Un tibio invierno

Holaa! Mis adorados y queridos lectores, de nuevo la marihuana de yo, Videl_lok@ con una de mis historias lemon again, esta es una advertencia, un lemon es una historia sobre personajes de caricaturas (en este caso Sailor Moon) que contienen material de sexo explícito, solo lo dejo a consideración de cada quien, que lo disfruten!!!

¡Nicolas en donde rayos estas! – gritó Raye haciendo que su voz resonara a lo largo del templo Hikawa, las aves salieron despavoridas de sus nidos en los árboles, los cuervos de Raye comenzaron a hacer tremendo alboroto como niños sonrientes que se bañan en las calles en los días lluviosos, su abuelo, acostumbrado a la dulce y quedita voz de su nieta, sólo se destapó los oídos al ver que los cuervos dejaban de parlotear “nunca cambia” pensó el abuelo dando un suspiro, y continuó en su tarea de hacer el te del mediodía, mientras machacaba en el mortero unas flores de menta para darle sabor al té, observó como vibraba el vaso de agua hirviendo que tenía puesto sobre la mesa, la cortina se abrió mostrando a Raye envuelta tan solo en una toalla de baño, enfurecida y temblando de los pies a la cabeza – abuelo no has visto a Nicolas? – preguntó con una voz entre cortada por el movimiento tiritante de su mandíbula, el abuelo sonrió, los corajes diarios de su nieta Raye ya no eran cosa del otro mundo para él, y prosiguió en su afanosa tarea de machacar la menta hasta hacer una pasta uniforme – Raye, niña, la temperatura afuera está a menos de 0°, no deberías de salir así – susurró sonriente mientras probaba de la punta de su meñique, un trozo de azúcar que estaba en un platito de madera, Raye, que temblaba casi sin poder sostenerse tomó un mantel enmielado que se encontraba arrojado en la duela y se cubrió con él – lo sé! – exclamó con histeria – no es que me guste mucho abuelo!, el estúpido de Nicolas debe de haberse quedado dormido de nuevo, el agua de la bañera está fría como el hielo!, ¡¿qué acaso no se puede encontrar gente eficiente en estos días?! . El abuelo rió con alegría, y miró a Raye con un dulce resplandor en los ojos cubiertos por su ceja grisacea  - ¿quieres té? – preguntó sonriente, Raye lo miró confundida y de un fuerte jalón cerró la cortina, el abuelo solo sonrió y comenzó a agregar la menta al agua hirviendo.

            - las flores de cereza ya no crecen en invierno – susurró Nicolas para si mientras levantaba de entre la nieve una pieza de lo que hubiera sido una flor de cerezo – esta vez si lo haré, esta vez si le daré a Raye estas flores, le declararé mi amor, y nos casaremos para antes de que vuelva el invierno, será en verano, a Raye le gusta el calor... 3 azucenas no son nada... los tulipanes ya no crecen tampoco en esta época del año, rosas?, demasiado trillado, ella no es una chica normal, ella se merece lo mejor... yo no soy nada a comparación de ella... si tan solo pudiera ofre... -    en ese momento Nicolas sintió un gran golpe en la cabeza, gritó  con gracia y soltó las azucenas y gladiolas que traía de la mano.

            - Nicolas eres asi de estúpido o solo te gusta pretender?, llevo casi 2 horas esperando el agua caliente en la tina! – gritó Raye mientras arrojaba con furia una pesada escoba marchita, Nicolas sintió como se le humedecía la barbilla, Raye estaba vestida tan solo por una sabana amarillenta que se pegaba a su piel y una toalla azulada, se levantó de inmediato y se quitó su chaqueta de cuero café la cual ya estaba vieja por el uso continuo, se la colocó a Raye con ternura – señorita Raye está helada – dijo avergonzado mientras acomodaba su chaqueta en los hombros de Raye, Raye se sonrojó y volteó a verlo con desprecio – y tu no ayudaste mucho!, debería de estar dentro de una tina con agua caliente! – le gritó en la cara sin poder verlo a los ojos, Nicolas siempre cubría sus ojos con su pelo café, Raye casi nunca había podido verlo a los ojos, pudo ver una pizca de esmalte rosáceo en las mejillas de Nicolas y bajó el rostro – lo siento señorita Raye, lo que pasa esque yo... – susurró Nicolas en voz baja, Raye miró la nieve, había un dulce ramo de gladiolas y azucenas casi cubierto por completo en el blanco resplandor de la nieve de invierno de Japón, se agachó cuidando de no soltar la chaqueta y recogió las flores, Nicolas se quedó ahí, quieto, helado, la nieve era tibia a comparación de la frigidez con la que circulaba su mente y la sangre en sus venas, Raye lo miró largo rato, y entonces la fría mirada volvió a sus ojos – Nicolas, recogías flores en lugar de calentar el agua de la tina? – preguntó con frivolidad, Nicolas levantó la mirada, trató de no sonrojarse “esta vez se lo diré” pensó con desespere, apretó su puño... y bajó la mirada de nuevo – lo siento señorita Raye... las quería colocar en la mesa de la cocina... – dijo silenciosamente, mientras el rubor volvía a sus mejillas y la sangre volvía a circular de nuevo por sus venas, Raye trató de sonreír, el frío le había paralizado un poco el rostro – calienta el agua quieres? – dijo tratando de sonreír y cubriendo sus manos con la chaqueta de Nicolas, Nicolas trató de sonreír, no era el frío esta vez el que le impedía su lucha por una linda sonrisa... no era el frío del invierno Japonés esta vez... Raye caminó y entró al templo, Nicolas, sin siquiera sentir la nieve pesada que le caía en los hombros desnudos, se agachó y tomó las flores, las contempló por un rato... y las dejó ahí de nuevo, en donde deberían de estar... en cualquier lugar... mientras no estarán con ella.... no importaba en donde se quedaran, Nicolas se acomodó el cabello y fue por unos leños que guardaba en el cobertizo, comenzó agregarlos todos a la caldera, desde afuera se escuchaba el chasquido del agua contra el agua... y no era capaz siquiera de imaginar la silueta de Raye... le guardaba un amor tan grande, sin fronteras, que ni siquiera se atrevía a imaginarla desnuda, era una falta de respeto, y el moriría primero, antes de dañarla en cualquier clase de sentido – Nicolas ya esta bien así! –gritó Raye desde dentro del baño, su voz ya era normal, ya no tenía frío, ya no estaba sufriendo de algún modo, y Nicolas sonrió para si arrojando los leños que sobraron al cobertizo, de algún modo la voz de Raye tibió su corazón, miró hacia arriba, el sol oculto bajo nubes oscuras se escondía en el horizonte, tomo fuerza y caminó determinado y sonriente, levantó las flores y les quitó la nieve, acarició sus pétalos y se encaminó hacia el templo a hacer sus quehaceres de la tarde.

 

