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LA  GUERRERA

Fragmentos de libre lectura

de una novela tántrica de

MANUEL CASTELIN        

 

BIBLIOTECA DEL LABERINTO

Salón Merlín    

 

 

PRESENTACIÓN:

 

 

                   Era una de esas mujeres enteras que ha producido Occidente en el final del segundo milenio, fértiles semillas de Acuarius.

                    Era, también, una mezcla representativa de muchas de las guerreras de La Vida que los caminantes de mi generación tuvimos el privilegio de conocer por los caminos del mundo.

                    Nada de lo que le ocurre a un hombre tiene tanta intensidad, ni queda tan fundido en su centro, como aquellas ardientes aproximaciones al Misterio que le vienen canalizadas por el contacto íntimo, amante o amigo, con una mujer.

                    Que sean las líneas de esta narración como una llama encendida y un hilo de incienso que se eleva, en ofrenda a todas nuestras iniciadoras. Y que La Vida multiplique vuestros dones, bravos espíritus de firmeza y belleza.

 

 

                                           124  FRAGMENTOS  DE     "LA GUERRERA"

 

FR.1- EUROPA:   Postguerra.

Nació durante la larga noche de la dictadura, en una remota provincia costera española donde los cabos más occidentales de Europa avanzan arriesgadamente, como una flotilla de enormes naves de piedra, hacia las olas y las nieblas del gran océano.

Se fortaleció en la dureza mientras crecía, como una típica flor de aquellos acantilados, una de esas que, cuanto más las baten y las castigan los vientos del norte, más profundamente clavan sus raíces en el alma de la tierra rocosa y más vigorosos pétalos desarrollan, con tal intensidad de color en su corola que su brillo desafía toda la grisura envolvente y la transmuta.

Ya que hacía relativamente poco que había acabado una contienda civil horrible, en la que los hermanos fueron arrastrados por los señores de la guerra a matarse entre sí con saña durante cuatro años, en nombre de ideologías que ni siquiera comprendían, dejando al país de luto, empobrecido, sin libertades, dividido por un invisible muro de odios, envenenado de ansias de revancha y de sentimiento de culpa, y por cuarenta años amordazado, como si la mayoría de sus ciudadanos fuesen sospechosos bajo vigilancia.   

FR.2-

Pero resultó ser una niña más, una niña no deseada... su madre casi no la reconocía; pasaba las noches llorando, más loca de amor y de nostalgia que nunca, y durante el día tenía que trabajar duramente casi once horas en el puerto pesquero, para sacar adelante a sus hijas, a su madre y a dos viejas tías que vivían con ellas.

La niña fué creciendo, refugiada en una burbuja de ensueños que la protegía del pesado y gris entorno; salvo cuando se hallaba su madre delante, estaba siempre riendo, siempre alegre y luminosa; jugaba sola con gatitos y con muñecas y tenía largas conversaciones con seres imaginarios. Totalmente carente de una relación afectiva con su familia, se inventó que su verdadero padre y su verdadera madre estaban en el cielo, y hablaba con ellos cuando nadie la miraba.

FR.3-

Mas durante toda su adolescencia, fué una muchacha absolutamente inocente; su vigor físico se sublimaba en el deporte, sus sentimientos, en los de los protagonistas de las películas. Cuando salía de verlas, Los espléndidos atardeceres atlánticos, el fragor del mar y los chillidos de las gaviotas acompañaban su retorno a casa, caminando por el borde de la bahía; y soñaba, ante aquel romántico paisaje, que algún día, igual que las heroínas del cine, alcanzaría su libertad y su plenitud entre los brazos de un hombre.

Lo lograría. Estaba segura. A pesar de las frases siniestras que se desprendían de las conversaciones entre su madre y su abuela: "La mujer va al matrimonio para sufrir ...mientras sólo ellos se lo pasan bien..."

Ella no podía creerlo, no le servían el modelo de su madre, ni el de su abuela ni el de sus tías; intuía hasta que alturas se puede llegar a través de la relación de pareja, y era evidente para ella que la generación anterior se había machacado y autoreprimido tanto, que les resultaba imposible levantar la cabeza del suelo, por causa de los propios límites mentales que se impusieran.

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FR.4- EUROPA:  Una Generación Diferente.

 

Sus hermanas mayores se fueron casando y, automaticamente, plantaron los estudios y asumieron sus roles de amas de casa y madres de familia, sumisas y grises... ella, sin embargo, aspiraba a algo más grande y más intenso; en realidad, estaba enamorada del Amor; mas, salvo los personajes del cine, no tenía otras referencias que la inspiraran.

Se sentía como perteneciente a una generación nueva y distinta; Cuando cursaba estudios en la única facultad universitaria que había en su ciudad, la de Peritaje Mercantil y Económicas, los periódicos llamaron la atención sobre la Revolución de Mayo 68 en París. Al leer las originales frases que se habían pintado en los muros de la capital francesa intuyó, aunque no las comprendía muy bien, que aquello era la expresión de un espíritu de renovación que resonaba fuertemente en su interior, y que la hacía identificarse con una humanidad joven y distinta que había surgido como una flor de paz y fraternidad planetaria, aún tierna pero potente, de entre el lodo sanguinolento dejado por las bestiales matanzas bélicas que habían ennegrecido La Tierra toda en el último siglo del segundo milenio.

FR.5-

Aunque se miraban con sospecha, por pertenecer a mundos distintos, las familias de ambos autorizaron, al cabo, el matrimonio, ante la calidad humana y la brillantez en los estudios de los dos pretendientes, que es la iniciación por donde se mide a los jóvenes aspirantes a guerreros adultos en las modernas tribus de Occidente.

Llegó virgen a la noche de bodas, lo mismo que él... y se sintió totalmente traumada y frustrada con la experiencia. Ya que, como ocurría al final de las películas, esperaba una plenitud, una iluminación, que no obtuvo ni de lejos. Pasó, pues, aquella primera noche llorando, y durante muchos días tan dolida estaba, que apenas permitía que su marido la tocara. El, por su parte, se encontraba igual de espantado y violento, pero sentía que "había que hacerlo".

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FR.6- EUROPA -Madrid

Al cabo de un año y medio, descubrió que estaba embarazada, y entonces decidió abandonar el trabajo exterior; ninguna empresa le parecía tan importante como dedicarse a gestar y luego criar a sus hijos, y su marido estaba completamente de acuerdo en ello. Para mantenerse en forma durante el embarazo comenzó a asistir a un gimnasio, y allí conoció también el Yoga, aunque no le interesaba sino como un apoyo físico más para un buen parto.

FR.7-

A partir de ahí, comenzó a tomar consciencia de que su vida era su tiempo y ya no quiso perder un minuto; El papel de ama de casa resbaló de sus hombros como la piel vieja de una serpiente; lo dejó en manos de una fiel empleada que llevaba ocho años sirviéndolos, y volvió a dirigir su mirada al mundo profesional, buscando donde realizarse.

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FR.8- - EUROPA- La Profesión

 

Eran los primeros tiempos del "boom" de la Informática, y logró ser recibida por el director de una distribuidora de élite, que se dedicaba a vender sistemas informáticos completos para grandes empresas, y que tenía interés por conseguir una entrada en aquella en la que su marido ya tenía un alto cargo. El director, de todas maneras, la miró de arriba abajo como quien mira a un bonito cuerpo vacío, y lo primero que le soltó fue:

- Este es un mundo de hombres.

- Me encanta trabajar con hombres -respondió- hace que me sienta mucho más femenina.- Ella no tenía conciencia de ésto, pero aquella frescura suya la hacía seductora, y el director valorizó que su seducción podría ser una buena herramienta a la hora de vender.

- ...Usted no tiene formación en Informática -siguió, sin embargo, arguyendo.

- No importa -dijo ella con convicción imbatible- aprendo muy deprisa todo lo que necesito aprender.

FR.9-

Sus ganancias ya superaban bastante por encima a las de su marido, que también había ido ascendiendo, y una buena parte de ellas las reinvertía en seguirse formando en múltiples cursos, impartidos en Europa y los Estados Unidos, ya que la Informática era un campo que se renovaba a cada día que pasaba. Asi, vivían en la abundancia, la elegancia y el lujo, bien relacionados y formando parte de la clase acomodada.

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FR.10-  EUROPA- El Cambio en España

 

Por aquella época murió el anciano general que había ganado la guerra civil y gobernado a su manera la nación durante cuarenta años, con todos los poderes del estado ferreamente centralizados bajo su mando único y sin tolerar oposición política alguna. Sus antiguos camaradas lo lloraron y sus enemigos lo celebraron; la mayoría de los españoles de la joven generación sintieron algo así como si se le hubiese muerto un padre tiránico que había presidido toda su vida desde el nacimiento, puestos sus ojos vigilantes en cada paso que daba cada ciudadano; atento, sobre todo, a que nadie subvirtiera el orden y las costumbres por él establecidas como correctas, con indeseables libertades de expresión y comportamiento.

Con esa polarización en los extremos que es típica del alma hispana, el país pasó entonces de parecer un cuartel o un convento, a convertirse en un alegre cabaret donde todo estaba permitido. Fué como el destape de una botella de champagne por largo tiempo guardada en una bodega: miles de personas que tenían la asignatura de la libertad pendiente, quisieron tomarla ahora por asalto deprisa y de cualquier manera; y hubo muchos descarrilamientos en medio de tanta confusión.

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FR.11- EUROPA- El Conferenciante

 

A ella le estaba pareciendo que aquella hermosa voz le hablaba directamente, y que los ojos del conferenciante se posaban con bastante frecuencia en los suyos, y que surgía en ellos una chispa en esos instantes. El decía que España también era un país con fuertes contradicciones, permanentemente dividido entre un sector ultralibertario y otro ultraconservador, siendo este último el que generalmente ostentaba el poder, y cuyo inmovilismo había hecho que el país perdiese la carrera de la modernidad. Las contradicciones habían ido agudizándose, hasta concluir en un enfrentamiento de hermanos durante más de un siglo, que precipitó su decadencia y, finalmente, su práctica muerte física en una terrible guerra civil, en la que media España había machacado a la otra media.

FR.12-

Ella estaba cada vez más convencida de que aquel hombre parecía estar hablando exclusivamente con ella y para ella en medio de la multitud, volviendo una y otra vez a clavar sus ojos en los suyos, tocando uno por uno sus sueños particulares, dibujando ante su vista la Sociedad Ideal que deseaba para sí y para sus hijos... El continuaba diciendo que el mundo todo caminaba inconteniblemente hacia la unidad planetaria, que contribuiríamos a ella de forma eficaz consiguiendo, en primer lugar, la representatividad que historicamente nos correspondía en la Unidad Europea, la cual tendría que lograrse pasando, imprescindiblemente, por una modernización a fondo de todas las estructuras del país, así como por un equiparamiento político, industrial, laboral y económico con el patrón medio europeo, primero, y luego con el patrón alto.

FR.13-

Las personas de la primera línea, a quienes había interrumpido tan abruptamente, estaban impacientes por reanudar su conversación; un hombre y una mujer dispararon sobre el orador sendas preguntas sobre política al mismo tiempo.

- ¡Gracias...! -balbució ella, confusa, y deslizó sus dedos de entre los de él, retirándose. Se sentía tonta.

Por un instante le pareció que él iba a decirle algo más, pues no dejaba de mirarla, pero, al echarse ella un paso atrás, el grupo cerró el agitado coro, y dejó de verlo.

Finalmente, teniendo claro que el hombre continuaría asediado por la nube de seguidores que se disputaban su atención, salió de la sala y regresó a su casa.

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FR.14- EUROPA- Segunda Conferencia

Estaba casi a punto de sacarlo del aparcamiento subterráneo del auditorio, cuando vió venir hacia ella al conferenciante, solo, saliendo del ascensor a toda prisa y haciéndole imperiosas señas de que se detuviera. Frenó el auto en seco y entonces él acabó de acercarse, sonriente, puso su mano en la ventanilla abierta, y con audaz suavidad y tono cortés, le pidió, tuteándola:

- ¿Quieres abrirme la otra puerta, por favor?... necesito hablar contigo.

Así lo hizo ella, sin pensar lo que hacía, y él se deslizó en el asiento a su lado, con tanta naturalidad como si se conociesen de toda la vida.

FR.15-

Fue directo a por sus labios otra vez, y ella volvió a sentir toda su feminidad abriéndose como una rosa madura y húmeda, dispuesta absurdamente a entregarse... mas apenas por un instante; inmediatamente lo rechazó y lo empujó con toda su fuerza, haciéndolo salir del coche- ¡No puede ser! ¡No puede ser! -y conectó de nuevo el motor para arrancar.

FR.16-

Durante todo el fin de semana estuvo fuertemente conmocionada, preguntándose como era posible que no hubiese tenido sentimientos tan intensos desde que veía a los protagonistas de las películas besarse en la pantalla, cuando era una adolescente. Le parecía increíble que su marido no se diese cuenta del fuego que la quemaba por dentro; sentía que la miraba sin verla, sólo pendiente de sus rutinas, y eso le hizo engendrar un gran fastidio. También se sorprendió de ver, de repente, lo mucho que habían crecido los niños y lo poco que la necesitaban. Llegaban a casa y se encerraban a ver televisión, comían automaticamente sin apenas hablar, y salían luego hasta la noche con sus amigos. Nadie parecía reparar en ella ni en todo lo que en ella se agitaba. 

FR.17-

- No soy una mujer libre -respondió, haciendo un esfuerzo por sonar firme- si llego a serlo, lo sabrás. Mientras tanto, si en algo aprecias mi amistad, no me envíes nada más ni me llames.- Y colgó.

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FR.18- *  AMERICA- Clase de Yoga en Lima

 

Era una peruana bien blanca, hija y nieta de blancos; había nacido en un viejo barrio limeño de bello estilo colonial, pero sólo sobrevivía de un modestísimo sueldo de oficinista y del alquiler de la casa familiar. Vivía en un cuartito que se había reservado en la terraza. Daba también, en un centro de cultura vecinal, una clase diaria de Yoga a siete u ocho alumnos.

- ¿Qué es exactamente el Yoga? -le había preguntado cuando la conoció, con aquel fresco acento serrano, haciendo que las palabras cantaran, lo que marcaba un gran contrastre con el aspecto, excesivamente serio, de su figura.

- Yoga es comer cuando comes, respirar cuando respiras, caminar cuando caminas, pensar cuando piensas... hacer una sola cosa en cada momento, mas hacerla con todo lo que eres, con plena atención y concentración...

FR.19-

El Centro Cultural de Barranco era un lugar muy activo, donde se daban cursos de todo tipo a precios muy económicos. Aquella tarde era la cuarta clase de Yoga que él recibía; era el más novato de los alumnos y se sentía torpe, rígido y algo ridículo; pero prestaba mucha atención y hacía todo lo posible para amoldarse al ritmo de los demás, porque la instructora le encantaba.

FR.20-

- La energía se canaliza y se eleva con visualizaciones mentales -explicaba ella con voz clara y suave, sentada sobre su esterilla, en posición de loto-: ya que ocurre que todo en el Universo es mental, hasta la más dura y compacta roca, como han descubierto los físicos modernos; Las energías que nos componen son pura mente, y pueden, por tanto, ser dirigidas por nuestra voluntad y manipuladas por nuestra imaginación.

...A partir de ahora, la incorporaremos a nuestra consciencia y a nuestra voluntad; conoceremos como funciona y como podemos dirigir por nosotros mismos sus acciones... ese es el primer paso importante para que nos hagamos dueños y señores de nuestra propia fuerza vital.

-¿Estamos listos?- preguntó, después de haber asumido la misma posición que sus alumnos sobre una esterilla- pues empecemos, como siempre, relajándonos, relajándonos al máximo, eliminando tensiones, ya que cada tensión es un bloqueo donde se estanca nuestra energía o una grieta por donde se desperdicia... relax, pues, reposemos en nuestra armonía interior.

Mucha atención: durante todo este ejercicio, la punta de nuestra lengua ha de mantenerse tocando siempre ese huequecito que hay en el velo del paladar, justo encima de ella, para mantener el circuito cerrado. No la saquen de ahí. -recalcó- ¿Está bien claro?

- Vacíense ahora del aire viejo por la nariz -siguió poco después- inhalen, cuando yo les avise, sin esfuerzo, imaginando que entra en ustedes, con el oxígeno que aspiren, la energía vital limpia y cruda del universo, como un fluído de color naranja, como el de una llama.

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FR.21- EUROPA- Separación

 

Su marido no daba credito a sus oídos. Para él todo estaba perfecto como estaba... ¿qué era lo que a ella le faltaba?

- Me falta que no te quiero -respondió, sintiéndose tristemente brutal al decirlo- o que no te quiero lo suficiente... o que sí te quiero, pero no como me gustaría quererte. Te quiero como a un hermano, como a mi amigo más íntimo, y espero que lo sigamos siendo siempre... Mas no hay pasión entre nosotros. Antes no me daba cuenta, pero ahora sí: seguir viviendo como esposos, sin pasión, es algo que no nos merecemos ni tú, ni yo, ni los niños.

- ¿Tienes un amante? -preguntó él mirándola a los ojos.

- No, no lo tengo -dijo sosteniéndole la mirada- nunca engañaría a una persona a la que quiero; por eso te lo digo... separémonos como buenos amigos. Quiero ser libre para buscar lo que deseo.

FR.22-

- Si de verdad me quieres, continúa esperando -dijo con dulzura-, lo que ha de ser, será. Pero, aunque yo ya no esté casada, todavía no soy una mujer libre; así que, antes de nada, quiero saber que es lo que se siente siéndolo.

El usó todos sus argumentos, todo su poder de seducción y hasta la furia de su pasión, para convencerla, pero ella no quiso ceder: se despidió con un "hasta la vista" y colgó el teléfono. Por dos veces él intentó verla personalmente, pero ella se las arregló para esquivarlo. El teléfono sonaba y sonaba largo rato cada noche, hasta que ella decidió dejarlo descolgado. Aquel hombre la aterraba, era demasiado para ella.

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FR.23- EUROPA- Experienciando la libertad.

 

- La cuestión -le dijo una querida amiga, compañera de trabajo y recién separada, después de que ella le confidenció su confusión- es que nos han metido un programa en la cabeza, titulado: "Una mujer sólo puede ser feliz si tiene un compromiso formal con un hombre" ...Yo también me encontré con un galán de bandera que me tiraba los tejos, todo un guerrero muy viril, simpático y con una gran experiencia vital, frente al cual, mi marido me parecía un seminarista; pero el sustituirlo inmediatamente me parecía demasiado cruel. Pensé que le destruiría toda su autoestima, que no me lo perdonaría nunca, y que apartaría a mis hijos de mí.

