SITUACION POLITICA, TACTICA CONCRETA Y TAREAS RESOLUCION
|
1.
Después de 10 años de dictadura, arbitrariedad y atropello de
los derechos políticos, económicos, sociales y humanos de los
peruanos, de neoliberalismo implacable y entreguismo, de corrupción
desaforada, cayó el régimen fujimorista. Sus planes para perpetuarse
en el Poder por medios fraudulentos, chantajistas y policíacos no podían
ser tolerados por el pueblo peruano, cuya resistencia y lucha heroicas
fue el principal motor para su desenmascaramiento, erosión y derrota.
Otros factores importantes a tomar en cuenta son: la amplitud de la
oposición antidictatorial y el aislamiento de la dictadura, la crisis
económica, el desborde social en ciernes,
la presión internacional. 2.
Con la instalación del Gobierno de Emergencia que preside el Dr.
Valentín Paniagua el país ingresa en un nuevo período que culmina en
julio del próximo año. Hacia adelante se perfilan dos posibilidades: o
el país ingresa en un proceso de democratización radical y cambio de
política económica y social, o bien asistimos al continuismo del
modelo neoliberal instaurado luego de la crisis de fines de los ochenta
y a una democratización mediatizada. Nuestra tarea es impulsar con
firmeza y sin concesiones la primera salida. 3.
La táctica del Partido a lo largo del régimen dictatorial,
constatando el reflujo de
masas, la crisis de los partidos políticos y la correlación
desfavorable de fuerzas en ese momento, se resumió en la consigna
¡Resistencia activa, amplia unidad antidictatorial y
lucha de masas! para permitir su erosión y aislamiento, preparar su derrota, desenmascarar
el modelo neoliberal, al
mismo tiempo que se creaban las condiciones para la recuperación del
movimiento popular y la izquierda. 4.
Por esa razón,
derrotar a la dictadura y el neoliberalismo fue, en todo momento, un
objetivo en el cual concentramos las energías fundamentales del
Partido. Pero la táctica habría sido incompleta si no entroncábamos
esta tarea con la lucha por
una salida democrática, patriótica, descentralista, de desarrollo con
justicia social y regeneración moral, y por un gobierno democrático y
patriótico que lo representara. Táctica
que, a su vez, confluye con la táctica general del Nuevo Curso,
que el VII Congreso, desarrollando las tesis del VI Congreso, ha
perfeccionado y completado. NUEVO PERIODO POLITICO 5.
Con el derrumbe de la dictadura ingresamos en un nuevo período
político. No obstante, los elementos esenciales de la táctica
conservan vigencia. Lo que es perceptible es el cambio de régimen político,
cuyos alcances sólo el tiempo definirá y delineará. Para la oposición
liberal y centrista, la transición queda restringida al hecho político,
y éste, restringido a los términos concertados en la Mesa de Diálogo
apadrinado por la OEA. Nosotros nunca entendimos las cosas de ese modo.
Siempre reconocimos que el problema fundamental estaba vinculado al
modelo neoliberal, que fue
la base del fujimorismo. Modelo, por lo demás, con implicancias
no sólo económicas, sino también políticas, ideológicas, sociales,
culturales y éticas. 6.
El fujimorismo se encuentra en desbandada. Quedó atrás el
monolitismo en torno de la figura de Fujimori. Acorralado entre el descrédito,
la corrupción y la huida de su jefe y fundador, ha ingresado en una
fase de fragmentación. No obstante, no debe desmerecerse que continuará
conservando cierto respaldo electoral, sobre todo en los sectores más
pobres, si encuentra el liderazgo que los aglutine. Es el momento de
penetrar con fuerza en esas masas y disputarle la dirección de las
mismas. Si no lo hacemos lo harán otras formaciones políticas. 7.
La oposición liberal y centrista, que alcanzó un marco mínimo
de unidad con el Pacto de Gobernabilidad, no cuenta ahora con la
dictadura que la obligue a concertar alianzas electorales. A la
candidatura de Toledo se sumarán otras con la esperanza de ser los
ganadores de la lotería política, ofreciendo al país, en lugar de
fuerza y estabilidad, opciones improvisadas, caudillistas, donde el
oportunismo y el transfuguismo marcarán la tónica. La imagen de Toledo
está debilitada y no es
seguro su éxito electoral. Están dadas las condiciones para el
surgimiento de nuevas alternativas electorales. Situación que, sin
duda, mostrará un panorama movido, de recomposiciones y alianzas
ocasionales y pragmáticas. 8.
