clase obrera para convertirse abiertamente en un partido burgués. Ejemplos como estos podemos encontrar a montones. Sin embargo, en este caso nos concentraremos en el PTS. Respondiendo a algunas de sus críticas publicadas en el cuaderno de La Verdad Obrera "La izquierda frente al estado burgués y las fuerzas de represión", intentaremos mostrar como este partido, en el cual algunos de nosotros vimos en los últimos tiempos una fuerza revolucionaria honesta con la cual se podía comenzar a recorrer un camino conjunto en la búsqueda de la reconstrucción de la IV Internacional, ultimamente ha retrocedido hacia posiciones y actitudes que no difieren demasiado de las del PO o del MST.
La policía y el Estado
Partiendo de la premisa correcta de que las fuerzas represivas son el pilar fundamental del estado burgués, el PTS se opuso a los reclamos salariales de la huelga policial de Mendoza. Esta oposición parte de su concepción de que las fuerzas represivas, y la policía en particular, son un conglomerado homogéneo dentro del cual no existen contradicciones. O sea que da lo mismo un policía raso que un comisario, ya que según el PTS son todos asesinos natos. Esta hipótesis, que podría ser acertada en cuerpos represivos ultraprofesionales como los de los países imperialistas, no tiene en cuenta la composición plebeya de las fuerzas represivas en América Latina. Esta concepción erronea del PTS, le impidio ver que la huelga policial de Mendoza expresó parcialmente la crisis del estado burgués, ya que la base policial al reclamar por mejores condiciones materiales de existencia quebró momentaneamente el orden establecido dentro de las filas represivas del estado burgués. Es verdad que estos reclamos estuvieron mezclados con reclamos inducidos por la jerarquía policial para reforzar su impunidad y para profesionalizar la fuerza. Pero también lo es, que para dirigir la protesta los comisarios debieron estrangular las tendencias a la sindicalización; para lo cual tuvieron entre otras cosas que encabezar los reclamos salariales de la base policial. Esto demostró que el verdadero motor de la huelga fueron los reclamos salariales. El hecho de que la huelga no derivase hacia la insubordinación, se debió a la ausencia de una fuerza revolucionaria que previamente hubiese relizado algún tipo de trabajo político entre la base de la policía y a que el conflicto estuvo completamente aislado de las luchas económicas de los distintos sectores de la clase obrera. Además el conflicto se dio en una etapa defensiva para las masas (a pesar de la ofensiva de masas con la que el PTS venía alucinando); con lo cual resulta mucho más dificil para los revolucionarios resquebrajar la institución policial.
Por otro lado, el PTS mostró la hilacha cuando, al criticar al MST, propone luchar por leyes que impidan a los policías reprimir las luchas obreras y populares, y por el juicio y castigo de los policías repesores. A quién reclama el PTS estas leyes?, al parlamento burgués?, donde piensa juzgar a los represores?, en la justicia burguesa?. Levantando estas consignas, sin decir que sólo podran ser efectivamente aplicadas después de la destrucción del estado burgués, el PTS muestra que entiende las luchas de las masas como una forma de presión sobre las instituciones burguesas. Incluso en el caso de que esto no fuera cierto; inconcientemente ayuda a sostener las ilusiones de las masas en el régimen democrático burgués. Claramente la fortaleza programática que trata de evidenciar el PTS en su documento no se condice con los hechos. Esta debilidad programática del PTS vuelve a ponerse de manifiesto en el punto 5 del acta de la reunión POR-PTS del 14 de noviembre. En él nos dicen que para el PTS asumir una posición política similar a la del POR hubiera significado perder influencia dentro del movimiento de DDHH. Camaradas del PTS!, la validez de una posición política está dada por la coherencia con el programa del partido (a proposito, alguien conoce el programa del PTS?) y no por la simpatía que esta despierta entre la vanguardia y las masas. Acaso ustedes leen de los clásicos sólo las partes que les interesan?