... Aunque no sólo era eso - siguió, con un tono que buscaba complicidad -: yo tampoco quería salir de una dependencia para entrar en otra... Tú y yo somos mujeres modernas, fuertes, capaces e independientes; pero jamás hemos tenido oportunidad, hasta ahora, de vivir nuestra propia vida: siempre el padre al lado controlándonos, marcándonos límites... aunque tome la forma de marido o amante fijo. Tu puedes elegir lo que quieras, vaya, pero yo, desde luego, en este momento, lo que más deseo es darme la libertad de escoger y disfrutar todas las opciones posibles, sin atarme a ninguna en especial; y pensar sólo en mí misma por un tiempo.

FR.24-

Madrid estaba agitado en una gran movida en aquella época, y ella, acompañada por algunas de sus amigas separadas, se lanzó de lleno y aceleradamente a danzar en la onda del cambio total de mentalidad y costumbres sociales.

En unos cuantos meses experimentó más cosas y sensaciones nuevas que en toda su vida antes, y también el disfrazarse, e ir de caza y vivir una intensa y fugaz aventura durante una noche o dos; y hasta el sexo en grupo; y las drogas. Durante algunas de aquellas experiencias perdió las últimas virginidades que le quedaban, y que a su marido nunca se le hubiese ocurrido tomar (o que tal vez no se hubiera atrevido a tomar); incluso permitió, divertida y controlando, que una feminista lesbiana juguetease un poco con su cuerpo en una piscina privada, para mostrarle -decía- "aspectos sutiles de la sensibilidad femenina que esos burdos machistas son incapaces de satisfacer"... Mas, al cabo, llegó a hartarse de tanta vaciedad: En todo aquello había, como mucho, excitación, morbo, mariposeo, el encanto juvenil de saltarse todas las convenciones, de saborear lo que siempre había considerado prohibido... pero de ninguna manera la intensidad integral de la pasión.

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FR.25- EUROPA- Formación de nuevos líderes

 

Poco a poco, llevada por su interés y su constante estudio -era una verdadera coleccionista de métodoss prácticos para progresar, a quien le encantaba compartir y experimentar en la práctica todo cuanto la impresionaba-, fué mucho más allá de la venta, descubrió que era buena enseñando a otros lo que sabía, y se convirtió en consultora en Informática y Recursos Humanos, que investigaba en profundidad lo que se podían considerar las más adecuadas soluciones a la hora de renovar grandes empresas: Como mejorar la productividad, la rentabilidad, la creatividad, las relaciones laborales y la capacidad de liderazgo de los directores, gerentes y mandos profesionales intermedios.

FR.26-

- Si un equipo directivo -decía- tiene su creatividad bloqueada por el miedo al fracaso, a los juicios o críticas de los demás, o ha perdido su capacidad de liderazgo innovador, la empresa no puede funcionar. En ésta época en que las máquinas hacen todo cuanto se les ordena con un alto grado de perfección, el trabajo fundamental del hombre es volverse creativo e independiente al máximo, al tiempo que cooperador; y, además, ha de lograr serlo sin tensión, sin angustia, con satisfacción, y sintiéndose a gusto y en paz ante sí mismo y ante su entorno.

Durante el fin de semana, las experiencias vivenciales iban ayudando a los directivos a sentirse seguros y motivados, y a replantearse valores que habían aparcado hace tiempo en cualquier esquina olvidada, por "no compatibles con la competitividad empresarial", tales como honestidad, responsabilidad y compromiso, sin los cuales, cualquier éxito obtenido es sólo un éxito aparente, que no se sostiene durante mucho tiempo y que acaba dañando al líder en la base de su poder personal, de sus relacionamientos y de su productividad, que no es otra que su autoestima.

Combinaba sabiamente toda esta actividad pedagógica a nivel de psicología, relaciones humanas, visión global de la actividad, búsqueda de la calidad total, nueva ética empresarial y gestión participativa del cambio, con promoción de nuevas tecnologías, cuadros de control y sistemas informáticos; con lo cual continuaba vendiendo equipos y sistemas; acumulando cada día mayores ingresos, junto con mayor prestigio y realización profesional.

Al mismo tiempo, seguía considerándose una buena madre de familia, y organizaba bien sus horarios y programas para dedicar el máximo de atención que podía a sus hijos; incluso almorzaban todos juntos con su ex-marido una vez a la semana en la casa familiar, y se trataban con mucho cariño. El seguía convencido de que acabaría regresando, en cuanto se diese cuenta de que todo lo de afuera era una ilusión, ante la realidad de una hermosa familia como la que tenía.

                                                                

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FR.27-  *AMERICA- El Vitralista de Lima

 

Fue ese el año, algunos meses más adelante, en que se quedó fascinado con el arte de los vitrales; tras descubrir por casualidad, en un barrio remoto, el taller donde un viejo artesano español, afincado hacía treinta años en Lima, realizaba vidrieras para las iglesias o para decorar las mansiones de la burguesía local, siguiendo fórmulas que había recibido de su padre, y éste del suyo, y el suyo del suyo... desde vete a saber que época lejana, ya que el estilo no difería mucho de aquél que se veía en los libros de Arte, ornando las ventanas ojivales de las catedrales góticas europeas.

FR.28-

El joven serrano le mostró sus pinturas y le ofreció trabajar para él a cambio de un salario menos que mínimo y de que le enseñase a convertir sus cuadros en vitrales; el viejo apreció su buena mano, su estilo y su imaginación, pero le dijo que aquello era muy difícil de vender, nada comercial, pocas personas lo apreciarían y menos aún pagarían por ello...

Sin embargo, le gustó tanto la sincera pasión del mozo por el arte, que concordó con él en que ayudaría en la confección de los encargos pendientes y en su transporte a la clientela por las mañanas -esa sería su escuela- y que por la tarde podría usar una esquina del taller para vitrificar su propia obra, aunque los materiales que usase debería sufragarlos por sí mismo.

 

El chico corrió entonces al Centro Cultural, esperó impaciente a que llegase su amada para la clase de Yoga, y se lo contó con la mayor alegría.

Ella también se puso muy contenta de la oportunidad conseguida, y se brindó espontaneamente a ayudarle a pagar los materiales que necesitase para comenzar. Además, aquella noche, después de celebrarlo calidamente, le invitó por fin, con todo amor, a que viviesen juntos en su casa, si él quería.

Aceptó encantado, cedió a otro joven montañés, recién llegado a Lima, su choza de cañas en el arrabal, trasladó sus escasas pertenencias al cuartito de su novia en la terraza, y empezó a trabajar en el taller con alegría, esforzándose por ser útil al máximo hasta en las labores más humildes y rutinarias. Cuando supo lo suficiente sobre la técnica, dejó de pintar con tierras y óleos y buscó la manera, componiendo mosaicos de vidrio, de hacer que los mismísimos rayos del Dios ancestral de su raza, Inti, el Sol, dieran color-luz a sus obras.

FR.29-

Una mañana, cuando ya llevaban dos años viviendo juntos, ella se despertó muy excitada, tomó un cuaderno, que siempre estaba en el cajón de su mesilla de noche, para anotar sus sueños, e hizo un dibujo: tres círculos concéntricos, y, en medio, una cruz. luego se volvió a reclinar sobre la almohada y estuvo un rato tratando de recoger todos los otros recuerdos de su sueño. Por fin, se levantó y se fue a la ducha.

Cuando regresó, envuelta en la toalla, él ya estaba despierto. Se acercó, se sentó en la cama y lo besó. El la atrajo hacia sí y la abrazó.

- He tenido un sueño... -dijo a su oído- muy extraño. Y lo más curioso es que en él me entregaban algo para tí.

- ¿Para mí? -se asombro él, buscando sus ojos- ¿Y qué era?

- Era algo así como un mandala... y quien me lo dió parecía un ángel; sí, podría ser un ángel como éste.

FR.30-

- No recuerdo lo que el ángel dijo, pero sí que el mandala era para tí -alargó la mano y abrió el cajón de la mesilla; sacando el cuaderno, le mostró el dibujo.

- Era algo así como ésto -dijo-: ...un cuadrado en relieve, que enmarcaba, a su vez, dos círculos, en medio de los cuales estaban grabados muchos signos extraños, tal vez como los del zodíaco. E inscrito en ellos, un tercer círculo, Y dentro de él, una cruz, en cuyo centro había otros tres círculos concéntricos alrededor de un ojo, cuya pupila se abría en una perspectiva profunda, como la de un túnel con escalones que descienden y descienden... y ese túnel me atraía, como un imán, hacia su interior...todo se veía en relieve y en colores, y había un click, como el del foco de una cámara que, de repente, con sólo tú cambiar tu punto de vista mental, tu manera de ver las cosas, abría una puerta en el túnel, y te permitía entrar en otra dimensión...

- ¡La puerta a la otra dimensión! -dijo él-...pues precisamente entre ayer y hoy, mi cabeza estaba dándole vueltas a algo así... creo que tu sueño es una imagen muy buena para introducirla en mi próximo vitral.

- Eso no me gusta de tí -respondió ella en un tono serio- yo te paso algo que, seguramente, es para reflexionarlo, para introducirlo en tu vida, y tú simplemente, te desprendes de ello, lo colocas fuera; lo exorcizas; lo usas como una forma más para tu trabajo. Y ahí se queda, formal, sin interiorizarlo.

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FR.31-   EUROPA: Elecciones

 

Una mañana, ella salió a la calle y se encontró a Madrid empapelada de propaganda electoral. Había imágenes y discursos para todos los gustos, pero, por encima de cualquiera de ellos, se destacaba la calidad visual y emotiva de los carteles del Partido Socialista: Simplemente mostraban, bellamente dibujada por un artista original y a todo colorido, una ciudad utópica y luminosa en la que daba alegría vivir, llena de ciudadanos satisfechos, espontáneos y felices. Tras de la experta mano que había dibujado, ella reconoció la visión inspiradora. Sabía muy bien a quien pertenecía.

Lo llamó al atardecer desde su apartamento; las piernas le temblaban, pero consiguió que su voz sonara serena cuando dijo:

- Aquí estoy, soy libre, me gustas; si aún deseas estar conmigo, dímelo.

                                                               

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FR.32-  EUROPA-Reclamación

- Yo me he enamorado de tí porque desde el primer instante en que te ví allí, en la primera fila, reconocí intuitivamente, en tu aspecto y en tu vibración, a una mujer de mi altura, a un espíritu libre, digno de este mundo nuevo que estamos construyendo. ...Tu eres, como yo, un alma guerrera que se basta a sí misma, una fémina de hoy, fuerte, capaz e independiente.

... No has dejado a tu marido por mí, sino por tí -continuó-, por vivir en tu verdad, y si esstás ahora conmigo es por lo mismo, porque me has escogido como parte de tu verdad y tu libertad; no porque me necesites, ni porque tengas un compromiso conmigo, como yo lo tengo con mi esposa -que es muy diferente a tí, y que, aunque hace mucho tiempo que ya no somos amantes, no sabría sacar a mis hijas adelante, si yo no estuviese a su lado-, ni tampoco porque yo te haya propuesto nunca un compromiso ...Así que no me hables desde esa programación ajena, puro mundo viejo, que aún llevas en un pedazo de tu memoria.

FR.33-

Caminó hacia el cuarto de baño, encendió la luz y se quedó contemplando su cuerpo desnudo en el espejo, mientras casi sentía aún el tacto del de él, recorriéndolo, apretándolo, penetrándolo; aquel hombre tenía una manera de hacer el amor que era como una danza, una danza rítmica, espiral, prolongada, en la que se alternaban momentos de gran delicadeza y suavidad con otros de una excitación increíble, en los que ella se convertía en una muñeca entre sus brazos, se dejaba zarandear por fuera, y golpear por dentro, adoptaba docilmente todas las posturas que él, sin palabras, le demandaba, como si blanda arcilla fuese, cálida y húmeda, en manos de un ágil escultor; y se hacía totalmente maleable hasta que, de repente, él iba deteniendo poco a poco el ritmo de su cintura y de su respiración, apenas al borde mismo del orgasmo, y ambos se quedaban flotando en una nube de extático reposo por un rato... y hasta que volvía a sentir suavemente dentro de su vientre el movimiento de su compañero, reiniciando el juego.

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FR.34- EUROPA- Sexo tántrico

- Es un placer muy grande derramarme en tí, me ha encantado... pero te ruego que no vuelvas más a pedírmelo... soy yo el que tiene que decidir en cada momento lo que hago con mi energía, según me sobre o la necesite para entregarla a mi trabajo, que es intensísimo -ella iba a hablar, mas la cortó con un gesto suave, y siguió: - Estoy acostumbrado a gozar y hacer gozar con el sexo, llegando hasta el límite sin derramarme. De hecho, sólo me dejo ir raras veces, y nunca cuando tengo algo importante en que concentrarme después... te ruego que comprendas y respetes eso, que sólo me afecta a mí, y que, por tu parte, disfrutes a fondo como más te apetezca en cada momento, sabiendo que, cuando tú te entregas al orgasmo, tu placer es el mío.

- Pero... -arguyó ella- ¿como voy yo a disfrutar y a soltarme si veo que tú te estás reprimiendo? Amar es desear compartir el propio goce con la persona que amas.

- El goce es una cosa mental y del sentimiento, y para que se produzca, no es necesario que uno arroje hacia fuera toda su potencia, como hay que hacer cuando se desea tener un hijo. Hay un placer cuando se pierde energía, mas, cuando uno sabe como hacerlo, hay un placer mayor en retenerla, amplificarla y distribuirla por todo nuestro interior... Cada vez que yo me detengo al borde del orgasmo, y te hago parar también a tí de moverte, y reposo inmóvil dentro de tí, siento un verdadero éxtasis. Aunque no dé salida hacia afuera a mi energía generadora, sé como canalizarla hacia mi corazón, que te ama, y hacia mi cerebro, donde me ayuda a ser mucho más creativo.

- En cambio -siguió-, si me vacío completamente y me quedo desenergetizado, durante todo el día siguiente, y a veces hasta durante dos días, mi vibración está baja, me vuelvo irritable, distraído, perezoso y tosco... y hay que estar continuamente despierto, activo, carismático y ágil en el mundo en que yo me muevo, para dirigir, convencer y, sobre todo, para no dejar que te arrastre la corriente dominante, que es bien densa: Si estoy en posesión de toda mi energía, soy firme y flexible al tiempo; y atentísimo, y magnético.

FR.35-

- Yo no -continuó-; yo seguí sus consejos y me fueron bien, y luego leí muchísimo sobre Tantrismo, pero siempre hay algo que no entiendo, que se me escapa o que no sé aplicar en estas prácticas místicas... Supongo que ese tipo de espiritualidad oriental no tiene mucho que ver conmigo, o con mi actual nivel de consciencia: yo soy un hombre muy primitivo todavía, bien carnal, instintivo, lujurioso, apegado a la materia, escéptico y colérico... pero ya no me cabe duda de que, cuando retengo mi energía sexual estoy radiante, y que cuando la derramo, vuelvo a estar disperso... así que procuro no derramarme.

- Pero... -arguyó ella- ¿No será eso dañino para tu cuerpo o para tu mente? ¿No te quedas lleno de ansiedad, después de haberte excitado tanto y no darle una salida natural a esa energía? ...cuando a mí me ha ocurrido eso, he necesitado usar la mano para no andar loca todo el día.

FR.36- 

 

- Ocurre también -continuó al ver que ella escuchaba con interés- que el cuerpo energético o etérico es real... y que también son una realidad, ya detectable con medidores de ondas, sus chakras y los canales sutiles por donde la energía vital circula de chakra en chakra; los videntes de Oriente lo descubrieron hace miles de años y, ahora mismo, los científicos que estudian el movimiento de las partículas subatómicas, se están dando cuenta de que nada de ésto eran fantasías místicas... Todo lo que tú imaginas toma forma real en el plano de la pura energía mental, y acaba cristalizándose en el plano donde la energía mental se densifica y aparece como lo que llamamos materia física.

...Las gradaciones más finas de la energía mental universal animan la energía densa, la alimentan y reciclan y la hacen desarrollarse, crecer, moverse... la energía vital básica se genera en nuestros centros sexuales. Cuando no estamos dirigiendo nuestra energía vital hacia afuera, para reproducirnos, ella se dedica a fortalecer nuestras glándulas y órganos. Si un hombre y una mujer intercambian sus energías, se repotencian enormemente. Si, en lugar de derramarlas al exterior, las hacemos elevarse dentro de nosotros, fortalecerán y alimentarán también nuestros centros sutiles.

FR.37-

  La besó en los labios, y luego buscó la punta de su lengua, tocándola apenas con la de él y acompasando a ella su respiración- Al cerrar el circuito, haciendo que nuestras lenguas se toquen -siguió después-, no solamente te traspaso toda esa energía elevada y transformada, sino que también recojo la tuya, que en ese momento está vibrando en perfecta armonía con la mía, y hacemos de las dos una, la cual vibra en una frecuencia mucho más alta que la simple suma de nuestras dos frecuencias... eso está muy estudiado, y se llama Sinergía.

- ¿Y que ocurre entonces? -preguntó ella, aliviada y expectante.

- Pues ocurre, querida mía -respondió besándola otra vez y sonriendo-, que, como lo que en verdad somos es una energía que, en cada momento vibra en una frecuencia más alta o más baja, nos quedamos flotando los dos después, durante todo el día, en una frecuencia altísima, como si hubiésemos tomado una poderosa droga estimulante, que es la droga del buen amor, y que nos hace estar felices, alegres, despiertos... mentalmente ágiles, llenos de defensas físicas y psíquicas, porque toda nuestra energía vital se amplifica y alimenta a los órganos y glándulas con alimento de primera categoría...

FR.38-

- Es el amor consciente la droga cerebral que nos humaniza... -continuó- y si uno llegara a vivir así de pleno el amor consciente mucho tiempo, acumulando y elevando gradualmente su más alta energía sin derramarla -dicen los maestros tántricos, porque yo, por causa de la vida que llevo, sin una verdadera compañera-sacerdotisa a mi lado, nunca la he podido mantener seguido por más de un mes-... esa alta frecuencia se iría refinando y elevando hasta convertirse en la droga que nos diviniza. De hecho, hay muchas escuelas que dicen que sólo elevando y sutilizando conscientemente la energía del cuerpo físico se da vida al Cuerpo Mental Superior, el cual da vida al Cuerpo Espiritual.

- Hablas como un místico -observó ella sonriendo-; tenía la idea de que, para los socialistas, Dios y las religiones no eran sino el opio con que se mantiene aletargado al pueblo.

