Adición a mi credo

 

La colmena  la componen la reina, las obreras, y los zánganos. tiene en la reina el órgano reproductor

Las obreras asumen todas las fusiones con excepción  de la reproductora que es desempeñada por los machos, que son los zánganos, y la de hembra por la reina,  que permanece en su función de poner huevos toda su vida útil.

Las  obreras   colectan  néctar y polen con los que produce miel,  alimento para los individuos de la colmena. Las obreras producen cera para fabricar los panales, defienden la colmena del pillaje de otras abejas o de hormigas, o cualquier otro depredador;  al hacerlo si necesitan usar su aguijón, este se desprende en el lugar de la picada y la obrera muere por esta mutilación.

Ellas se comunican entre sí informándose de los lugares donde abundan flores; el momento propicio para enjambrar, se reparten el trabajo de limpieza, de vigilancia,  de alimentación de la reina, de las larvas.  De hacer panales, de crear nueva reina. Deciden si hay muchos zánganos, a los que matan y restringen su reproducción. Pues que sea obrera o zángano depende de la alimentación que den a la larva. 

 No se sabe quien comanda o quien toma decisiones.

La reina no tiene un papel diferente que la reproducción. Pero en la colmena se toman decisiones:

 Que alimento se da a cada larva,  que puesto ocupa cada cual, cuantas se dedican a cada actividad, cuando se debe criar una nueva reina, cuando enjambrar; y para enjambrar,  quienes salen a buscar un buen sitio donde acampar y a  donde mudarse definitivamente a construir una nueva colmena,  quien decide el momento exacto en que  cada una entra en la actividad correspondiente a su papel en la enjambrazón. Y estas son unas de las decisiones, arreglos, ordenes que se imponen para una vida ordenada.

Pero la colmena no tiene cerebro, y todas estas funciones son definidas y ejecutadas en los otros animales  por un cerebro. Hay otros insectos: las termitas, las hormigas, para solo nombrar los mas conocidos, que tampoco tienen cerebro, y operan sus innumerables individuos como un todo.

No es el cerebro rudimentario de cada obrera el que  pueda hacer plebiscitos, para que  por votación se tomen decisiones.

 

Pero hay mas,  las medusas que creíamos que eran transportadas por el viento y las corrientes, recientes investigaciones demuestran que forman cardúmenes que son capaces de dirigirse a sitios donde  el plancton  se concentra,  que es su alimento y se mantiene a la profundidad donde el alimento permanece y así obtienen su sustento. Pero las medusas, y otros celentereos, no tienen cerebro.

Pues bien: pensamos  con: pensamientos concretos y abstractos.

Ejemplos:

Cuando pesamos hacer una mesa,  la vemos en nuestra mente. Después nuestro pensamiento deriva a: para pulirla  bien, al escoger el material,  decidimos tal vez lo mejor es que la madera  sea dura y así cualquier otra cualidad deseable

Cuando pensamos en las maderas y calificamos a unas mejores que otras, y divagamos entre mejor calidad y precio  y la decisión de que cual es de mejor calidad o mejor precio,  dejamos nuestra mente divagar sobre mejor o peor  y estos son conceptos abstractos.

 El sopesar conceptos calificativos, lo hacen pensamientos abstractos.

Deber, obediencia, disciplina, son conceptos  abstractos.

Cuando en la colmena se decide que es conveniente enjambrar, cuando se escoge un sitio porque es mejor que otros, funcionan pensamientos abstractos, hay un sentido de sometimiento a una directriz etc.

