La colmena. amor,  libertad

 

La colmena está  conformada por las obreras, los zánganos y la Reina, mal llamada  así pues solo es el órgano reproductor de la colmena, algo así como el útero

La colmena está  conformada por las obreras, los zánganos y la Reina, mal llamada  así pues solo es el órgano reproductor de la colmena, algo así como el útero.

Las obreras limpian la colmena, construyen los panales, recogen el néctar  y el polen de las flores, fabrican la miel, el alimento de las pupas, de la reina, el alimento con el que crían una nueva reina o un zángano. Los zánganos son el órgano reproductor masculino y solo lo usa uno al aparearse con la nueva reina virgen., La cual conserva el semen que va a usar el resto de su vida.

En la colmena se hacen decisiones:

¿Cuándo se debe crear una nueva reina?

Cuando  enjambrar o sea parir una nueva colonia.

Cuando se enjambra se escoge un lugar donde esperar que obreras busquen un lugar donde establecer permanentemente la nueva colonia, una colmena.

¿Quién decide cual es el mejor sitio entre los encontrados?

A veces la colmena ea atacada ¿quien da la señal de alerta?

¿Quién es en realidad el jefe?

Nunca se ha averiguado. Pero la reina, voluminosa, incapaz de moverse, destinada a morir en su puesto, aislada, no parece serlo.

Las obreras cuando defienden la colmena, al enterrar su aguijón mueren y ninguna duda en sacrificarse.

Cuándo se da la orden de enjambrazón,  una actividad febril se apodera de la colmena, ¿Quién la da? ¿Cómo la comunican?. Cuando una abeja llega hace un baile que se cree es un medio de comunicación con el que indican donde encontró néctar

¿Probaría esto,  que tienen vida individual?

Pero las grandes decisiones son obedecidas sin muestra de vacilación ni desorden, lo cual indica que hay un comando central.

Este comando central obedece al instinto.

El instinto. El mismo que enseña a la araña a tejer su tela y a como usarla, A la avispa solitaria a atacar a su víctima inyectando su veneno con precisión en el punto anatómico que la paraliza sin matarla para que su larva la consuma mientras se desarrolla.

Que hace que la gallina alimente y proteja  a sus pollitos, que como las otras aves empollan a costa de sacrificios.

El amor materno,  y la defensa de la familia,  son instintos que pertenecen a los animales de sangre caliente y ahora sabemos que los caimanes tambièn lo hacen.

La territorialidad también se ve en casi todos los animales

Diría que la individualidad se da en muchos animales superiores.

Todos los animales estamos mas o menos sujetos a los instintos.

¿Habrá un instinto inadvertido, similar al de las colmenas, que nos está llevando a la socialización total?

¿Seremos los seres humanos obreros de una colmena en la cual los individuos se reproducen  y mueren indiferentemente, solo para conservación de la colmena aún cuando creamos tener vida individual?

La capacidad que tenemos de sobreponernos a los instintos nos permite intuir que nuestra individualidad va mas allá de la de los animales.

La individualidad es el equilibrio entre la fuerza que nos atrae a formar uno con los seres que amamos y nuestro deseo de libertad,  un equilibrio entre amor y libertad.

En aras de la libertad separamos, frenamos, delimitamos espacio entre nosotros y los  demás, la fuerza que procura nuestra libertad resta y divide.

El amor hace que nos sacrifiquemos por los demás, que trabajemos luchemos y sintamos placer en su compañía y correspondencia. El amor suma y multiplica.

La preponderancia de uno u otro se hace al  final dolorosa.