Para resumir, podríamos decir que el plato que nos ofrece el PTS con su posición respecto a las fuerzas represivas, es basicamente un ultraizquierdismo despolitizado sasonado con un poco de oportunismo. Típica actitud de un grupo peque¤oburgués que pretende purificarse de sus orígenes. De hecho, es sintomático que en la crítica a la TBI (actual FPT), intenten forzosamente despegarse de la actitud del MAS (partido del cual la dirección del PTS formaba parte) ante los hechos de Tablada. Cómo pueden poner que el PTS se hizo luchando contra esa posición?. Que yo recuerde, en la marcha del 24 de Marzo posterior a Tablada, en la cual Hebe de Bonafini haciendo referencia al MAS dijo "los cobardes no vienen a la plaza", a ninguno de los actuales dirigentes del PTS se le vió la cara por la plaza.
En cuanto al POR, este apoyó los reclamos salariales de los policías, resistiendo al chantaje y a las presiones del PTS, actuando en total acuerdo con su programa. Para nosotros, la política miltar del proletariado no debe limitarse solamente a dar respuestas a la necesidad de armar a las masas y a la propia organización partidaria. Por el contrario, también debe encaminarse a ganar para el programa revolucionario a lo mejor de las bases de las FFAA y de la policía. De esta forma, al menos, se logra inutilizar la capacidad de fuego de los organismos represivos. En concordancia con esto, el POR actuó en el conflicto policial mendocino.
El PTS dice que debido a la reticencia del POR a aceptar sus concepciones y modificar así su posición sobre dicho conflicto, se disolvió el Comité Paritaro POR-PTS. Sin embargo, como demostraremos más adelante, eso es pura mentira. Sobre eso hablaremos después de ocuparnos de sus críticas a la táctica del Frente Único Antiimperialista (FUA).
El Frente Único Antiimperialista El PTS en el anexo "Fin de una exploración" nos dice que el Frente Único Antiimperialista es una pseudo-teoría basado en la cual, el POR busca algún frente con direcciones burocráticas, reformistas y aún nacionalistas burgueses. En su crítica al Frente Antiimperialista el PTS confunde la táctica con la finalidad estratégica, hecho no estra¤o a una agrupación que no tiene programa propio. La táctica del Frente Antiimperialista, es la concretización de la táctica del Frente Unico Proletario a las particularidades de las colonias y las semicolonias. La misma no invalida (al contrario, refuerza) la necesidad de construir un partido revolucionario de la clase obrera. Al aplicar esta táctica, el POR sigue las recomendaciones de Lenin, quien en el segundo congreso de la internacional comunista (julio-agosto de 1920) consideró que era necesario hacer una diferenciación entre naciones oprimidas y naciones opresoras.
El PTS rechaza la táctica del FUA confundiendola deliberadamente con el Frente Popular. Para ello se basa en el caracter estratégico que le dió Lora a esta consigna en los útimos a#os, error que ha sido enmendado por nuestra corriente (3). Debido a la negación de la validez del FUA, el PTS termina aplicando literalmente las tácticas dise#adas por la IV Internacional de Trotsky para las grandes metrópolis, desconociendo que justamente Trotsky machacó sobre la necesidad de que los revolucionarios no olviden nunca las peculiaridades nacionales para elaborar la linea política de los partidos del proletariado.
Por otro lado, en su crítica a la TBI, el PTS dice que, a pesar de las diferencias programáticas con el POR respecto de "la táctica del Frente Único Antiimperialista que presupone la colaboracion de clases", ellos decidieron avanzar en la conformación del Comité Paritario ya que el método para delimitarse se rige fundamentalmente por la intervención en la lucha de clases. Esto último es cierto. Sin embargo, por qué el POR debería actuar en la lucha de clases de un forma diferente a lo que dice su programa?. Acaso, así es como actua el PTS?. Además el POR permanentemente aplica la táctica del FUA en su actividad cotidiana. Y eso es de caracter público y apararece reflejado periodicamente en Masas. En todo caso, que el PTS se sorprenda de que el POR sea coherente con su programa, indicaría que la actividad cotidiana del PTS no responde a ningún programa y que el método usado para luchar por el reagrupamiento de la izquierda revolucionaria es la diplomacia en lugar de la discusión fraterna y la delimitación programática. La única explicación para semejantes actitudes hay que buscarla en la concepción de partido del PTS. Sin embargo antes de avanzar en ello resulta instructivo aclarar por que se disolvió el Comité Paritario POR-PTS.