La correlación de clases no ha variado. Lo que vemos es una
recomposición de fuerzas políticas ya iniciado y que todavía no
termina. La “transición”, negociada en la Mesa de Diálogo, ha
permitido una salida a la crisis política en términos favorables a la
burguesía y en general a la derecha. El camino impuesto representa una
salida tejida en las
alturas, de espaldas al pueblo y su participación directa. Es, desde
luego, un importante avance en comparación con la dictadura, pero, al
mismo tiempo, un paso limitado que pretende garantizar estabilidad y
gobernabilidad al gran capital y las transnacionales, a cambio de
espejismos en un futuro mejor para las mayorías. 9.
Argumentos como "estabilidad"
y "gobernabilidad"
son los más socorrido para legitimar los nuevos gobiernos en América
Latina. Ocurre otro tanto en el Perú de hoy. En nombre de la
estabilidad y la gobernabilidad se pretende acallar el descontento y
desautorizar la lucha del pueblo peruano en defensa de su legítimo
derechos al trabajo, a salarios dignos, a la seguridad y la justicia
social. La democracia no es incompatible con el bienestar del pueblo.
Todo lo contrario: la democracia sin justicia social, deja de serlo.
Cualquiera sea la situación, en adelante, el problema económico y
social estará en el centro
del interés ciudadano. EL PERU DEBE CAMBIAR 10.
El Perú necesita cambiar. El cambio de política económica y
social debe continuar al cambio de régimen político, al mismo tiempo
que se profundiza el proceso democratizador. Hoy está más claro para
millones de peruanos la falsedad de mitos como la inversión extranjera,
el pago puntual de la deuda externa,
del mercado y de las privatizaciones como motores del desarrollo.
El fujimorismo terminó con las empresas del Estado, en su lugar no
vemos signos de progreso,
sino más bien concentración de la riqueza, privilegios, corrupción y
dilapidación del patrimonio estatal. Más de 12 mil millones de dólares
se han destinado al pago de una deuda externa que no cesa de crecer,
convirtiéndonos en exportadores netos de capital
en lugar de receptores de capital fresco, tecnología o gestión
moderna. 11.
Todo indica que a lo largo del Gobierno de Emergencia que preside
el Dr. Paniagua, independientemente de matices o ángulos de atención,
no se producirán cambios significativos en la política económica y
social. Ya no está la dictadura, pero la lucha por el cambio de modelo
se mantiene vigente. Además, la democratización que reclama el
pueblo peruano exige desmontar el
Estado autoritario, excluyente, centralista y corrupto que viene de atrás,
que el fujimorismo convirtió
en una verdadera máquina policiaca y mafiosa.
Tal democratización es inviable con la Constitución del 93 que
el mismo régimen fujimorista se encargó de desacreditar, o restringida
al descabezamiento de la cúpula mafiosa que se apoderó de los resortes
del Poder. La ratificación reciente del sistema de distrito electoral
único por el Congreso - espurio por
lo demás pues también es resultado del fraude electoral de abril -,
contradiciendo la aspiración mayoritaria del pueblo peruano que reclama
distrito múltiple, confirma esta preocupación. Su rectificación
posterior será posible por el abrumador repudio de la opinión pública
nacional. 12.
La experiencia latinoamericana es ilustrativa al respecto. En
Chile, Argentina o Brasil gobiernan partidos vinculados a la
socialdemocracia o la “tercera vía”. Todos ellos anunciaron
defender la democracia y cambios en la política económica. Pero los
hechos prueban que continúan aplicando el programa neoliberal a pesar
de su agotamiento y de sus consecuencias enormemente onerosas para sus
respectivos pueblos. La recesión, la desocupación, la reducción de
los ingresos o la eliminación de derechos sociales conquistados, las
privatizaciones, las cargas impositivas, van de la mano con el
incremento de la dependencia, del peso aplastante de una deuda externa
que no cesa de crecer, de la transferencia de capitales al exterior en
lugar de servir al desarrollo nacional. Y, por esa vía, del
recrudecimiento de los factores autoritarios y centralistas. CONDICIONES FAVORABLES PARA LA IZQUIERDA 13.