 - ¿¡ que Yoshiaki Suzuki se casó de nuevo?! – gritó Mina jalando del cabello a Serena quien sostenía una revista de modas – Mina! Suéltame! – gritó Serena golpeando a su amiga con la revista en la cabeza, Amy y Lita rieron al ver al gracioso par, Raye comenzó  a rascarse la cabeza en desesperación y Darien miró a Serena seriamente sosteniendo el libro de cálculo en las manos – Serena – dijo pasivamente – si no apruebas este exámen, recuerda que no podrás tener los créditos suficientes para ir a la universidad – Serena se quitó a Mina de encima  y le sonrió a Darien graciosamente tomando la calculadora y el lápiz  - si que si! Ahora empezaré a estudiar bien en serio! – gritó con alegría, Darien sonrió tiernamente y continuó leyendo el párrafo, las chicas continuaban en la misma escuela menos Raye, así que sólo asistió ese día a la casa de Amy para despejarse un poco, los exámenes finales se acercaban, su escuela era aun mas difícil que en la que las demás estaban, así que había pasado estudiando esos últimos días, se sentía un poco cansada, además... además últimamente había sentido aquello que hacia mucho no sentia y odiaba sentir, aquél vacío que golpeaba su pecho y la hacía adolecer, a veces lloraba, pero muy pocas veces, su orgullo no le permitía llorar por cosas tan insignificantes como así lo creía, miró a Darien, ya no sentía nada por él... excepto una pequeña pizca de... envidia?, Darien continuaba leyendo el libro de cálculo, aunque Raye solo podía mirarlo abrir la boca y cerrarla, sin emitir un sonido, la revuelta de su cabeza le impedía escuchar su exterior, entonces ahí estaba, y no se iba, aquella pizca, tan diminuta, tan insignificante, pero le hacía tanto daño, esa espina, ese sentimiento, lo miró de nuevo, a los ojos esta vez, los ojos de Darien estaban completos, se veía feliz sin tener que sonreír, estaban completos porque su corazón lo estaba, y era ahí, en ese punto de su razonamiento, cuando la espina se clavaba otro poco y el pequeño rasguño, se convertía en una gran molestia para ella, miró a todos, a sus mejores amigos, a Serena, quien hacía como que ponía atención a Darien, pero por debajo de la mesa, peleaba utilizando el lápiz mordido como espada contra Mina, quien también hacía como que ponía atención a Darien y respiraba hondo para contener la risa, Amy escuchaba con atención a Darien y argumentaba sus puntos de vista de vez en cuando, o cuando menos eso parecía hacer al abrir y cerrar la boca una y otra vez, de nuevo, sin emitir sonido alguno para Raye, Lita jugaba con el rizo de su cabello, lo miraba, lo rizaba un poco, lo volvía a mirar y lo estiraba de nuevo, ella tampoco estaba en la escuela de Mina, Amy y Serena, por lo tanto no eran tan importante la clase de cálculo en ese momento, pues ella ya había pasado el examen con grandes dificultades – les traigo una taza de te tibio – interrumpiendo a Raye en sus pensamientos dijo con alegría la mamá de Amy colocando 5 tazas de té y un platito de galletas en el centro de la mesa – Gracias mamá – dijo Amy sonriente sin interrumpir su relación calculadora-yo, -porfavor! – gritó Serena echándose a la mesa como si estuviera tremendamente cansada – descansemos un poco quieren? – Darien sonrió y cerró el libro delante de si – de acuerdo, pero después no vallas a llorar si no pasas el examen – argumentó quitándose sus anteojos, “Darien es muy guapo” pensó Raye a sus adentros, y la espina se volvía a clavar cuando veía como Darien miraba a Serena a los ojos... esos dos si que se amaban... – salgamos un poco, parece que está comenzando a nevar de nuevo – dijo Amy mientras guardaba la calculadora en su ordenada bolsa azúl de tela gruesa, Serena y Mina sonrientes salieron sin esperar a los demás afuera, Amy y Lita suspirando desde la boca del estómago al unísono se levantaron estirando los brazos y siguieron a las demás... una ráfaga helado se sintió en el cuarto cuando abrieron la puerta de la salida, Raye sintió congelársele la nariz y estornudó fuertemente haciendo que las hojas sobre la mesa cayeran bajo la cama, Darien, quien estaba guardando sus libros en el maletín, sacó unas toallas de la bolsa de su pantalón y se la ofreció a Raye con una sonrisa – deverías de colocarte una bufanda – dijo sonriendo – hacía varios años que el invierno de Japón no era tan frío – Raye solo sonrió y se sonó la nariz guardándose la toalla en la bolsa de la chaqueta - ¿te pasa algo? – preguntó Darien preocupado al ver la mirada triste en los ojos de Raye – yo... me siento algo sola... – susurró Raye peinándose el cabello tras las orejas heladas, siempre había pensado que Darien era un joven muy maduro, incluso había llegado a pensar incontables veces que él no era para  Serena... pero entonces los miraba juntos... y veía como él miraba a Serena, y sabía, que eran el uno para otro, sin importar sus grandes diferencias, sintió la cálida mano de Darien que le levantaba la barbilla – el fin a esa soledad está muchas veces en donde menos buscamos... – susurró Darien dulcemente – y mientras mas tratamos de encontrarlo mas se alejará... porque ese fin, sólo se encuentra en nosotros mismos – Raye se sonrojó y miró a Darien fijamente – que quieres decir Darien? – preguntó tratando de que el rose de sus mejillas no se notara demasiado, Darien sonrió y se levantó – sólo no hagas que te de una jaqueca por encontrar a la persona indicada... – dijo lentamente sin que su voz sonara muy baja – ...mejor esfuérzate tú para ser la persona indicada para alguien mas – Raye desvió la mirada de Darien... nunca había pensado las cosas desde esa perspectiva... había sido tan... egoísta?.. – Darien! Ven! Hay hermosos copos de nieve cayendo sobre los árboles ven a ver! – gritó Serena sonriente entrando al cuarto con tremendo escándalo, tomó a Darien del brazo y lo jaló hacia la salida – Raye vamos! – Raye sonrió y miró a Serena tomando una taza de té – este resfrío me está matando! No estoy tan loca! Vayan ustedes, yo aquí me quedaré – gruñó Raye dando un sorbo a la taza de té que la mamá de Amy les había dejado, Serena sonrió tiernamente y le dio un golpecito en la cabeza a Raye – tú te lo pierdes Raye! – gritó mientras jalaba a Darien hacia la salida, Raye sonrió “Serena... aprecia mucho lo que tienes” pensó y susurró muy quedamente cuidando de que las paredes siquiera la oyeran decirlo, comenzó a pensar en lo que Darien le había dicho, desde afuera se escuchaban los gritos de las chicas que de seguro jugueteaban con la nieve, Raye se levantó, habían dejado la puerta abierta y la habitación ahora era igual de helada que encontrarse afuera “quieren matarme de un resfriado!” pensó Raye sonriendo y se encaminó hacia la puerta, al tomar la perilla helada miró a Lita, Mina y Amy juguetear con bolas de nieve, cerró la puerta y se acercó a la ventana, y la espina entró mas fuertemente, casi atravesándola por completo, haciéndola estremecer una y cada una de sus vertebras, Serena abrazaba a Darien  y éste jugueteaba con su barbilla con el pelo de Serena... no era lo que Raye necesitaba ver en ese momento... era tan... perfecto... en realidad no estaba enamorada de Darien, estaba enamorada del amor que Darien sentía por Serena, y que sabía que jamás sentiría por ninguna otra persona, Darien tomó a Serena del rostro y la besó jugueteando con sus labios... incluso Raye sentía la calidez en su corazón, Serena tomó a Darien del pecho y comenzó a juguetear con los botones de su chamarra negra mientras se besaban con gran dulzura, Darien bajó las manos y las colocó en la cintura de Serena... bajándolas poco a poco... Raye se sonrojó y cerró la ventana “por Dios” susurró en silencio, eso era, eso era todo, la respuesta a muchas de sus dudas personales, realmente lo quería, realmente quería a una persona a quien besar y quien bajara las manos hacia su falda, el último novio que había tenido ya ni siquiera lo recordaba, ser una sailor scout la había privado de muchas otras cosas, pero era feliz, y vivía por sus amigas... pero no dejaba de ser una persona... una chica abandona con sus sentimientos guardados en una gran caja cubierta por telarañas oscuras, las mismas que cubrían su frío corazón, frío como la nieve sobre la copa de los árboles, ya no solo necesitaba a alguien, con quien platicar, necesitaba a alguien a quien besar, a quien llorarle al hombro, a quien abrazar fuertemente... a quien acariciar... alguien que le hiciera el amor... no que se acostara con ella, no que tuviera relaciones con ella.... alguien que le hiciera el amor, un amor puro, necesitaba fuertemente un abrazo, un gran abrazo, tan cálido como la chaqueta de Nicolas... como la chaqueta de Nicolas... Nicolas... ella sabía que él siempre había sentido algo por ella... cuando menos eso decían sus amigas, era un chico muy dulce... pero no tenía seguridad en si mismo, que era lo que Raye buscaba en esa persona especial aunque... “no trates de encontrar al indicado, trata de ser la indicada...” dijo sintiendo que una lágrima le empapaba la mejilla, limpió su lágrima y volteó a ver la ventana para ver si parecía que había llorado, Darien y Serena ya no estaban... y ahora se escuchaban las risas de ambos jugando con las demás... Raye sonrió, suspiró y volvió al cuarto de Amy que ya se encontraba más cálido ahora... como ella se encontraba...

- se acerca una tormenta – dijo Amy cerrando la puerta tras de si – será mejor que nos vallamos Amy – dijo Lita quitándose la nieve del cabello, Raye solo los escuchó desde la habitación, se levantó y se reunió con todos en la puerta de la entrada – tormenta? – preguntó angustiada sin poder contener un gran estornudo, Serena sonrió y abrazó a Raye – El templo Hikawa es peligroso Raye, además tu estás muy enferma, será mejor que te quedes en mi casa – dijo tocando la frente de Raye con su mano, Raye se movió un poco haciendo caer la mano de Serena – gracias Serena, pero no puedo dejar a mi abuelo solo, necesito volver con él – te llevo – asintió Darien sacando las llaves de su auto de la chaqueta. Todos se despidieron, Mina se fue con Lita a quien su madre le acababa de comprar un pequeño auto usado, como no vivían con ella, a veces trataban de recompensar su amor por cosas materiales, aunque tenían que admitir que era de gran uso para ella, Raye subió a la parte de atrás del auto, la nieve cubría todo el vidrio delantero, Darien encendió los parabrisas que apenas y podían con la pesada nieve, la tormenta que se acercaba lucía muy fuerte, el templo Hikawa era un lugar peligroso, pero Raye no dejaría solo a su abuelo, Darien encendió el radio de su auto, “tremenda tormenta se acerca a pasos veloces a Tokio, les pedimos a todos que cierren bien sus puertas, traten de no salir, si viven en zonas peligrosas, pueden acudir a centros de ayuda que se encuentran en la calle...” – Raye, insisto en que deberías de quedarte en mi casa – dijo Serena volteando atrás con preocupación en sus ojos – no Serena, en serio, prefiero quedarme en el templo – dijo Raye mirando por la ventana del auto – claro... – asintió Serena tristemente, Darien miró de reojo a Serena y solo asintió, esta comprendió y cambió el radio a la única estación que trasmitía música a cualquier hora. Al llegar al templo Hikawa, la tormenta arrasaba aún mas fuerte, y el vidrio se cubría a un mas, Raye bajó rápidamente, el techo del templo estaba cubierto de nieve – esta bien Serena, será mejor que se vayan, antes de que la tormenta sea mas fuerte – gritó Raye entre estornudo y estornudo, Serena sonrió con un poco de preocupación en el rostro y solo dijo adiós con la mano, Raye observó como el carro se alejaba por la calle cubierta de nieve, Raye caminó difícilmente hasta la puerta de entrada, su resfriado era ahora mas grave aún sus pies se encontraban completamente congelados, las botas de nieve que traía puestas apenas y la movían, faltaba solo un poco para llegar, la tormenta se aceleraba más y más aún, sintió que se desvanecía poco a poco, entonces ese frío se volvió mas penetrante aún, sin poder continuar caminando se hincó en la nieve helándose aún mas las piernas, no sintió de las rodillas hacia abajo, los estornudos eran tan constantes que sentía que la nariz se le iba a reventar en mil pedazos, y la nieve la cubría rápidamente, las rodillas no resistieron más y cayó en la helada nieve “tengo... que llegar...” pensó Raye difícilmente, el frío se sentía como miles de agujas puntiagudas clavándose en todo su cuerpo como ráfaga de viento, y a cada segundo, sentía menos agujas... y sentía mas sueño... como si su cuerpo se estuviera rindiendo por completo... en ese momento escuchó un lejano “señorita Raye!”, sonrió por dentro, pues sus labios se encontraban congelados, “Nicolas...”pensó por última vez antes de caer en un profundo y tibio sueño.