La disolución del Comité Paritario
Según intenta hacer creer la dirección del PTS a sus militantes y simpatizantes, el Comité Paritario dejo de existir por la actitud del POR durante la huelga policial de Mendoza. De hecho en el acta de la reunión del 14 de Noviembre subscribta sólo por el PTS aparece así indicado. Sin embargo, eso es sólo una excusa de parte del PTS para abroquelar sus filas y evitar que su actual crisis evolucione hacia una diáspora.
El Comité Paritario dejó de funcionar en el mismo momento en que se hizó publica la existencia de la TBI. El 28 de Septiembre el POR envió una carta al PTS (posteriormente publicada en Masas 132) haciendo algunos comentarios sobre su lucha fraccional, solicitando que la misma fuese publicada por el PTS (cumpliendo con lo acordado en el Acta constitutiva del Comité Paritario) y pidiendo la realización urgente de una reunión del mencionado Comité. El PTS nunca publicó dicha carta (ahora conocida como la carta escondida), incluso después de haber acordado hacerlo en la reunión del 14 de Noviembre, como lo indica el acta publicada por el propio PTS. No sólo eso, sino que también a partir del envío de la mencionada carta, todas las iniciativas conjuntas fueron congeladas por parte del PTS, siendo este partido renuente a todo tipo de reunión conjunta, hasta el 14 de Noviembre.
Como queda claro, la crisis del Comité Paritario es bastante anterior a la huelga policial de Mendoza. Dicha crisis esta relacionada con la lucha fraccional del PTS. Ante un verdadero test sobre la concepción de partido, como es una lucha fraccional, la fracción mayoritaria del PTS intento resolver la crisis de administrativamente, demostrando que en los hechos pisotea la concepción leninista del partido. Paralelamente, la dirección del PTS también negó la democracia proletaria que debe existir en el ambito en el que dos organizaciones revolucionarias pretenden iniciar un proceso de "acercamiento". Intentando de esta manera silenciar la opinión del POR sobre su crisis. En contraste con ello, el POR ha publicado en Masas 132 no sólo su versión de los hechos, sino también la del PTS y la de la TBI. En cambio, el PTS a pesar de ponerlo en su propia acta, sigue escondiendo a su militancia la opinión del POR. Con esto demuestra que todo lo escrito en La Verdad Obrera N° 40 sobre el ejemplo de democracia interna dado por el PTS en su lucha fraccional no es más que una brabuconada.
Por otro lado, si aceptasemos lo dicho por el PTS, entonces por qué no rompieron con el POR cuando sostuvo una posición similar respecto a la huelga policial de Brasil?. Además, tampoco se explicaría por que el PTS no rompe relaciones con LRCI. EL PTS dice que rompe con el POR por que ante un hecho crucial como la huelga policial de Mendoza el POR aplicó la táctica del FUA. Sin embargo, marcha a un proceso de fusión con la LRCI, quien apoyó electoralmente a T. Blair, G. Schröder, y L. Jospin. Si se es tan firme en los principios como para romper el Comité Paritario ante la primera desaveniencia, cómo se puede silenciar que la LRCI sigue sosteniendo que los socialdemócratas defienden los intereses de la clase obrera; cuando en realidad sus gobiernos son claramente contrarevolucionarios y aplican todos los planes de ajuste. Por si fuera poco, además estos gobiernos están involucrados en los bombardeos a Yugoslavia e Irak y en el saqueo de las colonias. El hecho de que el PTS no rompa relaciones con la LRCI, nos muestra una vez más, que para ellos la relaciones entre partidos se limitan a la diplomacia. Y que la fusiones o rupturas están determinadas por su necesidad de aparato y no por la búsqueda de construcción de un partido revolucionario. Esto nos lleva nuevamente a la concepción de partido del PTS sobre la cúal finalmente vamos a hablar.