En la nueva situación la lucha de clases adquirirá tonos más
complejos. Durante la dictadura se pasó de posiciones defensivas a la
confrontación y la polarización: con o contra ella. Ahora, durante el
Gobierno de Emergencia y, más adelante, con el gobierno que surja de
las elecciones del 8 de abril, la polarización se perfilará en torno
del modelo económico y la política social, además de temas como la
descentralización, la impunidad, el trabajo,
Debemos prepararnos para los cambios y evitar quedar paralizados
o perder la iniciativa. 14.
Requerimos darnos cuenta que están presentes condiciones
favorables para avanzar en el afianzamiento del espacio de la izquierda
peruana y en la construcción de una corriente democrática y popular
que se proyecte más allá de las elecciones de abril. Tarea que
debemos asumir con fuerza, sobre todo cuando la mira de la atención
ciudadana se trasladará del ámbito antidictatorial al económico y
social. La vulnerabilidad del modelo estará más expuesta y, con
seguridad, la burguesía y sus representantes políticos se mostrarán más
dispuestos a ceder a las presiones del imperialismo y las
transnacionales. Esta situación permitirá una más clara decantación
y también mejores condiciones para la expansión de la izquierda, la
recuperación del movimiento sindical o la consolidación de los
movimientos regionales. Lo peor que nos puede ocurrir es perder la
oportunidad que se nos presenta para la recuperación y desarrollo de la
izquierda y el movimiento popular. 15.
Cualquiera sea la situación, la acumulación de fuerzas a
realizar debe tener en el trabajo de masas un pilar fundamental. No
obstante, será insuficiente. La lucha en los ámbitos electoral y de
ideas, son los dos otros campos de acción fundamentales. Sólo
manejando estas tres formas de lucha, en cuyo vértice esté la
construcción de las fuerzas de izquierda y el socialismo, nos
encontraremos en condiciones de avanzar con la claridad y el impulso
necesarios. 16.
Necesitamos extender y afianzar el espacio de la izquierda.
Espacio político, ideológico, cultural, ético. Es una tarea
improrrogable. Se explica entonces la importancia que cobran, en esa
perspectiva, el MNI y la JP como factores fundamentales de acumulación
política, además de la expansión de la influencia y la organización
del propio Partido. Abogamos por la unidad de la izquierda. Esta tarea
sigue en pie y ahora es aún más urgente, pues constituye una de las
condiciones para plasmar el bloque de fuerzas democráticas y populares
que asuma en sus manos la lucha por el cambio que el Perú necesita. Su
importancia y su alcance desborda
las actuales urgencias electorales. Con ese propósito tiene importancia
promover y llevar a cabo la CONFERENCIA DEL PUEBLO PERUANO, como
instancia de debate y de búsqueda de soluciones a los grandes problemas
planteados de cara al siglo que ingresamos. Parte importante de esta
tarea es la inscripción del MNI, requisito necesario para ingresar en
condiciones óptimas en las elecciones generales de abril y en las
municipales del 2002. La preparación de su Primer Congreso es otra
tarea que nos obliga a fortalecer su organización y afirmar su vigencia
nacional. POR UNA SALIDA DEMOCRATICA Y POPULAR 17.
En este contexto permanece en pie la salida
democrática, patriótica, descentralista, de desarrollo con justicia
social y regeneración moral, como un todo articulado. Está propuesta
no está agotada. Todo lo contrario. Sigue siendo la base de la
plataforma que necesita el Perú para este período, Y también el marco
para construir un tejido de alianzas que corresponda al logro de ese
objetivo. Los comunistas nunca han entendido la democracia política
separada de la democracia económica y social, ni sienten excluyente la
política de la ética. Tampoco confundimos la democracia con la
democracia formal, que es lo que siempre hemos tenido con los resultados
conocidos. La democracia con Mayúscula está por hacerse. No sólo como
democracia participativa, sino sobre todo como capacidad de autogobierno
del pueblo. En ese sentido reivindicamos
la conocida definición de Abraham Lincoln: "Gobierno del
pueblo, por el pueblo, para el pueblo", que la burguesía, y menos
el gran capital, jamás
entendieron y ni están en capacidad de asumir
consecuentemente. MOVIMIENTO SOCIAL 18.