            Era una sensación tan tibia... sentir sus dedos en su pecho... eran mas que tibios.. se encontraban ardiendo... y la recorrian toda, veía a Nicolas, ahí, acariciando su pecho con sus manos hirvientes, incluso la lastimaban con tanto calor, pero era una dulce sensación, como el tomar el primer sorbo de te caliente en un frío día de invierno, entonces se acercó y besó su frente, con sus labios hirvientes.. como agua a punto de ebullir, tan tibios que la hicieron suspirar muy fuertemente “mmhmm.....oh...” suspiró Raye mientras abría los ojos difícilmente “estás... demasiado caliente...” susurró muy lentamente, y ahí estaba, Nicolas, sonriendo, al ver que Raye despertó soltó un suspiro de alivio “si, está caliente” dijo dulcemente mientras retiraba el paño mojado de agua caliente de su frente para colocarlo de nuevo en un gran tazón con agua tibia, las tibias gotas que dejó el paño en su frente calleron rodando por su rostro hasta su barbillas, traspasaron  hasta el cuello y bajaron por entre su pecho “mmhm...” gimió Raye al sentir la tibia gota en su pecho, Nicolas se sonrojó y se volteó para tomar una toalla seca, secó la frente de Raye y la colocó de nuevo en su lugar

- me alegra que haya despertado señorita Raye – dijo Nicolas mientras se rocogía el pelo hacia atrás con alivio... tenía unos hermosos ojos cafés... unos ojos que Raye nunca había visto... o tal vez... nunca se había puesto a mirar... miró hacia abajo, estaba en su propia cama sobre la duela con su blusa de rebaje  y el pantalón de licra negra que usaba bajo el pantalón, se sonrojó y miró a Nicolas, Nicolas se sonrojó un poco y continuó secando el paño en el agua caliente “sus ropas estaban muy húmedas señorita Raye...” explicó tiernamente, Raye desvió la mirada para que no la viera sonrojarse “no la toqué...” dijo Nicolas con la voz temblorosa, un mechón de su cabello se soltó posándose en sus ojos, de nuevo, sin permitirle a Raye verlo a los ojos “yo... yo lo se” susurró Raye cubriéndose hasta el cuello con el cobertor, era una situación un tanto embarazosa, Raye es de la clase de chicas con pensamientos muy profundos, al haber imaginado a Nicolas jugando apasionadamente con su pecho y besando su frente con sus tibios labios la hacia mirarlo con timidez, sus pensamientos eran tan fuertes que parecían reales, y entonces tenía que recordar si había pasado, o solo había sido otra mas de sus fantasías... - ¿en dónde está mi abuelo? – preguntó Raye tratando que quebrantar el silencio, Nicolas se retiró de nuevo el mechón de su frente para mirar a Raye a los ojos al contestar -fue con su tía Nayumi, dijo que usted seguramente se quedaría en casa de alguna de sus amigas, pues sabía que el templo Hikawa era muy peligroso para quedarse – respondió sonriéndole a Raye, Raye enfurecida golpeó la colchoneta que la cubría – mi abuelo es un tonto, sabe que por nada del mundo lo dejaría solo sabiendo que hay una helada como ésta! – dijo bruscamente sobándose su puño por haber golpeado el cobertor sin que Nicolas lo notara, Nicolas sonrió y sirbió té en una taza dándoselo a Raye, Raye tomó el té y .... un momento... “que hacía Nicolas aquí solo...” pensó Raye asustada, volteó a ver a Nicolas quien ahora preparaba un ungüento con unas plantas amarillosas de mal olor – Nicolas tú... – dijo Raye lentamente llamando la atención de Nicolas – porqué te quedaste aquí solo Nicolas... – Nicolas sonrió muy tiernamente, una sonrisa que Raye nunca había visto, tomó el tazón en el que había molido las plantas y lo olió, tomó el cobertor y destapó a Raye por completo, Raye enrojeció como una grana y se aferró al colchón, sintió un cosquilleo en todo el cuerpo cuando Nicolas dulcemente la tomó del talón y comenzó a jalar su pantalón de licra hacia arriba, el roze de la mano de Nicolas en su pierna era una sensación nueva para ella, hacia mucho que no sentía la mano de un muchacho sobre ella, y ya no recordaba la última vez, Nicolas subió suavemente el pantalón hasta la rodilla, su rodilla se miraba azulada con moretones, Raye se sonrojó aún mas cuando Nicolás comenzo a aplicar el ungüento sobre su rodilla, para estar mas cómodo se hincó entre las piernas de raye, con una mano la tomó del talón para mantener la rodilla levantada y con la otra empezó a dar masajes en su rodilla con el ungüento, tan suavemente que hizo a Raye estremecerse por completo, sentía los dedos de Nicolas en pequeños círculos en su rodilla adolorida “ah...” gimió Raye cuando Nicolas comenzó a aplicar el ungüento mas fuertemente en el golpe, Nicolas miró hacia arriba y la miró con ternura – señorita Raye, sabía que no se quedaría en casa de sus amigas por ver a su abuelo, así que le dije a su abuelo que me iría a mi departamento, pero me quedé en realidad porque sabía que usted se iba a quedar sola y era peligroso – dijo Nicolas mientras continuaba masajeando la Rodilla de Raye en círculos, Raye gimió fuertemente cuando comenzó a dar masajes con la palma de la mano, rozando con sus dedos sus muslos cubiertos por el pantalón - ¿en donde aprendiste a hacer esto? – preguntó Raye tratando de que su voz no se quebrara.... y no era exactamente por el frío..., Nicolas tomó una benda y la enredó delicadamente en la rodilla de Raye – medicina alternativa – respondió Nicolas graciosamente mientras trataba de hacer un pequeño nudo con la venda – estudié medicina alternativa – los ojos de Raye se desorbitaron, como podía un sirviente con una paga de un salario mínimo haber estudiado la carrera de medicina, además, Nicolas tenía tan solo 21 años, era muy joven para ser un médico - ¿estás diciendo que estudiaste la universidad? – preguntó Raye con asombro, Nicolas tomó la otra pierna de Raye, y de nuevo recorrió suavemente su pierna para colocar el pantalón hasta la rodilla, sus manos eran tibias, tan tibias como su sonrisa – no señorita Raye, dejé la carrera – susurró mientras comenzaba a colocar en ungüento con el dedo índice y anular uniformemente, Raye lo miró muy sorprendida y se sentó quedando casi frente a frente a él – Nicolas como pudiste hacer eso!, debiste de haber continuado! No puede haber razón alguna por la que cancelaras tus estudios, no deberías de estar aquí trabajando Nicolas – gritó Raye mirando a Nicolas a los ojos, sus ojos eran muy dulces, incluso tenía una mirada un tanto inocente, graciosa, esa clase de mirada que te hace sentir en buena compañía y te hace reír sin escuchar siquiera algo gracioso – tengo razones señorita Raye – respondió muy despacio haciendo gemir a Raye al colocar el ungüento con la palma de la mano de nuevo, Raye esquivó la tierna mirada de Nicolas, una vez hubo un torneo en unas montañas cerca, era una competencia de esquiar, las chicas participaron, era para ser la reina de belleza o algo así, Nicolas las hospedó en la cabaña de sus padres, la cabaña era mas grande aún que el templo Hikawa... al parecer Nicolas tenía una muy buena posición económica.. tenía departamento propio... y estaba estudiando medicina... ¿qué hacía él trabajando en un lugar como el templo Hikawa?, acaso era... era por ella?, - Nicolas dime la verdad... porque trabajas en el templo Hikawa... – preguntó Raye silenciosamente, con temor de oír la respuesta, por un lado deseaba que la respuesta fuera algo parecido a “porque no quería continuar en el negocio de mis padres, soy un holgazán, bla , bla” pero... que tal si era... por ella... entonces si lo decía... oh, que pasaría, realmente quería escucharlo, estaba demasiado confundida, necesitaba a alguien, realmente necesitaba un abrazo, oír un “no estas sola”, el calor de un beso pero... era Nicolas realmente a quien ella quería en ese lugar?, no lo sabía, no sabía que quería, y la frase de Darien la había confundido mucho “no trates de encontrar a la persona indicada.... trata de ser la persona indicada”, aún no sabía lo que significaba, pero si sabia que... necesitaba un fuerte abrazo para derretir el hielo de su corazón – es que estoy enamorado de usted señorita Raye – susurró Nicolas sin una gota de rubor en sus mejillas, Raye jaló la pierna haciendo a Nicolas quedarse con la venda en la mano, miró a Nicolas sonrojada, nunca pensó que él tendría la fuerza para responder de esa manera, el silencio era muy grande... y segundo a segundo crecía mas y más, venciéndolos a ambos, habían sido ya 5 segundos de silencio? No lo sabía, pero sentía ya mucho tiempo, y no sabía que decir, un “no se que decir” era mentira en ese momento, porque sabía lo que tenía que decir, pero tenia miedo, de no... de no ser la indicada para él... fue entonces cuando comprendió lo que Darien le había dicho esa tarde, había estado pensando tanto tiempo en como encontrar al hombre indicado... o como hacer que Nicolas fuera el hombre indicado... sin pensar en si ella era le indicada para Nicolas... necesitaba tanto un abrazo, no eran palabras, necesitaba tanto... una caricia, palabras no eran suficientes, ella realmente necesitaba una demostración de afecto – Nicolas... – susurró muy quedito sujetándose la rodilla adolorida mientras una lágrima rodó por su mejilla, mas tibia aún que los dedos de Nicolas en su pecho... o lo que ella había sentido que eran sus dedos – abrázame..- Nicolas tenía una mirada de seriedad, muy fuerte, apretaba la benda contra su puño, entonces Raye con asombro vio como una lágrima recorría la mejilla de Nicolas, éste se paró un tanto furioso y arrojó la venda a un lado – No Raye, no lo haré – gritó angustioso con un gran dolor en su voz que hizo a Raye estremecerse de los pies a la cabeza – no lo haré, ¿sabes porque no lo haré?, porque te amo, te amo demasiado como para hacer algo que tu no quieras, porque te amo tanto como para conocerte por completo, y se que necesitas un abrazo, pero no sabes aún que es lo que realmente quieres o quién es a quien realmente quieres, y como saber si es a mi? Y como saber si soy yo lo que necesitas?, si te abrazo en éste momento no te soltaré nunca mas, y nunca mas te dejaré ir, y serás mía de aquí en adelante, porque yo si se lo que quiero, te quiero a ti, a nadie mas, ni nada mas... te amo tanto... que necesito que tengas miedo de mi... por favor ten miedo de mi... porque si no tomas mi palabra ahora... después será demasiado tarde, te necesito... necesito cada parte de tu cuerpo y de tu corazón... pero es mas mi amor por ti que mi necesidad... es por eso que prefiero amarte de lejos... que tenerte en mis brazos sin saber que me amas también -