¿Cómo se elaboran, en la colmena, si todas las investigaciones llevan a que la reina no es tal, que no hay un lider, que hay un consenso y  que todas obedecen?.  Así en las  hormigas que vemos que unas tiran de un lado otras empujan sin coordinación,  después cooperan,  aún cuando no veamos la sincronización de la colmena o del hormiguero, el hecho que decidan sobre conceptos abstractos  sus decisiones se salen de señales producidas por paf y del foveo, como lo explica Rodolfo Llinàs en su libro “ El cerebro y el mito del yo” pues son decisiones  que involucran el ETHOS    que tal como lo arguye Fernando Sanchez Torres la, conciencia ètica, carece de lugar definido en  Llinas, El  lugar para “el conocimiento interior del bien y del mal” o sea lo bueno, lo mejor , lo malo y lo peor , conceptos necesarios para escoger entre opciones parecidas y que pertenecen”al conocimiento interior del Bien y del mal.”

La medusa no tiene cerebro, así lo constatan los biólogos marinos, pero las últimas investigaciones las  descubren  dirigiéndose a bancos de plancton,  manteniéndose a la profundidad en que están estos bancos de alimento y que lo hacen  en forma masiva.

¿Dónde se elaboran esas directrices?

Hemos llegado al concepto básico necesario  de toda esta elaboración: el óvulo fecundado no tiene cerebro, y para que las primeras  células del embrión, puedan tener la directriz de la cadena DNA para la elaboración de conceptos tales como por ejemplo, de que  las células de  las mitosis 58, 59,  60 corresponde a la parte cefálica  y la 23,  34,  y 51(de las 64 primeras)  corresponde a la formación de la parte entérica, pero no hepática, han  de  empezar desde su comienzo a manejarse  las posiciones definiéndolas con  las tres coordenadas, para cada célula que derivará  de las dos primeras. Se impone de necesidad  la existencia de  un elemento   rector, fuera de las funciones de la cadena genética.

Pero más aún,  desde la mitosis que produce las primeras,  en estas células deben  estar previstas  la   ubicación de  cada  una de las células que se irán creando por cada nueva  mitosis. Ejemplo: situar con  exactitud  a  la célula que le toca estar al lado de la célula de una peca (que no se pigmenta por no pertenecer a ella) y la  de la que por su situación definida por las tres coordenadas: altura anchura  y anteroposterior  debe pigmentarse con mas melanina por ser de la peca.

No debe olvidarse que cada  célula tiene origen en una mitosis o división individual,  lo que nos lleva a que la  célula  hija de una primitiva célula,  en la  mitosis o  división diez mil,  que a ido rodándose para dar cupo a otras células producida como ella, o  por la mitosis de sus vecinas, estará situada en el punto X o Y, que por usar un ejemplo, corresponde  a la piel del lado izquierdo del lóbulo de la nariz, a , X   milímetros de las células en la línea media y a Y  milímetros abajo de la célula que esta perpendicularmente a ella,  que corresponde al bermellón  del labio etc. o como en la situación de las primeras mitosis en un huevo de ave y de los reptiles, y  las tortugas , que empieza cuando el huevo del ave está en el momento adecuado de calor humedad e.t.c. Estas cèlulas llevan desde ya toda la información de lugar y función de cada  mitosis. (Mitosis: diviciòn de una célula para convertirse en dos)

 Y debe haber,  de necesidad,  un ente que reemplace al cerebro en estas funciones, intermediario entre la parte espiritual y la física,  algo que dependiera  directamente de la Vida, que podría ser la que efectuara las funciones de cerebro directriz, por lo menos,  mientras no se haya formado dicho cerebro en el feto de los animales superiores. ENTE  que sería, permanente en la medusa, comunitario en la colmena, necesario en el embrión humano, para explicar las funciones globales en las directrices de la cadena ADN,  la que  se identifica con la planeación de lo que debe ser el cuerpo que se construye, pero de la  que no se ha explicado como:  selecciona, transporta, ubica en los puntos definidos por  las coordenadas, permanentemente cambiantes del cuerpo  (que se mantiene  en crecimiento y desarrollo) cada substancia química diferente,  que necesita, cada célula,  según las variaciones que desarrolle por ser  diferente, anatómica, funcional o de apariencia de la que deviene por mitosis. Este aspecto de la ubicación de cada célula, presenta un problema que se pretende sanjar dando este atributo a las celulas cerebrales, pero hay un estadio en el desarrollo de todo feto, en que no hay cerebro.  Y en la vida animal encontramos que los hay sin él.

