La Adoración A Falsos Dioses

 

La adoración a cualquier ser creado, ya sea ángeles o humanos, es un acto de rechazo a Dios, ya que de esta manera se le rinde honor a quien no lo merece; se reconoce un dios ajeno, mientras que Dios dijo:

 

No tendrás dioses ajenos delante de mí. (Éxodo 20:3, Deuteronomio 5:7)

 

Cuando Dios le envía un ángel a Juan para declarar las cosas que debían acontecer,

(Apocalipsis 1:1) el apóstol se postro para adorar al mensajero celestial.

 

Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. (Apocalipsis 19:10)

 

El ángel reaccionó rápidamente y negó la adoración y le dijo:

 

            Mira, no lo hagas: …Adora a Dios.

 

Esto ocurrió por segunda vez y el ángel rechazo la adoración:

 

Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.

 

Y él me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora á Dios.

(Apocalipsis 22:8-9)

 

Podemos descubrir aquí la primera línea prohibida de adoración: Humano - Ángel. Debemos entender que si algún ángel se nos presenta en visión o de alguna manera y este exige o permite la adoración y no nos amonesta como lo hicieron estos mensajeros diciendo: 

 

            Mira, no lo hagas: …Adora a Dios,

 

Entonces este ángel es una entidad de las tinieblas, ya que;

 

            ...el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. (2 corintios 11:14)

 

Otro evento en el que encontramos en la Biblia en el cual se nos demuestra una línea prohibida de adoración se encuentra en el libro de los Hechos, cuando Cornelio salió a recibir al apóstol Pedro para escuchar las buenas nuevas de salvación;

 

           

Y como Pedro entró, salió Cornelio á recibirle; y derribándose á sus pies, adoró.

 

Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy hombre.

(Hechos 10:25-26)

 

En este caso notamos como Cornelio se postro para adorarle y Pedro reaccionó inmediatamente y le levanto y negó ser adorado al decirle: yo mismo también soy hombre. Este acto de parte de Pedro evidencia que ningún ser humano puede ser adorado en esta tierra, sin importar su liderazgo o popularidad.

 

Si los ángeles, quienes son descritos en la Biblia como superiores a los seres humanos, no pueden ser adorados; entonces debemos preguntarnos:

 

 ¿Cómo es posible que el ser humano adore algo que es inferior a él mismo?

 ¿Será acaso el hombre inferior a una imagen de talla?

 

Hemos visto como reaccionó el ángel que Dios le envió a Juan para revelar los acontecimientos futuros al ver a Juan postrado ante él. Vimos como reaccionó Pedro cuando Cornelio se postro ante él al recibirle este en su hogar. Ahora nos preguntamos:

 

¿Cómo reaccionara una imagen cuando una persona se postra delante para adorar?

¿Podrá la imagen amonestar al hombre y decirle: Mira, no lo hagas: …Adora a Dios?

 

9

Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos para su confusión son testigos, que ellos ni ven ni entienden.

 

            10

¿Quién formó un dios, ó quién fundó una estatua que para nada es de provecho?

 

            11

He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados, porque los mismos artífices son de los hombres. Todos ellos se juntarán, estarán, se asombrarán, y serán avergonzados á una.

 

            12

El herrero tomará la tenaza, obrará en las ascuas, darále forma con los martillos, y trabajará en ella con la fuerza de su brazo: tiene luego hambre, y le faltan las fuerzas; no beberá agua, y se desmaya.

 

            13

El carpintero tiende la regla, señala aquélla con almagre, lábrala con los cepillos, dale figura con el compás, hácela en forma de varón, á semejanza de hombre hermoso, para estar en casa.

 

            14

Cortaráse cedros, y tomará encina y alcornoque, y entre los árboles del bosque se esforzará; plantará pino, que se críe con la lluvia.

 

           

            15

De él se servirá luego el hombre para quemar, y tomará de ellos para calentarse; encenderá también el horno, y cocerá panes: hará además un dios, y lo adorará; fabricará un ídolo, y arrodillaráse delante de él.

 

            16

Parte del leño quemará en el fuego; con parte de él comerá carne, aderezará asado, y se saciará; después se calentará, y dirá: ¡Oh! Heme calentado, he visto el fuego;

 

            17

Y torna su sobrante en un dios, en su escultura; humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú.

 

            18

No supieron ni entendieron: porque encostrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.

 

            19

No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y comíla; ¿he de tornar en una abominación lo restante de ello? ¿Delante de un tronco de árbol tengo de humillarme?

 

            20

De ceniza se apacienta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No hay una mentira á mi mano derecha?

 

Es necesario notar que en el caso del ángel enviado a Juan y de Pedro recibiendo a Cornelio, se estaba predicando un mensaje de salvación; un mensaje de Dios. Tanto el ángel como Pedro eran mensajeros de Dios; lo que significa que ningún mensajero de Dios puede ser adorado. Pero,  ¿Será acaso una imagen de talla un mensajero(a) de Dios? ¿Qué nos podrá anunciar una imagen?

 

             6

Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.

7

¿Y quién llamará como yo, y denunciará esto, y lo ordenará por mí, desde que hice el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. (Isaías 44:6-7)

 

¿Podrá una imagen declarar lo por venir y hacérselo saber a los fieles de la iglesia? ¿Acaso hablan los maderos? Este estudio continúa