Reconstruir el tejido sindical y avanzar en la recuperación de
las conquistas de los trabajadores abatidas por la ola neoliberal, es
una tarea oportuna y de enorme importancia. El nuevo sindicalismo no
renuncia a su contenido clasista. Partiendo de este principio básico se
propone la democratización de los sindicatos, la representación real
de las bases, conjuncionando la defensa de los derechos de los
trabajadores con la capacidad de ofrecer respuestas a sus problemas. De
un lado, ajeno a la conciliación de clases o a la pérdida de su
independencia; del otro, distante del sindicalismo revolucionario. El próximo
congreso de la CGTP, señalado para febrero,
debe significar el inicio de la reconstrucción del tejido
sindical. Nos pronunciamos por la centralización del movimiento
sindical, teniendo como base la CGTP; pero también por una CGTP
renovada, que supere los lastres burocráticos, conciliadores,
formalistas, cada vez más distante de los trabajadores. 19.
La importancia de los movimientos y frentes regionales está
fuera de toda duda. Los avances alcanzados en su organización, sin ser
descollantes, significan un paso adelante en los esfuerzos de las masas
por dotarse de una organización unitaria de ancha base, indispensable
para asumir sus reivindicaciones locales y regionales, y para
proyectarlas a escala nacional. La burguesía cuenta con elementos de
presión que le permiten imponer leyes y normas favorables a sus
intereses. El pueblo, por el contrario, carece, por el momento, de la
fuerza necesaria para hacerse escuchar e influir. El desarrollo de los
movimientos regionales, su centralización y capacidad de acción
nacional, significará un paso importante en este propósito. De allí
la urgencia de su centralización y coordinación nacional, como de una
plataforma que, sin desconocer sus singularidades locales o regionales,
permita una acción concertada que abarque al país. Apostamos a que, en
su desarrollo, se consoliden como expresiones de la democracia directa y
el descentralismo. 20.
Necesitamos trabajar con mucha fuerza en el seno de la juventud,
la intelectualidad, la mujer, los micro y pequeños empresarios. Pero
también y sobre todo entre los obreros que constituyen la base natural
del Partido, entre los campesinos, en las poblaciones barriales y étnicas.
Pero hacerlo de manera ordenada, metódica, en profundidad, superando la
influencia negativa del espontaneismo y el economicismo, cuyas
consecuencias nefastas están a la vista. Entender que la labor del
Partido confluye en un solo proceso la lucha por la hegemonía política,
ideológica y cultural. Ni masismo espontaneista, ni vanguardismo: tal
los extremos que debemos evitar. LUCHA ELECTORAL Y PAPEL DEL PARTIDO 21.
Todavía no está configurado el escenario electoral próximo ni
están definidas las candidaturas que entrarán en la contienda, aunque
la brevedad del tiempo disponible apresurará los pasos.
Preservando la independencia política del Partido no debemos
cerrarnos las puertas a alianzas electorales. Pero éstas deben tener,
como primer requisito, una clara demarcación con el neoliberalismo, la
impunidad, el centralismo económico y político. No obstante,
cualquiera que sea el desenlace final, debemos potenciar nuestras
fuerzas, trabajar con iniciativa e independencia, volcarnos a las masas
desplegando una firme lucha de alternativas e ideas, pugnando también
por alcanzar un espacio y una representación electoral propios. 22.
La lucha electoral debe entenderse y asumirse correctamente. Como
toda forma de lucha, es un medio, no un fin en sí mismo. Su subestimación
cuando llega el momento de asumirla, lleva al abstencionismo político
entregando el escenario a los adversarios de los trabajadores y el
pueblo. Este es un error izquierdista que hay que evitar. De otro lado,
sobreestimarla, o entenderla como un fin donde lo que importa son los
cargos y no la acumulación de fuerzas y la expansión de la influencia
política del movimiento revolucionario, lleva a errores de derecha, que
hemos pagado caro. CERRARLE EL PASO AL CONTINUISMO 23.
Los meses próximos estarán marcados por la contienda electoral.