 

 

Hay pues factores externos que detectamos en todos los procesos  de la vida:

Vemos una guía escrita en la cadena genética y usando de ejemplos vamos a describir el proceso vida como el de una construcción de un edificio concebida la estructura por el arquitecto, el ingeniero elabora los cálculos estructurales, se hacen los planos según las  instrucciones escritas.

Empieza la construcción:

El maestro de obras traza los espacios,  se ponen lienzas, empieza el transporte de tierra se usan carretillas camiones palas picos.

Todo proceso vital empieza con una simiente. En ella están los planos las  instrucciones que se deben seguir, el plan, las secuencias etc. todo escrito en la cadena genética, nosotros encontramos que:

Se transportan los elementos químicos, que se van situando  en los lugares apropiados, tal como lo hace el maestro de obra. Que se mantiene una secuencia, pues cuando  por cada crecimiento y desarrollo se van identificando los puntos en que debe formarse  cada  clase de célula  que corresponde a  un   lugar y  que se crea por mitosis de una célula diferente, pero vecina, existe un conocimiento de la estructura como un todo

El  proceso que mantiene el orden, que identifica los lugares, requiere la concepción de la obra como un todo, repito, el DNA, escrito dentro de cada  célula esta limitado a ella  y una multitud de individuos, para organizarse,  crear un conjunto, requieren comunicarse seguir directrices, someterse a una disciplina.

Cada  célula debe recibir  en su lugar y a tiempo cada uno de  los elementos químicos necesarios para su formación y seguir recibiendo, en cantidad y con regularidad los elementos para su funcionamiento. Desde muy pronto se necesita el elemento rector del organismo.

Se aduce que se encuentra en el cerebro cuando ya  este sea formado, pero hubo un elemento rector desde cuando no existía el  cerebro.

La medusa no tiene cerebro, así lo constatan los biólogos marinos, pero las últimas investigaciones las  descubran  dirigiéndose a bancos de plancton,  manteniéndose a la profundidad en que están estos bancos de alimento y que lo hacen  en forma masiva.

¿Dónde se elaboran esas directrices

Encontraremos la necesidad de obreros, maestros de obra y mente directrices en la construcción del edificio de cemento y en el edificio de proteínas.  La necesidad de un arquetipo, un modelo invisible impalpable, inexplicable hasta ahora por la ciencia pero como tantos otros sospechados o necesitados por la ciencia que dieron origen a invenciones   como el flogisto, antes del descubrimiento del oxigeno o la generación espontanea, antes de Pasteur, y tantos otros que se me escapan.

Usando las palabras que existen:

Necesitamos un alma química, un alma vegetativa, un alma animal y un alma humana, para armar en forma lógica todos los edificios  anteriores.

Un alma química que rija los procesos de la química mineral y orgánica. Así planteamos como un proceso vital  las reacciones  químicas.

 Un alma vegetativa  para los procesos  de las plantas, el alma vegetativa asumiría las funciones químicas de la vida vegetativa y las propias de la vida  vegetativa

Un alma animal para nuestro instinto y el de los animales,  que  construiría los elementos endocrinos y cerebrales,  las  funciones del  instinto   y  la de todas las actividades y emociones que animan al animal, y en los  animales más inteligentes  los brotes de inteligencia que en veces detectamos.

Un alma humana para nuestra vida intelectual y la transformación de nuestros instintos en emociones refrenadas por la inteligencia, y para concebir  ideas concretas, abstractas, religiosas, místicas.

 

El alma humana recopilación de todas las anteriores y fuente de los logros físicos y espirituales del  cerebro humano.

Esos son los elementos necesarios para terminar de construir nuestra biología.