- Y así ha sido historicamente -respondió él-, y muchos de mis camaradas son ateos por esa razón, o agnósticos. Pero Dios no tiene la culpa de que su nombre haya sido más usado por las clases opresoras para esclavizarnos que para liberarnos... Para mí Dios es, simplemente, lo más alto de cada uno de nosotros, el modelo de perfección hacia el que somos impulsados naturalmente por nuestro programa genético interno... O buscamos la divinización, cada cual la suya, y de la manera que su corazón se lo pide, o nos quedamos estancados en la mediocridad.

FR.39-

- ¿Que es la lujuria...? -se arrancó al cabo- ...si le quitamos su carga moral, es decir, lo que nuestra cultura ha pontificado sobre ella, lo que nos han metido desde fuera, yo diría que la siento como un impulso innato y fortísimo que arranca de lo más hondo de mí, de mis instintos primarios, que da forma a mis sentimientos, que inyecta de calor mis ideas, y que apunta todo lo que soy, como se apunta una flecha incendiaria en un arco tenso, hacia los objetivos de mi esencia...

- ...Mi lujuria es un deseo urgente, compulsivo, impetuoso, incontenible, de realización al máximo, que nace en la base de mi sexo y que no se contenta sino con mi disolución total en el infinito... es una voluntad imperiosa, un pedir más y más, que no se conforma ni se satisface sino con la totalidad... Sí, yo creo que es algo... -concluyó- que empieza muy carnal... mas, que si se recorre hasta el fondo de su impulso, desemboca en lo espiritual.

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FR.40- EUROPA- Encuentro en Venecia

 

Una mañana él se encontraba en Milán, haciendo contactos de alto nivel con ciertos políticos e industriales italianos que se habían convertido en los principales aliados de la adhesión de España a la CEE, ya que con ello esperaban que los intereses del Sur latino estuviesen algo más equilibrados frente a los del superindustrializado Norte. De repente, le pasaron una conferencia telefónica y allí estaba ella, que había conseguido dos días libres y que le invitaba a pasar la noche en Venecia juntos, si lograba desligarse de algunos de sus compromisos.

Con inmensa alegría corrieron a abrazarse desde los dos extremos del Puente Rialto y luego pasaron dos horas paseando enlazados, como una pareja de novios, por las callejuelas de la mágica ciudad, mientras la luna se reflejaba ondulante en las aguas oscuras de los canales. 

FR.41-

- Van despacio -empezó a responder-, es inevitable que acabaremos entendiéndonos entre nosotros, como todos los pueblos del planeta lo acabarán haciendo algún día; pero van muy despacio... cada paso que se dá nos fuerza a levantar antes un formidable peso de intereses egoístas, miopes y mezquinos, que empantanan el camino de la unidad... esta Comunidad surgió primero como un simple libre mercado común, un zoco donde los poderosos de unos cuantos países pudiesen cambalachear sus productos sin tantas barreras aduaneras ni arancelarias... muy pocos de sus constructores tenían la visión de un verdadero experimento de comunión integral de naciones, que crease una Unión Europea fuerte y libre, y que, más tarde, sirviese de modelo para otras uniones en los distintos continentes, las cuales acabasen dando las cuatro patas firmes, democráticas, estables, tolerantes y prósperas que se necesitan para sostener en equilibrio la mesa donde se pueda trabajar, por fin, en la nivelación y unificación de todo el planeta.

- Hablas de la unificación planetaria... cuando aún no se sabe si se logrará cristalizar completamente la europea -arguyó ella- ¿No te estás adelantando mucho?

- La política es el arte de ir haciendo lo que es posible hacer en cada momento -le contestó- y hay que ir resolviendo primero pequeños asuntos, que son como los cimientos, para poder, algún día, resolver grandes asuntos, que es construir el edificio, y que es el proyecto que hay que tener en mente... Lo que a mí me interesa, realmente, es lo universal, pues ya es hora de trabajar en ello; es la mayor empresa para la que está madura nuestra generación y nuestro tiempo... 

FR.42-

- Así es -dijo él, sin darse por aludido y enumerando con los dedos-: ...Yo y Los Demás; Confederación continental o planetaria y nacionalismo separatista; capitalismo y comunismo; izquierdas y derechas; los blancos y los negros; los hombres y las mujeres; amor y egoísmo; sociedad e individuo; control común del bienestar equitativo de todos los miembros de la comunidad, o libertad total de juego para que el más fuerte o el más listo acapare todas las partes de los demás que pueda, además de la que le corresponde... Todos estos conceptos parecen siempre extremos conflictivos que chocan y se excluyen unos a otros, mas el trabajo principal del ser humano en este mundo consiste en buscar el punto de equilibrio entre los extremos y mantenerse en él; y sólo surge la vida de la conciliación de los diferentes...

- En mi trabajo de formación de líderes empresariales -dijo ella- lo más difícil es hacer que el patrón se convenza de que la empresa no es sólo suya, sino el resultado de su colaboración justa y ármónica con todos sus jefes intermedios y empleados; y lo más duro es hacerles entender a éstos que la empresa no es sólo el negocio del patrón, sino el de todos.

- ...Igual me ocurre a mí con la ideología de mi partido -respondió él, bajando la voz, como si las paredes del hotel escuchasen-: a mí el socialismo de Carlos Marx, como a mi maestro, aunque me sigue pareciendo bastante actual en la descripción de los fenómenos económicos y sociológicos que se producen a ras de tierra, se me queda corto y trasnochado a la hora de ver como se siente y se aplica: la mayoría de mis colegas continúan teniendo una mentalidad de simples sindicalistas, tratando de conseguir un sueldo más alto para sus afiliados, o alguna ventaja social puramente material en una lucha interminable contra los intereses egoístas del malvado y odioso patrón... Hasta el día en que ellos mismos logran convertirse en patrones y el ciclo se repite...

Me parece un sistema puramente dualista y esquizofrénico, que ha producido ideologías tan dogmáticas y violentas como la más fundamentalista de las religiones; tanto, que ha puesto a este planeta al borde de la destrucción durante la carrera armamentista de la guerra fría; mas yo lo uso como una herramienta, para ir desbrozando el camino y avanzar más allá, ya que es algo tan básico y maniqueo que toda la gente lo comprende: Primero los confrontamos, con el pretexto de poder luchar dialécticamente contra sus aparentes eternos enemigos, lo que es bien mejor que no relacionarse, y luego los vamos nivelando poco a poco, hasta que se van conociendo intimamente; mas no en el campo de batalla, sino en la mesa de negociación, y acaban dándose cuenta de que, o nos aceptamos y nos salvamos todos, a base de ponerse de acuerdo y caminar unidos, cada uno aportando su especial fuerza o talento al conjunto, o no se salva ninguno. El Tercer Milenio será un período de confluencia y síntesis o no será. No habría vida en el universo si la Unidad no tolerase el libre juego de la Dualidad, ni tampoco si la Dualidad no tendiera naturalmente a unirse. Todo cuanto existe depende de ese equilibrio.

- Pero, en esta sociedad de masas en la que vivimos- apuntó ella-, cuando el equilibrio no se rompe por el lado de la falta de respeto a la colectividad por el individuo, se rompe por falta de respeto al individuo por la colectividad.

FR.43-

Pitágoras ya había tratado de crear una Escuela Iniciática de líderes-sacerdotes, que pudiesen dirigir, con su genio conectado, a las masas de desconectados, ignorantes o indiferentes; pero aquellos a los que rechazó como alumnos, porque no daban la talla de la calidad exigida, intrigaron hasta que consiguieron quemar la Escuela ...Por otra parte, un gobierno eficaz, pero cuya eficacia se consigue a base de no respetar la libertad del ciudadano para caminar por donde prefiera, es un gobierno odiado, que en cualquier momento de debilidad puede ser echado abajo con saña; además de que la disciplina conseguida a base de temor, engendra corrupción entre los propios disciplinadores... así ocurrió con nuestro dictador y está ocurriendo con el Imperio Soviético, que, por los informes que me han llegado, no creo que dure mucho... espera un poco y ya lo verás. Por todo eso, le doy la razón a Winston Churchill, que decía que la democracia es el más imperfecto y lento de los sistemas políticos, pero que todos los demás son desastrosos.

Aquel largo monólogo sobre sus preocupaciones políticas fué finalmente interrumpido, cuando ella volvió a demandar su amor con besos y caricias; mas durante bastantes meses después recordó, no sólo el encanto de aquella noche mágica en Venecia, sino también la lucidez de las reflexiones por él expresadas, ya que el tiempo se encargó de darle la razón.

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FR.44- *-AMERICA- El Arbol de La Vida

 

Al salir, ella se encontró con que la vista de las antenas de televisión, la ropa tendida y los trastos viejos de la casa del vecino, al oriente, habían sido sustituídos por una gran vidriera enmarcada en un tríptico de hierro de un metro setenta de altura por cuatro y medio de ancho, que, arrancando de la balaustrada, mostraba un verde, profundo y tupido bosque tropical, habitado por toda clase de animales, insectos y aves, bajo un cielo de nubes doradas por los rayos del sol; los cuales penetraban entre ellas, atravesando la penumbra de la floresta, para arrancar reflejos de esplendor a la laguna situada al pié del bosque y a la cascada del panel derecho, que se derramaba sobre ella entre remolineantes espumas y torrenteras. Además, el suelo había quedado convertido, por la proyección del vitral sobre él, en una alfombra de luz iridiscente.

Pero todo en el cuadro llevaba a un centro de atracción; y ese centro era un mandala que había en medio de la copa de un gran árbol que presidía el panel central, a su izquierda, y que se realzaba por un círculo de grandes bolas de colores multifacetadas, como piedras preciosas, que lo rodeaban. Y era exactamente el mandala de su sueño; aquel sueño que aún recordaba perfectamente, aunque casi hubiese pasado un año desde entonces.

Ella estaba fascinada, su amado artista había convertido la modesta azotea de barrio y su sueño en una selva virgen, desbordante de luminoso verdor, vida, frescura y fuerza natural, y la había puesto, además, a salvo de miradas extrañas, precisamente por su lado de mayor fealdad. Se lanzó a sus brazos como una niña.

- ¡Mi amor abrázame! -gritó riendo- ¡Adán y Eva vuelven al paraíso!

FR.45-

- Hasta aquí, los clásicos, mi amor -dijo- ahora se trataría de ir más allá de ésto y encontrar algo nuevo... El arte de las vidrieras está bien más atrasado que el de la Pintura... resulta imposible hacer en él las mezclas de colores y los efectos fluídos que yo ya había conseguido con acrílicos, porque siempre tengo que trabajar combinando un mosaico de vidrios planos de diferentes colores lisos que, como mucho, se pueden oscurecer en un lado para lograr mayor impresión de luz en el otro...

... Probé a pintar sobre el vidrio con grisallas -siguió amargamente- y el efecto fué decepcionante ...los más modernos esmaltes transparentes tampoco me gustaban, porque la transparencia del cristal se perdía; le quitaban toda la vida al vitral... Y, cada vez que he intentado fundir dos vidrios de diferente color, ofrecían a mis ojos unos efectos seductores de mezclas orgánicas, parecidos a los de las estriaciones concéntricas de las ágatas, mientras aún estaban fundiéndose en el horno, pero, al sacalos y enfriarlos, se me rompían ...así que no he podido ir mucho más allá que los antiguos.

- No importa -dijo ella- ¡Que gran trabajo! ...ésto ya es espléndido como está.

- Sí importa -insistió él- por lo menos me importa a mí... decía Picasso que, para descubrir algo nuevo, hay que atreverse a destruir lo mejor que uno ya supo conseguir y lanzarse a explorar sobre el vacío, sobre lo desconocido y sobre el riesgo ... Bueno -dudó-, no sé si lo dijo así Picasso, pero ese es el sentido de la cosa: Hasta aquí llegó el vitral para mí, mamita; ya soy un oficial artesano vitralista. Ahora quiero ser un artista creador que pinta cuadros en el vidrio con pura luz, a plena espontaneidad expresiva y sin límites... Esos han de ser mis pasos siguientes. Para quedarme aquí, repitiendo y repitiendo, es mejor regresar a la libertad del lienzo, aunque sea una libertad opaca.

FR.46-

- Todo ha sido un desarrollo a partir de la inspiración que tu sueño me dió -dijo- ...Ese es El Arbol de La Vida, por eso está en el Centro del Paraíso.

- ¿El Arbol del Bien y del Mal, del Génesis? -preguntó ella.

- No -respondió sonriendo con malicia- el que tú dices es el Arbol de la Dualidad, de la Con-Ciencia, y estaría en el Paraíso Perdido... Este es el de La Vida, mi amor, el de la Cons-ciencia, y está en el Paraíso Ganado... o que hay que ganar -corrigió.

- Y cual es la diferencia entre Con-ciencia y Cons-ciencia? -lo miró riendo a los ojos- ¿O es que estás vacilando conmigo?

- Seguro que no, mamita -se apresuró a decir- en realidad, los dos términos vienen de una palabra latina que significa "Conocer"; pero, para mí, Conciencia se liga más a lo que nos han inculcado, a nuestro condicionante social, a lo que nos han autorizado o prohibido dogmaticamente, es decir, lo que conocemos por medio del aprendizaje, después de mucho repetir y copiar la lección, siempre venida de otros, sobre lo que está bien o mal, correcto o incorrecto, válido o inválido.

FR.47-

Bajo la noche sin estrellas de Lima, la bombilla de cien watios encendida justo por detrás del centro de su copa, hacía lucir al Arbol de la Vida mucho más imponente y misterioso que durante el día, cuando la masa de su follaje, aunque enmarcada en redondo por aquellas bolas de colores, se confundía un poco con la de los otros árboles de la vidriera. Destacaba la amplitud de sus raíces y la solidez de su tronco, que llegaba recto hasta la cima, sujetando de abajo arriba, cinco globos, mientras proyectaba, a un lado y a otro, dos fuertes ramas, en cada una de las cuales iban prendidos tres de los seis globos restantes.

FR.48-

- Claro -dijo ella- Plutón es el dios de la Muerte, la otra cara de la Vida.

- Eso pensé yo... Al pié de la lámina -siguió diciendo, mirándola a los ojos- esttaba escrito este texto: "Hijos del Creador somos, todos los poderes formativos del Universo, en nosotros se contienen. Mas las fuerzas de los astros te usan, a menos a que a usarlas aprendas. Invirtiendo el proceso de la Creación que te creó, un Creador te harás."

Sentí que aquello me calaba hondo, y ya era suficiente inspiración- dijo él- así que cerré el libro y no lo abrí más para que el conocer "con Ciencia", es decir, a partir de lo enseñado y explicado por otros, no coartara mi proceso de Cons-ciencia, es decir, la elaboración de una obra en mi interior a partir de una chispa, una sugerencia que resonó con mi corazón, que es lo que corresponde a un artista. ¿...Me sigues?

- Claro que sí, eso es muy femenino -respondió ella- las mujeres empezamos a geestar mentalmente después de fecundadas por una pequeñísima semilla intuitiva, o sea, del corazón; y no por sesudos tratados de ciencia y filosofía, que más bien nos aburren.

FR.49-

- Entiendo... -dijo ella acordándose-, El Arbol de la Vida es, pues, otra manera de simbolizar el ciclo del proceso de creación.

- Sí, y ese proceso se refiere tanto al de "autocrearse", conociendo las propias energías, sean chakras o sefirot, o fuerzas astrales, o como quieras llamarlas, estableciendo circuitos conscientes entre ellas, relacionándolas y manejándolas conjuntamente con nuestra voluntad, a fin de servirnos ordenadamente de ellas para evolucionar, en lugar de hacernos sus siervos... como al de "crear" realizaciones materiales, ordenando nuestras potencias astrales en un ciclo cuyo conjunto, si está bien armonizado, puede conformar una obra maestra.

- Entonces -reflexionó ella- ...supongo que el Arbol se puede recorrer de la raiz a lo alto de la copa, en la auto-creación espiritual, que es igual que decir en el proceso de evolución interna... y de la copa a la raiz, en el proceso de creación material... lo que equivaldría, en la Orbita Microcósmica, a dirigir nuestra energía creadora hacia adentro y a la cabeza, para crear nuestros cuerpos sutiles, o hacia el sexo y hacia afuera, para crear nuevos cuerpos físicos.

- Tú sí que eres una mujer sabia -sonrió él, dándole un beso- ¿...Y que más ves?

FR.50-

El dió la vuelta al papel, como si se hubiese olvidado de aquella parte- Sí... aquí está... El 11, Oscuridad Viva -leyó-, el misterioso Plutón: la esfera oculta, el puente al otro lado del Arbol, hacia el más allá que no se expresa, hacia la inmensidad de lo que se calla, aunque mucho se sienta... La Puerta de la Muerte, abierta a la otra cara de la Vida, un caos, no nebuloso, como el de Neptuno, sino más terrenal y telúrico, ligado a las propias limitaciones y al sentido de lo efímero del plano físico, que existe a todo momento tras la obra, y que hay que ordenar y vitalizar valientemente para realizarla... el Agujero Negro... el punto por donde asoma la Nada... casi diría el Innombrable, el Dios Escondido, que está ahí, sin participar del ritmo normal de las otras esferas, mas omnipresente.

- ...También es para mí -dijo, mirándola-, el impulso de renovación, la puerta abierta al descubrimiento, a la búsqueda de nuevas formas de expresión más allá de los límites de lo conocido. Al mismo tiempo, a través de Mercurio, como dije antes, desfigura, vela y oculta todo lo que haya que ocultar, para que no se pierda en la obra la insinuación de ese misterio que entrevé y detenta Plutón, donde se contienen las verdades más profundas y el sentido último del Juego de la Vida, que no deben revelarse, sino ser encontradas por uno mismo al jugarlo, y ahí está la gracia.

FR.51-

- ¿Y qué se necesita hacer, pues, para convertirse en un Maestro de La Vida? -preguntó él.

- Se necesita haber recorrido el circuito completo -sonrió ella, con ojos chispeantes-: El camino de la Pluralidad a la Unidad, pasando por su sentimiento de Dualidad; y vuelta, de la Unidad a la Pluralidad, ya sin sentimiento de Dualidad que moleste.

 

- ...Necesitas, en la primera media vuelta del circuito, hacer ascender tu energía de autoconsciencia hacia adentro y hacia arriba, por el camino serpenteante y dual que has descrito, conociendo y dominando, a su paso por él, lo que crees tus contradicciones, hasta que las sientas de verdad fundidas en la Unidad, como, en realidad, han estado siempre, por detrás de nuestra ilusión... para llegar a asumir tu Yo más auténtico en la cima.