La concepción leninista de partido
El PTS dice defender la concepción leninista de partido. Incluso así lo hizo explícito en el punto 12 de acta constitutiva del Comité Paritario. Sin embargo, en los hechos el centralismo democrático, uno de los pilares fundamentales de esta concepción, fue negado durante su lucha fraccional. Este no es un buen síntoma para una organización revolucionaria, ya que en general, es uno de las primeras se#ales de que una organización está degenerando hacia un grupo cerrado cuya única intención es su crecimiento numérico. Notese que, la supresión del debate al interior de la organización impide el desarrollo de cuadros de alto nivel ideológico, los cuales ligados a las masas pueden y deben enriquecer permanentemente la linea partidaria. Por el contrario, esta medida favorece la consolidación de una cúpula dirigente, claramente diferenciada de la base partidaria, encargada de llevar a la práctica la política decidida por esta dirección. Lo cual es el primer paso hacia la secta autoproclamada.
Las desviaciones aparatistas del PTS, no son caídas del cielo. El método de organización partidario siempre se corresponde con el programa partidario. En este caso, la no exisencia de un programa partidario favorece el hecho de que la dirección pueda modificar las posiciones partidarias a su antojo sin tener que rendir cuentas a nadie. Justamente lo opuesto a lo que debería ocurrir en un partido leninista. El rechazo de la organización celular y la organización en equipos de militantes supervisados por un dirigente, en general basados en el reclutamiento casi indiscriminado también se contradice con la concepción leninista de partido. La presión de los hechos siempre hace que un partido basado en este tipo de organización ambigua, en la cual no se diferencia entre un simpatizante reciente y un cuadro experimentado, en general tienda a evolucionar hacia un grupo cerrado que pone sus intereses de grupo por encima de los objetivos estratégicos: la revolución y la dictadura proletarias.
La actitud de la mayoría del PTS en la lucha fraccional, y sus manejos con el Comité Paritario, parecen indicar que lentamente el PTS tendería seguir los pasos del PO y el MAS. Su autocrítica al Morenismo, parece que no ha sido lo suficientemente profunda como para superar las concepciones de partido de Moreno. Por más que el PTS declare que pretende ser un partido leninista de combate, su comportamiento ante la lucha de clases y al interior del partido más bien indicarían que hechos y palabras no se corresponden.
A modo de conclusión
Como lo demuestra la experiencia histórica, un partido obrero revolucionario, y mucho más uno internacional, no puede surgir sin procesos previos de fusiones y fracciones los cuales cruzan transversalmente a toda la izquierda revolucionaria. El POR ha desarrollado y desarrolla distintas iniciativas conjuntas, con organizaciones provenientes de distintas corrientes trotskystas, intentando avanzar hacia la reconstrucción de la IV Internacional. El Comité Paritario POR-PTS fue una de ellas. Cuando se desarrollan estas iniciativas, cuál partido es el que sostiene la linea correcta para un determinado momento sólo puede determinarse por medio de la práctica conjunta y el debate fraternal entre organizaciones. El PTS con sus maniobras aparatistas se aparta claramente de ese camino. Si su objetivo es realmente reconstruir la IV Internacional, debe reveer urgentemente sus prioridades estratégicas.
Notas
(1) El caracter de estados obreros degenerados se refiere al momento de la caída del stalinismo. En estos momentos la mayoría de ellos ya son estados capitalistas dependientes. Ver por ejemplo, el punto IV de la resolución sobre situación política internacional aprobada en el VIII Congreso del POR.
(2) Liga Comunista por una Internacional Revolucionaria. Su grupo principal es Workers Power de Inglaterra.
(3) Al respecto se puede ver el artículo recientemente publicado en Masas 133.
Daniel Bengoechea, 15/2/99