al caer y recorrer cada parte, cada lugar, cada momento, cada sentir, la lágrima de Nicolas se perdió en el horizonte de su barbilla... ahogándose entre el vello de su barba... y nunca más volvió a salir, y sus ojos tristes desorbitados pero fuertes volvieron a lo que eran... esa mirada... esa mirada de un hombre que ama a una mujer... Raye bajó el rostro... su mente estaba en blanco... nada... vacío?... nada, solo nada, ninguna palabra cruzaba por su mente, nada, ni un vacío siquiera, ya nada había, sus manos se helaron y su cuerpo también, sintió que el frío que sentía era tan grande que las vendas de sus rodillas se romperían y llenaría de sangre la duela de la habitación.... comenzó a caminar arrodillada, 2, 3 pasos, ya no importaba, su mente estaba en un shock por completo y solo podía pensar en... , se levantó muy lentamente, débil y lentamente pero se levantó, su negro cabello le cubría los ojos, Nicolas miró con asombro como Raye se acercaba a él, estaba ahí... tan cerca... y tan lejos a la vez, entonces, fue una fracción de segunda en la que Raye volvió de nuevo a Raye, y su mente se aclaró, y sus lágrimas corrieron sin detenerse, y la sangre de la duela corrió por sus talones y volvió a sus rodillas, sin tener que pensar mas que un segundo abrazó a Nicolas con toda la fuerza que le quedaba, Nicolas la abrazó de inmediato y sus lágrimas comenzaron a correr por millares, como si hubieran estado ahí frías como diamantes de hielo... esperando un abrazo de calor, mojó el camisón blanco de Nicolas con sus lágrimas... el horrible olor del ungüento era ahora el olor mas dulce de toda su vida, y maldijo al aire por no poder hacerse una con él, por no poder quedarse así para siempre, porque hay un día y una noche, porque hay un nacer... y un morir... e iba morir un día, y no iba a poder morir ahí, abrazándolo, por siempre, hasta que los diamantes de sus lágrimas se hicieran lágrimas de nuevo, y cosecharan sonrisas y cosecharan amor y cosecharan el amor que siempre había deseado y nunca había podido tener, entonces al frió de la habitación se derritió, ya no había frío, solo sentía tibio, tibio el corazón, sus lágrimas la habían tibiado de nuevo, curando una y cada una de sus aflicciones, y esa espinita, esa pequeña espinita, desapareció por completo, haciendo una gran flor, una flor que extendió sus pétalos a cada rincón de su cuerpo, se separó de Nicolas y lo tomó de la mejilla dándole un gran beso en los labios, sollozando a la vez, Nicolas se aferró de ella de la cintura desencadenado el beso mas apasionado que ambos habían tenido en toda su vida, sin recelos, sin temores, solo ahí, ellos dos, en un mundo nuevo para ambos, sin importar si hacia frió o calor, si permanecerían así para siempre, era el momento, el mejor momento de su vida, de Nicolas y de Raye, de los dos juntos, Nicolas tomó a Raye de las piernas, cargándola como a una princesa, Raye sonrió y continuó besándolo, éste la recostó cuidadosamente en el colchón, abriendo un poco sus piernas para no rozar sus rodillas y provocarle dolor, Raye dejó de besarlo y lo abrazó de nuevo, nerviosa esta vez, pero no arrepentida, al fin había encontrado, lo había encontrado... o tal vez... se había encontrado a ella misma como se quería... con él – Raye – le susurró Nicolas en el oído mientras trataba de tranquilizar su respiración agitada – te lo advertí, y yo cumplo mi palabra, te pedí que tuvieras miedo de mi, y no lo tuviste, ahora serás mía – Raye se sonrojó y se aferró aún mas a Nicolas al sentir que éste le acariciaba con el dedo anular el pequeño surco que se forma debajo de la espalda, antes de llegar a la cadera, con sus dedos tibios y llenos de ungüento, Raye gimió al sentir el dedo de Nicolas en su espalda, parecía saber que era lo que ella necesitaba... lo que ella quería – Nicolas... – le dijo Raye al oído, esquivando su mirada por timidez – ten tu miedo de mi -. Nicolas sonrió y la besó de nuevo, esta vez mordiendo su labio inferior, haciendo vibrar su espina dorsal, todo su cuerpo al unísono, Nicolas subió su dedo lentamente, recorriendo toda su espalda, hasta llegar a su cuello, por debajo de su camisa blanca, y retiró el negro y largo cabello a un lado comenzando a besar todo su cuello, parte por parte, hasta comenzar a besar el lóbulo de su oreja, como si este tuviera un exquisito sabor, Raye suspiró mientras acariciaba el cabello de Nicolas, era muy suave, no sabía porque nunca lo había hecho... porque no había hecho esto antes... se hubiera ahorrado mucho sufrimiento.. – auch! – gritó Raye al sentir el botón de la camisa de Nicolas sobre su pecho... sobre esa parte tan sensible de su pecho!, Nicolas la recostó y la miró con preocupación, Raye no quería sobarse por timidez así que solo miró a Nicolas a los ojos –yo.. – susurró Raye tímidamente sobando el suave colchón para apaciguar su dolor – te mordí muy fuerte? – preguntó Nicolas desinhibido sobando con delicadeza las rosadas orejas de Raye –no, Nicolas, es solo que... tu camisa...y mi... – respondió nerviosamente, Nicolas observó que Raye no traía puesto un sostén, su pecho estaba desnudo tan frágil, cubierto tan solo por la delgada tela de la camiseta, podía observar su pecho fácilmente, mas ahora que  sus pezones se traslucían por la camiseta, Nicolas sonrió y de un jalón, sin esperar nada se quitó la camisa para echarla a un lado, dejando su torso completamente desnudo – lo siento – dijo tiernamente mientras acariciaba  la mejilla de Raye, Raye asintió con una sonrisa, parecía que era su turno... olvidó que no traía un sostén!!, esto iba a ser demasiado precipitado, incluso para ella, jamás había tenido relaciones, ni siquiera había estado tan cerca de un hombre como lo estaba ahora... parecía ser la mas experimentada de las demás, pero muy por dentro, era la menos experimentada de todas, no era inocente como Serena...bueno... ella lo aparentaba, sabía todo, pero jamás había tenido experiencia física alguna que no pasara de un beso francés o una que otra escabullida de alguna mano pícara sobre su pierna, la cual casi siempre terminaba con una bofetada pintada al rostro... pero este era el día... y era el día mas feliz de su vida... se levantó lentamente y quedó sentada en el colchón, rozando con su cabeza la barbilla de Nicolas, tomó su camiseta y lo menos nerviosamente posible se la quitó y la arrojó a la duela en donde estaba la camisa de Nicolas, Nicolas la tomó por los hombros y la recostó de nuevo, teniendo así la vista perfecta de su pecho, Raye tenía los pechos muy grandes, lo que la hacía aun sentir mas pena porque la estuviera viendo, Nicolas sonrió, acercó la mano para tocar a Raye pero esta lo detuvo –Nicolas.. dime..- dijo mirándolo a los ojos, Nicolas sonrió y la miró fijamente – tu... ya has hecho esto antes... - . Nicolas miró hacia abajo, hacia la pared, y comenzó a mirar a todos lados como tratando de esquivar la pregunta – lo has hecho Nicolas? - .. – Sí- respondió este con un poco de temor en su rostro, Raye suspiró y tomó otra bocanada de aire – Nicolas.. con quien? – preguntó Raye, Nicolas alejó su mano y se paró, Raye tristemente tomó su camiseta y se la puso de nuevo levantándose difícilmente algo furiosa -¿con muchas otras verdad? ¡con muchas otras! – gritó Raye olvidando que hacía un momento era la mujer mas agraciada del mundo – yo... – susurró Nicolas  - Raye yo... – Raye quitó la mano de Nicolas que trataba de tomarle el rostro – Nicolas dime la verdad... es realmente importante para ti?, realmente me amas como me dices? O es lo que les dices a todas las demás... soy otra mas Nicolas? – preguntó Ray sobandose ligeramente el pecho con el brazo, que aún le dolía, y no quería que Nicolas se diera cuenta, Nicolas miró al techo y se recostó en el colchón suspirando – Raye, recuerdas aquel día que tu abuelo me encontró ebrio a la entrada del templo Hikawa? – preguntó Nicolas sin preocuparse siquiera por la reacción de Raye – fue el día que pediste trabajo aquí – respondió Raye temerosamente – Así es... – susurró – ese día fue el día que dejé la universidad... todo iba bien, mis calificaciones eran de las mejores... sin embargo, caí en la bebida, comencé a beber demasiado, mi relación con mis padres se deterioró mucho, sufrí mucho en ese momento, comencé a salir con muchas mujeres, a ser el juego de algunas y el peor hombre del mundo para otras... lastimé a muchos seres queridos, ya nada me importó, creía que mi vida no tenía sentido, dejé de ir a la escuela y... y vine aquí a ahogar mis penas con mi soledad... fue entonces cuando tu abuelo me encontró... y te vi... y me enamoré de ti desde el momento mismo en que te vi, pedí trabajo aquí solo para estar cerca de ti... y aun continúo en éste lugar, y me quedaría para siempre con tal de tenerte cerca, dejé de tomar desde ese momento, les pedí disculpas a mis padres y fue mucho mi orgullo para pedirles un centavo, así que con el dinero que tenía ahorrado compré un departamento cerca del templo Hikawa, para poder estar aquí todos los días, cerca de ti....