Santo Domingo
30 de enero de este año
Mis queridos Reyes Magos
Seguramente les extrañará que les escriba hoy día treinta de enero, pero lo hago por la necesidad de aclarar ciertas cosas ocurridas desde el día primero en que, lleno de ilusiones les enviara mi cartica.
Como recordarán, en aquella les pediá una bicicleta, un tren eléctrico, un par de patines, un par de revolveres con sus cananas, un traje de pelotero y un juego de parchesi.
Bien conocen como me destrocé el cerebro estudiando durante todo el año, tanto que fui no solo el primero de mi clase, sino que obtuve las mejores notas del colegio, o mejor dicho, de la escuela pública en que estoy, no los quiero engañar.
No hubo nadie en todo el barrio que se portara mejor que yo, con mis padres, con mis hermanitos, amiguitos y con todos los vecinos.
Hacia mandados, ayudaba a cruzar la calle a los ancianitos, y no se presentaba nada que estuviera a mi alcance resolver que no lo hiciera.
Creen ustedes que es poca la vaina la que me han hecho ustedes tres, dejando debajo de mi cama solamente un trompo carreta y un par de medias? Que cojones tienen ustedes coño. Diganme que carajo se han llegado a creer, trio de hijos de la gran puta, malditos bugarrones. Ustedes me han cogido de pendejo durante un año para luego salirme con una carajada de esta categoría, buenas mierdas. No conforme con eso y para colmo, el mariconcito del hijo de la señora donde trabaja mi papá como chofer, a ese colorao si educación, malcriadisímo y desobediente, a ese mojón, le dejaron tantos juguetes que no se puede entrar en su casa.
Es por eso coño, que aqui tiene que venir algo que nos joda a todos, porque con Reyes Magos tan bolsas y mamagüebos como ustedes, esta mierda de país no se puede salvar.
Eso sí partida de come mierdas, no se dejen ver de mí. El año que viene le entraré a pedradas a sus jodíos camellos, para que se les espanten y tengan que joderse a pie, como estoy yo, ya que la maldita bicicleta que les pedí era para ir a la jodía escuela que queda más lejos que el carajazo.
No puedo despedirme de ustedes sin mentarles su maldita madre a los tres. Ojalá los acusen de comunistas, los fusilen o les partan el cuchitrín para que no sean tan hijos de la gran puta. Muy especialmente al negro de mierda de Melchor, a quien le dirigí la carta. Bien me decía papá: No te fies de negros, que siempre la cagan.
Quiero que me le digan a la jedionda de la vieja Belén que se coma un mojón. A esa vieja le escribí buscando valla explicandole la comemierdería de ustedes, y no solo me dejó ni mierda, sino que la muy cabrona ni siquiera me contestó.
Ya verán todos, el año que viene van a saber lo que es un muchacho hijo' e la gran puta y malo, buenos maricones. Ojalá les salgan hemorroides.
Luisisto, desde ahora alias el diablazo