- Porque ese Arbol del Bien y del Mal sólo se ve como diferente del Arbol de la Vida, si lo miras desde ojos cubiertos con las gafas bifurcantes de la mentalidad dual, y desde muy abajo -añadió mirándolo al alma y abrazándolo con su sonrisa- ...Si logras elevarte lo suficiente, tendrás una perspectiva de visión más alta y más extensa, la Visión Unitaria.

Y, desde ella, desde ahí arriba, se ve, no dos, sino tan sólo un gran árbol, multifacético, como un zafiro, que es el verdadero Arbol de la Vida, de la Vida Total, de múltiples caras, y la dualidad no es sino una de ellas, la de los dos lados.

                                                             

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FR.52-   EUROPA- La Unidad Europea

 

En 1985 se firmó por fin en Madrid el tratado de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea; y el equipo que había llevado el principal peso de las negociaciones fué recibido oficialmente, y con todos los honores, por los representantes de los doce países asociados, en un suntuoso castillo de Milán. Fué un gran triunfo para él, y ella lloraba de felicidad viéndolo en la televisión, radiante, rodeado de sus colaboradores, que se felicitaban mutuamente.

 

FR.53- * 43- AMERICA- Luz Divina

 

Aquella noche, la gran ciudad de Lima, bella y horrible, como nuestra propia visión del mundo en cada momento, parecía más silenciosa que de costumbre. Los dos amantes se hallaban sentados sobre la alfombra del cuarto, entre cojines, mientras la Llama del Hogar, que ella cuidaba personalmente de mantener encendida siempre, flotando su mecha en un corcho sobre aceite en una gruesa copa de cristal, les iluminaba desde la mesilla, arrancando reflejos brillantes de una composición, hecha con trocitos de espejos, que él le había regalado una Navidad, y que estaba colgada sobre la cama.

 

El le estaba contando que el anciano artesano español le comentara por la tarde, como de pasada, mientras le corregía con masilla una emplomadura del último vitral que había iniciado, que en las antiguas catedrales, las vidrieras no sólo tenían una función decorativa e ilustradora, sino que, sobre todo, servían para curar a los fieles con Luz Divina.

- ¿Luz Divina? -repitió ella, divertida, mas interesada.

- Eso es, Luz Divina -respondió él- El Viejo dijo, cuando yo le fuí tirando de la lengua, algo más tarde, que era a causa de algo de cristal que los Caballeros Templarios habían descubierto durante las Cruzadas en las ruinas del templo de Salomón... 

- ¿Espejos? -rió él- ¡...Siempre me sorprendes, brujita! A ver... explícate: ¿Qué quieres decir con eso de los espejos?

- Todo es uno, mi amor -respondió sonriendo con los zafiros brillantes de sus ojos- así que, cuantas cosas o personas vemos fuera de nosotros, son espejos de nosotros mismos. Tú eres, por ejemplo, mi mejor espejo; un espejo bien mágico, además; en tus ojos es donde me veo más linda, cuando me miras amándome.

Ella tocó su cara con una caricia- ¡Que bueno que existas, mi camarada! si no existieras tendría que inventarte... o hacerte vivir en mis sueños... seguiría mirándome en tí, como hacía antes de conocerte, en mi propio masculino interno, durante mis meditaciones; o en mis alumnos de Yoga; o te vería en los colores del atardecer, o en el mar, o en el viento, o en la llama de la vela ...o en un cuarcito de éstos... cualquier cosa que nos parezca bella es un espejo inmenso y profundo del resto del Cosmos que somos.

FR.54-

- Además es -siguió- un filtro perfecto para la luz solar, que tradicionalmente ha sido usado en lugares sagrados... Fíjate -le mostró un libro de Historia del Arte que había pedido en préstamo en la Biblioteca- : Esto que se ve aquí es la catedral gótica de León, en España; las paredes de piedra apenas sirven para otra cosa que para aguantar todos esos vitrales maravillosos; éstas aquí -fue pasando páginas- son otras catedrales francesas y alemanas... lo mismo; parece que la catedral fuera una gran caja de cristal donde el pueblo, en un ambiente receptivo de oraciones y ritos, generaba grupalmente, a base de himnos y músicas muy místicos, una alta vibración espiritual, que se extendía por una arquitectura de extrema tensión ascensional, con todas sus líneas de fuerza apoyadas y confluyentes en un punto en lo alto de la bóveda que, frecuentemente, se prolongaba en una torre en forma de aguja; Es decir, una caja de resonancia, una especie de amplificador de piedra, con su antena y todo... ¿me sigues, mamita?

- Más o menos- respondió ella.

- Bueno, pues mientras toda esa gente se encontraba ahí dentro junta, vibrando de esa manera con su ritual y sus cánticos, abiertos y elevadas sus frecuencias como rosas que se abren a la luz del día... recibía un baño de luz de cristal selecta del Padre Sol, filtrada a través de vidrios de color que habían sido preparados por vitralistas que conocían los secretos del Sabio Salomón, y que sabrían como fabricarlos y disponerlos, de tal manera que sólo las más finas, y curativas, y transmutadoras, de sus ondas luminosas pasaran a la semipenumbra del interior del templo y fecundaran a los cuerpos de luz, etéricos, energéticos, de los participantes.

- Es una fantasía muy linda... -dijo ella sonriendo y reclinándose sobre su hombro.

- ¿Fantasía? Pues si es una fantasía, coincide casi exactamente con lo que me contaba mi abuelo que hacían los Incas en el Templo del Sol de Cuzco, sólo que allí, en lugar de vitrales, había unas ventanas trapezoidales por donde entraba la luz de Inti e incidía sobre un enorme espejo de oro, o caleidoscopio de espejos, preparados por artistas magos, los cuales redistribuían aquella luz sagrada y cálida al pueblo, que, de ojos cerrados, danzaba y cantaba ritualmente en el interior, muy probablemente después de haber tomado alguna planta de poder, como el cactus San Pedro, que los pusiera en un estado modificado de consciencia.

- Los cocinaban con rayos láser en el microondas- bromeó ella.

- ¿Y tú crees que todo ese cambio empezó a causa de los vitrales que mandaban luz de colores a la gente en las catedrales?- preguntó ella, después de un largo silencio meditativo, en el que todas las imágenes caballerescas de la Edad Media continuaban resonando en el aire.

- El cambio, como todos nuestros cambios colectivos a nivel de especie -respondió él- estaba latente en nuestro programa evolutivo, en nuestros genes, pero no podemos olvidar que nuestros genes, más allá de las estructuraciones atómicas que los conforman, son puros puntitos de luz cargados de códigos de información; y que si son un tipo determinado de frecuencia de luz, otro tipo determinado de luz, organizado en una frecuencia más alta -por causa, por ejemplo, de su paso por un filtro de vidrio selector y amplificador-, puede hacerlos resonar, y producir estímulos en ellos que desencadenen los procesos evolutivos que contienen, de la misma manera que la luz del sol hace que una plantita apenas salida de una semilla minúscula se vaya convirtiendo en un gran frutal.

FR.55-

Al cabo, él volvió a hablar, en tono tranquilo y suave, mirándola cariñosamente:

- La vida es un ir y venir constante, hacia dentro y hacia afuera, llevando adentro lo de fuera y al revés; en los períodos en que la Humanidad ha dejado de mirar hacia dentro, se pone a construir fuera lo que desea, y, cuando ya lo tiene materializado ante sus ojos, cuando ya lo comprende y lo domina, vuelve adentro, dueño de una fuerza y de una inspiración más, y sigue bebiendo de la Fuente Eterna y Silenciosa. Pero esa alternancia tiene que existir, y es bueno que exista si nosotros sabemos vivir más o menos en equilibrio en ella; de lo contrario no habría constructividad, ni aventura, ni juego; y Dios es La Creatividad, además de ser Lo Increado. Si sólo viviésemos para dentro seríamos dioses parados, dormidos, quizá muertos; en todo caso, aburridos. -remató sonriendo.

Ella lo abrazó- Tu eles un altista, y lo tuyo es sacal para fuela, bien alto, eso que tienes, Señol Yang -dijo poniendo voz de chinita de opereta y estirándose los ojos.

El la imitó comicamente: - Y a tí, Señola Yin, lo que te gusta es quedal-te tlanquila y calentita en tu casita y no compli-cal-te la vida y que te lo pongan todo en la puel-ta.

Rieron juntos y se acariciaron y retozaron, y luego se quedaron abrazados, frente a frente, sobre la cama, mirándose a los ojos con amor.

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FR.56- EUROPA- En la cala de Mallorca

 

Cuando él fue designado como uno de los miembros hispanos de la comisión, ambos amantes lo celebraron con alegría, arreglándoselas para poder pasar juntos un largo fin de semana recorriendo, en un pequeño velero a motor alquilado, todo el litoral montañoso del norte de la isla de Mallorca, desde el Puerto de Andratx al de Pollensa, echando el ancla cuando les apetecía, para bañarse desnudos bajo el radiante sol mediterráneo, en calas solitarias de transparentes fondos verdiazules esmeraldinos y violáceos, flanqueados de altos acantilados en cuyos paredones la roca caliza erosionada sugería formas míticas y ciclópeas que enmarcaban profundas grutas.

Ella había ido adaptándose más y más a la especial manera de hacer el amor de él, y se instruyó bastante acerca del Tantrismo y del Taoísmo con varios libros que le facilitara. Ahora comprendía muchas cosas sobre las energías que el intercambio amoroso ponía en juego, y también sobre cuales eran los aportes principales que el carácter, el ritmo específico y los talentos innatos de cada sexo podrían poner en él para enriquecerlo.

- Los hombres sois, por naturaleza, demasiado apremiantes y genitales -le decía, mirándolo a los ojos con la mayor dulzura, mientras lo acariciaba-; todo en vosotros es un impulso inmediato a penetrar, y en ese impulso hay tensión, y en vuestros movimientos una maravillosa fuerza, más algo brusca y compulsiva... yo me abro a tí, me hago tuya, me entrego, puedes hacer de mí lo que quieras y tomarme como quieras... pero no tengas prisa, no tengas ansia, entrégate tú también, entrega tu tensión, tu idea fija de entrar en mí cuanto antes, tu responsabilidad de trabajarme, de impresionarme y de satisfacerme al máximo... todo eso es orgullo de macho, competitividad, lucha... y ansiedad, y bloqueo.

Por otra parte, ella cultivaba cada vez más profundamente su sensibilidad en la percepción y direccionamiento de los leves movimientos de la energía sutil dentro de ambos, así como los efectos de su elevación: sentada a horcajadas sobre él, fundidos en casi total inmovilidad, excepto por las suaves contracciones vaginales que de vez en cuando apretaban el miembro masculino para mantenerlo erecto en su interior, sentía como la energía iba expandiéndose en el espacio comunicado que ambos formaban, igual que vapor que va llenando y llenando una olla a presión.

Disfrutaba de aquella gradual excitación hasta el justo límite, elevándola y elevándola sensualmente según iba llegando la plenitud, sin dispersarla ni desbocarla, ni permitirle derramarse en la catarata del orgasmo, bien sincronizada en su respiración, cada vez moviendo menos sus músculos, atentísima al ritmo y al más ligero de los toques de su pareja, hasta que tan sólo las contracciones internas de sus sexos, accionados directamente por la voluntad de darse, y no por el empuje de otros músculos, comunicaban, con sutiles, mas intensísimas vibraciones, los cuerpos inmóviles y fundidos.

FR.57-

Sin embargo, esta vez, de una manera inesperada, aconteció algo que sólo se podría definir como un orgasmo de tercer chakra o del plexo solar, ese depósito de energía que se contiene, en el cuerpo etérico, entre el ombligo y el pecho.

Aquella mañana, despues de dejar ancorada la blanca embarcación de velas recogidas, estuvieron nadando un poco cerca del acantilado y acabaron subiendo a las rocas de su base para descansar. Era una mañana suave y limpia, el agua estaba fresca y todavía no daba fuerte el sol en la cala.

El había ascendido un poco rocas arriba con ese ímpetu juvenil con el que los hombres gustan de retar a sus propias fuerzas, aún ya maduros, y, de pronto, descubrió una grieta que era una verdadera cueva, a algo menos de medio camino entre el mar y la cumbre. La llamó alegremente y ella ascendió también, ayudada solicitamente por su compañero y amigo en los tramos más duros.

La grieta era en todo semejante a una vagina de gran tamaño abierta en el cantil, entre dos masas calcáreas imponentes, que parecían los muslos doblados de una titánide pétrea, cuyas pantorrillas y pies estuviesen sumegidos en el agua esmeraldina, en tanto que mantenía el torso doblado, con sus dos pechos enhiestos hacia arriba, cara al cielo, y su cabeza reclinada a un lado del arqueado cuello, al radiante azul de lo alto abierta y entregada.

Tal era el aspecto, surrealista y onírico como un cuadro de Dalí, del acantilado desde aquella plataforma, asomada sobre el mar como un mirador, a la que habían logrado subir; incluso, en la boca de la cueva, el trabajo de siglos de la naturaleza había desarrollado unos pliegues tectónicos y estalatictas calizas que sugerían la forma de los labios mayores y menores de una mujer y hasta un clítoris turgente y picudo. Toda la entrada tenía un color diferente del resto de la pared, ya que infinitas lluvias y goteos, habían dibujaron entre sus formas regueros húmedos u acanalados, con meandros sinuosos que habían sido poblados por musgos y líquenes.

Pronto cada uno se despojó de su traje de baño para mejor abrirse al sol y al otro; se hicieron ambos aún más una sola mirada degustante, un solo aroma envolvente y embriagante, un sólo impulso de deseo, y después, como en una sucesión natural, comenzaron lentamente a besarse y a acariciarse con deleite, detenido el tiempo sobre la avidez apasionada de sus labios y de los dedos de sus manos, que aleteaban como aves marinas sobre un océano mórbido de piel, encrespada por la excitación su superficie en ondas palpitantes, al ritmo del latido del mar que les llegaba amplificado por el agujero de la cueva, mientras el fondo submarino de sus sentidos se estremecía sordamente.

Bañados en clara luz dorada, se fueron amando como dioses mitológicos en aquel fantástico lecho de rocas, que parecía nido de águilas en un Olimpo alzado a pico sobre el Mediterráneo. Hubo un largo preámbulo, en el que ella se sentía un cáliz abierto que recibía por todas partes el delicado aliento del fuego contenido de su amante, que la iba convirtiendo toda en reguerillos de fluído néctar femenino, en mil goteos, fuentes, pantanos, lagunas y arroyos, en toda una selva tropical cálida, húmeda y murmullante poblada de insectos y pájaros.

Y entonces le pidió, con un gemido, que entrara en ella, y él la fue tomando, poco a poco, de muchas maneras, y jugaron y jugaron hasta que su excitación se situó cada vez más cerca de la cascada desbordante, y junto al borde, y tan tan alta... a punto de estallar.

Cuando ella ya casi se abandonaba, el hombre se relajó, y empezó a canalizar su impulso, también a flor de piel, en profundas y calmas inspiraciones hacia dentro. Ella sintió el cambio, más, en lugar de lamentarse por la pérdida del orgasmo exterior inminente, se acopló a la respiración de él de forma intuitiva y dirigió toda la cascada de enegía acumulada hacia dentro, como una espumeante ola que, tras chocar contra la costa, se revuelve hacia atrás, mar adentro, en el reflujo.

FR.58-

- "Orgasmé" -tuvo tiempo de pensar un microsegundo antes de ser arrastrada al éxtasis- "...pero orgasmé más arriba..."- y todo pensamiento se diluyó en el Gran Vacío.

Mientras ambos amantes, hechos una pura languidez feliz, se mecían en la alfombra mágica, muy, muy por encima de los cuerpos derrumbados, el sol acabó de extender su luz de mediodía por toda la cala, en cuyo centro se mecía la nave suavemente, y una pareja de gaviotas se lanzaron a volar juntas desde lo alto del cantil, y detrás de ellas toda la bandada, y formaron una espiral alegre sobre los mástiles, antes de virar elegantemente y perderse más allá del ciclópeo cabo.

FR.59-

 - ¿Aquella reproducción del "Nacimiento de Venus", de Boticelli?

- Ese mismo -dijo él- ...me está justo ahora bailando en la cabeza, con una nueva visión del simbolismo de aquella historia... que yo sólo entendía hasta ahora de una manera muy superficial ¿...Quieres que te lo cuente? -era gracioso como un niño, pidiendo humildemente atención, aunque supiera de sobra que la tendría- ...puede ser algo un poco largo, porque me siento muy inspirado, pero aún estoy sólo atando los cabos.

- Me encantan las historias mitológicas, cuéntame, mi poeta Homero, no tenemos que ir a ningún sitio -le animó, hecha una pura sonrisa invitadora.

FR.60-

...Con su divino poder generador, el viril Urano no paraba de intentar reproducirse en el vientre de Gaya de una manera al fin satisfactoria, pero el resultado de su impetuoso derramarse sobre ella sólo seguían siendo titanes toscos y violentos, con tan tremendos músculos, como cortos vuelos mentales y raquítica espiritualidad.

La Madre Tierra adivinaba en su corazón que el problema no estaba en ella, el vaso gestador, sino en la falta de comprensión, por parte del elevado señor del Cielo, que siempre andaba en las nubes, de su naturaleza femenina, dulce, sensible, lenta en calentarse y telúrica.

Por causa de ello, llegó un momento en que se sintió hastiada de los embates sexuales de su esposo, que cada vez la volvían más rígida, más dura y más distante; y, cuando estaba más hastiada, llegó él y una vez más la tomó sin ver que no estaba a fin; y el hastío y la frustrada rabia de Gaya gestaron un nuevo titán, que recogió en sí todo el agresivo resentimiento de su madre, y todos sus deseos de revancha y liberación.

El niño, al que los griegos llamaron Cronos y los romanos, mucho más tarde, Saturno, fue despreciado, igual que los titanes anteriores, por su padre, que lo dejó abandonado en lo más alto de una montaña. Pero su madre, la Tierra, mandó a una cabra salvaje a que le sirviese de canal para alimentarlo, aunque lo alimentó bastante más con su rencor que con su ternura.

Así sucedió que, cuando Cronos se hizo adolescente, viendo a Gaya tan amargada, empezó a planear una manera de poner límites definitivos a la insistente y torpe indelicadeza de su odiado padre hacia ella. Afiló tenazmente una de las tres lunas con que La Tierra adornaba su tocado, la menguante, hasta convertirla en una aguda guadaña, y aguardó, escondido en la alcoba materna, a que llegara el Gran Fecundador Celeste a poseerla.