- Raye se sorprendió por completo... jamás había escuchado la historia de Nicolas... tal vez porque nunca le había preguntado de donde venía realmente... tal vez nunca le había interesado, bajó la vista para ver a Nicolas, recostado ahí, tenía las manos en la nuca y cerrados los ojos, como recordando tiempos pasados, Raye se acercó y se sentó lentamente sobre su desnudo estómago, Nicolas abrió los ojos, no pensó que esa fuera a ser la reacción de Raye – lo siento, no quiero juzgarte por tu pasado – dijo Raye acariciando el rostro de Nicolas, éste sonrió lujuriosamente haciendo que Raye se pusiera nerviosa, puso sus manos en el pecho de Raye, una en cada uno, Raye soltó un gran gemido y cayó hacia atrás con Nicolas sobre de ella... – por favor... se gentil... – susurró Raye tomando a Nicolas del cuello con gentileza, Nicolas se detuvo un poco y subió por su frente para posar sus labios sobre la cálida frente de Raye – seré quien tu quieras – le susurró al oído mientras continuaba con tiernas caricias en su pecho, Raye se recostó cuidadosamente tomando a Nicolas por la barbilla ligeramente mientras con los ojos cerrados se concentraba en el mero placer de sentir sus manos cálidas y resbalosas por el ungüento en su pecho que se encontraba frío por el tremendo ventarrón que se podía ver por la ventana de  la sala – ¿esto te gusta? – preguntó Nicolas acariciando con sus pulgares los pezones de Raye, la piel se le ponía de gallina, era una sensación completamente nueva para ella... solo un “mmhmm” se escuchó de sus labios apretados a la vez por el miedo a lo nuevo y desconocido y a la vez por la nueva sensación que recorría todo su cuerpo hasta erizarle la piel, Nicolas sonrió y continuó con leves caricias mientras la besaba detrás de la oreja, seguido de dulces besos Nicolas colocó su nariz exactamente sobre la de ella con ternura – nunca te había encontrado tan callada – dijo muy sonriente mientras jugueteaba con su nariz, Raye temerosa abrió los ojos lentamente muy sonrojada – yo.... – dijo en voz despacio mientras movía sus brazos y los colocaba en su abdomen – yo no se que.. mmhm... decir en estos momentos... - , Nicolas sonrió – trata de decirme todo lo que quieras que hagamos – dijo entre beso y beso al ángulo que se forma entre la nariz y el labio superior – Raye... solo deseo que ésta sea la mejor noche de tu vida – Raye, después de un buen rato de nerviosismo sintió como se relajaban sus músculos... la seguridad de Nicolas la hacía sentirse segura a ella también, no era justo que él hiciera todo solo porque ella era la novicia en ese momento, sin decir palabras se sentó lentamente haciendo caer las manos de Nicolas a los costados, éste la miró con confusión, al parecer lo que hacía era placentero para ella pero deseaba cambiar de posición, tomó el botón  del pantalón de Nicolas con timidez, trató de desabrocharlo lentamente, pero al ser de mezclilla era muy duro para sus manos, Nicolas se agachó un poco y lo desabrochó el mismo bajando la bragueta del pantalón después, Raye se sonrojó, volvió a su lugar y se recostó de nuevo, Nicolas le sonrió tiernamente mientras le quitaba el cabello negro de la frente, miró a su alrededor, había una pequeña taza de te llena hasta la mitad, un tarro con lo que quedaba de ungüento y una pequeña taza llena de miel, Raye  miró la miel y se sonrojó aun mas cubriéndose el pecho - ¡que pena! – exclamó sin poder contenerse, dándose cuenta que su grito se había pasado por toda la habitación, Nicolas soltó una tremenda carcajada y tomó la taza de miel colocándosela en el pulgar – sabes que no haré nada que no te guste – dijo sonriendo mientras colocaba lentamente la miel en el terso pecho de Raye, Raye gimió al sentir el fresco líquido espeso en su pecho, no pudo mas que reir ligeramente – Nicolas me haces cosquillas – susurró muy quedito mientras sujetaba la muñeca de Nicolas por miedo a que se sobrepasara su fuerza y la fuera a lastimar, Nicolas sonrió y la miró a los ojos directamente tomando la miel que le quedaba en los dedos y colocándola entre los labios de Raye, Raye la probó y sonrió - ...está rica – exclamó sonriente, las cosas ya no eran mas tensas después de charlar con Nicolas y compartir sus emociónes, Nicolas le sonrió y le dio un ligero beso en los labios introduciendo su lengua para probar la miel, Raye se sonrojó y rió en silencio, aún sentía algo de nervios – mmm esta miel es deliciosa! – dijo sonriendo mientras se chupaba del dedo la poca que le quedaba – tu abuelo la trajo hace poco de la casa de apicultura de Kyoto – Raye se sonrojó, sabía lo que iba a continuar, por supuesto que siempre imaginó desde muy joven como sería su primera vez.... la primera vez que pasó por su imaginación, imaginó que le daría mucha vergüenza, que no se verían nada el uno al otro, que sólo lo harían y ya, a medida que crecía ella, sus hormonas y por supuesto su libido, imaginó que sería una sensación grandiosa lo que Nicolas estaba a punto de realizar, cuando salía con Darien se acariciaba a  ella misma en las noches e imaginaba que eran las manos de Darien... sin embargo esto ya había pasado... y el sentir tus propias manos a sentir las manos de la persona a quien mas quieres era tan pero tan diferente... que no había comparación, Nicolas miró a Raye pensativa así que sin decir nada  probó con la punta de la lengua la miel que había colocado en su pecho, Raye gimió fuertemente, la miel pegada hacía que se endureciera con el viento y hacía doloroso el momento en que trataban de quitarla, Nicolas se sintió afligido e introdujo todo su pecho en su boca acabando con cada uno de los rincones – Nicolas! – gritó Raye sujetándose fuertemente del cabello de Nicolas, al principio sintió un poco de dolor, pero poco a poco ese dolor se convirtió en un gran aliado del placer, un muy gran aliado, hasta el punto de empujar muy ligeramente con las manos la cabeza de Nicolas y  acomodarla en los puntos en donde ella quería sentir su boca, Nicolas como un perrito fiel seguía con la cabeza a donde Raye le indicaba con las manos, se separó un poco y continuó con la otra parte del pecho, de nuevo Raye volvió a gemir hasta que de nuevo sintió aquél mar de éxtasis como lo había hecho con el primero, Nicolas parecía saber que era lo que le pedía, el roce de sus dientes con una de las partes mas sensibles de su cuerpo era exquisito y la hacía gemir al no poder guardar ese sentimiento dentro de si, casi inconscientemente colocó su mano sobre su abdomen y comenzó a bajar poco a poco hasta llegar a su pantalón de licra, introdujo su mano dentro de éste y comenzó a acariciarse ella misma vagada en el placer que Nicolas y ella sola se provocaban, al agotarse la miel Nicolas se separó y besó a Raye en los labios con delicadeza, fue entonces cuando bajó la cabeza y miró que Raye se provocaba placer ella misma, miró su rostro, estaba sencillamente alejada de él en su mente, paseando en la calle del placer y la delicia, Nicolas sonrió para si y se sonrojó, no pensó que Raye fuera de la clase de chicas que se atendían por su propia cuenta... sin embargo le agradó la idea de que conociera bien su cuerpo... aunque le disgustó un poco el no estar siendo útil en ése momento, tomó a Raye ligeramente por el codo haciéndola despertar, su rostro se puso rojo por completo y miró a Nicolas con gran timidez –yo!... Dios mio!! – exclamó como si hubiera cometido el peor de los pecados, Nicolas rió amigablemente mientras jugueteaba con el orificio de su ombligo – Raye, deviste de decirme que querías que me moviera un poco mas de prisa – dijo sonriente como si nada en éste mundo pudiera destruír su alegre sonrisa, Raye trató de sonreír, hasta que sintió que Nicolas introducía su mano por el pantalón  - Nicolas... – musitó Raye mirándolo con ojos desorbitados, Nicolas le sonrió lujuriosamente , el recorrer de su dedo anular era tan lento que había un gran vacío entre el silencio, la emoción, la timidez, el nerviosismo, la excitación y otro sinfín mas  de sentimientos interrelacionados entre si, y ahí seguía el dedo de Nicolas en suspenso, caminando poco a poco, dejando un rastro de piel erizada de los