Cafetonía
La mañana ya ha roto sus silencios, caen las once y el sol sube en un cielo surcado por pájaros chillones. Es la hora del café de después del desayuno, cuando las camas ya están hechas y la casa recogida. ![]() |
Después vendrán el de la sobremesa, el de la merienda y el de después de cena, cuando la noche cubre al día más o menos amargo. Somos adictas a esta bebida que nos cura del dolor de amar y de vivir, del morir; a este bálsamo que nos ayuda a soportar las otras certezas, a adobar con misterios nuestras dudas. Tu sonríes y cuentas tus historias, dulcificas las ásperas mentiras y sueñas en voz alta sueños pequeños: un jardín, una vejez sencilla y tuya y junto al mar, y junto a tus amigos.
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dejado en mi frente y que han borrado de tus ojos la luz del mediodía. |
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Marina Jiménez Piano, 11 de abril de 2002: para mi madre, Vittoria Mª Piano Bettini |