FR.61-

- Religión significa reunirse, re-ligarse con lo más auténtico de uno mismo -decía él-; Y para re-unirnos necesitamos lograr que se unan el masculino y el femenino puros que hay dentro de cada uno de nosotros, que son energías de fuego y aire, y de tierra y agua, bien distintas y hasta contradictorias, en una unidad que sólo el buen amor, su sacerdote, hace armoniosa.

Ella atraía, enamorada de sus palabras, la cabeza de él a sus pechos con sabor a sal, y lo abrazaba bajo el sol descendente, sintiendo como si el mismo sol la siguiera poseyendo sobre la mar dorada, y agradeció también aquellos momentos como los más felices de su vida, sin dejar de sentir, al tiempo, como la otra cara de toda moneda, una punzada de angustia en el corazón; tal vez un miedo de que aquella maravillosa plenitud pudiese acabarse, o un recordatorio hiriente de lo efímero que es todo.

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FR.62-   EUROPA- La Unión Europea

El 11 de Diciembre de 1991 nació en Maastrich la Unión Europea, rodeada, por un lado, de grandes esperanzas, y por otra, de voces de mal aguero que ya la veían débil, enferma o muriendo, apenas nacida. Tras las celebraciones políticas, vinieron tiempos de crisis: todos los cambios producidos por la adaptación española a la Comunidad Económica Europea dispararon la deuda pública y hubo una intensa depresión en los tres años siguientes, que sólo, poco a poco, comenzó a entrar en un período de recuperación, propiciada por una significativa mejora de la economía europea, luego de que Alemania asimilase el cuantioso gasto de su reunificación y de la ayuda al Este, tras la descomposición del Imperio Soviético y el derribo del Muro de Berlín; descomposición por corrupción, la cual también él había intuído anticipadamente en aquella conversación nocturna en Venecia.

 

FR.63- EUROPA- El Accidente

 

Siguiendo esa tendencia, su ex-marido, cansado de esperarla, se había vuelto a casar por lo civil con una chica mucho más joven que él, y enseguida se trasladaron juntos a la isla de Santo Domingo, para dirigir una filial de su empresa, que él mismo había montado en aquel país del Caribe. Su hija mayor también se había casado y vivía con su esposo en Madrid; de vez en cuando se llamaban y quedaban citadas para comer juntas. El menor estudiaba en una de las más prestigiosas universidades norteamericanas, y no duraban mucho las visitas a su madre durante algunas de sus vacaciones.

Ante todas estas mudanzas, ella comenzó a trazar esquemas para cambiar también el contenido de sus seminarios para directivos, que ya la empezaban a cansar, por otros, subvencionados, en los que se explicase a la inmensa multitud de antiguos asalariados despedidos, que el paro era una consecuencia natural de la libertad internacional de mercados, y se les remotivara para que no se sintiesen inútiles ni culpables, sino que se preparasen psicologicamente -y elaboró métodos para ello-, para pasar de la mentalidad del asalariado sin iniciativa personal, que vive dependiendo pasiva y servilmente de una empresa paternalista y explotadora, a la del pequeño empresario que se atreve a independizarse, asumiendo el riesgo de tomar decisiones equivocadas, de tener que rendir cuentas al Fisco y de jugar con su propio dinero, luego de formarse y adaptarse a las nuevas tecnologías, tales como el Internet y la Robótica, y autoemplearse, desarrollando al máximo su creatividad, tanto para poder ofrecer algo diferente al competitivo mercado, como para usar de forma constructiva el abundante tiempo libre del que dispondrían cada vez más, les gustase o no, los trabajadores occidentales.

Cuando andaba en toda esta preparación, una noche en la que volvía de una reunión de amigos en un chalet de la sierra, un auto salió a toda velocidad de una curva, se echó sobre el suyo y lo arrojó de la carretera por un barranco en varias vueltas de campana.

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FR.64- EUROPA- Hospital

 

El les extendió la mano y se presentó, luego rogó al chico que le permitiera hablar con su padre a solas.

- Lamento mucho que nos conozcamos en estas circunstancias. Con todo mi respeto hacia usted se lo digo: Amo a esa mujer y deseo casarme con ella.

El ex-marido frunció el ceño un instante, mirándolo profundamente a los ojos - ¿Sabe usted que se ha quedado inválida total? -dijo.

- Lo sé perfectamente, y no me importa. Yo la cuidaré siempre. -añadió con firmeza.

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FR.65- EUROPA- Los libros "Cósmicos"

Cada vez se fué haciendo más y más exigente en cuanto a la calidad de su alimento mental, y, a veces, todo lo que podía subrayar en una obra famosa y reconocida por premios, académicos, críticos, libros de texto y revistas especializadas, eran apenas tres o cuatro líneas. Se dió cuenta de que en la mayoría de los libros había un noventa por ciento de pura paja estilística y formal, que se correspondía con las modas culturales del momento, y un mínimo de grano atemporal; así que despreció las boniteces superficiales y buscó avidamente oro de sabiduría extraída de la propia vivencia real de los autores.

 

FR.66- *-AMERICA- La Fragua de Vulcano

El Viejo le había dicho, apenas lo recibió como aprendiz, que tuviera cuidado con dejarse seducir y adormecer por el embrujo hipnótico de las llamas; que ante él, su operador tenía que redoblar su atención al máximo, ya que el Fuego no era un elemento cualquiera, sino el más fuerte y el más libre y caprichoso ...y peligroso, de los espíritus elementales. Los fundidores de la Edad Media los habían llamado salamandras, que tenían en español un nombre femenino, porque, igual que la mujer, recibían y recibían, y todo lo recibían y lo abrazaban, y lo tragaban en sí, y lo integraban en sí, y con aquello que el hombre les daba, gestaban y parían algo nuevo. Esos espíritus eran la fuerza de la transformación misma, y de la purificación, y de la visión.

Visión unitaria, ya que, según la leyenda, las salamandras, como los cíclopes, sólo tenían un ojo. El fuego, si suficientemente fuerte, todo lo volvía humo... hasta la más dura roca, si se la sometía a un calor brutal durante mucho tiempo, era licuada y evaporada por el fuego, que lo retornaba a la atmósfera primigenia, al útero de gases mezclados que gestó al planeta.

FR.67-

...También contara acerca de las Acllas, o Vírgenes Lunares, que se escogían con esmero entre las muchachitas más nobles, bellas y virtuosas del estado, y que eran consagradas al Sol, convirtiéndose en guardianas del Fuego Sagrado en los santuarios o conventos donde vivían, o reservándose como esposas para el Hijo del Sol, el Inca, o para premiar a los altos personajes o héroes que el Inca designara como dignos de ese honor. El abuelo decía que la función de estas sacerdotisas era tan importante para el mantenimiento y renovación de la Llama de la Vida en toda la nación, que si una de ellas mancillaba su virginidad, se la despeñaba, junto con el culpable, por un precipicio, y también su familia era castigada, y hasta la aldea donde hubiera nacido podía ser mandada destruir por el monarca... Había también un Espíritu del Trueno y otro del Relámpago, pero Inti, el Sol, oscurecía a todos los demás celestiales... igual que Apolo, entre los viejos dioses mediterráneos. 

FR.68-

- Como no podía retar a Marte, que lo hubiese derrotado estrepitosamente en dos minutos -le había contado el Viejo, con malicia-, pensó: "más vale maña que fuerza"; y compuso una malla o red de cadenillas tan finas que eran practicamente invisibles, mas tan bien soldadas y entrelazadas, que no había fuerza humana ni divina que las rompiera. Las colgó en el dosel de su cama, dotándolas de un dispositivo mecánico que se soltara en cuanto hubiese un movimiento rítmico continuado en ella. Así atrapó e inmovilizó a Marte y a Venus cuando estaban en plena fiesta, uno dentro del otro, y sin poder separarse ni un milímetro. "¡Os pillé!", dijo; y dispuso alrededor de ellos luces de colores, que se encendían y se apagaban, y músicos que tocaban aires de cabaret, y camareros que servían bebidas, como quien inaugura una barraca de feria, con su pregonero y todo. Y llamó enseguida a toda la panda de los dioses para que se rieran de ellos, viéndolos en aquella posición, desnudos, burlados, furiosos, impotentes y encolados sin remedio, como un par de canes. Los dos amantes, que eran la gente más orgullosa del Olimpo, no podían soportar tal ridículo, y en cuanto fueron liberados, huyeron con el rabo entre piernas a puntos opuestos del universo, y nunca jamás fueron capaces de volver a mirarse a los ojos, sin recordar, con verguenza, su espantosa humillación.

FR.69-

Durante mes y medio siguió esperando que el maestro artesano volviese a hablarle de la Luz Divina, pero nada, sino cosas habituales, salieron de su contacto con él en aquel largo período. Sentía que se le debía una explicación, pero no se atrevía a reclamarla, dado lo fantasioso del tema. No quería pasar por tonto.

 

Una noche consultó a su amada si convendría que él mismo lo recordara.

- ¿Y será que El Viejo sabe, por secretos de familia, como construir ese tipo de vitral amplificador de frecuencias? -inquirió ella- ¿o que sólo habló por hablaar o por contar una historia?

- No puedo saberlo si no se lo pregunto; pero no me gusta preguntárselo. Si realmente supiera hacer algo así yo creo que se notaría en su propio trabajo, y, realmente, lo que él hace me parece, no más, bien hecho, pero no que amplifique nada en quien contempla sus vitrales o recibe su luz. Por otra parte, si él conociese una técnica así ¿por qué iba a confiarme la receta? Yo soy sólo la más reciente de las personas que trabajan con él.

-Entonces tendrás que demostrarle, sin hablar, que el tema te interesa y que eres digno de recibir el secreto -dijo ella. Y él se quedó meditándolo.

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FR.70-   EUROPA- Los libros "Sagrados"

Pasó el tiempo; la mayoría de los "Imprescindibles" fueron regalados por la inválida a la biblioteca pública; la estantería secundaria fué haciéndose almacén provisional de "Cósmicos": muchas obras sobre Yoga, Hinduismo, Budismo Zen y Tibetano, Teosofía, Cábala, Tantrismo, Taoísmo... libros que le producían un inmenso respeto, que tan sólo comprendía a medias, pero que esperaba llegar a entender más tarde. En la estantería principal sólo se admitían ya obras denominadas como "Sagradas": -La Biblia, una edición especial compuesta por el Evangelio de San Juan y el Apocalipsis, el Bhagavad Gita, el Tao-Te-King, el I Ching, algún tratado de Sufismo, Astrología y Mitología, varios Tarots-, y tres o cuatro libros que eran lo último que estaba leyendo. De una manera casual, no a través de sus proveedores habituales, llegó a ella "El Kybalión", de Hermes Trimegisto.

 

FR.71-   EUROPA- La Sirena

 

Comenzó por el Yoga y el Método Silva de Control Mental y siguió por los decretos de la Metafísica de los Siete Rayos, la Magia Ritual Clásica y la Programación Neurolinguística

Se concentró en conocer y sentir su cuerpo como sólo una mujer puede sentirlo, y a hacer toda clase de ejercicios físicos y mentales con la misma firmeza y dedicación que había puesto en la formación de sus alumnos durante toda su carrera: Se hizo vegetariana, cultivó hierbas aromáticas en macetas junto a las de sus queridas plantas ornamentales, aprendió a preparar todo tipo de infusiones, remedios naturales y flores de Bach, magnetizaba cristales, daba Reiki y pases curativos a sus pobres piernas, practicaba Tai-Chí de la cintura para arriba, y se arrastraba por su cuarto lenta y pesadamente sobre unas muletas, hablando con sus células como con las de las plantas, estimulándolas a despertar de una vez, moverse, desarrollarse y multiplicarse.

 

FR. 72-

Allí la iba desnudando poco a poco entre caricias, frente al espejo, y luego se desnudaba él y se metía con ella en la amplia bañera redonda de agua tibia que había mandado instalar. Era ese otro momento maravilloso y muy esperado, el único del día en el que las piernas no le pesaban como si estuviesen muertas, y en el que se sentía ligera y sensual entre los brazos de su amante, que la traía y llevaba, al compás de la música, entre las ondas perfumadas del hidromasaje, rozándola a cada vez con su piel, deslizando con la mayor suavidad las yemas de sus dedos por los recovecos mas íntimos del cuerpo femenino, que se hacían deliciosamente blandos bajo el agua, y besando con deleite las islas de cálidas concavidades rosadas que emergían de la espuma.

Por fin, él la secaba y la tendía sin ropa sobre la cama; con aceites aromáticos daba masaje amoroso a todo su cuerpo, haciéndolo especialmente enérgico y vibrátil en sus músculos paralizados; y cuando ya la excitación la encrespaba, como si rebullera lava bajo su piel, y sus hombros subían y bajaban, paladeando, estremecida, el placer por oleadas, y las aletas de su nariz y sus labios se abrían sensualmente, como queriendo absorberlo, beberlo, inspirarlo adentro, se echaba de costado junto a ella, pecho a pecho y boca a boca, y se quedaban los dos estrechamente abrazados, comulgando tiernamente en gozo...

Se amaban como podían, con todas las partes sensibles con que se pudiesen corresponder sus cuerpos; A ella le parecía que su mitad superior sentía infinitamente más que antes, ahora que su mitad inferior no respondía. El se apretaba, con todo, entre sus piernas inanimadas, aspiraba la incandescente energía de su propio deseo columna arriba, volviéndola, en su mente, un fluído de verdes burbujas sedantes y curativas, e iluminándola imaginariamente con la fuerza de su amor, y luego se la pasaba, sublimada, por la lengua a su pareja, visualizando como bajaba por la garganta de ella y por su pecho, hasta el plexo solar y el chacra básico, reactivándolos, y cómo desde allí se extendía, imparable, a la dañada columna, rompiendo cualquier posible bloqueo y ascendiendo, hecha dorado vapor de dicha, a su cabeza.

 

FR.73-

 

- No me importa si te buscas una mujer sana que pueda darte lo que yo no puedo -le dijo una vez, tras haberlo llevado casi hasta el límite-, sólo quiero que seas feliz, muy feliz: si lo eres, yo lo seré contigo también.

- No puedo ser más feliz de lo que ya soy a tu lado, mi sirena -respondió él desde la niebla placentera deel reposo-, y ya se sabe que lo que las sirenas tienen de la cintura para abajo, a quien más les interesa es a los peces, así que déjalo estar -añadió sonriendo; y besaba su cuello y sus pechos con agradecimiento, y se quedaba acariciándola dulcemente hasta que el sueño se los llevaba a su mundo, un mundo en el que ella no necesitaba andar: muchas veces viajaron por él de la mano, simplemente flotando.

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FR. 76- EUROPA- Pensamientos

Su cabeza se llenaba demasiado a menudo del convencimiento de que toda aquella literatura esotérica era fantasía, superstición y un nuevo supermercado espiritual, en el que unos cuantos embaucadores se hacían ricos a costa de la angustia de los ingenuos; y de que Dios, y el poder divino de la mente humana, no pasaban de ser una absurda esperanza, inventada por la insignificancia de los mortales para soportar mejor las limitaciones de nuestras miserables vidas, soñando que alguien puede ayudarnos, o que habrá algo mejor tras de la muerte.  

 

FR. 75- EUROPA-Primera Salida

Cuando estaba en todo ésto, su compañero llegó un martes por la tarde, más temprano de lo normal, con una noticia: Habían venido unos chamanes del Brasil que traían una planta de poder amazónica llamada Ayahuasca, la cual producía alucinaciones, mas era también una gran medicina: el último fin de semana hicieron cerca de Madrid una sesión de limpieza y cura en la que la tomaron, junto con algunos invitados españoles, dentro de un exótico ritual; y uno de ellos, paralizado por la arterioesclerosis, se había aliviado con tan sólo aquella sesión. 

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FR. 76- EUROPA-Regreso a Mallorca

 

El sábado por la mañana tuvo la inmensa satisfacción de asomarse al azul Mediterráneo en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca, bordeado de palmeras y presidido por aquella inmensa catedral gótica que parecía un gran transatlántico de piedra vertical atracado a los muelles; y a las seis de la tarde fueron acompañados, durante una media hora de coche, por los organizadores -una pareja de jóvenes españoles muy simpáticos-, a una finca en el campo, casi al pié de la Sierra Tramontana y espesamente rodeada de pinos, donde se iba a celebrar la sesión.

El tiempo estaba bueno; con un entrelazado de ramas y hojas de pino sostenido sobre postes de madera, habían techado improvisadamente una gran explanada, al pié de la escalinata que conducía a la casa; bajo el techado, abierto al pinar por todos sus costados, dispusieron una larga mesa sobre la que empezaron a colocar los instrumentos del ritual: un blanco mantel, una cruz de dos brazos, ramos de flores, estampas religiosas, fotografías, maracas... 

FR. 77-

Luego la comandanta del Daime en Mallorca, que emanaba autoridad natural, brava feminidad y convencida firmeza, se adelantó para dar con simpatía la bienvenida y hacer una introducción:

- Lo que os voy a pasar ahora es una información para que la mente la conozca y se tranquilice -explicó-, ya que somos nosotros quienes tenemos que conducir la mente, y no ella a nosotros:

Cuando se toma esta Bebida de Poder, el Santo Daime, mezcla muy cocida de una liana de la selva que da fuerza y de una hoja de un arbusto que da luz, pueden ocurrir varios efectos: En cada persona, e incluso, en cada trabajo, el comportamiento es distinto. Puede ser que se haga una limpieza de vómito... pues está bien, no pasa nada, se vomita, se limpia uno, se vuelve luego a su sitio o, si lo prefiere, se sienta; y se va a sentir mucho mejor.

FR. 78-

- ¿Estamos? -retomó enseguida- soy un ser divino aquí dentro, y todos los demás lo somos también, y todos somos hermanos y nos admiramos y respetamos, porque todo el mundo es genial, no hay quien no lleve a Dios en su interior, con toda Su creatividad y Sus talentos.... Luego, al acabar el trabajo, cada uno puede bailar, y expresarse libremente y hacer lo que quiera; mas, durante el ritual, vamos a sentirnos todos lo más parecidos posible; todos a una, a trabajar la unidad, la simetría, la armonía, la sinergía... ¿Alguien quiere hacer alguna pregunta?