No podemos sustraernos a esa realidad. No obstante, el problema de fondo
seguirá siendo la crisis económica, en cuya base está el modelo
aplicado en la última década. Para el 2001 la proyección de
crecimiento es de apenas 3 por ciento en lugar del 5 por ciento
anunciado por el régimen fenecido. A la recesión que ya lleva 3 años
se suma la crisis fiscal cuyo déficit sobrepasa los 1500 millones de dólares
para el próximo ejercicio presupuestal, equivalente al 15 por ciento
del mismo. El recurso de la privatización y las concesiones de lo poco
que queda, será parte de la tabla de salvación, aparte de los créditos
de urgencia. 24.
Las consecuencias de la crisis en la población, sobre todo en
los más pobres, son enormemente gravosas. Solamente en los últimos 2 años,
según Apoyo, ha caído 23 por ciento en Lima y 30 por ciento en el Perú.
La pobreza se ha incrementado de 50.7 por ciento de la población total
en l997 a 54.1 por ciento en el 2000. Ahora 13.9 millones de personas
gastas menos de 2 dólares al día. La realidad del Perú de hoy es que,
según la revista especializada Cuánto, "hay más pobres y éstos
son más pobres". 25.
En este contexto no será grande el margen de maniobra del
Gobierno de Emergencia. El problema económico y social será el eslabón
más débil de la cadena. Está claro que la derecha y el centro político,
matices más, apostarán al continuismo económico y social. No tienen
otra salida, pues lo que menos desean es chocar con sus patrones del
Norte, lo que más temen es el desborde del movimiento popular y su
radicalización. Además ese
es el mensaje que viene de los Estados Unidos y del FMI. El argumento de
"estabilidad" y "gobernabilidad" no debe ser obstáculo
ni cortina para posponer la solución de los problemas económicos y
sociales, y menos los urgentes requerimientos de los trabajadores, víctimas
de la desocupación, los salarios paupérrimos, la pobreza generalizada. NUESTRA TACTICA Y TAREAS 26.
La definición de la táctica concreta y las tareas
correspondientes no debe hacernos perder de vista la táctica general ni
los objetivos estratégicos del Partido. El Nuevo Curso implica colocar
sobre la mesa la Segunda República, el Proyecto Nacional y la Nueva
Constitución que la configuren, además de la unidad de las fuerzas políticas
y sociales en condiciones de asumirlas y llevarlas adelante. Este es el
rumbo que orienta la acción del Partido a lo largo del período,
independientemente de los cambios tácticos concretos que sean
necesarios en la cambiante realidad de la lucha de clases. 27.
Con fines didácticos y de precisión, las tareas del partido
pueden resumirse en las siguientes: ¨
Profundizar y extender la lucha contra el neoliberalismo en todas sus
manifestaciones; desarrollar a fondo la lucha de alternativas e ideas
por el cambio que el Perú necesita; impulsar con fuerza la
democratización que el pueblo demanda, desmantelando la estructura
policíaca y el estilo mafioso que construyó la dictadura;
reconquistar los derechos y reivindicaciones de los trabajadores
barridos durante el régimen fujimorista. ¨
En segundo lugar, continuar
afianzando el espacio de la izquierda y el socialismo en todos los ámbitos;
impulsar con fuerza el MNI, la JP, la reconstrucción del movimiento
sindical, regional, juvenil y de la mujer; dar pasos seguros para
configurar el bloque de fuerzas democráticas y populares que se plantee
una alternativa de gobierno unitaria y popular, por una salida democrática,
patriótica, descentralista, de desarrollo con justicia y regeneración
moral. ¨
En tercer lugar, dentro de
un proceso único articular la lucha y organización política de los
trabajadores y en general del pueblo peruano, con
la organización y la lucha
de masas en su diversidad y singularidad,
la lucha en el terreno de las ideas, la cultura, la ética y las
alternativas programáticas. Parte importante de esta batalla
será la confrontación con los teóricos del neoliberalismo y la
"Tercer Vía", o cualesquiera otros que aboguen por
el continuismo neoliberal. 28.
Estamos convencidos
que ¡El Perú debe cambiar! Y que
¡La izquierda y el pueblo pueden hacerlo! Con esa convicción
trabajamos los comunistas. Lima, 2 de diciembre de 2000. Primer Pleno del Comité Central
|