Reseña Histórica*
Hitos que han caracterizado la vida del Colegio en 25 años de existencia:
1958 señala un nuevo derrotero en la acción pastoral de la parroquia del Voto Nacional. Su párroco, el padre Miguel Rodríguez inicia un pequeño centro de estudios, al servicio de la educación de los niños de la parroquia.
1960. La comunidad Claretiana asume el [control del] centro parroquial y envía al padre Pedro Alfonso Olaya, para que en su condición de rector organice, estructure y de forma al Colegio Claretiano.
Partiendo de cero y luchando contra toda clase de dificultades y limitaciones, se entrega un colegio organizado formal y jurídicamente, con una base de confiabilidad para alumnos y padres de familia.
Esta etapa fundamental para la vida del Colegio, se refuerza con la acción del padre Manuel Ramírez, nuevo rector, y su equipo de asesores.
1967. Al llegar a su primera promoción de bachilleres, se colma también la capacidad de la planta física del Colegio.
El grupo de Claretianos al frente de la dirección (padres Octavio Cuéllar --rector-- , Luis Eduardo Rozo -ecónomo-- y Jorge Galindo --coordinador de primaria--), culmina el primer ciclo de vida el primer ciclo de vida del colegio en la planta física del Voto Nacional y desde ya, preparan una nueva etapa en lo que fueron las instalaciones del Seminario Menor y Noviciado de la comunidad Claretiana, a partir de 1968.
Si bien el cambio resulta benéfico ante unas instalaciones suficientes y un espacio abierto, contrarios a lo que se tenía, se perfilaba el desplazamiento progresivo de la población estudiantil que conformó la primera comunidad del Colegio, para ser reemplazada por las familias procedentes de las barriadas cercanas a Bosa (Kennedy, Timiza, Mandalay, Marsella, etc.)
En el comienzo de esta nueva etapa una enfermedad corta la vida del padre Octavio, a quien sucede internamente el padre Manuel Páez.
1969. Una inyección de mística Claretiana, un impulso de vida organizativa y la promoción de grupos distintos de interés, marcan esta nueva etapa del Colegio. El hecho de haber mezclado Seminario Menor y Colegio, crea un clima de superación en los alumnos, refuerza el equipo humano orientado por l rector padre Alberto Rodríguez, y su equipo de trabajo, padres: Pedro D'Achiardi, José Carlos Jaramillo, Santiago Ávila, Jesús María Aragón, Miguel Calderón, Luis Eduardo Rozo y Jorge Galindo.
Es esta una etapa de crecimiento con gran variedad de actividades en torno a lo académico y con un grato sabor Claretiano. Se recuerdan los campamentos, el grupo Scout, la Asociación de Padres de Familia y los grupos deportivos, judo, ciclismo, hockey y patinaje, natación, tenis de mesa y fútbol. Se construye la cafetería y se remodela la piscina. Algunos nombres hacen historia entre los orientadores: Jorge Cortés, Héctor Paredes, Josué Murillo y Wilmar Pico. También entran en escena Óscar D'Alleman, Jaime Granados y Juan de Dios Díaz.
Nota característica de esta etapa: la gran camaradería entre los orientadores y la vida de familia.
1972. Asume la rectoría el padre Rafael Beltrán. Se impulsa notoriamente el trabajo y organización del departamento de psicología y se realizan mejoras en la planta física y zonas verdes.
Se plantea la primera crisis de fondo en el profesorado que tiene su punto de superación inicial a partir del diagnóstico coyuntural del problema y la búsqueda de una alternativa de reorganización y cambio radical.
1974. Nueva etapa en la vida del colegio, marcada por un nuevo enfoque pedagógico, nacido en las orientaciones de Medellín, y de la línea que progresivamente va asumiendo la Comunidad Claretiana y que se lleva a la práctica a través del equipo de de educación de la misma. Sobre las bases de las experiencias del Gimnasio Claretiano del Norte y del Colegio Claretiano de Neiva, se impulsa un proyecto educativo liberador con el enfoque de la Educación Personalizada de Pierre Faure.
Se da un viraje al sistema de autoridad, al método y a los contenidos académicos. Se enfatiza el compromiso político y la acción proyectativa al servicio de la Comunidad Circundante.
La opción por los pobres se concreta en acciones como la creación de la jornada adicional y del Centro Nocturno, la experiencia Freinet como experiencia de educación popular en "Filo de Hambre" Neiva, y la Fiep.
Se impulsa la capacitación de profesores y padres de familia. Nace Cruz Verde Claretiano y el grupo Dios y Montaña. Se refuerza el trabajo pedagógico con el soporte significativo del padre Jaime Moreno; por su parte la comunidad presenta nuevas personas que acompañan el desenvolvimiento de este nuevo proceso: Francisco Ceballos --ecónomo--, Miguel Duarte, Carlos Rozo, Víctor Forero y Óscar Ibarra.
La búsqueda de alternativas para superar la grave crisis económica del Colegio da lugar al nacimiento del grupo Precooperativo. Se atiende el servicio de salud de manera especial y con la iniciativa de la Asociación de Padres de Familia se adquiere la unidad odontológica.
Aparecen nuevos liderazgos en el grupo de orientadores, sin pretender desconocer la importancia y significación del trabajo realizado por las personas que aquí no se nombran. En las tres jornadas resaltan los nombres de: Jaime Riveros, Piedad Paz, Inés Ardila, Lucila de Jiménez, Jorge Lagos, Henry Bohórquez, José Delmis Currea, Clara Orduz, Germán Cubides, Lola Cendales, Víctor Osa, Inés de Márquez, Elsa de Guerrero, Gerardo Santos, etc. Los intentos de organización del mismo grupo gestan el nacimiento del Sindicato de Orientadores del Colegio.
Tres personas aparecen en el panorama de la vida del Colegio, así como parte de su archivo: Luz Marina de Gómez, secretaría por espacio de 16 años [en el 2003 continúa trabajando para el colegio, y entonces ya serían 34 años], completamente vinculada a la vida y a la historia de la institución. El difunto maestro Antonio Escobar, fiel servidor y colaborador hasta el momento de su muerte y, finalmente, el hermano Francisco Argüello, silencioso acompañante en todos los momentos y gran colaborador con quienes de una u otra forma han solicitado sus servicios.
En Cruz Verde Claretiana aparece la figura de Pedro Granados; en los Scout son célebres personas como Nohora de Díaz, Manuel Toro, Juan de Dios Díaz, Óscar Ibarra, Gladys de Galvis y Víctor Ossa. Finalmente la parte social se ve animada por maestros como Gloria de Jiménez, Doris de Rico, Edith de la Hoz y Arelis Romero.
Termina esta etapa a fines de 1982, fecha en la que ya se ha logrado una gran claridad respecto a la línea educativa de los Claretianos, concretándose dicha línea en los contenidos del Marco Teórico y en la Práctica Pedagógica.
En síntesis, es una etapa que engloba 9 años de rectoría del padre Héctor Guzmán Caicedo, Cmf.
[Notas del editor]
*Tomado de la revista "Colegio Claretiano --25 Años --", que fue editada en 1985.
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