FR. 79-

Y... bueno, no nos vamos a cansar; es un trabajo de mucha energía, y al terminar, nos habremos olvidado de la hora y de todo; puede durar cinco o seis horas. En Mapiá pueden empezar al anochecer y no terminar hasta el alba... Aquí no lo haremos tan largo, y, al acabar, cada uno puede irse a su casa, conduciendo despacio y atento, afirmado en su armonía y en su autoconfianza, aunque os recomiendo que al día siguiente tratemos de reunirnos otra vez en la playa de M... para seguir compartiendo experiencias, que mañana pueden ser más mentales. Hoy vamos a tratar de parar el pensamiento, de no juzgar, y de dejar que sea el corazón el que impere, permitiéndonos a nosotros mismos entrar en otro espacio, otro tiempo.

FR. 80-

Luego vertieron en vasos simples un espeso líquido marrón rojizo, ordenaron una fila de hombres y otra de mujeres, y todo el mundo fué convidado a ingerir la Bebida del Poder.

 

La comandanta, con gran amabilidad, la había hecho sentarse pegada a la mesa, al final de la primera línea de mujeres que la bordeaban, puestas en pié. Todas vestían aquel arcaico uniforme, menos la más próxima a ella y las que formaban una segunda línea a sus espaldas, que llevaban vestimentas variadas, mas siempre blancas, como les habían recomendado previamente.

Después que las sirvió, el "padrinho" brasileño que presidía la sesión se acercó personalmente a llenarle el vaso, mirándola con dulzura, y ofreciéndoselo luego de una manera no muy diferente a como el sacerdote ofrece la hostia en la comunión católica.

Sabía muy amargo, y tuvo que chupar un poco de miel aguada, que su compañera le alargó, para endulzar la boca; enseguida comenzaron a cantar unos himnos en portugués, muy briosos, mientras se movían en un breve bailado y hacían sonar maracas metálicas. Esperaba que algo ocurriera, pero durante una hora no sintió nada de nada.

 

                                                                

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FR. 81- EUROPA- Ayahuasca

 

Aquella sensación de presión interna iba aumentando y aumentando, y notó un gusto ácido en la boca, como si regresase desde su vientre el acre sabor de la Ayahuasca... un comienzo de náusea, debilidad en el estómago y esa angustia que precede al mareo; sus músculos estaban algo agarrotados, especialmente los de la mandíbula inferior... pensó que tal vez fuese mejor que se preparase a vomitar también en el balde que habían dejado junto a su silla, y sólo pensarlo aumentó su ansiedad y su náusea. Pero entonces se fijó en que su compañero, igual que los hombres vestidos de blanco que bailaban a su lado, parecía estar tomando el aire con fuertes inspiraciones, y les imitó.

Lo introdujo varias veces con fuerza por la nariz y lo dirigió hacia el vientre, hasta el máximo de su capacidad, y lo retuvo un momento, notando inmediatamente un alivio de la presión; luego, por costumbres de su práctica del Tantra, lo fué distribuyendo ascensionalmente de chakra en chakra hasta la cabeza y el tercer ojo, antes de exhalarlo con fuerza hacia afuera, enviando la energía a su amado con la mente. Sintió que la sensación de mareo pasaba y que, además, se fortalecía y se afirmaba; repitió tres o cuatro veces el juego oxigenador, captando en él con agudizada percepción, el perfume del incienso que se quemaba sobre la mesa, y hasta el aroma de las flores de su centro, sorprendiéndose de que sólo ahora se diese cuenta de lo bien que olían.

En la última inspiración profunda hubo un cambio de presiones dentro de ella, algo semejante a lo que ocurre cuando se pasa rapidamente desde el suelo hacia una altura muy elevada, al ascender en un avión; y hasta creyó oir el zumbido de motores lejanos. Percibió entonces como su tercer ojo se agudizaba, marcaba un impulso hacia arriba, y se abría sobre un plano más profundo de su mente.

Entonces, todos sus pensamientos se apagaron y la pantalla de su imaginación quedó en negrura total, mas, al instante, se encendió como se enciende un televisor, y millones de puntitos luminosos o estrellas se configuraron ante su consciencia. Los himnos parecían sonar ahora como músicas celestiales, acompasados por un sonido granuloso de sonajas tan marcadamente estimulante, que sintió que sus emociones estaban totalmente exaltadas por él. Los puntos luminosos se movían al ritmo de la música, cada vez más aceleradamente, al moverse producían líneas o estelas ondulantes en el espacio y, al evolucionar las líneas, al entrelazarse, bifurcarse y mezclarse, se formaban increíbles geometrías, como en un caleidoscopio gigante de espejos infinitos.

 

FR. 82- EUROPA-Los Himnos del Daime

Se soltó de los últimos restos de seguridad mental conocida, como quien se suelta al precipicio cuando las manos, aferradas a la última rama, no consiguen soportar más tiempo el peso del cuerpo. Con un gran vacío en el vientre, cayó a bandazos entre el caos de geometrías, igual que una piedra que se va agrietando, quebrando y disolviendo en infinitos granos por el camino, hecha polvo, vaciada, absorbida por un mareante remolino. Se sintió perdida, descendiendo más y más a un abismo que parecía sin fondo, pensó que iba a morir o enloquecer.

Justo ahí oyó el himno.

Desde el inicio de la sesión apenas había concedido una vaga atención al ritmo de aquellas músicas, algo simplonas y monótonas, y pronto renunciara a seguir leyendo el himnario que le prestaron, escrito en una lengua extraña para ella, aunque bella y dulce. Mas ahora, de repente, y en medio de aquella pavorosa caída, el himno se le hizo subitamente comprensible, y, aunque sonaba en portugués, su comprensión intuitiva lo recibió en su interior perfectamente traducido:

 

"...Aseguren ese balance

Y vean lo que se va a dar

Es sólo prestar atención

Y no quieran vacilar..."

FR. 83-

Y entonces, todo el ejército de luz, su figura incluída, se convirtió en una hoguera, y de dentro de la hoguera salió un rayo cegador, y luego retumbó un trueno, y el rayo alcanzó el grial, y un ígneo arcángel, suma de la fé y del valor y de la constancia de todos, se alzó triunfante con el cáliz en su mano como un campeón que recibe, en final feliz, la copa del triunfo.

En ese momento acabó el himno y ella abrió los ojos, porque el comandante de la sesión estaba dando muchos marciales vivas seguidos, coreados inmediatamente por todos los demás hombres con tanta fuerza viril, que la sala se encendía en una cadena de explosiones triunfales:

- ¡Viva o Santo Daime!

- ¡¡¡VIVA!!!

- ¡Viva a Rainha da Floresta!

- ¡¡¡VIVA!!!

- ¡Viva o Padrinho Sebastiao!

- ¡¡¡VIVA!!!

- ¡Viva Sao Joao!

- ¡¡¡VIVA!!!

- ¡Viva Sao Miguel!

- ¡¡¡VIVA!!!

- ¡Vivam todos os Seres Divinos!

- ¡¡¡VIVAM!!!

- ¡Viva o Santo Cruzeiro!

- ¡¡¡VIVA!!!

 

Aquellas voces firmes de guerreros removieron su feminidad hasta lo más hondo y la hicieron sentirse a bordo de una nave de Hijos de Dios invencibles, camino de una alta misión. A partir de aquel momento, toda la sesión fué para ella pura maravilla, evidencia, gloria, como si en el mundo no existiera más que aquella Realidad, que se acordaba de haber vivido múltiples veces, no sólo en su niñez, en el hogar o en la escuela, sino también en muchas otras vidas anteriores: ante ella, la Mesa del banquete familiar, la eterna familia numerosa de ángeles hermanos, aprendices de dioses, cantando alegremente en coro, repasando sus lecciones...

FR. 84-

...Y en el aire, la amorosa presencia, invisible pero palpable, del Padre y de la Madre Eternos, dirigiendo, cuidando, instruyendo. Y delante de ambos comandantes, marcando el ritmo de todos, el Cristo, el Buda, San Juan... que eran diferentes y, al tiempo, uno; que eran El Hijo, la Tercera Persona, el arquetipo divinal del Hermano Mayor, también invisible, mas latente, en el aura de impecabilidad, seguridad, ternura, alegría, valor y perfección con que el Espíritu Número Uno de la Humanidad había revestido a todos los participantes a su imagen y semejanza.

FR. 85-

Al mediodía siguiente, algunos de los participantes en la sesión se fueron reuniendo en una cala bellísima, un dedo esmeralda de Mar Mediterráneo penetrando la Isla entre altos acantilados, llenos de grutas calcáreas, hasta una blanca playa minúscula. El rocoso escenario que les rodeaba, verdecido de pinos, era tan sugerente y surrealista como el fondo de un cuadro de Salvador Dalí.

Disfrutaron de la hermosura del lugar, se bañaron desnudos en el agua transparente, como si ya fueran todos viejos camaradas, juntaron la comida que cada uno había traído en un gran almuerzo compartido sobre las rocas, cantaron himnos del Daime, hablaron tanto de bobadas como de profundas cuestiones personales, y cada uno se expresó como deseaba o se quedó callado, si quería.

- Me ví como si fuese un punto de luz viajando por los canales de mis propias ondas vitales -dijo su pareja, cuando alguien le preguntó por su mayor experiencia durante el trance- ...al mismo tiempo mirándolas como espectador y siéndolas; Penetré a toda velocidad en el caos de la vida atómica y subatómica, donde unas veces mi trayectoria formaba ondas circulares, elípticas, espirales... y otras se estructuraba en líneas perfectamente geométricas y cortadas en ángulos. que diseñaban formas etéricas.

... Y todo ese movimiento era completamente alógico y, sin embargo, yo sabía, con total evidencia, que cada uno de sus cambios tenía una razón de ser, que respondía a una lógica profunda, universal, que era pensada en otro plano por una dimensión de mí mismo que lo veía todo con una perspectiva cósmica; mientras que, simultaneamente y en el mismo lugar, también me sentía actuando como sujeto o como objeto en lo minúsculo, viviéndolo con enorme intensidad y desde una perspectiva muy reducida...

Ahora sé que la realidad en que vivimos -añadió- es un producto de nuestra consciencia: a mayor consciencia y atención, más se amplían nuestra perspectiva sobre el mundo y nuestras potencialidades; a menor, más se reducen...

                                                                      

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FR. 86- EUROPA- Volar hacia el Sol

 

Tres días después de salir de la bella isla mediterránea donde había vivido las más intensas y elevadas experiencias de su vida, su cabeza seguía, ya en Madrid, procesando y procesando sin parar, como si todos sus conceptos mentales y toda su historia anterior estuviesen siendo sometidos a revisión y reestructurados por su consciencia.

Recordaba las últimas palabras que le había dirigido el comandante brasileño de la sesión:

- Mi hermana, todo cuanto le ocurre a nuestro cuerpo le ha ocurrido antes a nuestra mente; en algún lugar de su mente hay una rotura espiritual, que no deja que la energía fluya, y que mantiene la mitad de su cuerpo paralizado. Venga al Brasil, mi hermana, y siga tomando Daime hasta que El Poder de Dios, dentro de usted, le muestre donde está la rotura y la recomponga. El Daime no es sólo una bebida, mi hermana, es un Ser Divino que nos muestra a todos la Verdad, aún aquellas verdades que nos negamos toda la vida a ver.

 

FR. 87- * 45- AMERICA- Alquimia

 

El Viejo se lo quedó mirando un rato con intensidad. Luego dijo: -Para hacer oro, hay que tener oro, para hacer Luz Divina, hay que tener Luz Divina. ¿Tú la tienes? -y, sin esperar respuesta, pasó al otro lado del taller y se puso a revisar el trabajo de sus otros dos operarios.

 

- ¿Qué querría decir? -se preguntó aquella noche ante su compañera, luego de contárselo.

- "Para hacer oro hay que tener oro", eso me suena -respondió ella-, yo creo que leí esa frase una vez, en un libro sobre Alquimia.

- ¿Y qué es exactamente la Alquimia?

- Eso es tan difícil de responder como si me preguntas qué es el Amor, o el Arte, o Dios... -respondió ella sonriendo- pero así, muy por encima, y sabiendo qué es lo que a tí te interesa, yo diría que es el arte de transmutar la energía material, elevándola de grado en grado, hasta convertirla en energía sutil, espiritual... Por ejemplo -añadió acariciándolo-: Alquimia es el trabajo de armonía que va realizando una pareja, la cual, partiendo de una simple atracción física y simpatía, se va fundiendo y se va comprendiendo cada vez más, hasta que ambos se elevan por la fuerza del amor, que todo lo transforma, y se convierten en un sólo ser, que es el Amor mismo; el Amor Espiritual.

El la miró con cariño: -Tú sí que has hecho una buena alquimia conmigo.- y la besó en la sien.

- La estamos haciendo entre los dos -respondió, apretándole la mano-; Alquimia es algo que sólo se puede hacer complementando lo que parecen opuestos, contrarios, haciendo de lo masculino y de lo femenino uno, a base de perfecta armonía... Es como repetir el Proceso de la Creación, pero al revés, en retorno: Si del uno salió el dos y del dos todo lo creado, se trata de trabajar sobre lo creado, unificando dualidades, para volver, siguiendo el circuito ascendente del Arbol de la Vida, a La Esencia Creadora... ¿entiendes?

- Lo entiendo muy bien: Tu amor me descubre a mí mismo, me hace descubrirte a tí y me hace descubrir el amor a todo, que es el Amor Divino: Tu amor me lleva al Amor, a Dios. Pero...¿como se aplica la Alquimia a lo que El Viejo me ha dicho? ¿Por qué dijo que para hacer oro o Luz Divina ya tengo que tenerlos? Si los tuviera, no necesitaría hacerlos.

- Tú no podrías amarme si no tuvieses ya el Amor en tí -ella lo miraba al alma- Si tú no te amaras a tí mismo, es decir, a la parte más digna de tí mismo ante tus ojos, si no amaras la Belleza, la Naturaleza, el Arte y a toda persona en la que se adivina algo de humanidad, jamás hubieras podido amarme. Ni yo a tí: Todo gran árbol nace de una semillita pequeñísima, mas en cuyo centro ya está todo el árbol en potencia. Si tú quieres hacer oro, debes comenzar por trabajar sobre la cantidad de oro que ya posees y acrecentarla; así comenzaron todos los grandes inversores. Si quieres hacer unos vitrales que sean capaces de filtrar la Luz Divina, debes comenzar a trabajar sobre lo que de Luz Divina ya hay en tí. Y yo te aseguro que la hay, porque me alimento de ella cuando estoy a tu lado.

Aquella noche no hablaron más con palabras, sino con sus manos, sus labios y con todos los impulsos que en sus cuerpos pedían mezclar sus energías hasta que ya no hubiese manera de diferenciarlas. Y en ese momento, él, que ya no era él, sino ambos, vió-vieron la Luz Divina, aunque apenas como un atisbo, y justo en el punto álgido de mayor unidad. A la mañana siguiente, su cabeza estaba llena de inspiraciones.

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FR. 88- * AMERICA-El sexo del Fuego

 

El Fuego, al que al principio había amado como se ama a una mujer a la que se desea enamorar, le mostraba claramente su enemistad, frustrando una y otra vez sus esfuerzos y expectativas, burlandose de sus notas y de sus cálculos, haciéndole encandilarse por la belleza de sus metamorfosis, para luego tan sólo parir abortos con sus creaciones.

Al quejarse, ante su compañero más joven, de lo difícil que era contentar a las exigentes salamandras, él le contestó que nunca había sentido al Fuego como femenino, sino mas bien como un macho muy rebelde y peligroso que te dominaba si no conseguías domarlo, un dragón de siete cabezas con el que siempre había que luchar una batalla, tenerle mucho respeto y mantenerse a prudente distancia.

También su amada le había dicho que, astrologicamente, el fuego era, como el aire, un elemento claramente masculino, la esencia de la masculinidad, la pasión viril misma; y que la maestría sobre el fuego representaba simbolicamente el dominio solar sobre la esencia de la naturaleza, que es la materia prima transformable, lunar y femenina, la tierra liquidificada por el calor del fuego, la pasta madre con que el creador modelaba la obra.

 

FR. 89-   AMERICA- Himnario en Río.

 

...En la salida de la espléndida Bahía de Guanabara hacia el océano y sus playas, tuvo ella la alegría de encontrarse con todo el colorido y la vibrante luz que había invocado antes, cuando pintara trópicos imaginarios en sus cuadros. Rio de Janeiro era una gigantesca ciudad, situada en uno de los entornos naturales más bellos que ella hubiese conocido: agitada y sensual durante el día, se volvía absolutamente insegura en la noche, cuando los ricos se atrincheraban tras los portones de sus palacios y las bandas de desesperados bajaban de sus "favelas", en los morros que coronaban la ciudad, para ver qué lograban recolectar para su supervivencia, por las buenas o por las malas.

Sin embargo, antes de las seis de la tarde, ellos ya habían subido en taxi, desde su hotel en la playa de Barra de Tijuca, a una montaña en la que se encontraba la Colonia del Santo Daime en Rio, llamada "Ceu do Mar".

Asistieron allí, en un salón enorme, a un himnario en el que evolucionaban bellamente casi doscientas personas, muchas de ellas luciendo las vestimentas rituales. Ella estaba encantada, le parecía encontrarse en la corte de una monarquía de fábula, en el Baile Real. El la saludó desde allá enfrente, en la segunda línea de hombres vestidos de blanco, con una sonrisa. Se la devolvió, dando gracias a La Vida por su príncipe encantador.

FR. 90-

La sirena descendió ágil, y conteniendo la respiración, hasta el fondo arenoso y transparente; tan claras eran las aguas que, sin necesidad de gafas de buceo, pudo ver una hermosa caracola entre las rocas y se lanzó hacia ella.

Cuando ya la tenía entre sus manos y regresaba hacia la superficie, una gran sombra aerodinámica se cruzó entre ella y la blanca quilla de la embarcación, allá arriba.

Un miedo ancestral le heló la espalda, erizando de golpe sus cabellos, y la caracola se le fué de nuevo al fondo; mas, fijándose bien, se dió cuenta, con alivio, que no se trataba de ningún escualo, sino de un gran pez espada que la observaba tranquilamente, deslizándose en círculos a su alrededor, entre dos aguas.

FR. 91-

El sentido del oído era la más extraña de sus nuevas percepciones: los sonidos, incluso los que producía su compañero, le llegaban muy amortiguados y alargados en sordos ecos, y todos ellos estaban acompasados con el ritmo de los himnos que, más que oirse, se adivinaban, como si procedieran de otro plano; notó, sin embargo, que en su oído residía una precisa modulación de su propio equilibrio durante el vuelo... porque, realmente, le parecía estar volando a gran velocidad en la pesada atmósfera acuática, detrás de su compañero, ya que el agua le resultaba tan invisible y ligera como a un ser humano le resulta invisible el aire en el cual está sumergido, cuyo peso sobre su cuerpo, sin embargo, es realmente enorme.