nervios a su paso, haciendo gemir a Raye muy fuertemente cuando introdujo su dedo de un jalón en ella, un gemido es poco, un gran grito estremeció la habitación, Nicolas sin darle importancia comenzo a introducir y sacar el dedo con la máxima rapidez que era posible haciendo a Raye gritar cada vez más, sintió una lágrima caer por sus mejillas, claro que se había tocado antes, le agradaba reconocer su cuerpo, pero solo se había estimulado las partes externas, jamás se había atrevido a introducir nada, y era un dolor temible el que sentía entre las dos piernas, sin siquiera poder gritar “detente” entre grito y grito –Nic... – gritó fuertemente – basta! – Nicolas se detuvo y sacó su dedo húmedo, las lágrimas que se encontraban contraídas en el lagrimal salieron de repente – ¡¿Raye te lastimé?! – exclamó con preocupación mientras le limpiaba con el dedo limpio las lágrimas del rostro, Raye se desalojó el rostro de lágrimas ella misma y se recostó atrás jalando a Nicolas de la nuca recostándolo sobre de ella – vas muy rápido... aún no... – susurró en el oído de Nicolas quien se sostenía con los codos para no caer sobre de ella, - lo siento... trataré de ir mas despacio – le dijo Nicolas entre beso y beso a su cabello, concentrándose en aquel olor a ella que pensó nunca poder tener tan cerca en su vida, se levantó poco a poco y con delicadeza comenzó a bajar los pantalones de Raye, Raye se recargó con los codos mirando hacia otro rumbo para no ver la reacción en los ojos de Nicolas al verla completamente desnuda, después de que éste arrojó la licra a un lado tomó sus pantaletas negras de corazones blancos y las bajo poco a poco, Raye enrojeció y se concentró ahora en mirar a Nicolas a los ojos, solo a los ojos, Nicolas sacó las pantaletas con cuidado tratando de no las timar la rodilla herida de Raye, las contempló y las guardó en la bolsa trasera de su pantalón de mezclilla – Nicolas son mías! – exclamó Raye alegremente mientras trataba de introducir su mano a la bolsa y Nicolas le daba la espalda sonriente – ya no lo son! – le gritó sonriendo mientras abría sus piernas con cuidado, tratando de nuevo, de que sus rodillas quedaran libres de todo contacto, Raye se recostó y se tapó los ojos, una ráfaga de viento circulaba por sus partes más íntimas, era como haber trabajado en una obra teatral a lo largo de muchos años, solo tú misma, y de repente llegaba la persona mas importante de tu vida a mirarla... a observarla con cuidado... aquello que apenas y sólo tu habías visto pues eras parte de la escena... hubo un rato de silencio a excepción de una tierna melodía que Nicolas entonaba entre dientes... sin embargo solo eso, silencio, las manos de Nicolas continuaban en los tobillos de Raye, y asi fue por un largo rato... Raye poco a poco se retiró las manos, sintió mucha timidez al ver que Nicolas no miraba, LA miraba, a los ojos, como si ni siquiera su lugar mas privado fuera mas emocionante que ver sus ojos – Nicolas... – susurró Raye quebrando la voz, Nicolas sonrió y comenzó a acariciar tiernamente el muslo  interno de Raye - ¿te agrada esto? – preguntó con una gran sonrisa...de lujuria, al parecer el dulce y gracioso Nicolas estaba siendo devorado por el Nicolas lujurioso y libidinoso, Raye se intimidó con su sonrisa y asintió tratando de sonreír, fue entonces cuando Nicolas subió la mano un poco más, a su ingle, bajando y subiendo, rozando con su dedo el punto débil, la bomba de clímax del cuerpo de toda mujer, Raye gimió para ella sola, ocultando sus gemidos bajo una máscara de fuertes inhalaciones y exhalaciones, Nicolas continuaba sonriéndola y mirándola a los ojos, como esperando a que Raye le diera las indicaciones de continuar o tal vez para que observara que ni siquiera tenia que mirar el cuerpo de una mujer para  conocerlo por completo, esto inquietó un poco a Raye pero no bajó la mirada ante la suya, entonces Nicolas se recostó sobre de ella sin mover la mano ocupada de su lugar y con la otra acariciando el rojizo rostro de Raye, Raye sonrió, las manos de Nicolas eran muy cálidas, no solo en su rostro... en todas partes, al sentir la caricia de Nicolas en su mejilla comprendió lo que pasaba, Nicolas realmente esperaba indicaciones... y Raye realmente necesitaba que alguien se las indicara!, tomó la mano de Nicolas en su rostro y acarició con su dedo índice sus nudillos – Nicolas... mas arriba – susurró muy despacio, casi como un suspiro, un suspiro mudo que llegó con tremendos problemas hasta los oídos de Nicolas, éste aprovechando que Raye se encontraba mas desinhibida movió su dedo un poco más arriba, Raye gimió fuertemente, era el punto que realmente quería que fuera acariciado, era la caricia por la que había esperado tanto tiempo, por la que tantas jóvenes esperan antes de su gran día, entonces sonrió para si haciendo sonreír a Nicolas también, y de nuevo su rostro se turnó dulce y pasivo, y fue cuando empezó la marea, Nicolas comenzó a acariciar todos los puntos débiles de Raye, movió la mano de su rostro y comenzó a ayudar a su otra mano haciendo que Raye gritara al aire y se estrujara en la colcha, Nicolas sonrió, inhalaba y exhalaba muy, muy profundamente, al parecer lo que hacía no era solo agradable para ella, sino para él también, el solo hecho de satisfacer la mujer a la que mas amaba lo satisfacía a él por completo – ahí?, está bien ahí? – preguntaba Nicolas entre fuertes respiros y gemidos haciendo que Raye se sonrojara aún más – o acá? Sé que te agrada mas acá, lo veo en tus ojos, dilo Raye, o es mas abajo? Es mas abajo Raye? Estás empapada – Raye se sonrojaba cada vez mas y mas, pero a la vez, sería un martirio propio pedirle que parara, asentía con el rostro a las desinhibidas preguntas de Nicolas, el muy desgraciado le estaba dando el mejor de los momentos por fuera pero el mas embarazoso momento por dentro... aunque tenía que admitir que la piel domina todo lo demás... solo algunas veces..., en el momento en que Nicolas sintió que Raye comenzaba a contraerse la dejó en paz, Raye suspiró y gimió muy fuertemente abrazando a Nicolas en un ataque de nuevas sensaciones – está bien... todo esta bien mi niña linda... – le susurró Nicolas en el oído, éstas palabras la hicieron sentir aún mas fuerte aquellas sensaciones, como un final con broche de oro... si es que esto era el final... Nicolas limpió la humedad de su dedo con su propia boca lo cual hizo a Raye sentir como la primera vez que uno hacía un rico postre y se lo daba a probar al maestro mas lindo de la escuela, en ese momento imaginó que posiblemente Nicolas diría algo como “¡que rayos es esto!” pero lo único que hizo fue sonreír como si nada hubiera pasado, “Nicolas... no tienes porque hacer eso” susurró Raye cerrando las piernas poco a poco sintiendo aún los gentiles dedos de Nicolas acariciando su cuerpo, “¿entonces no quieres que lo haga?” ..oh pero claro que quería que lo hiciera, ¿porqué Nicolas hacía esto? Porqué esperaba que ella hiciera todo el trabajo, esto era difícil! Nunca había hecho esto antes y Nicolas no estaba siendo reconfortante... bueno un poco, Raye se sentó y trató de sonreir, por mas que trataba de tomar las riendas de la situación, seguía sintiéndose insegura y apenada “Nicolas recuerdalo! Es mi primera vez, solo... haz... lo que.. tu sabes... lo que deva pasar...” “¿Qué es lo que te gustaría que pasara?” “no lo se” “¿estás segura?” “no...” “¿prefieres que mejor juguemos un partido de Póker o comamos algo?” “...!!”  “O tal vez podamos solo besarnos por un rato”, “yo...” estaba acorralada y el lo sabía, sabía que esperaba con todas sus ansias que lo hiciera y eso la hacía ponerse aún mas nerviosa “entonces...”susurró Nicolas tomándola de las rodillas y cerrándolas poco a poco, Raye se sentó con fuerza y le tomó las manos fuertemente “SI! De acuerdo! Si quiero que lo hagas, me muero por que lo hagas! ¿¡ya estás contento?!” Nicolas se rió graciosamente y volvió a separar sus piernas tomándola de las rodillas esta vez un poco mas, la miró picaramente y sin mas ni mas Raye solo sintió uno de los placeres mas grandes que hasta ese momento había sentido.. “¡Oh rayos!” gimió mientras se recostaba de nuevo tomando a Nicolas del cabello, sentía tremendos piquetones en su espina dorsal, inconcientemente... o tal vez concientemente movía a Nicolas hacia los lugares que la hacían sentir mejor, no había estado ahí ni por un minuto y sentía que iba a llegar y realmente lo esperaba, de repente volvió a sentir solo un aire y sus ligeras contracciones “hazlo tú” susurró Nicolas gravemente, Raye apenada cerró las piernas poco a poco “yo no quise...”susurró muriéndose de la vergüenza, ¡pero que había hecho!, en ese momento solo sintió que Nicolas diría algo como “después de que lo hago, ¿acaso quieres que meta toda la cabeza o algo así?” sin embargo solo escuchó una risa ligera “vamos, hazlo tú... lo hiciste hace un momento” Raye se sentó indignada “¡No hice nada!” “Oh porfavor yo vi como lo hacías... porfavor... sólo un momento y haré lo que tu quieras...”, Raye se sonrojó, esto era todavía aún mas penoso... cuando menos si Nicolas estaba ahí haciendo lo que tenía que hacer no lo veía a los ojos, gruñó en su cara y se recostó fuertemente provocándole a Nicolas otra risita, bajó su mano lentamente hasta sus piernas y se quedó ahí un momento respirando hondamente “Nicolas estás bromeando no es asi? , estás medio enfermo!”, Nicolas sonrió de nuevo y tomó la mano de Raye guiándola hacía sus labios, Raye se estremeció al tener contacto con su muñeca con la bomba de su cuerpo, respiró de nuevo una bocanada de aire y con el dedo anular comenzó a acariciar sus labios, subiendo luego y sobando su clítoris, lentamente y después un poco más rápido, miró a Nicolas, estaba tremendamente extasiado, se había visto muy seguro desde un principio pero ahora parecía que ella tenía el control de la situación y eso era lo que mas le gustaba en la vida, cuando sintió el mando en sus manos empezó a gemir ligeramente con el verdadero propósito de ver a Nicolas como un adolescente patético viendo las revistas pornográficas de su hermano mayor, comenzó a gemir un poco mas fuerte tratando de hacer los sonidos más excitantes posibles, Nicolas perdió el control completamente y la miró a los ojos por un segundo, al sentirlo Raye cerró los ojos como vagada en un mar de placer y se mordió los labios soltando un gritito provocador, fue realmente grata su felicidad cuando escuchó un “Oh...” de la boca de Nicolas, hasta el momento parecía que él era el que hacía todo el trabajo y ella no había hecho nada por ayudarlo, desesperadamente Nicolas con un jalón abrió su pantalón de mezclilla y lo bajó hasta sus rodillas, Raye dejó de gemir, al parecer había hecho mas de lo que intentaba, se bajó los calzoncillos hasta sus rodillas y tomando su masculinidad entre su mano comenzó a acariciarse el mismo, Raye se volteó consternada y se paró temblando un poco, aún sentía adoloridas las rodillas por el raspón al caer en la nieve a la salida del templo “¡Nicolas eso es asqueroso!” gritó mientras buscaba a tientas su sopa sin mirar a Nicolas, Nicolas comenzó a gemir lentamente y tomó con un poco de violencia a Raye por el muslo haciéndola soltar un pequeño alarido de dolor “¿lo es Raye?” preguntó con una voz que Raye nunca le había escuchado, volteó temerosamente, sus ojos iban a venían y con una mano continuaba acariciándose a el mismo... y vaya que tenía mucho que acariciar, Raye nunca había visto algo así, había visto hombres desnudos en revistas y en libros de anatomía, pero a no ser por páginas de censura para mayores en internet que había visto de vez en cuando no hubiera pensado que habría un hombre con algo así, subió la mano por el muslo de Raye haciéndola abrir un poco las piernas y casi caer y sin dulzura algúna comenzó a sobar con el dedo índice el clítoris “¡no! ¡porfavor me duele!”gritó mientras caía de nuevo en el colchón tomando a Nicolas de la muñeca “Nicolas suéltame en verdad..ah! duele!” por más que jalaba a Nicolas del brazo continuaba ahí, se soltó lentamente la mano el la que se tomaba a él mismo y sujetó con sus dos manos a Raye por los brazos e incandose sobre de ella colocó su nariz justamente en su pezón derecho subiendo y bajando la cabeza dulcemente “voy a cogerte... hasta que me pidas por favor que me detenga o que nunca lo haga...”susurró entre gemido y gemido mientras besaba dulcemente su pecho, Raye se sobresaltó, no era el Nicolas de hacía un momento, dulce y pícaro, este Nicolas le provocaba miedo... un miedo... placentero, sentía ganas de no hablar, de dejarlo hacer lo que quisiera con ella, pero no iba a ser el objeto sexual de ningún tipo, siempre se lo prometió “no me toques...” susurró lentamente sin tomar el valor para sujetarlo de la cara y retirarlo o para tomarlo de las manos y hacer que la soltara, Nicolas se separó un poco y con dulzura de nuevo esta vez se acercó lentamente y colocó sus labios just sobre los de Raye... solo rozándola, sin besarla – repitemelo... – susurró con dulzura, mientras movía los labios para hablar rozaban con los de ella –dime que no quieres que te toque, que no quieres que hagamos el amor, que no quieres que te acaricie hasta quedarme sin manos... dime que no quieres que te bese... – Raye suspiró lentamente y tragó saliba, los labios de Nicolas estaban tan cerca... tan tibios tan carnosos... realmente le gustaba colocarla ante situaciones de este tipo, sin embargo realmente no lo estaría disfrutando tanto tal vez si fuera mas fácil, los tibios labios de Nicolas sobre su boca eran demasiado para ella y fue aún peor cuando al tratar de acercarse y besarlo se apartó ligeramente, sonrió y comenzó a pasarse la lengua lentamente por los labios, acelerando un poco su respiración, era verdaderamente demasiado, Raye se acercó un poco mas y Nicolas volvió a alejarse, sonrió soltando una risita esta vez y comenzó a pasar su lengua lo mas ligeramente que podía por el labio inferior de Raye haciéndola estremecerse de pies a cabeza, “Una vez mas... solo una y después me lo quito de encima...” pensó Raye mientras tomaba fuerzas de donde podía para no abalanzarse hacia él y besarlo apasionadamente, una vez más trató de acercarse y una vez más Nicolas se apartó un poco seriamente ahora, sin reírse “repitelo...” susurró mientras mordía el desesperanzado labio inferior de ella, Raye no resistió mas y lo tomó fuertemente del cuello hacia su boca desencadenando el beso mas necesitado, apasionado y delicioso que había dado en toda su vida, precipitadamente se separó un poco de Nicolas solo para tener el espacio para hablar, “quiero” dijo entre respiro y respiro precipitado “quiero que me beses”susurró “quiero que me toques... quiero que me hagas el amor...”, Nicolas sonrió y se acercó para volver a besarla mas lentamente esta vez, impulsada por quien sabe que cosa, mientras lo besaba, Raye comenzó a acariciar los pezones de Nicolas, éste se separó un poco al sentir su tibia mano y después sonriendo volvió a besarla, Raye tomó a Nicolas por los hombros y lo volteó cambiando los papeles ahora, tomando su largo cabello negro lo pasó a un lado y comenzó a besarlo de nuevo llevando ahora el mando ella, mientras Nicolas le acariciaba los brazos dulcemente, bajó su mano lentamente por su abdomen, por sus muslos, - parece que no tuve que esforzarme demasiado – le susurró a Nicolas mientras comenzaba a acariciarlo ahora en su parte mas débil, en la bomba de su cuerpo, Nicolas soltó una risita “oh.. si...” susurró mientras pasaba sus manos de los brazos de Raye a su pecho, podía sentír la mano de Raye moviéndose de arriba abajo lentamente... pero de repente, ¡se detuvo!, al no sentir mas la mano de Raye dejó de acariciar también su pecho, Raye sonrió y se acercó a él casi tocando sus labios con los de ella como lo había hecho él hacía un momento haciéndola sufrir, “que mas quieres que haga...”le susurró tratando de mantenerse seria, Nicholas se sentó apoyándose con sus manos atrás arqueando las cejas haciendo una graciosa cara altiva “quiero que lo introduzcas en tu boca”, Raye soltó a Nicholas y soltando un gemido de vergüenza le soltó una bofetada en la cara, extrañamente Nicolas solo rió y se tomó la mejilla rojiza “auch!” susurró tiernamente “no lo haré depravado” le dijo cruzada de brazos tratando de tapar su pecho desnudo, Nicholas soltó una tremenda carcajada mientras se sobaba la mejilla y tomó a Raye de los brazos colocándola a ella debajo ahora “entonces yo si cumpliré mi promesa...” ... hubo un pesado silencio y se quedó ahí, mirando al espacio como tratando de recordar algo, Raye lo miró a los ojos y soltó una risita que no pudo contener “que pasó, ya te arrepentiste de tu promesa”, Nicholas sonrió con timidez y le acarició la nariz con el dedo “esque... no tengo protección y todas las farmacias deven de estar cerradas” Raye sonrió apenada, lo movió un poco empujándolo de los hombros y tomó su pantalón que estaba al lado, sacó una cajita con 6 preservativos y se la entregó a Nicholas coquetamete cerrando la cajita con el puño de él, Nicholas sonrió graciosamente y apoyó su frente en el hombro de Raye acariciando la nariz con el cabello de ella...