Sus ojos captaban, sobre todo, las longitudes de onda verdes y amarillas, que son las que más penetran en el agua, y todos los demás colores eran filtrados por estos tonos. A medida que se acostumbraba a su nuevo cuerpo, más se agudizaban sus percepciones, y también podía ver con mayor claridad, especialmente cuando nadaban tan cerca de la superficie que sus aletas caudales sobresalían fuera del agua, cortándola en espumosas estelas. Desde allá arriba se divisaban con amplia perspectiva, los espaciosos fondos del Mediterráneo, unas veces despejados, como extensos desiertos de arena o planas praderas de algas que danzaban suavemente, mecidas por las corrientes; y otras, atravesados por barreras de rocas azuladas de formas misteriosas, ornadas de cuevas, vegetación y con alguna vida animal; viéndose, a veces, envueltos por cardúmenes de peces chicos de todos los colores, que se abrían colectivamente en rápidos movimientos circulares de fuga, asustados ante la llegada de los dos grandes peces espada.

FR. 92-

La luz salía de un portal erguido en el fondo, o, mejor dicho, provenía de un espacio que se encontraba al otro lado del umbral, formado por lo que quedaba en pié de las estriadas columnas del frontón de un templo, aparentemente griego, que había ante ellos. Todo alrededor del frontón se extendía una amplia extensión laberíntica de oscuras ruinas desperdigadas, y vió capiteles de arcaico estilo aflorando de las algas, entre labrados mármoles milenarios, ornados de relieves escultóricos que algún día habrían representado escenas de batallas entre dioses y titanes, pero a los que la erosión y el acúmulo de incrustaciones marinas habían hecho irreconocibles. Aquel escenario, bañado de suave luz azulada y fantasmal, sobrecogía el ánimo por su belleza misteriosa y sugerente.

Su compañero nadó hacia el iluminado umbral, y se quedó parado, apenas aleteando suavemente ante el hueco del portón para mantener el equilibrio. Ella le imitó, y se puso junto a él, llevándose la sorpresa de ver como, al otro lado, se encontraban perfectamente reflejados sus cuerpos de peces como si hubiese un gran espejo invisible entre las viejas columnas.

Entonces se adelantó, para comprobar si efectivamente lo había o si se podía pasar, y en ese instante, su reflejo al otro lado se convirtió en un tiburón gris de casi cuatro metros, afilado morro y ojos despiadados, que abrió pavoroso ante ella unas fauces enormes, por las que sobresalía una pesadilla de varias hileras de afilados colmillos curvos y feroces.

FR. 93-

- Esto es una iniciación -resonó solemnemente en su interior la voz del Genio Subconsciente- y, en adelante, la conexión con tu Línea Astral, que es la Línea del Mar, queda abierta. Sólo habrás de visualizar en tu meditación la Puerta Submarina de tus profundidades, que es también la Puerta de la Muerte y de la Vida, y cruzarla sin prestar la menor atención a su Guardián, para que uno cualquiera de estos caboclos o caboclas marinos, que no son sino la personalización de tus altos sentimientos mejor cultivados, -y todos ellos le sonrieron-, se ponga a tu disposición, a fin de ayudarte a emerger a la superficie de tu consciencia habitual, en forma de inspiración creadora, cualquiera de los tesoros emocionales de poder, amor o sabiduría que se guardan para tí, como para todo Hijo de Dios de corazón noble, valiente y sensible, en el Atlantis Astral, el Subconsciente Colectivo.

El coro de sirénidos alzó entonces sus brazos y entonó un himno muy alegre cuyas notas venían envueltas en burbujas nacaradas que estallaban ante ella como besos, llenándola de júbilo con sus ecos:

FR. 94-

La congregación estuvo cerca de una hora entonando himnos con fervor y, cuando la Fuerza comenzó a subir, ella creyó que la cabeza se le disolvía a causa del diluvio de información que le llegaba, mientras su estómago caía dando vueltas a un vacío insondable.

Todos sus esquemas se volatilizaron, y su emocional se encontraba tan angustiosamente intensificado como cuando uno escala a toda velocidad las crestas de una montaña rusa, para descender al punto vertiginosamente, sin poder agarrarse a nada esta vez para volver a subir o para conservar un mínimo equilibrio.

Lloró y gritó de pavor cuando se vió a sí misma como en un espejo, tan infeliz y desvalida, tan rota, cayendo y cayendo.

De repente, todo su vientre se convirtió en una gran arcada y empezó a vomitar sobre un cubo próximo y luego siguió vomitando, y parecía que nunca jamás iba a acabar de vomitar.

Una fiscala a su lado la asistía con su compadecida presencia, sin hablarle nada ni tocarla, aunque era clara su amorosa comunicación telepática, dándole ánimos. Al acabar, le alargó un pañuelo de papel y la ayudó a levantarse de su silla y a acomodarse en la cama de los enfermos, en un cuartito contiguo, abierto directamente a la sala de sesiones y concebido como un cubículo donde concentrar toda la energía sanadora de la comunidad de participantes.

FR. 95-

...Entonces se entregó. Paró de razonar acerca de cromos y de recuerdos de infancia, dejó atrás, sin juzgarlos más, los condicionantes culturales que formaban en su programación mental externa la piel del símbolo, y penetró, sin pensar, en el símbolo hasta su esencia; y comprendió que estaba ante su Yo Mayor.

Ante la parte de su Ser, del Ser, que cuidaba de ella desde siempre, desde la eternidad, a través de todas las dimensiones: Su Madre Cósmica.

Y Tuvo un destello de lucidez de corazón, un rayo de intuición femenina pura, que le hizo comprender en un instante mil cosas de su encarnación, y que se juntaron en un gran mosaico, componiendo una visión clara de su vida presente, que era, al mismo tiempo, el fiel retrato de su espíritu, radiante y poderoso por una parte, y cargado de miseria y de ignorancia por otra.

Se sintió sucia.

FR. 96-

Y entró un doctor: era negro y barbudo, muy viejo, y con un semblante campechano de pura bondad. Venía vestido de blanco, con una bata de médico, y traía un enorme puro cónico encendido entre los dedos, que de vez en cuando fumaba con deleite, llenando de humo todo su entorno.

No le dijo nada ni la tocó, pero sus alegres ojos penetraron en su alma, y su sonrisa la hizo sentirse muy, muy bien. Y hasta de pureza vestida.

Entonces, el viejo salió y, cuando volvió a entrar, lo hizo acompañado de tres jóvenes vestidos de verde, bellos como ángeles, que se pusieron a operarla sin instrumentos, mientras el viejo le sonreía con los ojos, detrás de ellos, fumando y cantando cortas tonadillas alternadamente.

La hicieron ponerse de espaldas con delicadeza y casi sin esfuerzo; uno de ellos comenzó a masajear su columna, mientras el otro se ocupaba de su cabeza y el tercero encendía un fuego, como de alcohol, en un frasco.

Ella percibió ahora que se encontraba fuera del cuerpo, sentada en el aire, junto al calor tibio de la Virgen, que la arropaba; mientras, dos metros más abajo, los tres jóvenes manipulaban su envoltura física con total eficacia.

 

                                                               

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FR. 97- AMERICA-El Nacimiento de Venus

 

Cuando acabó el trabajo de Estrella, el Padrino estaba con muchas otras personas ante ella y le besaba la mano con dulzura paternal, reclinado sobre su cama en el Cuartito de Enfermos. Luego la miró:- "Si Dios quiere, todo es posible, mi hermana -dijo-, nada ocurre que no hayamos nosotros mismos querido que ocurra para el bien, para nuestro progreso."

FR. 98-

Su compañero ya no podía prolongar más su ausencia de España, so pena de tener que delegar de nuevo su trabajo, e insistió en que lo acompañara. La última noche que pasaron juntos en su habitación del hotel, mientras la Luna tropicaleaba más allá del balcón, sambando en reflejos plateados sobre las olas que rompían en la playa de la Barra de Tijuca, fué una noche de mucho amor, y las sentidas caricias de ambos expresaban muy bien de que manera la encantadora vibración del Brasil y los viajes maravillosos a bordo del Santo Daime los habían llenado de luz, alegría y esperanza, aproximándolos más que nunca.

Ella lo miraba a los ojos y daba, una vez más, gracias a La Vida por aquel compañero que la había apoyado tanto en el goce como en el dolor, tanto en el tormentoso infierno aséptico de las operaciones y tratamientos sin fin, como en la loca y fascinante aventura de las plantas de poder y de la medicina mágica del trópico. Sus cuerpos confluían, entretanto, quedamente sobre las sábanas, tal como un río que desemboca en otro, cada uno con su color, su ritmo, su polo y su caudal, cada uno sintiendo al otro como algo a lo que tiernamente devorar... y por lo que ser devorado, en el dulce confronto.

Los dos ríos se hacían uno por fin, disueltas y mezcladas sus moléculas, convertido su fluir en una nueva corriente, una nueva corriente que invadía todas sus partes sensibles, las situadas más arriba de las playas arenosas de su cintura, por debajo de las cuales se extendía el oscuro y desierto de sus regiones paralizadas, siempre colgando de ella como un lastre, siempre frías y distantes.

FR. 99-

Mas rebasaron su cintura las aguas y subieron más alto que su plexo, y su sentir era ahora pura agua subiendo y subiendo, y cerró los ojos de placer mientras orgasmaba su pecho en una explosión de júbilo que parecía quebrarle por entero el corazón, volverlo mil pedazos, abrirlo, y dejar salir de él tanto amor como si todo el Amor del Universo estuviese fluyendo en potentes ondas espirales que eran al mismo tiempo fuego y tierra, y aire y agua, y mucho más, que se entrelazaban gozosamente entre lo último que quedaba de ella y el resto del Cosmos, hecho su amante.

Una lucidez sin límites racionales había estallado en su centro de consciencia y lo alumbró todo, y el Todo se alumbró a Sí Mismo como Uno entre los dos. Y se alumbró el Vacío alrededor del Uno, y en El fue, intimamente.

Totalmente trapasados de amor y de dicha, se derrumbaron el uno entre los brazos del otro y pasaron de un tiempo incontable, como la Muerte, y tan intensamente presente como La Vida, al tiempo intermedio del dulce sueño.

 

FR. 100- AMERICA- El Viejo Negro

 

Una semana después pudo volver a acceder sobre sus muletas a aquella sala llena de velas y de gente apretada cantando himnos. El Padrino estaba "actuado" o sea, en trance, y fué el espíritu del mismo Viejo Negro, que lo incorporaba, quien habló con ella delante de todos, después de examinarla astralmente, durante un momento del trabajo:

- Usted es una mujer noble y valerosa, toda una guerrera -le dijo afablemente-; Ha estado acumulando mucha energía de amor y, a causa de ello, sus virtudes se han robustecido y convertido en poderosos guías que velan por su suerte. Con su ayuda y con la de Dios hemos podido acabar de recuperar su cuerpo físico durante el trabajo de Estrella, aunque debo decir que ya lo había transformado usted mucho con su fe y limpiado bastante durante el himnario anterior y otro trabajo previo en una isla lejana.

Es el etérico el que todavía no le responde. Pero usted lo conseguirá... ¿Sabe? realmente el cuerpo y la mente no son cosas distintas, sino la misma energía de La Vida en distintos grados de sutileza o densidad, entrelazados como los hilos de un tapiz, que es la vestidura terrenal de su ser.

Su cuerpo etérico es una substancia hecha de energía semidensa, que está modelada y grabada por sus propios pensamientos y sentimientos repetidos, y que interpenetra con capas y capas de registros mentales su materia densa, la carne, los huesos, animándola, vitalizándola, activando sus circuitos y las funciones de los órganos y de los músculos.... La capa de fuera, como la piel vieja de una serpiente, está muy quebrada por sus sufrimientos pasados, su autolástima y sus hábitos de inválida.

                                                              

                                                       

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FR. 101- AMERICA- Los Centros Intraterrenos

 

Decía que Miz Tli Tlan era un lugar etérico, sin manifestación física, que se encontraba en la dimensión sutil de los Andes Peruanos, haciendo de corazón de la red energética que penetraba todo el planeta, igual que un sistema nervioso penetra a un ser vivo, y que tenía la misión de ir despertando sus chakras evolutivos y hacer pasar a la Tierra, con todos sus habitantes, durante el período del inicio de Aquarius, desde su actual ciclo infantil a otro, mucho más despierto y armónico, de joven planeta adulto...

Ella se acordó de repente de un libro, leído hacía mucho tiempo en su cuarto de inválida, titulado "El Monasterio de los Andes"(**). Se decía en él que el peregrino que buscase el nuevo Shamballa, el Centro Iniciático desde donde serán educados todos los Pioneros de la Nueva Era, sólo lo encontraría en el momento en que su vibración interior lo elevase a la misma alta frecuencia de energía espiritual en que vibraba el Monasterio; en ese instante, una Puerta de Luz se abriría ante él y tendría acceso a su Re-Nacimiento.

 

FR. 102- AMERICA- Llegada a Macchu-Pijchu

 

Una semana después se encontró cabalgando un sueño, mientras la ayudaban a subir al trenecito de turistas que la llevaba de Cuzco a Macchu-Pijchu, en el Perú.

Una ensombrerada india, gordezuela y con un bebé mocoso en los brazos, apartó algunos de sus innumerables bultos y la colorida pollera, para que pudiese sentarse a su lado en el vagón, mas ella estaba tan absorta pensando cómo había dejado quebrarse todos sus esquemas racionales para correr, sola y distanciada de su amor, tras una fantasía mítica en el fin del mundo, que una de las muletas se le cayó al suelo con gran estrépito.

Un caballero mayor, muy fino y bigotudo, se precipitó desde el asiento de enfrente a recogerla y devolvérsela, y, luego que se hubo acomodado, le preguntó cortesmente de dónde era.

- Soy española -respondió ella con ese ligero movimiento arrogante y flamenco de barbilla hacia arriba con el que las españolas afirman su condición, como si dijeran: "¡Aquí estoy yo! ¡Nada menos!". El hombre rió y se pasaron el viaje charlando. Cuando llegaron a la reciedumbre peñascosa de Aguas Calientes, tan calientes como el corazón hospitalario de los peruanos, ya eran amigos.

FR. 103-

- ¿Se refiere usted al Huayna Pijchu? -preguntó él, asombrado, volviéndose hacia el impresionante cono que coronaba las ruinas- No quiero entristecerla, pero no veo como puedo ayudarla a subir hasta allí; es un pequeño sendero empinado, cortado a pico por tremendos precipicios, e incluso para una persona joven y sana es una subida muy fatigosa...

Ella tocó su mano agradecida - No se preocupe, querido, ya sabía que no podría llegar arriba, aunque he tenido la impresión, durante toda la mañana, que si lo pudiese hacer, tal vez se abriese allí una puerta y yo desaparecería de este mundo... - El mostró una expresión tan alarmada que la mujer se echó a reir para distenderlo-: ¡No tengo la menor intención de arrojarme al precipicio, si es lo que usted pensó! pero... ¿podría seguir abusando de su bondad? acompáñeme nada más que hasta el pié de ese pico, déjeme meditando allí en un lugar tranquilo mientras usted asiste a su conferencia, y venga después a recogerme para que regresemos juntos a Aguas Calientes... ¿Hará usted eso por mí?

                                                        

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FR. 104- AMERICA- La Sacerdotisa

Siete flautas la acompañaron, estremecidas, y luego cien, y todas las flautas y las quenas de los Andes se sumaron a aquel atardecer agónico, poblado de siniestros presagios y de fragores de guerra. El Sol se iba.

El Sol, apenas ya un ascua incandescente entre el vértice de dos picos oscuros. Voló hacia él. Se abrió una ventana trapezoidal en el ocaso.

El cóndor accedió por la ventana al amplio recinto, donde un pebetero soltaba una humareda perfumada de color naranja hacia el gran disco solar que presidía el Templo, colgado sobre el hogar de La Llama de la Vida. Al pié del Fuego, el cuerpo de su sacerdotisa-guardiana meditaba absorto, teniendo junto a sí la Olla Sagrada.

También accedió a ella por una ventana trapezoidal que, de pronto, se abrió sobre su cráneo. Penetró.

De nuevo en el cuerpo. Una gran paz.

Todavía un vago sabor a Ayahuasca en su garganta. Su tercer ojo aún bullendo y bullendo, procesando la experiencia del desdoblamiento.

FR. 105-

Los guardianes cerraron las puertas a toda prisa, y amontonaron desesperadamente contra ellas cuantos muebles pudieron encontrar para trancarlas; pero fue como querer contener con unas pajas un alud que golpeaba al otro lado. En un momento, las puertas fueron derribadas y la barricada saltada por un grupo de demonios cubiertos de metales relucientes, que se arrojaron como rayos sobre el cordón de lanzas de los guardias, parándolas o esquivándolas habilmente con sus escudos al tiempo que esgrimían, en rápidos gestos cortantes y moviéndose como en una danza, largos cuchillos de plata. Cada vez que uno brillaba en el aire, un hombre caía al suelo tinto en sangre, o dos juntos; en pocos instantes acabaron con todos.

Ella se abrazaba, aterrada, al comandante malherido en el fondo de la estancia, y entonces pudo ver que eran seres humanos, siete, pero tenían la piel pálida como cadáveres, sobre horribles rostros barbados, vestían extrañas ropas ceñidas de plata en la cabeza y en el pecho, y proferían cortas frases feroces, gritando en una lengua bárbara. Uno de ellos señalò el gran Sol de oro y todos se precipitaron a descolgarlo y a derribarlo. Todos menos uno, que acababa de divisarla.

Avanzó hacia ella y se paró de pronto, porque justo en ese momento el Sol rodó por el suelo, apagando, al caer sobre ella, la sagrada Llama de La Vida... y todos aquellos demonios celebraron su sacrilegio con grandes saltos y un grito general de alegría, para luego precipitarse hacia él como locos.

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*FR. 106- -AMERICA- La Fábrica de Vidrio

 

- ¿Sabes lo que vino enseguida a mi cabeza en cuanto el capataz dijo aquello? -su voz vibró de excitación mientras su mano tocaba la de su amada- resulta que si yo me intereso por el vidrio, es porque quiero pintar cuadros con un material que me permita recoger la luz del sol directamente, y no más tratar de imitarla combinando colores opacos, terrosos... ¡y resulta que el vidrio, y hasta el cuarzo y el cristal de roca se hacen con pura tierra! ¿que te parece? ¿a qué te suena eso? ¿de qué hablábamos hace tres noches?

- ¿De qué? -dudó ella un instante; mas enseguida comprendió- ¡de Alquimia!