- ¿qué hacías tu con una caja de preservativos eh? – le pregunto satíricamente respirando el olor de su cabello, Raye sonrió y lo tomó de la barbilla acariciándole el cuello con el dedo índice

        una mujer debe de estar siempre preparada, he traído esa cajita conmigo desde hace algunos meses –

        pensé que no tenías una vida sexual activa Raye

        bueno... no la tengo pero desde hace algún tiempo sentí que esto podía ocurrir y porque no estar preparada...

        entonces... realmente lo quieres no es así?

        No es que lo quiera! Yo...

        Lo necesitas...

        No necesito...

        Que tanto lo deseas...

Raye se sonrojó y arqueó las cejas en una mirada furiosa alejando la mano de la barbilla de Nicholas, éste solo sonrió y le dio un beso en el cuello acompañado de pequeñas mordiditas “¿aún no encuentras un argumento con el cual hacerme sentir mal?” preguntó entre mordida y mordida tratando de hacer a Raye gemir cada vez mas fuerte, Raye sonrió y tomó a Nicholas por las orejas con fuerza “sabes, hablas demasiado” le dijo tratando de fingir el enojo en su rostro, Nicholas sonrió y le dio un beso en la nariz, rompió la cajita que traía en las manos sin paciencia y se colocó el preservativo, Raye se sintió apenada y trató de no alejar la mirada de los ojos de Nicholas quien comenzaba a respirar mas profundamente, la tomó por los brazos y la recostó en la cama con fuerza haciendola soltar un pequeño grito de susto, entonces extrañamente se calmó un poco y su mirada de excitación se volvió de nuevo un poco mas de simpatía besándole la frente dulcemente, la tomó lentamente del cuello y la levantó retirando con la otra mano el largo cabello y poniéndolo a un lado “quiero que me digas todo lo que vallas a sentir, que prefieres, que prefieres que deje de hacer, como, en donde y porqué y en el momento en que dejes de hacerlo... voy a detenerme...” susurró Nicholas bajando con sus labios de su frente hasta su boca, cuando Raye abrió la boca para tratar de decir algo entró en ella lentamente haciéndola gemir con fuerza, comenzó lentamente y su respiración cada vez se agitaba mas y mas “aquí Raye...”susurraba entre respiro y respiro “es aquí...oh..mm.. aquí!” Raye gimió cuando le tomó la pierna por el muslo y se levantó lentamente, Raye cerrando los ojos se sujetó de su cuello y enterró la cara en la curvatura del hombro de Nicholas a su cabeza, entonces cuando comenzaba a sentir que el dolor se convertía en placer, Nicholas se detuvo, ahí, dentro de ella, se detuvo, Raye abrió los ojos y alejó a Nicholas para mirarlo angustiada a los ojos, Nicholas sonrió descaradamente y una pequeña gota de sudor calló de su frente a la mejilla de Raye “continúo?...”preguntó dulcemente haciendo a Raye sonreír con un poco de lujuria en sus ojos, lo volvió a tomar del cuello y enterró su rostro de nuevo en la curvatura de sus hombros besándole la espalda la cual se encontraba algo húmeda por el sudor “si.. continúa...” Nicholas respiró hondamente y comenzó de nuevo haciéndola gemir otra vez

-así esta bien?

-mmm un poco..mm..mas arriba..si..

Nicholas sonrió y siguió sus instrucciones guiándose por la gravedad de sus gemidos, entre cortantes “si..” “abajo...” “arriba” Nicholas comenzó a guiarse también por la propia gravedad de sus respiros, cuando sintió que Raye comenzaba a quejarse menos con el timbre de su voz y a comenzar a gemir mas de placer, salió de ella colocándola ahora arriba de él, Raye soltó un grito al sentirlo fuera de ella y se sujetó de sus hombros tambaleándose “Nicholas!” gritó indignada mientras éste trataba de sonreír besando su nariz empapada en sudor “vamos, esto también es bueno” susurró Nicholas riendo lentamente, Raye sonrió y fue ella la que se colocó de tal manera que el entrara en ella, el ambiente era menos tenso y las cosas parecían ser mas claras, el dolor que sintió al principio era ahora un gran placer, acompañado de las tiernas caricias de Nicholas en todo su cuerpo, Nicholas gemía manteniendo la dulce sonrisa en su rostro “Raye... yo...”susurró entre gemido y gemido tomando a Raye por la cara con debilidad “casi....tu... casi?...” “¡No!” gritó Raye sin abrir los ojos apretando con sus manos los pezones de Nicholas haciéndole gritar “¡te mato!” dijo sonriente mientras se dejaba caer mas fuerte aún en él, Nicholas sujetó una risa que salió de sus labios en forma de dolor y apretó los dientes fuertemente para no venirse antes que ella, soltó otro gemido de dolor y la sujetó de la cintura llevándola ahora abajo y quedando él en la cima, entró en ella lo mas rápido que le era posible dejándose ver la vena resaltada de su frente empapada, Raye lo sujetó de los hombros de nuevo “si.. mas Nicholas” le susurró entrecortadamente en el oído mordiéndole después el lóbulo de la oreja, Nicholas comenzó a gritar haciendo a Raye asustarse un poco y entonces comenzó a bajar la velocidad hasta detenerse completamente, se salió de ella y se recostó de lado empapado en sudor y respirando tan precipitadamente como si sus pulmones no le pudieran proporcionar el aire suficiente, Raye tomó la colchoneta arrinconada sobre la duela y se la colocó sobre los dos abrazando a Nicholas por la espalda, el frío de la habitación comenzó a sucumbir poco a poco haciendo que el sudor de sus cuerpos los quemara como fuego, Raye sintió la mano de Nicholas sobre su mano, la tomó delicadamente y se la llevó a la boca besando sus nudillos con delicadeza, Raye sonrió y se acurrucó aún mas a él “casi me matas sabes?” susurró Nicholas dulcemente haciendo a Raye acercarse un poco para escucharlo, se volteó lentamente quedando frente con frente a ella “lo se...”respondió Raye rozando con delicadeza sus labios con los de él “ese tercero fue muy bueno sabes?” Nicholas la miró confundido y chocó su cabeza con la de ella haciéndola gemir con ternura “¡¿tercero?!” gritó mientras se sentaba en la colchoneta apoyado por los codos “¡¿habías llegado y no me lo dijiste?!” Raye soltó una tremenda carcajada y jaló a Nicholas del brazo haciéndolo recostarse casi sobre de ella “ojo por ojo...”dijo Raye sonriendo con los ojos cerrados, estaba completamente exhausta, Nicholas sonrió y le besó la frente recostándose al lado de ella, la colocó sobre él dulcemente y le retiró el cabello de la frente como una madre a su hijo “su venganza fue un placer señorita Raye... todo un placer”, ahora lo tenía, tenía lo que le había faltado por tanto tiempo... una persona a quien amar y por quien ser amada, sintió que Nicholas le colocaba el cobertor sobre la espalda y cayó en el sueño mas dulce que nunca mas hubiera tenido y ese invierno, ese invierno fue el mas tibio que hubiera sentido hasta ese entonces.

 

 

 

autor: Videl_lok@    

 

e-mail: videl_lok@hotmail.com

El anillo de Fanfiction en Español
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