- Pues eso es, mamita -asintió él, abriendo las manos-, Al Sol, Inti, se llega a través de Pachamama, la Tierra... como decía mi abuelo. Lo que se ve en un vitral de catedral gótica, me parece a mí, es la Pachamama, la Madre Tierra, la energía material al máximo de su sutilización y evolución mineral, cargada además de significación e intención, a causa de las manipulaciones estéticas del artífice humano, haciéndose perfecto canal de la Divina Luz de Inti, el Padre Sol.

- ...La Madre. el Hijo, el Padre... -murmuró ella, como ecoando sus palabras coon una reflexión intuitiva- ¡La Trinidad!

- Eso es, la Trinidad, de donde surge toda la Creación, los tres colores primarios, que, mezclándose, producen la gama infinita de tonos...

- Hasta trabajando con los más humildes materiales, con desechos, con basuras... -dijo ella acercándosele- si el artista tiene luz dentro de sí, sabrá hacer que relumbren. Y tú la tienes, mi hombre querido. -y se abrazaron.

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FR. 107- - AMERICA- Los nuevos vidrios

 

- Esto era un pedazo de tierra -explicó a su amada un sábado, ante un gran diamante que vieron expuesto en una joyería del centro-, que aguantó altísimas presiones durante un tiempo enorme, hasta que se fue convirtiendo en un cristal, y, muy poco a poco, se ha ido volviendo tan puro y transparente que, sin dejar de ser un cuerpo material, denso y durísimo, una vez pulido, la luz lo traspasa por todos los lados, amplificándose... ¿Como podría yo lograr ese grado de transparencia para mis vitrales?

- Cuando nuestra personalidad, a pesar de las presiones internas y externas, se vacía de egoísmo, simplemente amando, confiando, dándose a los demás con el gusto y la alegría con que yo me doy a tí y tú a mí -respondió ella dulcemente, usando los mismos conceptos que él habia expresado- ...Cuando nuestro potencial de acción sobre el mundo se purifica, se hace totalmente transparente y se vuelve un instrumento limpio y abierto, para que el Yo manifieste a través de él Sus dones para el mundo... en ese momento, una vez pulidos, nuestra obra se hace la obra del Yo, la Gran Obra, la Obra Divina.

FR.109-

Ahora ya sabía que el fuego no era un amigo ni un enemigo, ni femenino para los maestros o masculino para los aprendices, sino una poderosa fuerza neutra de concentración transformadora externa, con la que la propia concentración transformadora interna del artista tenía que hacerse una para pensar y actuar igual que ella, obligando a las moléculas de pasta vítrea a acoplarse maleablemente a las formas sugeridas por su propio pensamiento, tan sostenido como flexible y adaptable.

A estas alturas, el acto de la fusión le parecía un verdadero acto de magia en el cual, después de invocadas, las Salamandras hacían su danza a su aire y como les daba la gana. Si el efectista era capaz de danzar al mismo ritmo, proporcionándoles lo que exigían en la justa medida, el resultado podía ser sublime; si su dedicada atención o su ánimo no se encontraban a la altura vibracional requerida en aquel momento, sólo decepcionantes abortos saldrían del vientre de las llamas.

FR. 110-

Su profundo conocimiento pictórico de las relaciones entre los colores y los efectos, le servía para lograr mayores contrastes entre complementarios; entre espacialidad vacía y masas de lujosas texturaciones; entre etéricas transparencias y vigorosos sombreados, entre lo amorfo y lo geométrico; entre neblinosa lisura y enérgicos salpicados y chorreados multicolores; entre la más serena de las quietudes y el más apasionado movimiento... Y todos estos contrastes, después de diferenciarlos al máximo, poniendo en tensión todo el cuadro, los sabía temperar misteriosamente con la introducción de un mínimo elemento conciliador colocado a última hora, que conseguía la más equilibrada de las armonías entre las fuerzas constitutivas enfrentadas, sin que se perdiera ni una chispa de su potente energía expresiva.

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FR. 111- AMERICA- El bárbaro invasor. -

 

El cielo estaba rojo, y el Dios de mi raza acababa de dejarnos, derribado por aquellos Hijos de la Sombra. Me detuve ante el abismo, fijos mis ojos en el río, que remolineaba allá abajo. Miré hacia atrás.

El odioso bárbaro se había detenido también, a corta distancia. Arrojó al suelo el largo cuchillo ensangrentado, hecho del mismo metal brillante que rodeaba su pecho y su cintura, intentó una sonrisa en su rostro endurecido y sudoroso y me tendió los brazos.

Habló en su lengua extraña y yo no entendí sus palabras, pero sí perfectamente su tono: no más quería que me entregara, que fuera su presa de guerra, su esclava y su placer.

- ¡Ven querida! ¡Ven aquí! ¡Tú serás hoy mi botín y mi riqueza! ¡No te haré ningún daño! ¡Ven a tu guerrero, mi princesa!

No había nacido yo donde nací para servir los lascivos caprichos de un demonio extranjero, sino para esposa consagrada del Divino Sol, para cuidar el Fuego Sagrado que aquellos malditos habían extinguido. De ninguna manera iba a aceptar un destino tan bajo, a la fuerza impuesto. Sentí que prefería morir antes que entregarme al enemigo.

Deseé con toda el alma volver a ser un cóndor y volar libre sobre las montañas y los ríos de mi tierra. Abrí los brazos y me arrojé hacia las nubes rojizas del ocaso.

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FR. 113- -AMERICA- Exposición en Cuzco

Cuando entró muleteando con su acompañante en el amplio patio cubierto del vetusto palacio colonial, se quedó maravillada: Un universo de fantástico color-luz acristalado la envolvió como una visión, haciendo que se materializasen de pronto ante ella los arquetipos subconscientes de la más antigua raza de América, que, al mismo tiempo, parecían ser los arquetipos comunes a todas las razas del mundo: El Inca-Emperador, La Gran Sacerdotisa, La Luna, el Sol, la Madre Tierra, el Hierofante, los Guerreros, las Vírgenes Sagradas, el Padre Tiempo, los Cuatro Elementos... Todo ello teñido con el dorado resplandor geométrico y simbólico de los mitos incas, pero magistralmente interpretado por un artista que dominaba las audacias plásticas de las vanguardias contemporáneas y que había sabido conjugarlas sobre olas de vidrio petrificadas; Y además, con un vigor tan fresco y tan auténtico, con un Canto a La Vida tan potente, que hacía que, por comparación, todo el arte actual que recordara haber visto antes en Europa le pareciera viejo, vano, decadente y rebuscado.

Desde el fondo de la amplia estancia, cubiertos sus muros de vidrieras decoradas de gran tamaño, que llenaban el interior de incandescentes reflejos coloridos, un hombre todavía joven, de rasgos completamente indios, un quéchua total, con una planta y un andar muy marcial, casi militar, se destacó de un grupo de visitantes que conversaban y vino a saludar al arqueólogo con la mano extendida y el cuerpo perfectamente recto, como lo haría el embajador de un país muy orgulloso en una presentación de credenciales ante un monarca extranjero. Era el artista.

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FR. 114-*- AMERICA- El artista.

 

"Tan tieso como el palo de una escoba", pensó ella, mientras eran mutuamente presentados; pero, llena de sincera admiración por su obra, lo felicitó con todo ardor:

FR. 115-

...Durante los días siguientes, se fue percatando claramente de que aquella aparente seriedad marcial de su nuevo amigo no era más que una empecinada defensa, una muralla de piedra, una fortaleza alzada para proteger de la rudeza del mundo a su sensibilidad finísima, enamorada del alma mítica de su pueblo, del arte más sensual y creativo, y de la belleza de la Vida y de la Naturaleza, a las que profesaba un respeto casi religioso.

Ella le hizo, entonces, contarle acerca de sí mismo, tirándole de la lengua con tanto interés, que poco a poco se fué soltando: Así habló de su infancia en la alta sierra, de su familia, que iba capeando los temporales de la miseria gracias a un modesto taller de artesanía tradicional en barro, cuya producción bajaba su padre al Cuzco una vez a la semana a lomos de una pareja de llamas, para abastecer dos de las numerosas tienducas de recuerdos para turistas.

Le contó también de su abuelo, un sabio campesino que le hablaba con lenguaje colorido y mágico de los dioses y de las antiguas glorias y tradiciones de su pueblo, mientras le enseñaba a modelarlos en arcilla, cada uno con sus símbolos y atributos, en un estilo simple y sugerente que expresara el alma quéchua durante siglos. También mencionó aquel día en que los guerrilleros tomaron el villorrio y como juzgaron a los dos policías y al funcionario del gobierno en la plaza, delante de todos, y allí mismo los fusilaron contra una pared.

Después, el ejército tomó a su vez el pueblo, convocó en aquella misma plaza a todos los padres de familia, entre ellos el suyo, y les golpearon con saña, tratando de sacarles el nombre de los colaboracionistas con la guerrilla y, al no obtenerlos, porque realmente nadie estaba en el pueblo ni por la guerrilla ni por el gobierno, se llevaron presos al pobre várayoc, el viejo alcalde, y a sus ayudantes, que nunca regresaron.

FR. 116-

A partir de aquel día, el hijo de los ceramistas identificó a los esbirros del gobierno, cuyos jefes eran casi siempre blancos, con los conquistadores extranjeros que habían destruído la cultura y la estructuración social de su pueblo, junto con el ejemplar gobierno de los Incas, donde todo era justicia y orden y paz -como contara su abuelo- y donde tanto los reyes como los sacerdotes, aristócratas y campesinos, convivían en comunal armonía guiados por el Padre Sol y alimentados por la generosa Pachamama, la Madre Tierra.

Se convirtió en un voraz lector, y leyó todo cuanto se encontraba en la escuelita del pueblo sobre las glorias del antiguo Perú y, cuando tuvo edad para acompañar a su padre a Cuzco, se hizo socio de dos bibliotecas y regresaba de cada viaje con cuatro libros prestados en la mochila.

FR. 117-

Como sus pinturas eran, para ellos, verdaderos carteles incendiarios de propaganda política, algunos simpatizantes de la guerrilla trataron de captarlo; pero, cuando él, tras tratarlos un poco y conocer su talante y sus maneras, tuvo claro que que los revolucionarios estaban dispuestos a ensangrentar el país todo para conquistar el poder, se dió cuenta de que era un precio demasiado alto, y de que un poder así conseguido sólo podría mantenerse convirtiendo a su patria en un cuartel, o en un controlado campo de concentración.

Así que decidió poner tierra por medio entre él y los violentos, y se marchó a Lima, como tantos miles de jóvenes, a tratar de ganarse la vida en la capital. Allí hizo de todo para sobrevivir, y sobrevivir en Lima no es nada fácil. Mientras tanto, vivía en una choza de cañas en un cerro desértico ocupado por miles de marginados, un trozo más del enorme cinturón de miseria que rodeaba la señorial ciudad. Cada mañana la miraba a sus pies, y trazaba en sus sueños planes fantásticos para conquistarla. Luego bajaba a ella en un destartalado autobús, cuando tenía dinero para pagarlo; y si no a pié.

Trató de vender sus cuadros por las calles, pero lo echaron los escuadrones de esbirros encasquetados que los comerciantes del centro habían contratado para librarse de los numerosos vendedores ambulantes; iba comiendo de dibujar retratos por la voluntad en los bares, visitaba todas las exposiciones que podía, y pasaba muchas horas en las bibliotecas públicas mirando hermosos libros de arte, en los que se mostraba toda la aventura plástica contemporánea.

                                                                

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FR. 118- *- AMERICA- La Limeña

 

Cuando estaba más decepcionado y resentido, conoció, en la biblioteca de un centro cívico, a una chica de la capital que se enamoró de él. Era bien blanca, hija y nieta de blancos; había nacido en un viejo barrio de bello estilo colonial y recibido una buena educación, pero, fallecidos sus padres cuando aún era muy joven, sólo sobrevivía de un modestísimo sueldo de oficinista y del alquiler de la casa familiar que heredara, en cuya terraza se había reservado un cuartito, que era su hogar.

Al principio abusó de su amor, echándole de vez en cuando en cara el genocidio y la explotación que la raza de ella había perpetrado contra la suya, y que continuaba casi quinientos años más tarde; pero ella no era alguien con quien se pudiese discutir: simplemente se abría, cuando estaba furioso, dejaba que las olas negras de la rabia de él la inundaran, las transmutaba internamente con su humor y su paciencia, y se las devolvía, hechas bálsamo de dulzura femenina, perfumado además por su gran inteligencia conectada. 

- Decía mi maestro de Yoga -le confió- que, en el Planeta Unido de la Nueva Era, en el auge del Tercer Milenio, la antigua bandera del Arco Iris de los Incas, que en su tiempo expresara la convivencia armónica de las variadas etnias y tribus del Tawantinsuyo, serviría de nuevo como emblema de la Confederación Planetaria, y para simbolizar, con la armonía conjuntada de sus siete tonos diferentes, el entendimiento entre sí de los pueblos de la Tierra.

- También nos decía - continuó- que teníamos que estar bien conscientes de que no se trataba de disolvernos todos, de forma brutal, en una grisura uniforme y totalitaria; sino de ir esmerándonos en lograr una fusión gradual y temperada de lo más brillante de cada pueblo; para lo cual, lo primero, es conocernos y apreciarnos... una riquísima composición mundial de colores puros bien complementados entre sí.

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FR. 119-* 40-AMERICA-El Teléfono Invisible

- "Amigo del alma: por lo maravilloso que has sido en este año, aquí en este sobre va, con mi agradecimiento, tu regalo de Navidad: El Teléfono Invisible."

"Como no es un teléfono cualquiera, sino el Teléfono Invisible, precisa de algunas instrucciones para su uso."

FR. 120-

Fue ese el año, algunos meses más adelante, en que se quedó fascinado con el arte de los vitrales; tras descubrir por casualidad, en un barrio remoto, el taller donde un viejo artesano español, afincado hacía treinta años en Lima, realizaba vidrieras para las iglesias o para decorar las mansiones de la burguesía local, siguiendo fórmulas que había recibido de su padre, y éste del suyo, y el suyo del suyo... desde vete a saber que época lejana, ya que el estilo no difería mucho de aquél que se veía en los libros de Arte, ornando las ventanas ojivales de las catedrales góticas europeas...

 

FR. 121-  AMERICA- La Justicia de La Vida

 

Empezaba a atardecer en Cuzco, y los vitrales expuestos en la gran sala de exposiciones iban haciendo más y más dorada su tonalidad a medida que el sol caminaba hacia Occidente, más allá de las montañas. Cuando casi comenzaban a oscurecerse, el artista se levantó de junto a la inválida, fué hasta un cuadro de mandos en la pared, movió una manivela, y toda la sala se llenó de refulgentes psicodelias electrónicas, emanadas de las capas interiores de sus vidrieras.

Los numerosos visitantes se quedaron sorprendidos por el despliegue de nuevos efectos lumínicos artificiales en movimiento, justo en el momento en que se estaban lamentando porque acababa la fiesta de los colores naturales del día tras los cristales; todos los tonos se iban convirtiendo, suave y alternadamente, en otros, bien diferentes y de una belleza originalísima, sin brusquedad ni estridencias, justo con la cadencia con que se producen los cambios de colorido del cielo en el alba y en el ocaso.

Al cambiar el tono, se descubrían en cada vitral sugerencias de nuevas imágenes que la composición contenía, mas que habían estado veladas por el tono predominante anteriormente; era una obra multidimensional y misteriosa, ya que los nuevos efectos, mudando alternadamente los fondos, a cámara lenta o como un flash, convertían las escenas que, durante el día, se veían insertadas en un escenario bien real y terreno, aunque tratado de una manera estilizada y vanguardista... en escenas míticas que transcurrían ahora en ambientes celestiales o infernales... y luego en dimensiones profundas del subconsciente colectivo donde los arquetipos por él representados diluían completamente su específico carácter peruano y se convertían en representaciones abstractas de las imágenes básicas con las que trabaja la mente global de todo ser humano, sea cual sea su cultura.

FR. 122-

Cuando ambos volvieron a sentarse solos en el sofá del fondo, luego que él terminara de atender a otros muchos admiradores, le preguntó:

- ¿Y en qué quedó su búsqueda de la Gran Obra alquímica?

- Pues seguimos en ella mi compañera y yo... -respondió, un poco sorprendido por aquella pregunta inesperada-...y he llegado a la conclusión de que el camino es más apasionante que la meta -añadió sonriendo-... la unidad necesita de la dualidad, para no aburrirse...

Rió, ante la expresión que ella puso, y le dió una leve palmada amistosa en el brazo- ...Mas ha habido progresos; quizás usted pueda llegar a captarlos si se deja penetrar un poco más por mis vidrieras... Pero ahora es su turno de contar acerca de sí misma, amiga mía -, dijo suavemente, como si quisiera abandonar de una vez el propio tema personal-, explíqueme, si no le resulta demasiado doloroso, por qué una mujer tan linda como usted tiene que llevar ese par de muletas.

FR. 123-

- Muchas veces nos parece que La Vida nos está castigando con torturas y males, pero la Vida no castiga ni premia, ni hay bien ni mal, aunque los sintamos como tales: Sólo hay Justicia.

- ¿Justicia? -respondió ella- ¿Y quien la aplica con tanta dureza?

- Nadie -contestó él- La Justicia no se aplica, sólo rueda, la Justicia es la propia dinámica natural de las cosas, el desarrollo inevitable de las causas que nosotros mismos hemos generado. La Justicia es el cumplimiento de un plan que nuestro propio Espíritu ha trazado previamente, como cuando un niño imagina las leyes de su juego antes de empezar a jugar. 

FR. 124-  AMERICA- La Caverna

La noche se extendía sobre un cielo medianamente despejado cuando el artista fué a buscarla con un taxi. Salieron de Cuzco y comenzaron a ascender por una carretera sin asfaltar, que serpenteaba en torno a majestuosas montañas, cuyos picos se perfilaban a contraluz de las estrellas; pero cuanto más subían, más se cerraban y oscurecían las nubes. Tras casi una hora de viaje, la hizo bajar del taxi en un alto peñascal solitario, sacó del maletero un gran bulto circular, pesado y cubierto con lonas, lo acomodó sobre una carretilla desplegable y le pidió al taxista que volviese a por ellos a aquel mismo lugar al cabo de dos horas más.

 

                             FIN DE LA MUESTRA DE FRAGMENTOS DE "LA GUERRERA",                                                                                                           de Manuel Castelin.

a otras OBRAS LITERARIAS DE MANUEL COSTAS CASTELIN

 

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